Villarreal 3 – Sevilla FC 2. Menos mal que no había nada en juego. Mangazo en el 97′

Afortunadamente, ya estamos salvados, pero habría sido un mazazo enorme haber perdido hoy de la manera en que se ha perdido: pudiendo marcar el 2-3 en los últimos minutos (tiro al poste de En-Nesyri) y encajando el 3-2 en el minuto 97, en la última acción del partido, tras una clarísima falta de Sorloth a Kike Salas. Nuestro canterano le había ganado la posición y Sorloth sólo pudo rematar tras empujar –con las dos manos incluso, sin el más mínimo recato– a su defensor. Y lo más increíble es que el VAR no lo corrigió. ¿Para qué está entonces?

Este robo no oculta –mal haríamos– que el partido del Sevilla ha sido, en líneas generales, muy malo. De hecho, hemos podido encajar al menos media docena de goles si los jugadores del Villarreal no hubieran estado tan desacertados de cara a gol, y de no ser por las buenas actuaciones de Nyland.

El partido de hoy ha sido una demostración más de que el problema del Sevilla esta temporada ha sido el bajo nivel de los centrales. Cuando falta Badé –que tampoco es que sea un jugador como para tirar cohetes– la defensa hace aguas por todos sitios. De hecho, no vamos a bajar a Segunda porque el dúo Ramos-Badé, ayudado por Nyland-Soumaré, ha dado una buena estabilidad y contundencia en defensa, que nos ha permitido dejar algunas porterías a cero, o encajar sólo un gol.

En las demás posiciones, aunque algunas sean bastante mejorables, no hay problemas, sobre todo en ataque, donde la dupla que conforma En-Nesyri e Isaac consigue una buena cantidad de goles.

A ver si Orta es capaz de corregir este importantísimo defecto la próxima temporada, porque como no lo haga, o incluso vayamos a peor, volveremos a jugar con fuego.

Pocos jugadores se salvan del partido de hoy. Aparte de Nyland y En-Nesyri, si acaso a Acuña, que hizo un buen partido hasta que tuvo que retirarse por lesión, y a Jesús Navas.

El próximo partido será entre semana, ante el Cádiz, que cada vez tiene más complicado salvarse de la quema.

Sevilla FC 3 – Granada 0. Por fin un partido tranquilo

Buen partido del Sevilla FC. Bastante bueno, si obviamos un par de errores graves en la primera parte, que acabaron en gol porque los jugadores del Granada han demostrado que si están en descenso no es por casualidad. Sandoval se tiraría de los pelos cuando fallaron un tres contra uno.

Posiblemente, por primera vez en la temporada, el equipo ha jugado sin presión, ya que estaba prácticamente salvado. Además, el primer gol, de Acuña, eliminó cualquier rastro de presión, si es que lo había.

En la segunda parte despareció cualquier resistencia por parte de los visitantes, de manera que fue un paseo. Cayeron dos goles, como pudieron caer cuatro. Por cierto, dos muy buenos goles. Uno de En-Nesyri al finalizar un contragolpe, y otro de Lukebakio, de jugada individual.

Me gustó mucho Agoumé. Posiblemente haya jugado sus mejores minutos de la temporada, con acierto tanto en el corte como en la distribución.

Matemáticamente ya está lograda la permanencia, pero lo que preocupa ahora es la próxima temporada, ya que el Consejo actual ha demostrado su incapacidad. Han logrado arruinar al club en pocas temporadas tras una nefasta gestión y el plan es vender todo lo vendible y hacer fichajes de bajo nivel.

Veremos a ver cómo sale, pero llevamos ya dos temporadas jugando con fuego.

Betis 1 – Sevilla FC 1. Empate, a pesar del criminal arbitraje

No ha hecho un buen partido el Sevilla, pero al menos ha podido sacar un empate, superando muchas adversidades, desde bien temprano.

La primera de ellas fue la lesión de Isaac Romero, que esperemos que no se haya lesionado de gravedad y pueda jugar los próximos partidos. Lukebakio, su sustituto, no hizo gran cosa. Y además, tuvo la mala suerte de que le señalaran un penaltito. Esos penaltitos que pitan a algunos clubes y a otros no. Lo cierto es que Lukebakio no pude evitar que le dé el balón en el brazo, que lo tiene pegado al cuerpo, y además está de espaldas.

Antes hubo una nueva barrabasada de Sánchez Martínez, que pudo expulsar a Fornals por una durísima entrada a Soumaré, que dejó sólo en amarilla. Afortunadamente, Soumaré pudo seguir, porque el Sevilla se plantaba en Dos Hermanas con los centrocampistas justos, y su salida habría supuesto un grave contratiempo.

El penalti puso por delante al Betis, que no había hecho nada hasta entonces. Pero nada de nada. Hasta el punto de que Nyland fue un espectador más.

En la segunda parte, tampoco hubo muchas ocasiones. Ni los locales ni el Sevilla hacían buen juego y, prácticamente, casi no crearon ocasiones de gol.

El Sevilla empató gracias a algo que domina bien: el balón parado. Magnífico el cabezazo de Kike Salas, ante el que nada pudo hacer Rui Silva.

A partir de aquí Sánchez Martínez se dedicó a señalar cada desmayo de Isco y Fekir principalmente. Incluso señaló uno de ellos como penalti. Menos mal que está el VAR, porque si no, se le habría quedado un panorama muy favorable al Betis. Estas faltas laterales, por suerte, casi siempre fueron despejadas sin problemas por nuestra defensa, que hoy ha estado bastante bien.

En fin, un punto que sabe a poco, porque lo normal es ganar allí, pero teniendo en cuenta las circunstancias, puede darse por bueno. No es de extrañar que el Sevilla no gane casi nunca con este árbitro.

El próximo partido será en casa, ante un Granada que está prácticamente descendido.

Sevilla FC 2 – Mallorca 1. La salvación casi asegurada

No he podido ir al estadio, ni apenas ver la primera parte. Según me han dicho, ha sido penosa, sacando Ramos una ocasión bajo palos y –a partir de aquí sí pude verlo– una ocasión clamorosa fallada de nuevo por Isaac Romero. Menos mal que marcó en la segunda parte y supongo que ya se le quitará la ansiedad que ya le salía hasta por las orejas. Y eso es nefasto para un jugador, y más para un delantero.

En la segunda parte, sobre todo a raíz de la entrada de Suso, el equipo cambió, y al menos se hizo con el control del juego, llegando los goles. El primero fue algo curioso, puesto que Navas pasó con la izquierda a Suso y éste centró con la derecha, rematando, como ya sí es habitual, En-Nesyri de cabeza a la red.

Este gol dio algo de tranquilidad, a pesar de que pudo empatar a los pocos minutos Raíllo, en una ocasión donde, incomprensiblemente, remata solo en el área.

El 2-0 llegó en una buena combinación entre En-Nesyri e Isaac Romero, quien, con algo de suerte, tras desviar en un defensa, por fin, consigue romper la mala racha que le agobiaba. Y no era para menos, porque en los últimos partidos puede haber fallado al menos cuatro o cinco ocasiones, a cuál más clara.

En el descuento, todos los sevillistas sabíamos que el Mallorca acortaría distancias, porque está más que comprobado que es imposible que veamos un partido con un final tranquilo, ya sea en el Sánchez Pizjuán o fuera. Y así fue: Abdón Prats cabeceó a la red sin encontrar mucha oposición de la defensa.

El planteamiento del partido no me gustó un pelo. No entiendo por qué Quique Sánchez Flores recibe en casa a equipos que están por debajo de la tabla como si les tuviera miedo: con cinco defensas y cediéndoles el centro del campo, como ya hizo con el Celta de Vigo. Cuando además, es que, precisamente, la defensa es el punto débil del equipo. La calidad en esa línea brilla por su ausencia. Únicamente Ramos y Badé se salvan. Y tampoco es que estén haciendo una temporada como para tirar cohetes. Aunque Ramos compensa sus errores en defensa con goles, algunos de ellos importantes.

Agradezco a Aguirre que sólo diera veinte minutos de juego a Darder, quien, en mi opinión, es uno de los mejores jugadores del Mallorca.

Estos tres puntos, con los que ya se les saca doce puntos de ventaja al Cádiz, habiendo además cinco equipos más entre el Sevilla y el Cádiz, hacen que prácticamente, aunque no sea de forma matemática, el equipo esté salvado esta temporada. El problema será la siguiente, donde habrá que hacer una gran reforma en la plantilla –con el peligro que ello conlleva–, con poco dinero, y donde nuestros sabios dirigentes no tienen el más mínimo inconveniente en reconocer que no hay dinero, con lo cual, como es lógico, los posibles compradores de lo poco que tenemos de valor, ofertarán a la baja.

Próximo partido contra el Betis. Que pase lo antes posible. No me gustan los derbis, aunque lo normal, como dice la historia, es que gane el Sevilla FC. Pero en fútbol no siempre gana el mejor, y ahí es donde tienen una oportunidad los vecinos. Como siempre, espero ganar. Veremos a ver qué pasa.

Las Palmas 0 – Sevilla FC 2. Vergonzoso partido, pero tres puntos más

Boquiabierto me quedé tras ver que Quique Sánchez Flores mantenía a los cinco defensas de inicio pese a quedarse en superioridad numérica. Cualquier otro entrenador habría aprovechado esa superioridad en el centro del campo, no dejando ninguna opción a Las Palmas. La consecuencia es que se le dio vida a los locales, y estos nos pusieron en apuros en algún contragolpe y a balón parado.

Esperaba, iluso de mí, un dominio total del partido y goleada, pero la realidad es que hubo «sufrimiento» hasta casi el final, dada la poca ventaja en el marcador, concretamente ya en el descuento, en el minuto 93.

La ocasión más clara de Las Palmas fue en la segunda parte, tras un fuerte disparo de Sandro, que salió rozando el poste de la portería sevillista.

Sin embargo, a pesar del mal partido, el Sevilla pudo haber sentenciado el partido con bastante antelación si Isaac no hubiera fallado tres ocasiones clarísimas, solo ante el portero. Me preocupa el nivel de Isaac, que ha pasado de meter todo a fallarlo todo. Y se puede fallar, claro está, pero no como lo ha hecho hoy, con esos fallos garrafales, disparando incluso fuera cuando estaba solo ante el portero. Cuando además, si en algo sobresale Isaac es precisamente en la definición. Está en muy bajo nivel de forma. No obstante, también es cierto que fue decisivo en el pase a Gudelj, que provocó que el Sevilla se quedara en superioridad.

Afortunadamente, En-Nesyri coló la que tuvo –y otra que le anularon en un fuera de juego muy ajustado– y dio algo de tranquilidad.

No me ha gustado nada el partido, pero se consiguieron los tres puntos, que era lo único que importaba.

Quedamos a nueve puntos del descenso. No es que estemos salvados, pero muy mal tendríamos que hacerlo para descender. A ver qué somos capaces de hacer en lo dos próximos partidos en casa (Mallorca y Granada), donde se meterá por medio el derbi.

Getafe 0 – Sevilla FC 1. Tres puntos gracias a Nyland

Las cosas como son. Si la pasada jornada Nyland encajó dos goles más que evitables, donde tuvo mucha culpa, en esta ha salvado los muebles. Con varias intervenciones decisivas, ha sido fundamental para traerse los tres puntos de un campo que siempre es complicado, y donde esta temporada sólo había sido capaz de ganar el Real Madrid.

El partido del Sevilla ha sido muy flojo, con poca posesión de balón y con apenas presencia en ataque. Como suele ser habitual, perdemos con rapidez el balón en una zona ancha que casi nunca dominamos, con lo que quedamos a merced del rival. Lo que pasa es que el Getafe tampoco es que sea gran cosa, y ni siquiera supo aprovechar los gravísimos errores defensivos que tuvimos, sobre todo por parte de Badé. Supongo que su mal partido hoy puede ser debido a que no esté bien físicamente. Ha salido de lesión, ha entrenado poco y fue sustituido en la segunda parte. Espero que no haya sido debido a una recaída, ya que es un jugador muy importante para este Sevilla.

El gol de Sergio Ramos al inicio del partido hacía más que probable que el equipo se encerrara atrás, como así fue y como hace siempre que se adelanta en el marcador, y se dedicara a jugar a la contra. Contra que nunca llegó, porque no tenemos quien mande y reparta juego con algo de precisión en el centro del campo, y porque Oliver Torres es especialista en ralentizar el juego.

Pudo llegar el 0-2 si David Soria no hubiera hecho un paradón a Sergio Ramos e Isaac no hubiera enviado el rechace al poste. Es cierto que nuestro canterano tenía poco ángulo, pero no es menos cierto que ha pegado un bajón en su juego y en su efectividad en los últimos partidos. Aún así, es uno de los jugadores más importantes de la plantilla.

Dos goles anulados por fuera de juego –ambos correctamente anulados–, uno a cada equipo.

El partido fue angustioso, porque el Sevilla se encerró demasiado atrás, y si a eso le sumamos que somos un desastre defendiendo y que Quique Sánchez Flores volvió a colocar a Gudelj como central… lo normal era temerse lo peor. Pero hubo milagro, ya que los jugadores del Getafe fallaron varias ocasiones muy claras para marcar, principalmente Latasa, quien recién entrado, falló un cabezazo a placer, y desde cerca, que salió rozando el larguero.

Tres puntos importantísimos, puesto que nos permiten mantener la distancia con el Cádiz y aventajar a algún rival directo en dos o tres puntos, ya que mañana habrá un Celta-Rayo Vallecano.

El primer partido fuera del Ramón Sánchez Pizjuán ha salido adelante. Veremos a ver el segundo, ante Las Palmas. Partido donde será baja Acuña, por sanción.

Sevilla FC 1 – Celta 2. Otro partido vergonzoso

Por si no hubiéramos tenido suficiente con el lamentable partido, y sobre todo al final, en Almería, nos esperaba otro bochorno, aún mayor si cabe, ante el Celta de Vigo.

Temía este partido por varios motivos. Principalmente, porque el Celta venía con entrenador nuevo, y eso siempre es un peligro, y además, para colmo, no íbamos a poder contar con nuestro mejor central, por lesión, como es Loïc Badé. Pero lo peor fue al ver la alineación inicial, porque su sustituto fue Gudelj, que ya sabemos todos, excepto el entrenador, que no es central. Y así nos fue, ya que el partido fue calamitoso, no sólo en defensa, sino en todas las líneas.

El partido no hubo por dónde cogerlo. No se puede salir con menos intensidad, teniendo en cuenta además que nos jugábamos no sólo tres puntos, sino el goalaverage ante un rival directísimo. El planteamiento también parecía tener poco sentido: jugar con cinco defensas ante el poderosísimo Celta, cediéndole el centro del campo. Lógicamente, los visitantes no tuvieron el más mínimo problema en dominar el partido. Y a Quique Sánchez Flores no parecía importarle, ya que mantuvo el esquema táctico hasta el minuto 88 de partido, cuando ya íba el partido 1-2, y con serias posibilidades de que el Celta consiguiera el tercero.

Sin embargo, el Sevilla tuvo varias ocasiones, algunas clarísimas, de conseguir el 2-0, pero nos dio por hacer internacional a Guaita, al que convertimos en héroe. Pero si no somos capaces de finalizar una jugada de tres contra uno, apaga y vámonos. Señales de que ese partido no podía acabar bien.

Muchos jugadores hicieron un partido para olvidar: Isaac Romero –voluntarioso, pero muy desafortunado y fallón–, Oliver Torres, Gudelj, Kike Salas, Ocampos, Lukebakio, Nyland… Difícil destacar a alguien. Si acaso, a En-Nesyri, pero se equivocó enfrentándose al entrenador. Cambio imposible de entender si el marroquí no tenía problemas físicos.

Los tres puntos y el goalaverage se esfumaron en dos errores garrafales, y en cadena, de Kike Salas y Nyland. En el primero, Salas está muy blando y permite el disparo a puerta, donde Nyland se la traga. Y en el segundo, un auténtico disparate, de principio a fin. Navas deja central al área, y ni Kike Salas ni Nyland evitan que el delantero del Celta remate en el área pequeña, a placer.

Sé que Kike Salas tiene el beneplácito de buena parte de la afición, pero a mí no me convence. No sólo por lo de hoy. Pero, en mi opinión, es un central que no tiene nivel para el Sevilla. Incluso me atrevería a decir que Ramón Martinez (que creo finaliza contrato), ahora en el filial, es mejor central que él.

Con el equipo sin ideas y medio muerto, ya sólo cabía esperar un golpe de suerte. Y a punto estuvo de llegar, pero el VAR lo evitó. Es dificilísimo que nos señalen un penalti a favor, y hoy no iba a ser menos.

En fin, parece que estaremos sufriendo hasta el final. Sólo espero que estos dos últimos partidos vergonzosos al menos sirvan para que Quique Sánchez Flores no continúe la próxima temporada. No concibo que juguemos en casa con cinco defensas –y sobre todo teniendo en cuenta la poca calidad que tienen– y ante un rival de la parte baja de la tabla. Y encima, los cambios parece que los hacía el entrenador rival. Como siga así, dudo que hasta finalice la temporada. Porque al final los resultados son los que mandan. Pero aparte de los resultados, las sensaciones no pueden ser peores.

Almería 2 – Sevilla FC 2. Que me lo expliquen muy despacito

Todavía estoy alucinando con el partido que acaba de finalizar en Almería. Me pregunto, y no encuentro una explicación lógica, cómo es posible que encajemos el empate a dos definitivo, con un remate de un delantero completamente solo, a placer, en el área, en el tiempo de descuento, y cuando además vamos ganando. Es que este gol, en mi opinión, es para que Quique Sánchez Flores no siga la próxima temporada dirigiendo al equipo. Es que un error táctico tan enorme, tan pocas veces visto –al menos yo– en el fútbol profesional, que cuesta mucho trabajo de asimilar. Me parece inadmisible.

Eso sí, viendo el partido tan desastroso que ha hecho el Sevilla, tanto en ataque como en defensa, justo es decir que nos podemos dar con un canto en los dientes por el punto conseguido, porque lo normal era irnos de vacío.

Tampoco me explico la genial idea de Quique Sánchez de darle la titularidad a Ocampos en el lateral izquierdo, teniendo a Acuña y Pedrosa disponibles. El resultado fue una banda izquierda nula. Probablemente, de haber jugado un zurdo de inicio, Isaac habría rematado el 0-1 a placer, en la primera ocasión del partido, pero Ocampos, al ser diestro, le dio un pase nefasto que el lebrijano no pudo aprovechar.

La primera parte fue calamitosa: juego lento, predecible, sin intensidad y con muchísimos fallos, tanto en ataque como en defensa. Dos de estos fallos en defensa provocaron el 0-1, al cogernos en un contragolpe en superioridad y, de puro milagro, no llegó el 0-2 en la última jugada de la primera parte porque a Jonathan Viera le dio por tirarla fuera cuando lo tenía todo a favor para marcar.

La segunda parte mejoró algo, al menos en el acierto de cara a la portería contraria, que ya es bastante. Pero también daba mucha inseguridad ver a Badé con una tarjeta amarilla y haciendo un muy mal partido, y ver a Gudelj atrás. Siempre me parece muy mala idea poner a un centrocampista de central. Por mucha voluntad que ponga, no es su posición habitual y se nota una barbaridad.

Una vez llegado el 1-2, uno siempre piensa en la posibilidad de que el rival pueda empatar, pero nunca en que llegue de la forma en que llegó. Un verdadero disparate.

No se puede olvidar tampoco el decisivo arbitraje de De Burgos Bengoechea y sus asistentes en el VAR, que dejaron de señalar dos penaltis clarísimos a favor del Sevilla: una por mano de un defensa del Almería (zamorana de libro) y otra por un placaje de rugby a Lukebakio, con los dos brazos, cuando iba a rematar en el área pequeña, y que además, para más inri, el árbitro acabó señalando falta en ataque. Este tipo de jugadas, VAR mediante, son tan inexplicables como el segundo gol que encaja el Sevilla.

En fin, toca olvidar el desastre de hoy y pensar en hacer bueno el puntito la próxima jornada ante un rival directo: el Celta de Vigo. Partido importantísimo, donde el Ramón Sánchez Pizjuán debería de estar a reventar, si nuestro Consejo de Administración hiciera las cosas medio bien. Que dicho sea de paso, parece mucho pedir.

Si Quique Sánchez se diera cuenta de que es mejor jugar sólo con cuatro defensas, en mi opinión, ayudaría bastante. ¡Qué poquito me gusta la defensa de cinco! Sobre todo porque la defensa es la peor línea del equipo, con mucha diferencia.

Sevilla FC 3 – R. Sociedad 2. Otras sensaciones

De nuevo, a pesar de las numerosísimas bajas (diez en esta ocasión), el Sevilla volvió a transmitir buenas sensaciones, tanto en ataque como en defensa. Arriba, cuando no la lía Isaac, lo hace En-Nesyri, o los dos. Es lo bueno que tiene el jugar con dos delanteros rápidos y de calidad: que la defensa contraria no se puede distraer ni un momento. Y la Real, cuando se vino a dar cuenta, ya perdía por 2-0. Y pudieron ser más, ya que Isaac hoy no ha estado fino de cara a gol, pero aún así, ha aportado muchísimo al equipo. En-Nesyri, con sus dos goles, ha sido el más beneficiado de ello.

Pero como era demasiado bonito irse al descanso con un 2-0, ahí estaba Ramos para hacer un penalti por manos involuntarias, en el último suspiro de la primera parte. Era la última jugada. El penalti lo transformó con calidad nuestro exjugador André Silva.

En la segunda parte, el Sevilla siguió siendo mejor que la Real Sociedad, que solo inquietaba a balón parado. Daba algo de intranquilidad también el que los visitantes dominaran durante algunas fases el centro del campo, pero eso es algo a lo que nos tenemos que acostumbrar siempre que juguemos con cinco defensas.

Ramos consiguió el 3-1 al rematar de cabeza un buen centro de Óliver Torres (muy buen partido el suyo). Pero todos los que estábamos allí sabíamos que ése no sería el marcador final, y que, como suele ser habitual, habría que sufrir hasta el final. Y, efectivamente, de nuevo Ramos, uno de los protagonistas del partido, hizo una falta peligrosísima en el borde del área. Y Brais Méndez marcó, aprovechando que Nyland no supo cubrir bien su palo.

En cualquier caso, y a pesar de los dos goles encajados, hoy el Sevilla ha defendido bien. No tiene nada que ver cómo defiende ahora y como lo hacía hace unos meses. Y Nyland, Kike Salas y Badé tienen mucha culpa de ello.

También en la delantera ocurre lo mismo. Antes con un solo delantero, que solía ser En-Nesyri, que el pobre se llevaba corriendo todo el partido, de lado a lado, presionando inútilmente y peleándose solo contra toda la defensa rival, costaba un mundo hacer un gol. Ahora, con la dupla que forman Isaac y En-Nesyri, podemos marcar dos o tres goles, como hoy, en muchos partidos, con lo que las posibilidades de puntuar aumentan muchísimo.

A ocho puntos del Cádiz, que es quien marca el descenso, y además tenemos también por debajo a Celta, Mallorca y Rayo Vallecano. Ya se ve el panorama de otra manera, aunque aún quede mucha tela por cortar.

Valencia 0 – Sevilla FC 0. El mejor resultado posible cuando se es incapaz de tirar a puerta

Definitivamente, no me gusta que Quique Sánchez Flores utilice defensa de cinco. Cuando supe que viajaba Kike Salas, temí que se abandonara esa defensa de cuatro que tan buenos resultados nos había dado. Al menos, ha mantenido los dos delanteros, y eso ya intimida lo suficiente como para que el Valencia tuviese muchísimo cuidado de ir con todo al ataque.

Un poco decepcionado con el planteamiento del partido, pues esperaba un once más ofensivo. Me he quedado con las ganas de ver a jugadores como Idumbo o Hannibal. Al jugador del filial ya le he visto jugar en el Jesús Navas, y pienso que le podría haber venido bien al Sevilla su velocidad y desborde, aprovechando que era baja Ocampos. Supongo que a Quique le asustará su corta edad.

El partido ha sido un tostonazo para el espectador neutral, porque si el Sevilla no ha tirado a puerta, el Valencia tampoco es que haya tenido muchas ocasiones. Y siempre han estado los centrales o Nyland para sacar las castañas del fuego. Por cierto, vaya seguridad que da el portero noruego, comparado con Dmitrovic. Ha conseguido, de nuevo, mantener la portería a cero. Eso siempre garantiza puntuar, aunque se haya hecho un partido tan nefasto hoy en ataque.

Este puntito no es que sea gran cosa, pero nos aleja ya bastante del descenso, al que dejamos a siete puntos, con el goalaverage aún por decidir, lo cual se hará en nuestro estadio dentro de unas jornadas. Además, hemos adelantado al Rayo Vallecano, con lo que hay otro rival más en la lucha por no descender, y eso siempre es bueno. Aunque el Rayo Vallecano aún no haya jugado, lo más normal es que le pase lo mismo que al Sevilla FC la próxima jornada de liga: que pierda, ya sea por las buenas o por las malas.

Tras pasar este siempre odioso partido, recibiremos a la Real Sociedad, en un horario criminal: a las 14 horas.

Sevilla FC 1 – At. de Madrid 0. Cuando todos dan lo máximo es más fácil

Gran partido el del Sevilla FC hoy. Todos los jugadores han estado a un gran nivel. Quizás, el que ha estado más flojito ha sido En-Nesyri, pero aunque no le han salido las cosas bien, se ha esforzado al máximo y no se le puede reprochar nada.

Parece que Quique Sánchez Flores, por fin, ha encontrado el equilibrio con el sistema 4-4-2. Una delicia ver cómo se apoyan Isaac y En-Nesyri, siendo ambos, como es lógico, por su velocidad y calidad, un quebradero de cabeza para cualquier defensa. Y eso también es defender. Tener un buen ataque aporta mucho en defensa. Estaba harto de ver a un solo delantero (el pobre de En-Nesyri) peleándose solo con toda la defensa y llevándose todo el partido corriendo de banda a banda, haciendo una presión inútil y, de paso, desgastándose físicamente.

Esta victoria es aún más importante si nos fijamos en los otros resultados, ya que nos sitúa a seis puntos del descenso, lo que da, al menos, ese respiro que tanta falta hacía. No se pueden echar las campanas al vuelo, porque aún queda muchísimo, pero no se vislumbra el partido de Valencia como un partido a vida o muerte, y además se encara de otra manera.

Los tres puntos tienen mucho mérito, porque hemos conseguido mantener la portería a cero, a pesar de que el arbitraje ha sido más que lamentable. Si había alguna duda, siempre la decisión favorecía al equipo visitante, ya fuera un saque de banda, de esquina, o una falta. Y sin olvidar el clarísimo penalti que le hacen a Isaac, empujándole por la espalda cuando se quedaba solo ante Oblak.

Me ha gustado mucho el partido en defensa. Posiblemente, el mejor partido en ese sentido, ya que, si no se defiende a la perfección, es casi imposible que un equipo como el Atlético, con cuatro delanteros excepcionales, no te haga gol. Me fastidió la lesión de Morata, porque eso implicaba que entraría Correa o Depay, ya que ambos me parece que le mejoran.

La suerte sigue dándonos un poquito la espalda. Se apareció la Virgen en aquel balón que sacó Navas bajo palos, pero el poste volvió a repeler el que habría sido el 0-2, tras disparo de Isaac. Este chaval, si tiene suerte con las lesiones, lo tiene todo para triunfar en el fútbol. Lo que no nos extraña a los que seguimos de manera habitual al Sevilla Atlético. Y me atrevería a decir que en el filial hay varios jugadores como Isaac, que aportarían más que algunos jugadores que están actualmente en la primera plantilla. Aunque eso es algo que, dicho sea de paso, es bien fácil.

La afición, como siempre, espectacular. Si ganamos en Valencia, consiguiendo un nueve de nueve, se empezará a ver las cosas de otra manera.

Rayo Vallecano 1 – Sevilla FC 2. Por eso hay que jugar con dos delanteros

¡Por fin hemos ganado! Es difícil de creer, pero lo hemos conseguido. Y es difícil de creer porque el Sevilla es una nulidad en defensa. Sin ir más lejos, no hay más que ver el gol encajado y alguna otra jugada que no se debería ver en Primera División. Por otro lado, me sigue sorprendiendo mucho la permisividad que tiene el Sevilla con los centros al área. Parece que los jugadores no le dan importancia a que pongan el balón en el área, cuando un balón bien centrado es medio gol.

Como parece que la fragilidad defensiva nos va a acompañar hasta final de temporada, o al menos hasta que Quique Sánchez Flores continúe como entrenador, lo mejor que puede hacer es jugar con dos delanteros. En primer lugar, porque eso también es defender, ya que evita que el rival se vaya al ataque con facilidad y le obliga a estar atento a los dos puntas. El mismo En-Nesyri se ha quejado alguna vez de ser el único delantero, ya que para él, como es lógico, siempre será más fácil marcar, o crear peligro, si tiene alguien al lado con quien hacer paredes o que le habra huecos en defensa con desmarques. En definitiva, que no se tenga que pelear él solito contra toda una defensa, como ha hecho en multitud de ocasiones. Además, es un lujo tener arriba a En-Nesyri e Isaac, quien demuestra en cada partido que debe ser titularísimo en este Sevilla. Se han compenetrado muy bien, y ambos son muy rápidos, lo que siempre es un quebradero de cabeza para la defensa.

El partido es engañoso, porque el Sevilla debió de haber ganado con más amplitud en el marcador. Bien podría haber conseguido un par de goles más. El problema es el de siempre: que el rival tiene que hacer muy poquito para marcar, de manera que parece imposible mantener la puerta a cero.

El Sevilla tiene muchos defectos, pero hay varios jugadores que son imprescindibles: Nyland –que no se resfríe, por Dios–, Soumaré –que es medio centro del campo–, Isaac –no sé qué hacía en el Sevilla Atlético con el panorama que había en el primer equipo– y En-Nesyri –¡qué me alegré de la eliminación de Marruecos!–.

Por cierto, Nyland es mejor que Bono jugando con los pies. En algo le supera. Una delicia verle sacar en largo.

Por otro lado, no entiendo que un jugador como Agoumé, que tiene 21 años, y que además no es que tenga una carga de partidos importante, se tenga que lesionar por una lesión muscular. Siempre que veo esto, me pregunto qué sucedería si jugaran al tenis, que también es un deporte de alta competición, donde tienen que jugar incluso al día siguiente, o a los dos días, y donde por partidos pueden durar varias horas.

Me quedé con las ganas de ver, aunque fuera sólo unos minutos a Idumbo. Otra vez será.

Importantísima victoria, que nos da algo de aire al mirar la tabla y ante los durísimos partidos que se avecinan. Ojalá Quique Sánchez Flores continúe jugando con el 4-4-2. Y si puede ser, que Sergio Ramos no forme parte del once inicial, aunque me parece que eso ya es pedir demasiado.

Fin de un mercado de invierno desolador, que no hace más que aumentar el pesimismo

Bueno, pues si ya veía difícil la salvación, después de que haya finalizado el mercado de invierno, veo aún más difícil el objetivo de mantener la categoría. Y me explico:

Para empezar, en mi opinión, tenemos un entrenador que no conoce bien la plantilla y que está siendo incapaz de implantar un sistema defensivo que, al menos, no dé vergüenza. A día de hoy, cualquier equipo nos hace con facilidad un par de goles. Es más, es que apenas necesitan ocasiones para marcar, con lo que ganar se vuelve muy complicado, y esto es una garantía de que estaremos sufriendo hasta el final. Pienso que mientras antes se cese a Quique Sánchez Flores, mejor, porque sus números empeoran a Mendilíbar –al que no se debió cesar– y a Diego Alonso.

Y para continuar, obviando a los inútiles que nos dirigen –eso, por desgracia, no tiene remedio–, resulta que el mercado de invierno sólo ha servido, a priori, para debilitarnos, ya que nos hemos desprendido de algunos jugadores que podrían ser útiles y se ha quedado la morralla: Rafa Mir, Januzaj, Oliver Torres, Mariano Díaz; Jordán, Nianzou, Lamela… Comprendo que es difícil colocarlos, porque cobran un pastizal y aportan muy poco o nada, pero en eso consiste el trabajo de un Director Deportivo y dirigentes.

La defensa hace aguas y no llega ningún central. Es más, es que ni se piensa en traerlo. En mi opinión era lo más importante. Mi esperanza era que el entrenador (cualquier de los que hemos tenido) jugara con una defensa de cuatro y que fuera capaz de encontrar una pareja de centrales que dieran estabilidad y seguridad defensiva. Confiaba en que uno de ellos fuera Gattoni, y me habría gustado verlo jugar junto a Badé, Marcao o Sergio Ramos. Pero ya será imposible. El estropicio defensivo tendrá que arreglarse con lo que hay, que es menos de lo que había.

La falta de creación tendrá que solucionarse con Hannibal, ya que Oliver Torres está para poco y Rakitic se ha ido. Y me parece bien que se haya ido, porque ya su tiempo acabó aquí –al igual que Fernando Reges–, pero lo que no entiendo es que no venga nadie a sustituirle.

Y resulta que en la delantera, que más o menos es una posición que está bien cubierta con Isaac, la vuelta de En-Nesyri, y como tercera opción a Rafa Mir –aunque yo tiraría de cantera antes que contar con Rafa Mir–, es donde más interés había en reforzar. Entre las opciones que se barajan, Bozenik y Alejo Véliz. El primero, delantero internacional y titular en el Boavista; el segundo, pipiolo de 20 años que, según dicen, va a estar lesionado, como mínimo un mes. Pues van y fichan al segundo. Y lo peor es que no me ha extrañado, ya que el Sevilla no tiene un duro, y el Boavista parece ser que exigía un traspaso. Además, no podría fichar a un sustituto, ya que el mercado en Portugal cerró ayer, y ya había vendido a un extremo también titular, creo que al Lille.

Y, por supuesto, que no se resfríe Nyland, porque Dmitrovic no para ni de casualidad.

En fin, que veo el panorama más negro que los ojos de Azabache: entidad muy mal dirigida, plantilla con escasa calidad, entrenador que no da con la tecla y arbitrajes calamitosos. Porque esa es otra: raro es el partido en el que no nos perjudiquen decisivamente los soplapitos. Con tan malos ingredientes es muy difícil, casi imposible, que salgan las cosas bien.

Quique Sánchez Flores tampoco sirve

Ya tengo claro que, por desgracia, Quique Sánchez Flores no está capacitado para sacar al Sevilla FC del atolladero en que se ha metido. Y me baso en lo siguiente:

1º.- Sus números empeoran a los de Diego Alonso, lo que ya parecía complicado.

2º.- Sus decisiones y cambios, algunas veces difíciles o imposibles de comprender. Por ejemplo, su planteamiento desastroso en Gerona, con una nula capacidad de reacción.

3º. Su incapacidad para mantener la portería a cero.

Aquí considero que el entrenador es el máximo culpable, por mucho que se cabree por los goles a balón parado. Ayer, sin ir más lejos, el gol encajado fue una muestra de lo mal que está trabajado el equipo en defensa: al saque de un córner, todo el equipo, los once jugadores se encuentran en área propia, sin ser la última acción del partido. Esto conlleva tres cosas, ninguna de ellas positiva:

                1º. Se permite que los jugadores de Osasuna puedan subir  sin ningún reparo al remate, con lo que habrá más jugadores a defender en el área.

                2º.-  Cualquier rechace al borde del área caerá en posesión del rival, con el consiguiente peligro, ya sea por disparo directo a puerta o nuevo centro al área.

                3º.- Se imposibilita un contragolpe.

Pero es que encima de que tenemos a los once jugadores dentro del área, no pueden estar posicionados peor. Teniendo en cuenta que hay diez jugadores de campo para defender a seis  jugadores de Osasuna, resulta que:

  • Tres defensas van al primer palo, en el área pequeña. Es decir, en una zona minúscula, donde solo hay un jugador de Osasuna.
  • Ningún defensa va al segundo palo. El más cercano es Ocampos, que está casi en el centro de la portería y que además no puede evitar que remate el jugador de Osasuna, porque le ha perdido la marca.
  • Budimir, que es el que gana el salto, lo gana, sencillamente, porque, a pesar de estar rodeado por CINCO jugadores del Sevilla, ninguno de ellos salta. Y para hacer las cosas aún peor, ninguno reacciona, con lo que es el propio Budimir, que sí se mueve, el que remata totalmente desmarcado. El único del Sevilla que se mueve es Marcao, y hace el peor movimiento posible: pegarse a la línea de fondo, con lo que prácticamente imposibilita un  posible fuera de juego.  Un desastre defensivo, se mire por donde se mire.

Pero no todo es culpa de la defensa, sino que también influye mucho el centro del campo. Por eso no me parece bien que Quique Sánchez Flores se empeñe en utilizar una defensa de cinco, sobre todo cuando tenemos centrales lentos y sin calidad. Por lógica, si tenemos cinco atrás, el centro del campo será más fácil de dominar por el rival, con lo que llegarán con más facilidad al área, que es precisamente lo que hay que evitar, en especial cuando cada balón que llega a esa zona se convierte en un drama.

Para colmo, largamos a Gattoni a Bélgica. Mi única esperanza para frenar la sangría defensiva era una defensa de cuatro con Badé-Gattoni de centrales, con Soumaré por delante y Nyland en portería. Y ya no podré verlo, por muchas bajas que haya en defensa.

En fin, más vale que larguemos lo antes posible a Quique Sánchez Flores, y espero que en esta ocasión llegue un entrenador que conozca perfectamente a la plantilla. No queda tiempo para experimentos. Nos jugamos la categoría, en una cuenta atrás que a buen seguro, visto lo visto, será de infarto.

Atlético de Madrid 1 – Sevilla FC 0. Gil Manzano nos vuelve a robar otro partido

Con razón el Sevilla FC no consigue ganar con este árbitro. De nuevo hizo lo suficiente para que el Sevilla no ganara hoy. No sólo por la diferencia de criterio a la hora de mostrar tarjetas –pudo y debió expulsar a Hermoso por su entrada de karateka a Sow–, sino por los dos penaltis clarísimos que no señaló, uno sobre Sow en el primer tiempo, y otro sobre Lamela en el descuento del partido.

En cuanto al juego, un partido bastante igualado y con muy pocas ocasiones de gol. No me gusta la línea de cinco, pero al menos hoy se ha aguantado defensivamente ante un gran conjunto como el Atlético de Madrid. Probablemente mucha culpa de ello la habrá tenido Soumaré, que más vale que no se resfríe. Es un jugador fundamental. Al igual que Nyland. El noruego mejora mucho a Dmitrovic, tanto en el juego aéreo como en el juego con los pies, y en seguridad.

Eché en falta más creación en la zona media. Quizás con Hannibal habríamos tenido más opciones ofensivas. Éstas se redujeron, prácticamente a una ocasión muy clara de Marcao y otra de Ramos, que llega muy forzado a un remate en el área pequeña.

Partido y arbitraje para olvidar, pero al menos se ha dado todo sobre el césped, que es lo único que se le exige a los jugadores.

Ahora toca pensar en el Osasuna, que es un partido mucho más importante que este. Hay que evitar el descenso como sea, y con estos arbitrajes, estos centrales y este entrenador es algo que no parece nada fácil.