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Opinión

Sevilla FC 1- Roma 1. Cayó la séptima en los penaltis

Pues ya está. Una vez más lo que parecía imposible, por la dificultad de los rivales, se convirtió en posible y en realidad. Siempre me pasa igual y en esta Europa League no iba a ser menos. Eliminar a rivales de la talla de Manchester United o Juventus, a doble partido, no es nada fácil. Son mastodontes europeos, a todos los niveles, y, una vez superados, siempre espera un gran rival en la final, que en esta ocasión ha sido la U.S. Roma.

El partido contra la Roma fue exactamente como se esperaba: durísimo. No puede ser de otra manera cuando enfrente tienes un equipo italiano, que ya sabemos todos que son tan competitivos como marrulleros.

En la primera parte, en líneas generales, fueron superiores.. El Sevilla no lograba superar su doble línea defensiva y sucumbía a su organizada presión. Fruto de ésta llegó el gol visitante. Rakitic pierde un balón e, incomprensiblemente, sorprende a nuestra defensa muy desorganizada, con los centrales muy juntos, dejando completamente desmarcado al jugador rival de más calidad, Dybala, quien no tuvo ningún problema en batir a Bono.

Siempre es  importante marcar primero, y en una final aún más. Tocaba recomponerse del mazazo, y el Sevilla lo hizo bien. Primero, avisando con un disparo de Rakitic que mereció ser gol. Su fuerte chut se estrelló en el poste. Incluso estuvo muy cerca de tocar en Rui Patricio, que se había estirado inútilmente para despejar el balón, y colarse de rebote. Y después, ya en la segunda parte, continuó percutiendo sobre el área romana hasta que logró el empate. Con algo de fortuna, la que le faltó en el disparo de Rakitic, al ser en propia puerta. Pero empate al fin y al cabo, que es lo importante.

Quedaba mucho tiempo y mucha incertidumbre. Partido muy igualado, que acabó en prórroga. Y ahí precisamente es donde más sufrí, sobre todo a raíz de dos o tres estúpidas e innecesarias faltas en los minutos finales, donde ya no hay remedio. Afortunadamente, no hubo que lamentarse.

Estaba deseando llegar a los penaltis, porque estaba seguro que Bono marcaría las diferencias. Y así fue. El marroquí es un artista atajando penaltis. Tras el susto de ver a Montiel fallar un penalti, que tuvo que repetirse tras revisión del VAR, llegó la alegría de ver al mismo Montiel marcar el penalti definitivo, el penalti que traía la séptima Europa League a Sevilla.

No pude viajar a Budapest por no encontrar vuelo chárter, pero lo disfruté por televisión. Eso sí, por televisión se sufre mucho más que viéndolo in situ. Incluso por la caja tonta se apreciaba que la afición sevillista acalló a la romana. Todo un espectáculo, de principio a fin.

Muchas felicidades a todos los sevillistas. Una temporada que podía haber acabado en desastre ha acabado en temporada histórica y gloriosa. Otro título europeo más y clasificación para la Champions League, con lo que eso supone económica y deportivamente.

Sevilla FC 1 – R. Madrid 2. Derrota por dos estúpidos goles

No ha hecho mal partido el Sevilla hoy, a pesar de tener en mente continuamente, como no puede ser de otra manera, el partido del miércoles. A una final europea no se llega todos los días.

Mejor no pudo empezar el partido, con un buen gol de Rafa Mir, que utilizó, una vez más, una de sus pocas virtudes: su buen disparo, para rematar un balón que se encontró en el área.

El Madrid tuvo una ocasión clarísima para empatar, pero Rodrygo, ya sin portero incluso, tiró fuera cuando sólo tenía que empujar el balón.

No obstante, el empate llegó poco después, en una falta en la frontal del área donde, incomprensiblemente, Bono se la traga. Era muy probable que la tiraran por su palo y rasa, al estar la falta cercana y el césped mojado y rápido. Pues Bono parece no esperársela, e incluso da un pasito hacia el otro palo. De verdad que no entiendo cómo un portero de la calidad y experiencia de Bono puede encajar un gol así.

Lamela pudo adelantar de nuevo al Sevilla, pero el poste lo evitó. Y entonces llegó el segundo gol, el que a la postre sería el de la victoria. De nuevo, de una forma estúpida. Una falta a favor, sacada mal y sin fuerza por Jordán –a ver si lo traspasamos en verano, aunque no creo que tengamos esa suerte– dio lugar a un contragolpe donde nos cogieron en superioridad. Justo es decir que toda la culpa no fue de Jordán, ya que la disposición del resto de jugadores fue nefasta. Es más, no había ningún jugador del Sevilla en la frontal del área para coger un posible rechace, ya fuera para rematar o para cortar un contragolpe, con lo que el Madrid no tuvo ningún problema para salir en tromba hacia nuestro área. Es algo de sentido común.

A partir de aquí el Sevilla ya inquietó muy poco a los visitantes, sobre todo cuando Acuña fue expulsado por una falta que bien pudo quedarse en amarilla.

El arbitraje fue el normal cuando viene el Madrid: Desesperante y vergonzoso. A nosotros no nos dejan pasar ni una y a ellos le permiten de todo, incluso evitar un saque de banda sin ver amarilla, como le pasó a Ceballos. Algunos jugadores del Sevilla acabaron bastante desquiciados por pitarles faltas inexistentes.

No hay explicación posible a los nueve minutos de añadido. O se le paró el cronómetro al árbitro o perdió la noción del tiempo por algún motivo.

En fin, a pensar en lo importante: la final del miércoles. Este partido era únicamente un estorbo. A darlo todo para traer la séptima Europa League a Sevilla

Sevilla FC 0 – Betis 0. Si llegamos a sacar los titulares…

Punto que sabe a muy poco, puesto que el Sevilla fue bastante superior durante todo el partido. Es más, no recuerdo ni una sola ocasión del Betis. He visto el resumen, y efectivamente, no han sacado ninguna ocasión. Dmitrovic ha sido un espectador más, y no es una exageración.

El partido ha sido bastante aburrido, con un ritmo lento que interesaba al Sevilla, que no ha podido, por falta de efectivos, poner un once totalmente renovado con respecto al que se enfrentó a la Juventus, hace menos de 72 horas, donde se hizo un gran esfuerzo físico. Quizás esa fue la razón por la que se lesionó Oliver Torres.

El Betis me ha dado la impresión de jugar con mucho miedo, pues habría sido un gran ridículo ante los suyos el llevarse una derrota contra los suplentes del Sevilla.

El resultado es totalmente injusto, porque sólo el Sevilla buscó el triunfo, desperdiciando ocasiones bastante claras de gol, como las que tuvieron Rafa Mir, Suso o Lamela, aparte de algún que otro contragolpe que desaprovechamos en superioridad.

En la recta final del partido tuvo lugar la escalofriante entrada de Miranda a Jesús Navas, a la altura de la rodilla, dando la impresión de ser adrede, con la única intención de cargarse a Navas. No tiene otra explicación, por la fuerza, altura de la entrada, y por supuestamente disputar un balón en el centro del campo, sin ningún peligro. No es de extrañar la reacción de Navas, al que tuvieron que frenar sus compañeros. Afortunadamente, Navas levanta un el pie un poco antes del contacto y no hubo que lamentar una desgracia. No me explico cómo el árbitro inicialmente sólo le enseñó tarjeta amarilla. Menos mal que está el VAR.

El partido me dejó la sensación de que, si Mendilíbar no se hubiera visto obligado a dar descanso a la plantilla y hubiera podido jugar con los titulares, les habríamos pasado por encima, con goleada incluida. Pero en esta ocasión se han librado. Otra vez será.

El Sevilla y el sevillismo sigue con la mente puesta en Budapest. Aún quedan dos partidos que estorban muchísimo: el miércoles ante el Elche, y el sábado ante el Madrid.

Valladolid 0 – Sevilla FC 3. Buena victoria en un partido que estorbaba muchísimo

El partido de hoy se las traía. Nada más ver la alineación, me echaba a temblar, pues Badé salía de inicio. Precisamente, el jugador que debía descansar, ya que lo juega todo y es fundamental en el sistema defensivo, se arriesgaba a jugar y, por tanto, a lesionarse. Por suerte, parece que no tenido ningún percance, aunque por TV dijeron los comentaristas que se llevó la mano a la ingle en la recta final del partido.

En general, ha sido un buen partido del Sevilla, que podría haber sido muy plácido de no haber sido por el lamentable arbitraje sufrido. Aunque el Valladolid también tiene motivos para quejarse, por un gol que no subió al marcador por haberse señalado el final un segundo antes de que Escudero tirara a puerta. Torpeza máxima la del colegiado. Si dejas sacar un córner fuera de tiempo, señala el final en cuanto despeje la defensa y no esperes a que rematen en una segunda jugada.

Por contra, al Sevilla, con 0-0 en el marcador, el árbitro le cortó un ataque peligroso, para atender a un jugador rival lesionado; le perdono hasta dos expulsiones al rival (una en la primera parte y otra en la segunda, por dos entradas por detrás a Pape Gueye. Esta segunda además provocó que tuviera que ser retirado en camilla, con muy mala pinta), y anuló un gol a Badé, por una supuesta falta en un salto. Falta que yo no veo por ningún lado.

Una jornada más me pregunto qué tiene que hacer un rival del Sevilla para que le expulsen a un jugador. No me lo explico. Es dificilísimo.

En cuanto al partido, el Sevilla controló buena parte, excepto el final del primer tiempo, donde pasó muchos apuros, disfrutando los locales de varias ocasiones de gol. En la segunda parte llegaron los goles. El primero, de Rafa Mir, rematando con el pecho un buen pase de Montiel; el segundo fue de Papu Gómez, regateando al portero; y el tercero de Tecatito Corona, que volvió de su larga lesión a lo grande.

Dmitrovic tuvo que emplearse a fondo con 0-1 en el marcador. No tuvo que hacer ninguna parada más de mérito, a pesar de que el Valladolid tuvo ocasiones bastante claras, una de ellas dando en el poste.

Tres puntitos que nos dejan los puestos europeos a tiro de piedra, lo que era impensable hasta no hace mucho.Ahora a pensar en el partido del jueves, uno de los más importantes de la historia, ya que nos puede situar en otra final europea. Lo que también era impensable hace unos meses. Lo que hace un buen entrenador y un buen central como Badé.

Sevilla FC 3 – Español 2. Victoria que certifica la permanencia

Victoria que certifica la permanencia y que, salvo milagro, condena al Español. El partido ha dejado claro, si no era ya lo suficientemente evidente, que hay una distancia sideral entre los titulares y los suplentes del Sevilla FC. La defensa del Sevilla sin Badé, me da auténtico miedo. Si no llega Badé en el mercado de invierno, estoy seguro de que habríamos bajado a Segunda División. Espero que el francés continúe, y junto con Gattoni, que tiene pinta de ser muy buen central, volveremos a ser aspirantes a jugar en Europa. Si se hacen las cosas medio bien, es decir, se quita morralla –que hay mucha– y se acierta en buena parte de los fichajes, seguramente, viendo el paupérrimo nivel de la Liga, tendremos bastantes posibilidades de ir a Champions.

Empezó el partido bien, con un gol algo polémico de Bryan Gil, porque el árbitro bien podría haber pitado falta de Ocampos –creo que era él–. Pero después se impuso la lógica. Con una defensa tan mala y con mayoría de suplentes, el Español dominó el partido y no le costó darle la vuelta al marcador. Y tuvimos hasta suerte, porque los visitantes fallaron algunas ocasiones bastante claras, un par de ellas teniendo como protagonista a uno de sus mejores jugadores: Joselu. Falló un mano a mano con Dmitrovic, que lanzó fuera, y un remate en plancha a placer, con todo a su favor.

Al descanso, un preocupante 1-2. Pero entraron alguno de los indiscutibles (Acuña y En-Nesyri), que junto a los jugadores importantes que perdía el Español (Darder, Denis Suárez y Melamed), pusieron el partido de cara para el Sevilla. Así, llegaron los dos goles del Sevilla necesarios para darle la vuelta al marcador, y en ambas teniendo como protagonista a Pape Gueye. En la primera, fue objeto de penalti, en una falta bastante evitable; y en la segunda, rematando un buen pase de Acuña.

El Sevilla ha estado en puestos de cola de la tabla casi toda la temporada, pero, como dije antes, el nivel de la Liga es tan bajo que incluso tiene posibilidades de ir a Europa vía Liga. Todo dependerá de lo que se haga en las cinco jornadas restantes.

En lo negativo, la lesión de Suso, que como tenga lesión muscular, como parece, se perderá algunos partidos.

Ahora a pensar en la Juventus, partidos que pueden llevarnos a soñar, siempre y cuando no se resfríen los buenos jugadores que tenemos en defensa: Acuña, Badé, Gudelj –gran temporada la suya, y más aún si tenemos en cuenta que no está jugando en su posición– y Jesús Navas.

Sevilla FC 2 – Villarreal 1. Victoria de mucho mérito

Tenía muy malas sensaciones para este partido. Hacía menos de 72 horas, el Sevilla había disputado un intenso partido ante el Manchester United, y el Villarreal no había jugado entre semana, con lo cual estaba mucho más descansado. Además, viendo el once inicial, como es lógico, Mendilíbar había decidido que era momento para hacer rotaciones. Miraba a la defensa y daba miedo: el inexperto Nianzou y en los laterales dos jugadores (Montiel y Telles) faltos de intensidad y calidad, aunque sean internacionales por sus países, lo cual es un misterio para mí. Siendo conscientes, por supuesto de que el Villarreal tiene un grandísimo equipo.

El inicio fue muy extraño, con el Villarreal tonteando en las inmediaciones de su área, lo que provocó que el Sevilla dispusiera de numerosas ocasiones de gol en estos minutos iniciales. Todas las ocasiones falladas. Esto no hizo nada más que aumentar mi malas sensaciones, ya que no es buena señal perdonar al rival, y mucho menos si éste tiene jugadores de calidad.

Parecía que el Villarreal había saltado al campo «amamonado». Y fue en una pérdida totalmente absurda de los visitantes donde se gestó el 1-0. Suso asistió a Rafa Mir, quien la puso en la escuadra. Rafa Mir deja mucho que desear en casi todos los aspectos. En lo único en que sobresale es en su disparo: fuerte y seco. En cualquier caso, creo que tuvo bastante culpa Reina, que debió cubrir mejor su palo.,

El primer tiempo habría sido redondo si un centro de Suso, que no pudo rematar Bryan Gil, no se hubiera estrellado en el poste. Un 2-0 al descanso habría estado de lujo.

En la segunda parte el Villarreal pisó el acelerador, y se veía venir el empate. El centro del campo amarillo se encargaba de dominar el partido. El Sevilla apenas podía hacer frente a la calidad y verticalidad de Yeremi Pino, Lo Celso y Parejo, y la velocidad de Chukweze. De manera que el Villarreal puso cerco al área sevillista, hasta que llegó el tan temido empate. El gol visitante fue polémico, con fuera de juego posicional, y tras revisión del VAR.

En ese mismo momento habría firmado el empate, pues veía al Villarreal muy superior y, después de todo, un empate en nuestra situación no era mal resultado. Sin embargo, el equipo resurgió tras los cambios, puesto que Mendilíbar puso toda la carne en el asador, dando juego a jugadores titularísimos, como En-Nesyri, Navas y Ocampos. Y vaya si se notó. Aunque yo seguía con el miedo en el cuerpo, y más teniendo en cuenta que entrábamos en los minutos finales, donde un error llevaría prácticamente a la derrota, afortunadamente, hubo final feliz, gracias a un córner sensacionalmente botado por Rakitic y perfectamente rematado por En-Nesyri. El marroquí volvió a superar a los defensores en uno de esos saltos que parecen sobrenaturales, ajustando el balón al poste, dejando a Reina sin opciones de atajarlo.

Quedaban un par de minutos, que fueron suficientes para que el Villarreal nos diera un buen susto, porque no llegó el 2-2 de milagro, por muy poquito, en la última jugada del partido.

Estos tres puntos parecen asegurar la categoría. Aunque no matemáticamente, nos quedan varios partidos ante conjuntos de la parte baja de la tabla, y otro con el Betis, al que casi siempre ganamos.

Próximo partido ante el Athletic Club, en Bilbao. De nuevo, un partido muy difícil, pero con Mendilíbar uno tiene la sensación de que, juegue quien juegue, el equipo competirá. Y eso es mucho.

Valencia 0 – Sevilla FC 2. Parece que ha pasado el peligro

Victoria importantísima. Tan importante que, a no ser que el final de temporada del Sevilla sea desastroso, prácticamente se puede decir que continuaremos en Primera la próxima temporada, ya que dejamos al Valencia a ocho puntos, que en realidad son nueve, ya que también le ganamos el goal-average. Y quedando sólo nueve partidos, da la sensación de que es una ventaja considerable. Además, en esos nueve partidos, el Sevilla tendrá varios partidos con rivales de la parte baja de la tabla (Elche, Valladolid, Español), algunos rivales de la zona alta-media (Villarreal, Athletic Club, Gerona, Real Sociedad, Real Madrid) y Betis, equipo éste al que se nos ha dado bien siempre. Ganando tres de estos partidos, incluso puede que dos, será suficiente.

El partido de hoy se las traía. Era un partido sin apenas descanso, habiendo jugado hace menos de tres días con el Manchester United, y, sin embargo, el Valencia estaba descansado. Sin lateral izquierdo, por las sanciones de Acuña y Alex Telles; sin la fuerza de Pape Gueye en el centro del campo… Pero lo que me daba más miedo era Del Cerro Grande, al que temía más que a todo el Valencia. Sorprendentemente, ha hecho un buen arbitraje. Únicamente, en mi opinión, ha tenido tres errores: La amarilla que le muestra a Ocampos (no es ni falta, e incluso ni siquiera señala falta), la amarilla que le perdona a Gayá, cuando agarró y derribó a Navas, desentendiéndose totalmente del balón, y el penalti que le pita a Marcao, felizmente corregido por el VAR. En mi opinión, en la jugada más polémica del partido, acierta, ya que el balón da en la mano de Fernando, pero el balón había dado previamente en la pierna de Fernando. Lo que no entiendo es por qué le llamaron desde el VAR. Y por supuesto, lo que no me esperaba es que no hiciera caso del VAR, porque cuando llaman al árbitro, prácticamente en el 100 % de los casos, el árbitro se limita a decir «Sí, bwuana», y se van flechados para el punto de penalti.

El Sevilla no ha hecho un gran partido, pero al menos no ha hecho ninguna tontería atrás y ha estado firme. Partido con pocas ocasiones de gol, por parte de ambos conjuntos; con mucha tensión, por la importancia de los puntos; y con final feliz para el Sevilla, que es lo único que importa, y más a estas alturas.

Hay que destacar hoy, sobre todas las cosas, el partidazo de Badé, quien además abrió el marcador. El que se haya recuperado Marcao es otra de las razones que me llevan a pensar que no pasaremos apuros. Por fin tendremos a un par de centrales contundentes, aunque sólo sea en la recta final de la temporada. Espero decirlo en buena hora, por supuesto.

El segundo gol llegó tras una buena internada de Montiel, por la banda izquierda, y sensacional remate de Suso.

Me tuvo intranquilo bastante tiempo el hecho de que Mendilíbar no sustituyera ni a Ocampos (buen partido el suyo también) ni a Jordán, teniendo ambos tarjetas amarillas y teniendo los dos tan poca cabeza. Me mentalicé de que, de nuevo, acabaríamos el partido con al menos un expulsado, pero, por suerte, no fue así.

Como era previsible, Rekik se volvió a lesionar. A ver si hay suerte y logramos traspasarlo en verano.

Ahora es el momento de pensar en el ilusionante partido del jueves. Nada más y nada menos que un partido que puede volver a poner al Sevilla FC en una semifinal europea. No será fácil, a pesar de las bajas que traerá el Manchester. La bombonera de Nervión debería de estar a reventar.

Manchester United 2 – Sevilla FC 2. Dos chorrogoles dan posibilidades de pasar

Palo grande cuando vi la alineación del Sevilla en Manchester. Tenía ganas de ver el partido y se me quitaron de repente. Me repatea ver un once inicial donde no hay ningún delantero, hasta el punto de que me planteé ver el partido o no. Como siempre, acabo viéndolo, pero con la plena certeza de que nos iban a golear.

A los 20 minutos ya iba 2-0, y gracias a que anularon un gol, por claro fuera de juego, en el primer minuto. La defensa hacía aguas por todos lados, con continuos desajustes. Entre que Nianzou fallaba más que una escopeta de feria y que a Marcao se le notaba la lógica falta de ritmo de juego después de estar tantos meses sin jugar, uno se temía lo peor. Es decir, que la eliminatoria iba a quedar sentenciada en la ida y que la vuelta sería un puro trámite.

Daba un poco de esperanza el ver que el Manchester levantó el pie del acelerador y que se llegaba al descanso con «sólo» un 2-0 en el marcador. En cualquier caso, mi previsión, totalmente fatídica, era que en la segunda parte se incrementara este resultado, ya que no veía sobre el terreno de juego nada positivo que me hiciera pensar en lo contrario.

En la segunda parte, no sé si porque el Sevilla mejoró o porque el Manchester se confió, cambiaron las tornas. Ya los locales no llegaban con facilidad al área y el centro del campo dejó de ser una autopista para ellos.

Llamaba la atención que el Sevilla no tenía excesivas dificultades para traspasar la línea de medios del Manchester, pero, como es natural, se echaba en falta un delantero que fuera mínimamente capaz de rematar lo que llegara a las inmediaciones de De Gea. A partir de la entrada de Navas y En-Nesyri, quien increíblemente no entró hasta el minuto 66 de partido, ya se intuía que, al menos podíamos meter un golito que diera algo de esperanza para la vuelta. Pero no fue un golito, sino dos chorrogoles los que llegaron. Que valen exactamente lo mismo que dos golazos por toda la escuadra. Dos goles en propia meta que valen un potosí. Especialmente gracioso fue el segundo, donde En-Nesyri cabecea rematadamente mal, pero con la fortuna de que el balón acaba rebotando en la chola de Maguire, colándose en la portería defendida por De Gea.

Y así, con las tonterías, resulta que llegamos al pitido final con un impresionante 2-2. Lo que parecía abocado al desastre total, por un planteamiento cobardica de Mendilíbar, y con un once compuesto de varios suplentes, acabó en un empate que deja las espadas en todo lo alto para el día 20 de abril. ¡Quién lo iba a decir!

En cualquier caso, eso está muy lejos. Ahora sólo queda pensar en el importantísimo partido de liga del Domingo, ante un rival directo como es el Valencia. Partido muy complicado, no sólo porque el Valencia pondrá las cosas muy difíciles, sino porque estará de soplapitos Del Cerro Grande y en el VAR, Estrada Fernández. Ambos han demostrado que quieren muchísimo al Sevilla –nótese la ironía–. Y por si fuera poco, el Sevilla se plantará en ese vital partido con menos de tres días de descanso, tras jugar hoy. El más difícil todavía.

Getafe 2 – Sevilla FC 0. El partido más indigno y estúpido de todos

El Sevilla ha hecho muchos partidos lamentables esta temporada, pero, desde mi punto de vista, como el de hoy ninguno. Y precisamente hoy, que era, probablemente, uno de los partidos más importantes de la temporada, donde nos jugábamos tres puntos y el goal-average contra un rival directo. Goal-average que hemos perdido de forma estúpida en el tiempo de descuento.

Y esa es precisamente la palabra que define el partido: estupidez. Y se preveía el desastre desde antes de empezar, con un planteamiento estúpido y mostrando una alarmante falta de ambición. Decía Sampaoli que el Sevilla estaba «obligado a ganar», y para ello no tiene mejor ocurrencia que sacar un once sin ningún delantero. Por contra, el Getafe ponía de inicio a tres delanteros: Ünal, Munir y Borja Mayoral, además de un jugador muy ofensivo, como Portu.

Pero no quedaba ahí la cosa, ya que el Getafe, desde el minuto 1 –donde ya dábamos muestra de estupidez supina, con ese absurdo regate de Bono ante Ünal que casi nos cuesta el primer gol–, ponía mucha más intensidad en cada balón que el Sevilla. Y para mí eso es injustificable y vergonzoso.

El Sevilla apenas llegó al área local en todo el partido. La más clara posiblemente fue en la primera parte, por medio de Bryan Gil. Y en la segunda parte, un zapatazo de Pape Gueye.

Como no podía ser de otra manera, el primer gol del partido llegó de la forma más estúpida posible: intentando sacar el balón jugado, como si fuéramos el dream team, pero con Joan Jordán de pivote. Y claro, Jordán hizo lo que hace en muchísimas ocasiones: perder un balón que nos cuesta un gol. Y el problema es que lo hace en tantas ocasiones que no tengo ni idea de por qué Sampaoli sigue alineándolo. Yo pondría a cualquier otro jugador, incluso del filial. No podemos permitirnos tener un jugador que pierde tantísimos balones y que, cuando no lo pierde, lo único que hace es retrasar el balón.

Quedaba aún mucho partido, pero, a pesar de ello, teniendo en cuenta el nivelito que estaba mostrando el equipo, daba la sensación de que no marcaríamos ni aunque estuviéramos jugando tres días seguidos. Y para colmo, aunque pareciera increíble, el Getafe seguía poniendo más intensidad en cada balón.

Como era de esperar, pasaban los minutos y el Sevilla seguía sin inquietar lo más mínimo la portería local. Iluso de mí, pensé que menos mal que Mateu Lahoz no había señalado el que para mí era un penalti estúpido y absurdo de Acuña, porque eso habría supuesto perder el goal-average. Pensaba que podría haber sido peor, dando por hecho que perderíamos por 1-0. Pues estaba equivocado. No sólo podía haber sido peor, sino que fue lo peor posible: otro estúpido regalo, en esta ocasión de Gudelj –que para ser justos, ha hecho, en líneas generales, un buen partido–, que no controló un balón fácil y además se resbaló, dejó un peligroso tres contra dos. Jugada donde además nos perjudicó un rebote.

Era el estúpido broche a un partido de lo más estúpido. Desde el planteamiento, pasando por los noventa minutos de juego y acabando en el descuento. Un partido estúpido, indigno y vergonzoso, que ojalá no hubiera visto.

Y el próximo partido es contra el Cádiz. Otro partido vital. Y como a Sampaoli le dé otra vez por jugar sin delanteros, es que tardo medio segundo en apagar el televisor. Me niego a ver más mierdas como la de hoy.

Sevilla FC 2 – Almería 1. Sufrimiento máximo para lograr una victoria de mucho mérito

Se tenía que ganar y se hizo. Y se logró como se esperaba: con mucho sufrimiento. En mi opinión, esta victoria tiene muchísimo mérito, y me da la impresión de que, en general, el aficionado no es consciente de ello. Y lo tiene por las siguientes razones.

Fue capaz de dar la vuelta al marcador

Con la situación en la tabla que tiene el Sevilla, no es nada fácil sobreponerse al mazazo que supuso encajar el 0-1, apenas había arrancado el encuentro. Y sabemos que al Sevilla le cuesta un mundo crear ocasiones ante los equipos que se encierran atrás.

Seguimos con lo justo en defensa

Volvía Badé, pero Nianzou tuvo que retirarse con lesión, con lo que hemos tenido que afrontar con sólo un central sano buena parte del partido. Ello, lógicamente, provoca que, ante la falta de contundencia atrás, cualquier centro al área sea un drama. Es más, faltó muy poquito para que el Almería empatase en uno de esos centros.

Justito también en lo físico

Hace tres día el Sevilla tuvo un partido bastante exigente ante el Fenerbahçe en la Europa League, con lo que el Almería, como es lógico, estaba más descansado. No había nada más que ver cómo acabaron los jugadores del Sevilla el partido: totalmente extenuados.

Arbitraje criminal

Desgraciadamente, suele ser habitual que los árbitros nos masacren, con tarjetas y extrañas decisiones. Me parece increíble que únicamente señalara el árbitro el penalti que marcó Ocampos. Antes dejó otros dos, ambos clarísimos, sin señalar. El problema es que ahora con el VAR ya no hay excusas y queda claro que lo hacen adrede, lo cual es muy preocupante. Como el hecho de que Pape Gueye no haya podido jugar hoy, pues sólo se explica desde la corrupción que ni el árbitro, ni los comités de Competición, Apelación y TAD hayan sido capaces de hacer bien su trabajo. Tan difícil no creo que sea.

Y tampoco se puede obviar el tema de las tarjetas. A Badé se la enseñan en una acción que no es ni falta, y a Ocampos por protestar levemente un fuera de juego. Este mismo árbitro, como todos, permiten que se le encaren jugadores de otros equipos, e incluso que les insulten, y como son unos cobardes, entonces miran para otro lado. Punto y aparte es la que le enseñan a Lamela. Es una tarjeta tan estúpida como la norma. Por muy contento que estés, no hagas la gilipollez de quitarte la camiseta, porque puedes dejar al equipo en inferioridad en un lance del juego.

Lo mejor, por supuesto, han sido los tres puntos y que Badé no ha recaído. Lo peor, la lesión de Nianzou, que nos deja otra vez bajo mínimos en defensa.

En líneas generales, creo que el Sevilla ha sido bastante superior al Almería y, por tanto, la victoria parece justa. Pero menos mal que tenemos a Dmitrovic, que fue capaz de solucionar el gravísimo error de Jordán, que dejó solo ante el portero a uno de los mejores jugadores del Almería, como es Luis Suárez. Por cierto, creo que ahora mismo el serbio está en mejor estado de forma que Bono. En cualquier caso, son dos grandes porteros, con lo que esa posición está extraordinariamente bien cubierta.

La próxima final será contra el Getafe, donde ya podrá jugar Gueye, y seguidamente llegará el parón, el cual vendrá estupendamente para recuperar a algunos jugadores, como Marcao.

Sevilla FC 2 – Osasuna 3. No salió nada

Demasiados errores en las dos áreas, y así es imposible ganar un partido. Más nos vale que se recuperen pronto Marcao y Badé, porque sin centrales no vamos a ningún sitio. Osasuna hoy, prácticamente, se ha limitado a aprovecharse de esa debilidad defensiva. Como dice Sampaoli, nos faltan especialistas en una posición tan importante como es el centro de la defensa.

La primera parte, por decirlo suavemente, fue una basura. Faltó intensidad y el centro del campo del Sevilla hacía aguas por todos sitios. Osasuna no tuvo el más mínimo problema para imponerse y si acabó con la mínima ventaja de Osasuna, fue por la gran actuación de Bono.

La segunda parte fue otra cosa. El Sevilla ya fue mejor que su rival, pero no sirvió absolutamente de nada, gracias a dos paradones del portero visitante Aitor Fernández, y a que tuvimos varios errores graves en defensa. Los paradones del portero fueron, nada más empezar el segundo tiempo, a un cabezazo a bocajarro de En-Nesyri, y ya casi al final del partido, a Telles. Este paradón, que no lo vio el árbitro, ni el asistente –o no quisieron verlo–, provocó la indignación y expulsión de Fernando, al que le pueden caer, según dicen, cuatro partidos de sanción.

Pero lo peor fue la jugada desgraciada del partido, poco después de marcar un golazo Gudelj. Se había hecho lo más difícil, que era empatar, y a Bono –uno de los mejores porteros del mundo y que no falla casi nunca– le dio por darle al aire en lugar de despejar el balón, con la mala suerte de que le cayó a Fernando, que no lo esperaba, y se coló lentamente en propia puerta.

Mazazo tremendo. No ya por el momento, sino por la forma.

Aún así, otro golazo, en esta ocasión de En-Nesyri, que se fue de los rivales y remató con el exterior, ajustado al poste, logró equilibrar de nuevo el marcador.

Llegamos a la recta final con las espadas en todo lo alto. Osasuna refuerza al equipo, dando entrada a su artillería pesada (Ávila y Abde), y nosotros lo debilitamos, sacando del terreno de juego a Navas y Fernando. Quiero pensar que Fernando ya no podía con su alma.

La cuestión es que en un pase largo, nos cogen en banda en superioridad numérica, perdemos el duelo aéreo, y Abde se queda solo delante de Bono. Y acabó como suelen acabar las cosas cuando se falla tantísimo en las dos áreas: con gol y derrota. Una derrota que llega en un fatídico momento, ya que el equipo había mejorado bastante y, además, casi todos los equipos de la zona baja han ganado sus partidos.

Para colmo, el próximo partido liguero es contra el Atlético de Madrid, con lo que, salvo milagro, y más con las bajas en defensa que seguiremos teniendo –vaya pesadilla, pero previsible viendo la configuración de la plantilla–, mucho me temo que nos vendremos de vacío.

PSV 2 – Sevilla FC 0. Sampaoli reincide y casi lo echa todo a perder

El partido del Sevilla en Eindhoven me ha gustado mucho, hasta que a Sampaoli ha vuelto a hacer lo que hizo, hace unos días, en Vallecas: con el partido totalmente controlado, quita al único delantero del equipo, se echa atrás, provocando que el rival empate o, como hoy, gane. Y menos mal que el partido no ha durado cinco minutos más, porque, si no, igual nos empatan la eliminatoria y tenemos que ir a la prórroga, con lo que habría supuesto teniendo que disputar el domingo el que probablemente será un durísimo partido ante Osasuna.

Esa táctica de quitar al delantero y poner a lo que ahora llaman un «falso nueve», no lo entiendo. Porque lo único que se consigue con ello es dar el total dominio del partido al rival, el cual no tiene que ocuparse de marcar a ningún delantero, lo que permite que los defensas puedan incorporarse al ataque sin ningún problema. Porque, además, el equipo se echa atrás. Y para colmo, hoy la táctica resultaba más suicida que nunca porque sólo teníamos un defensa central sano, que era Nianzou.

Por supuesto, el PSV aprovechó el regalo y se dedicó a bombardear nuestro área, y como es lógico, nos pusieron en un gran aprieto, más aún teniendo en sus filas a Luuk De Jong, que su especialidad es el juego aéreo. Nuestro ex jugador marcó el primero e intervino en el segundo.

La tontería del falso nueve –me molesta hasta el nombre que le han puesto– únicamente le veo posibilidad de éxito en el caso de tener un centro del campo de mucha calidad y con jugadores muy rápidos. Y, precisamente, ése no es el caso del Sevilla.

Y lo de los córners es otra cosa que no entiendo. Con lo peligroso que es un córner bien sacado, y nosotros los solemos sacar en corto. A esto sólo le veo sentido si se pretende perder tiempo. Pero encima es que hoy han ido dos jugadores a sacar un córner, como para sacarlo en corto, y después lo lanzan al área, con lo que perdemos un jugador, absurdamente, para el remate o para defender un posible contragolpe.

Pero bueno, como digo, el partido me ha gustado mucho hasta ese fatídico momento donde, en mi opinión, Sampaoli se equivoca gravemente. El dominio fue total y los locales no inquietaron en absoluto. El equipo triangulaba con tranquilidad, con buenos apoyos, con verticalidad, con sentido, con pases al hueco… Este equipo ha mejorado muchísimo tácticamente.

El Sevilla pudo haber sentenciado la eliminatoria en tres ocasiones muy claras: cuando En-Nesyri tiró a puerta, rechazando el portero, tras una buena asistencia de Bryan Gil; Rakitic, que tiró al larguero; y Rafa Mir, cuyo disparo fuerte y raso lo blocó el guardameta local.

El equipo, en líneas generales, ha hecho un gran trabajo, destacando Bryan Gil, que desbordó mucho, sobre todo en el primer tiempo. También Acuña y Nianzou estuvieron a muy buen nivel. Este último, en los minutos finales, evitó el 3-0.

El árbitro, el italiano Daniele Orsato, no me gustó nada. Mostró poca personalidad al enseñar la tarjeta amarilla a Acuña, supuestamente por perder tiempo. Pero fue en el minuto 32, y, prácticamente, a petición del público. Dejarse influenciar por la grada no deja en buen lugar a un árbitro. Aparte de eso, creo que fue muy benevolente con los jugadores locales en algunas faltas.

Misión cumplida. Aunque sufriendo innecesariamente, el Sevilla FC estará mañana en el bombo. Toca recuperarse para el importantísimo partido del domingo. Esos tres puntos tienen que quedarse en nuestro casillero, como sea, para dar cierta tranquilidad en la tabla. Porque, además, después visitaremos el estadio del Atlético de Madrid, y ya nos podemos hacer una idea de lo que nos espera. Y ojalá me equivoque, pero mucho me temo que no.

Por cierto, una maravilla esta bandera. De lo mejor del partido:

Rayo Vallecano 1 – Sevilla FC 1. Buen punto, por tantas bajas y tan poca ambición

Sumamos. Poco, pero sumamos. Y a punto hemos estado de irnos de vacío, porque el árbitro, Gil Manzano, ha sido otro obstáculo más.

Me gustó la primera parte, donde el Rayo apenas atacó con peligro y el partido estuvo controlado. Además, tuvimos la fortuna de marcar en una de las pocas llegadas al área local. Con mucha suerte, al tocar en un defensa, pero eso da absolutamente lo mismo. Lo importante es que entre.

En esta primera parte, el equipo tocaba y defendía bien. Controló el juego en la zona media sin problemas y daba la sensación de que podía marcar el segundo. Pero todo cambió en la segunda parte, puesto que en el descanso, a Sampaoli, o a su segundo, se le ocurrió quitar a nuestro único delantero; con lo que el Rayo podía poner cerco a nuestro área con total tranquilidad, ya que los defensas estaban libres de preocupaciones y podían subir al ataque sin ningún problema. De hecho, a partir de la entrada de En-Nesyri al terreno de juego, ya el Rayo dejó de crear tantas ocasiones. Y eso no es por casualidad.

Esa falta de ambición, cuando yendo por delante en el marcador, y quedando aún 45 minutos, le cedes la iniciativa al rival y te dedicas a encerrarte en tu área… a mí me desespera. Es más, creía que el Rayo remontaría el partido y ganaría. Y me alegro mucho de haberme equivocado. Pero no será porque no tuvieron ocasiones para hacerlo.

El arbitraje merece apartado aparte. Gil Manzano, y el sinvergüenza que estaba en el VAR, pudieron expulsar hasta a dos jugadores del Rayo Vallecano: Trejo y Lejeune. Este último fue el que logró el gol del empate. Pero no quedó ahí la cosa. Con 0-1 en el marcador le señalaron un fuera de juego inexistente a Ocampos cuando se quedaba solo ante el portero. No era fuera de juego porque los diez jugadores de campo del Rayo estaban en campo contrario. Ni siquiera esperaron a que acabara la jugada, como dice la norma, sino que cortaron el juego inmediatamente. Lo único que creo que nos benefició fue, en mi opinión, un absurdo penalti de Bryan Gil a De Tomás. El de Barbate empuja con el brazo por detrás a De Tomás, con lo que no es carga legal.

Lo de añadir cinco minutos de prolongación, cuando inicialmente había dado tres, supongo que habrá sido un error de la TV. Porque si no, me parece también gravísimo, ya que no se perdió nada de tiempo.

Teniendo en cuenta las circunstancias, es decir, que sólo teníamos un sólo defensa central sano, las numerosas bajas por sanción o lesión, y la falta de ambición mostrada, creo que el punto es un tesoro. Pero me queda la sensación de que si el Sevilla hubiera ido a por el partido, se lo habría llevado.

El próximo partido, ante el Osasuna en casa, se antoja vital. Porque el siguiente partido será ante el Atlético de Madrid en su feudo, donde lo normal, para qué engañarnos, es una derrota.

Sevilla FC 3 -PSV Eindhoven 0. Sorprendente Sevilla

Para ser sinceros, tras ver los primeros minutos de juego, me sentía muy pesimista. Y no era para menos, porque el PSV se imponía con facilidad en la zona ancha, con jugadores que nos superaban en físico y muy técnicos; con el tal Simons, con su gran velocidad y cambio de ritmo, dando la sensación de que nos lo podía liar en cualquier momento. Y para colmo llegó la lesión de Badé, nuestro mejor central de entre los escasísimos centrales que tenemos. De hecho, no sé cómo vamos a afrontar los próximos partidos, ya que Rekik, Badé y Marcao están lesionados, Gudelj –centrocampista, que no se olvide–sancionado, y encima el club ha tenido la genial idea en este mercado de invierno de, además de no traer ningún central, dejar salir a Carmona y a Kike Salas, con lo que, si no me equivoco, sólo nos queda como central disponible Nianzou. Supongo que Sampaoli tendrá que salvar la difícil papeleta de afrontar partidos importantes poniendo como centrales a Fernando o a Pape Gueye, que ya ha jugado de central. En fin, es lo que hay.

La cuestión es que a partir de la entrada de Fernando, sorprendentemente, se cambiaron las tornas. El Sevilla pasó a ser dominador, a tener mucha más posesión y a jugar con más tranquilidad y sentido.

Como siempre, Bono tuvo un papel fundamental, con dos o tres intervenciones de mucho mérito. Y también nos acompañó la suerte, en jugadas como el tiro al poste del PSV cuando ya iba 3-0 en el marcador. O cuando los holandeses no fueron capaces de aprovechar un par de absurdas pérdidas de Jordan, jugador que parece que cada día juega peor. No me explico qué le pasa a este jugador.

Los goles del Sevilla fueron bastante bonitos, y además llegaron en momentos sicológicos. El primero, en un buen remate de En-Nesyri al final de la primera parte. El segundo, un golazo de Ocampos, al inicio de la segunda parte, donde controla con una pierna y remata con la otra, a la media vuelta, de tiro fuerte, ajustado y cruzado. Y el tercero, poco después, de Gudelj, fusilando al portero visitante, tras una buena dejada de tacón de Ocampos. El argentino mejoró mucho, con su gol y asistencia, a lo que hizo Bryan Gil, que estuvo bastante perdido y al que le ganó la partida su marcador, que era incluso más rápido que él.

Lo único que no me gustó, aparte de la lesión de Badé, fue esa absurda y ridícula manía de sacar los saques de esquina en corto. No le veo ningún sentido, sobre todo cuando un córner bien sacado es peligrosísimo, y más teniendo a dos jugadores que van bastante bien por alto, como son En-Nesyri y Nianzou. Y tampoco me gustó el que jugáramos sin delanteros más de media hora. Prácticamente, es como renunciar a marcar más goles, aunque los fallos del PSV en defensa casi nos pusieron en bandeja lograr el cuarto gol.

Lo que más me gustó fue esa forma de presionar al rival, de no dejarle respirar, de buscar el balón con agresividad. Hacía mucho que no veía eso en el Sevilla. Y también se juega de forma más vertical, buscando más pases al hueco. Personalmente, veo bastante mejoría en el equipo, y me hace ser bastante optimista de cara a la próxima temporada, siempre y cuando, como es lógico, a Sampaoli se le den jugadores de calidad para llevar a cabo su estilo de juego, que ya sabemos que es muy ofensivo y, por tanto, muy vistoso de cara al aficionado. Por suerte, bastante lejos del estilo de Lopetegui. A mí, aunque los resultados acompañaban, me desesperaba tanta lentitud y horizontalidad.

En cualquier caso, aunque el equipo esté mejorando y se lleve una muy buena ventaja para el partido de vuelta, no caben confianzas. Por dos razones: porque hoy el PSV, pese a la derrota, ha dejado claro que es un buen equipo y que dispone de varios jugadores de mucha calidad, y porque nos presentaremos en Eindhoven con una defensa de circunstancias, con sólo un central sano. Y eso, en el mejor de los casos, porque, como nos recuerda la Ley de Murphy, cualquier situación, por muy mala que sea, siempre es susceptible de empeorarse. Así que a rezar lo que sepamos para que no haya más lesiones.

Sevilla FC 2- Mallorca 0. Saliendo del hoyo

Partido con dos partes bien diferencias. Una primera donde el Sevilla fue bastante superior al Mallorca, con total dominio del partido, y una segunda donde se dedicó a tontear, sin buscar apenas la portería contraria y sin cerrar el partido. Menos mal que el Mallorca mostró un nivel muy pobre, porque, de no haber sido así, seguramente habría marcado el típico gol a falta de pocos minutos para el final, al que ya estamos acostumbrados y que nos deja esa desagradable sensación que nos hace mirar el cronómetro cada pocos segundos.

Los goles llegaron en la primera parte, y pudieron ser más, de no haber tenido un par de buenas intervenciones el portero visitante. También un defensa mallorquinista sacó un balón bajo palos. El primero, de En-Nesyri, tras controlar un sensacional pase de Pape Gueye –buen jugador el senegalés– y rematar mal, pero lo importante es que entre. Aquí no estuvo muy afortunado el portero. Y el segundo prácticamente se lo encontró Bryan Gil, tras no ser capaces de defender dos defensas rojillos un pase de Jesús Navas. El gol fue un buen regalo de cumpleaños para Bryan, que hoy ha cumplido 22 añitos.

Lo peor del partido fue la lesión de En-Nesyri, que veremos a ver si se queda en sólo un golpe o le impedirá afrontar los importantísimos partidos que se avecinan. También en el lado negativo, las estúpidas e innecesarias tarjetas de Gudelj y Jordán, que les impedirán ser de la partida en Vallecas. Sampaoli tendrá problemas para formar una defensa de garantías, al estar lesionado Rekik.

Badé volvió a demostrar que es el mejor central que tenemos, a pesar de que estuvo muy cerca de liarla al ceder mal a Bono un balón, siendo presionado por Muriqi. La acción se quedó en el susto, pero un buen susto.

También hicieron un buen partido Fernando, Navas y Suso.

Tres puntos importantísimos, que nos sitúan provisionalmente en la duodécima posición, empatados con el Gerona