Mañana nos jugamos mucho más que tres puntos, al ser el rival el Valencia. Los valencianistas no son un rival directo, sino directísimo, pues, a mi modo de ver, es el conjunto que tiene más potencial y más exigencia de todos los aspirantes a plaza Champions.
Mañana tendremos la oportunidad de devolverles la jugada de la temporada pasada, donde perdimos casi toda posibilidad de ir a la máxima competición europea al caer derrotados en el Ramón Sánchez Pizjuán. En aquella derrota fue clave la aportación de Kondogbia, que hizo un gran partido. Lamentablemente, se ha lesionado Coquelin. Y digo lamentablemente, porque eso conllevará que su lugar sea ocupado por Kondogbia, quien me parece mucho mejor jugador que su compatriota.
Obviamente, el partido, a priori, será complicadisimo, ya que el Valencia está plagado de grandes jugadores, como Parejo, Cheryshev, Guedes, Garay, Gameiro o el ya mencionado Kondogbia. Por tanto, deben salir de inicio los mejores, y por eso confío en que Caparrós no alinee a André Silva. Prefiero a Munir, que está en mucho mejor estado de forma que el portugués. De igual modo, espero que, ya confirmada la baja de Vaklíc, sea sustituido por Javi Díaz. Pienso que debería jugar Javi porque le ha quitado el puesto a Lucho en el filial y tiene más ritmo de competición.
Es una lástima que se espere lluvia para la hora del partido, porque es tan importante que bien merecería un lleno, y ya sabemos que la lluvia echa a mucha gente para atrás.
Será clave tener paciencia, tanto en el tapete como en la grada, ya que, si no se puede ganar, será fundamental, al menos, no perder. De ganar, dejaríamos al Valencia a seis puntos, con goalaverage a nuestro favor, pero si perdemos, nos igualarían a puntos y tendríamos el goalaverage perdido. Es decir, un abismo entre una posibilidad y otra, con lo que un empate, aunque fastidie, tampoco podría considerarse tan malo.
Para finalizar, una súplica: aprendan de la Premier League y, si van al estadio, llévense un chubasquero y dejen en casa los molestos paraguas.