Empiezo aclarando que, eso de «el Sevilla que todos queremos» es sin tener en cuenta los dos goles regalados al rival, pero es de suponer que ni Dmitrovic ni Diego Carlos, ambos magníficos jugadores, no tendrán fallos tan garrafales en mucho tiempo.
Pero, por lo demás, el partido del Sevilla me encantó. Contrastó totalmente con otros. En este se notaba la intensidad desde el principio, moviendo rápido el balón y sin jugar al trote, con continuos desmarques y apoyos. Se notó mucho el buen partido que hizo Oliver Torres, que además abrió el marcador con un golazo de volea impresionante, al rematar un córner lanzado por Augustinsson, que fue otro jugador que estuvo a buen nivel.
Valoro muchísimo el esfuerzo que tuvo que hacer Koundé ayer, sin duda porque sólo nos queda un central sano, que es Diego Carlos. Salió de titular, luciendo un aparatoso vendaje en la rodilla, pero bastó la primera carrera para ver que Koundé estaba lejos de su mejor forma, pues una de sus virtudes es la velocidad, y ayer estuvo falto de ella en varias ocasiones.
En mi opinión, ayer se ganó con relativa facilidad –de no haber sido por los dos regalos, habría sido un paseo– por partido tan completo que hicieron gran parte de la plantilla:
Oliver Torres: Mucha movilidad y mentalidad ofensiva. Dio rapidez al juego
Jesús Navas. Va a cumplir 36 años y ayer le tuvieron que agarrar porque se iba en velocidad en la recta final del partido. Eso lo dice todo de él. Sigue teniendo la misma calidad de siempre, y dio el pase de la muerte a Fernando para que consiguiera el gol que sentenciaba el partido.
Fernando. Otra exhibición, y además ya hasta hace goles. No sé a qué espera el Sevilla para renovarlo, porque este, al igual que Navas, tiene cuerda para rato.
Munir. Es uno de los jugadores con más gol, visión de juego y calidad de la plantilla, y ayer lo demostró. Marcó un gran gol, de tiro fuerte, raso y ajustado. Pudo conseguir otro, que habría sido de pañuelos.
Suso. Centros magistrales. Se burló de su lateral en alguna ocasión. Mereció el gol que le impidió el poste.
Delaney. Dio equilibrio. Es bueno defendiendo y también atacando.
Rafa Mir. Volvió a marcar, y eso siempre es importante para un delantero. Además hizo un gran despliegue físico y puso en jaque a los centrales.
El árbitro, Pizarro Gómez, no me gustó. Creo que hubo un penalti a Koundé que pasó por alto –y que dio lugar al primer gol del Levante–, y se equivocó gravemente al señalar penalti en la jugada de Ocampos. Menos mal que está el VAR, porque, si no, lo habríamos pasado mal en los últimos minutos.
El Sevilla está tercero, con un partido menos, y además, en esta ocasión, jugando bien. Aunque la clasificación es un poco engañosa, ya que, a falta del partido de esta noche, diez equipos han disputado los diez partidos, y otros diez equipos han disputado sólo nueve partidos.
Visitaremos al Mallorca la próxima jornada, equipo de mitad de la tabla pero está más que capacitado para darnos problemas, sobre todo si volvemos a jugar andando y con pases lentos y horizontales. Pero como juguemos como ayer, no tendrán mucha opción.