Se sufrió más de la cuenta para vencer al Estoril, pero se consiguieron tres puntos que nos ponen en la primera posición del Grupo H, ya que el Friburgo se durmió en los laureles y permitió que el conjunto Checo del Slovan Liberec empatara un partido que iba 2-0 al descanso.
El partido no me gustó en absoluto. Fallamos varias ocasiones claras de gol, y cuando, por fin, logramos adelantarnos, el Estoril aprovechó nuestra alarmante debilidad defensiva sin muchos problemas para empatar. Cualquier equipo nos pone en apuros, teniendo la defensa especial dificultad para frenar a los jugadores rivales que entraban en velocidad.
Con Marco Marin –mucha calidad pero, a veces, vendría bien que soltara el balón antes y no fuese tan individualista–, Vitolo y Gameiro fuimos bastante superiores a los portugueses, pero seguíamos perdonando y lo pudimos pagar caro. Menos mal que Varas hizo un paradón –yo la vi dentro– en el tiempo añadido.
Bacca sigue sin gustarme. Ayer falló una ocasión, tras pase de la muerte, y con el portero batido. Le dio tan flojito que posibilitó el despeje por parte de un defensa. Gameiro le ha ganado la partida a base de goles, que es lo que cuenta.
Y lo mismo pienso de Iborra. Las primeras actuaciones del valenciano no me están convenciendo. Al igual que en el caso de Bacca, quiero creer que es por falta de adaptación.
Por cierto, el árbitro de ayer podría arbitrar perfectamente en la liga española, porque no daba ni una.
La liguilla de la Europa League acaba de empezar, pero siempre es importante empezar ganando y no ir a remolque.
Contra el Valencia habrá que jugar con más intensidad y, sobre todo, estar más acertado para ganar. Y pienso que tendremos más posibilidades de hacerlo si sigue Djukic como entrenador. Por favor, que no lo echen.
No es para menos viendo el nivel del grupo y del equipo portugues
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