Mal partido del Sevilla en la noche de hoy. Si no hemos perdido ha sido porque el Betis ha fallado ocasiones clarísimas, dos de ellas en los primeros minutos.
El juego del equipo, como suele ser habitual, ha dejado mucho que desear. Le cuesta mucho construir, dada la lentitud con que mueve el balón, y cuando ha tirado ha puerta, rara vez ha sido entre los tres palos. Afortunadamente, en una de esas escasas ocasiones llegó el golazo de Rakitic, que equilibraba el gol bético, que llegó a raíz de un estrepitoso fallo de Dmitrovic. ¿Quién nos iba a decir que íbamos a echar de menos a Nyland?
Pasan las jornadas y Diego Alonso sigue sin conseguir resultados, y eso significa que será cesado más pronto que tarde. Sencillamente, porque ningún entrenador sobrevive a los malos resultados.
Yo ya me conformo con que el siguiente entrenador ponga a los jugadores en su sitio. Que no ponga a Oliver Torres por la izquierda y que, por fin, jueguen dos centrales. Jugando con un solo central, más Gudelj –que hace lo que puede, pero no es central–, la defensa es muy vulnerable. Cada centro al área es un drama, y eso no puede consentirse en ninguna categoría, y mucho menos en Primera División.
También hay cosas positivas: el buen partido de Pedrosa, que ahora mismo mejora a Acuña, y el partidazo de Soumaré. El francés es medio Sevilla. Un jabato en el centro del campo, y además distribuye aceptablemente el balón. La verdad es que no entiendo que Mendilíbar no le diera minutos, y menos aún si la razón era que no le entendía por el idioma. Los buenos tienen que jugar siempre.
Pues ahí estamos: en tierra de nadie, en decimotercera posición, con un entrenador que no convence y que no conoce a la plantilla, con un juego simple y poco ofensivo, y con una defensa débil que hace poco menos que sea una misión imposible ganar un mísero partido.
Los puestos de Europa League están ya lejísimos, a diez puntos, y a más que estarán, porque, a día de hoy, parece un verdadero milagro que podamos ganar a nuestro próximo rival –la Real Sociedad–, en su propio estadio. Si miramos para abajo, da cierta tranquilidad ver que Almería, Granada y Celta ganan y empatan aún menos que nosotros, que ya es decir.
Lo mejor del partido de hoy ha sido, como siempre, la afición. Impresionante el tifo de gol norte. Y el golazo de Rakitic. El croata, como se suele decir, es más lento que el caballo del malo, pero, afortunadamente, sigue manteniendo su toque y su disparo.
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