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Sevilla FC 1 – Las Palmas 0. ¿La noche de Vitolo? No, la noche de Navas

Temía este partido por la posible reacción del público, que, al final, se comportó espléndidamente, a pesar de las falacias que llegan desde Madrid. Y es que, según Marca, se cantó «Vitolo muérete». Yo no oí nada de eso. Sí oí muchos pitos y, cuando se retiró el traidor, «Vitolo, cabrón, fuera de Nervión. Y aunque la palabra «cabrón» sea malsonante, no puede considerarse un insulto, si nos atenemos al RAE, y más en concreto a su primera acepción: «Dicho de una persona, de un animal o de una cosa: Que hace malas pasadas o resulta molesto». Definición que, sin duda, se ajusta a Vitolo.

Habrá que esperar el informe del chivato de la Liga, porque según he leído, algún periodista ya ha avanzado que es «demoledor». Pues nada, habrá que irse al juzgado de nuevo, si esto es cierto. Pero tendremos que ir acostumbrándonos a la táctica del acose y derribo, porque mientras el Sevilla siga ahí arriba –esperemos que hasta el final–, resulta incómodo para los equipos capitalinos.

En cuanto al partido, no fue bueno. El Sevilla, sobre todo en la primera parte, hizo un juego parsimonioso y lento, de manera que Las Palmas, que se encerró bien, esperando el momento oportuno para montar un contragolpe, no concedió muchas ocasiones de gol. Y las pocas que tuvimos, que fueron bien claras, las fallamos estrepitosamente. No fue el día de Ben Yedder, que no marcó, pese a quedarse dos veces delante del portero. Bueno, en realidad fueron tres, pero el linier invalidó la jugada por un fuera de juego inexistente. Otro grave error arbitral, pero, por fortuna, al igual que ocurrió en Gerona, no tuvimos que acordarnos de él.

La segunda parte fue un monólogo sevillista. Los de Berizzo sitiaron el área amarilla, pero el agobio no surtía efecto. Hasta que llegó, en la recta final del partido, el gol de don Jesús Navas. Fue un gol con bastante suerte, ya que su intención era, claramente, la de centrar, pero tocó en un defensor y Chichizola, que estaba haciendo un buen partido, se limitó a ver cómo el sobrepasaba el balón. Me dio la impresión de que pudo hacer bastante más. En cualquier caso, Navas no pudo celebrar de mejor manera su partido número 400 –que se dice pronto– con la camiseta del Sevilla FC.

Las Palmas, por su afán en defenderse, apenas creó peligro. Alguna llegada por banda y a balón parado, pero Sergio Rico, prácticamente, fue un espectador más.

Me gustó mucho el argentino Jonathan Calleri, que ya sonó como futurible para el Sevilla el año pasado. Este jugador dio muchísimo trabajo a nuestros centrales, con sus desmarques y su movilidad. Además, es bastante corpulento y fuerte, por lo que tanto Kjaer como Pareja se vieron negros para frenarle, en muchas ocasiones haciéndole falta. Por cierto, a Pareja se le ve en  claro declive físico.

Los cambios me parecieron acertados, aunque yo creo que Banega –sensacional el tiempo que estuvo, aunque arriesgando mucho– y Sarabia tienen que jugar siempre.

Tres puntos más para el zurrón, a pesar de Vitolo, a pesar de los árbitros y a pesar de nuestra mala puntería. Manteniendo la puerta a cero, basta con colar una, aunque sea de rebote, para llevare el partido. Y es que las matemáticas, a veces, son así de simples.

Caso Vitolo. En juego, prestigio, dinero y respeto

Por fin, el Sevilla FC se pronunció oficialmente sobre el caso Vitolo. Como era de esperar, dadas las pruebas contundentes que, según Castro, tiene en su poder, el Consejo de Administración del Sevilla acordó en el día de ayer denunciar el caso ante los tribunales de justicia. Entiendo que el acuerdo se refiere a los tribunales de justicia ordinaria, aunque tampoco vendría mal denunciar ante la UEFA, pues el Atlético y Las Palmas están intentando burlar una sanción deportiva. En mi opinión, el Sevilla en este caso debería ir a la yugular, es decir, a muerte, a sacar el máximo beneficio económico posible, e intentar que Atlético, Las Palmas, Vitolo y Bahía salgan bien escarmentados de todo este asunto.

Sin duda, será un camino largo, pero el Sevilla debe mantenerse firme hasta el final, pues supongo que tardará en emitirse una resolución, sobre todo si es a través de la justicia ordinaria, y también habrá numerosos recursos hasta que haya una resolución firme, como ya ocurrió con el tema de Antena 3.

Me parece fundamental que el Sevilla acuda a los tribunales, porque en el caso Vitolo no sólo está en juego prestigio y dinero –al menos diez millones de euros de diferencia con el antiguo contrato, sin contar la plusvalía que se podría, o no, pagar a Las Palmas–, sino que también es una cuestión de respeto, el cual, tanto en el mundo del fútbol como en la vida, es muy importante. Una de las frases que se le atribuyen a Rousseau es: «Siempre es más valioso tener el respeto que la admiración de las personas». Ganarse el respeto, y mantenerlo, es esencial en la selva en que se ha convertido el fútbol moderno. Si el Sevilla FC permite la falta de respeto que han tenido todas las partes, especialmente el propio Vitolo, mal haría.

En mi opinión, la decisión que tenía el Consejo ayer era bien fácil. Debía elegir entre ir contra Atlético, Las Palmas, Vitolo y Bahía, o ir contra su propia afición. Pues pienso que ningún aficionado habría perdonado, ni a Castro ni al Consejo, quedarse de brazos cruzados y dejar pasar el tiempo sin hacer nada. De ser así, el Sevilla FC habría quedado en el más absoluto de los ridículos.

 

Para mantener a nuestros mejores jugadores hay que crecer. Y no es tan fácil, lleva tiempo

Recuerdo que hace algunos años, cuando festejábamos las clasificaciones para la Copa de la UEFA, José María Cruz decía que, para crecer, era necesario conseguir la clasificación europea todos los años, y no sólo uno. Por aquel entonces, parecía una quimera, algo imposible, pero hoy es una bonita realidad. Realmente, muy mal lo tiene que hacer el Sevilla para no estar en Europa.

Ahora seguimos creciendo, con el objetivo marcado de conseguir todos los años la clasificación… no ya para la Europa League, sino para la Champions League. Este objetivo es bastante complicado, ya que Madrid y Barcelona tienen aseguradas las dos primeras plazas, y el Atlético tiene recursos y potencial para tener, prácticamente, asegurada la tercera.  Con lo cual, para entrar en Champions debemos hacer una gran temporada y superar a equipos importantes, como Valencia, Villarreal o Athletic de Bilbao, junto con la típica sorpresa que salta todas temporadas, que en esta última fue la Real Sociedad.

Tener plaza Champions asegurada, año tras año, nos dará un gran potencial, tanto económico como deportivo, pero, no obstante, hay que ser conscientes de que siempre habrá equipos por encima nuestra, a todos los niveles. Por tanto, los sevillistas no deberíamos sentirnos frustrados porque tal o cual jugador no quiera seguir en el Sevilla, o no le podamos pagar la ficha. Me refiero, concretamente, a los recientes casos de Vitolo, N’Zonzi o Jovetic.

Hay que recordar que el Sevilla tiene que cumplir con un tope salarial. A nadie debería sorprender que el Sevilla no pueda pagar una ficha de 3,5 millones de euros, libres de impuestos, que tiene Jovetic. Es más, muy pocos clubes pueden pagarla. Aunque, si bien es cierto que ahora no podemos pagarla, hay que aspirar a poderlo hacer, a corto o medio plazo. Hay que crecer, y eso no sólo pasa por la clasificación anual para la Champions, que es fundamental, sino que también es importantísimo aumentar todos los ingresos, principalmente por derechos de televisión, marketing, abonos y taquillas.

En todos estos conceptos estamos muy… pero que muy por detrás de muchos clubes. Por ejemplo, el Sevilla no tiene patrocinador principal en las camisetas, y ése es un lujo que no puede permitirse. El Manchester United cobra más de 70 millones de euros al año por llevar de patrocinador a Chevrolet. El Chelsea, 55 millones; Arsenal, 40; Barcelona, 35… Nosotros nunca podremos llegar a esas cifras, pero, desde luego, no debe ser de cero euros.

Para crecer, también deberíamos ampliar el Ramón Sánchez Pizjuán. La reforma que ha hecho Castro no está mal, pero llevamos varias temporadas donde el número de abonados está a tope. No se hacen más porque sólo quedan libres los abonos más caros y que no todo el mundo puede permitirse. Las zonas más asequibles están llenas. También, durante la temporada, se llena el estadio en los partidos más importantes. Es decir, llevamos varios años perdiendo dinero. Es cierto que una ampliación del estadio cuesta un dineral, pero pienso que es posible si se hace poco a poco o con un patrocinador. Pero, claro, supongo que si no somos capaces de encontrar un patrocinador para la camiseta, para el estadio ya ni hablamos. Eso sí, la reforma del estadio tendría que hacerse sin riesgos económicos y de manera que el potencial del primer equipo no se viera afectado. Sería imperdonable repetir errores del pasado.

Mientras crecemos, debemos aceptar que haya jugadores, como Vitolo o N’Zonzi, que quieran emigrar a equipos que están por delante de nosotros, y que, por tanto, le pagarán mucho más y donde tendrán más posibilidades de ganar títulos. Lo que sí sería de lamentar es que se fueran por menos de lo que marcan sus cláusulas de rescisión.

Pero no podemos olvidar que, por mucho que crezcamos, siempre habrá clubes que nos superen en masa social, ingresos por TV, marketing, patrocinadores, y en todo tipo de ingresos. Hay que intentar que esos clubes sean cada vez menos, pero eso lleva mucho tiempo. Mientras tanto, bien haríamos en disfrutar del enorme mérito que supone ser el octavo equipo con mejor coeficiente UEFA. Mantener o mejorar ese octavo puesto sólo lo podremos hacer siguiendo el método que tan buen resultado nos está dando: vendiendo por más de lo que compramos, es decir, generando plusvalías. Hay que ser conscientes de que muchos de nuestros competidores nos superan en todo, y sería absurdo no valorar, en su justa medida, lo mucho que se está consiguiendo.

Sevilla FC 2 – Las Palmas 1. Sampaoli, a contraestilo

Otro partido donde Sampaoli no pudo ser fiel a su estilo. El Sevilla saltó al campo con defensa de cuatro y con Nzonzi y Ganso por delante de la defensa. La supuesta rápida e intensa presión que debe haber tras pérdida, al igual que en Villarreal, no se vio por ningún lado.

Posiblemente, Sampaoli echará en falta centrales rápidos y técnicos, y un centrocampista de cierre con unas cualidades que se supone debería tener Kranevitter. De ahí que dé la impresión de que la defensa de cuatro será bastante habitual esta temporada.

El primer tiempo no fue bueno. Las Palmas creaba muchísimo peligro al contragolpe, y llegaba con una facilidad tremenda al borde del área. El Sevilla se mostraba lento y espeso, perdiendo la batalla en el centro del campo. En los primeros minutos Sergio Rico salvó los muebles, pero no pudo hacer nada en el gol de Tana, fuerte y ajustado, aprovechando la impasibilidad y lentitud de nuestros centrales.

A partir de aquí, desapareció el equipo amarillo y el Sevilla, sobre todo en el segundo tiempo, a raíz de la entrada de Sarabia y Vitolo, creó suficientes ocasiones de gol como para dar la vuelta al marcador, pero entre las buenas actuaciones de Javi Varas, su defensa y el trío arbitral, no se logró dar la vuelta hasta los últimos minutos. Poco antes pudo haber sentenciado el partido Las Palmas, pero Sergio Rico volvió a tener una intervención decisiva, en esta ocasión con los pies.

Aún es pronto para valorar a un Sevilla que se está rearmando y conjuntado, pero es evidente que, hoy por hoy, Ganso no está para nada –aunque dio una asistencia genial a Yedder–, y que jugadores como Sarabia, Vázquez y Vitolo marcan las diferencias. A Ben Yedder aún le falta entenderse con los compañeros. Ayer sólo tuvo una ocasión, clarísima, y la falló.

Me gustó la aportación de Nasri, muy participativo, aunque se ve con claridad que aún no está bien físicamente. Puede ser un jugador importante cuando coja ritmo de partidos y una mejor condición física.

El árbitro estuvo desastroso, perjudicando a los dos equipos. Al Sevilla le anuló un gol legal, perdonó una segunda amarilla a un jugador de Las Palmas y no señaló un penalti más que dudoso. A Las Palmas le señaló en contra un penalti inexistente que conllevaba expulsión. Como esto ocurrió en los últimos minutos, se vieron perjudicados, pero viendo el global del partido, no fue así. Además, Martínez Munuera sólo añadió tres minutos de prolongación, cuando Las Palmas abusó de la pérdida de tiempo. Incluso el mismo árbitro perdió bastante tiempo, ya que parecía que las tarjetas amarillas las escribía con letra gótica.

Tercer partido de Liga y ya ha tenido que entrar en acción el tercer delantero, Carlos Fernández. Y eso que aún no hemos empezado ni Champions ni Copa del Rey. Me parece bien que se tire de Carlos, pero eso debilita al filial, que tiene una alarmante falta de gol.

Victoria agónica, pero victoria al fin y al cabo, que es lo importante. Ahora bien, el partido que hizo el Sevilla evidenció que hay muchísimo que mejorar, en todos los aspectos, pero, sobre todo, en el defensivo.

El próximo rival será la Juventus, y ahí no se pueden repetir los graves errores de ayer, porque, si no, vendremos con un buen saco de goles en contra.

El máximo respeto al rival, clave para conseguir la cuarta Europa League

Todo el mundo da como favorito al Sevilla FC en la final de mañana. Y es lógico, porque lo es. Sería absurdo negarlo, después de haber conseguido ser campeón en tres ediciones de la Europa League y de haber quedado quinto, aunque muy cerca del tercero y cuarto, en una de las ligas más potentes de Europa.

Pero el ser favorito no indica absolutamente nada. Sólo servirá para las casas de apuestas, pero mal haría el Sevilla en creerse superior al Dnipro, en creerse que va a ganar sólo con la camiseta, pues sólo si el Sevilla se esfuerza al máximo logrará superar al equipo ucraniano, que afrontrá la final cargado de ilusión y con un buen puñado de jugadores internacionales, con experiencia y calidad en sus filas. Entre ellos destaca sobremanera Konoplianka. No le he visto jugar, pero me he quedado impresionado al ver un corto vídeo sobre él. Me parece un jugador muy técnico, rápido y difícil de parar. El conseguir anular a este jugador será muy importante para ser campeones de nuevo.

De cualquier forma, tengo la misma sensación que el año pasado. Cuando el Benfica eliminó a la Juventus, pensé que el equipo italiano habría sido un rival más duro en la final. Y ahora pienso lo mismo. Aun siendo consciente de que no será fácil vencer al Dnipro, lo prefería antes que al Nápoles. Dicen los que vieron el enfrentamiento entre estos dos equipos, que el Dnipro tuvo mucha suerte. Si eso es cierto, entonces eso hace mucho más peligroso a los ucranianos, porque con la Diosa Fortuna de tu lado siempre es más fácil conseguir los objetivos.

Llevo ya varios días con el nervioneo en el estómago, y para esta final será aún peor, porque será la primera a la que no pueda asistir. Tendré que verlo por televisión, y eso me pone mucho más nervioso. Lo que peor llevo es escucharlo por la radio, pero también lo llevo mal el verlo por televisión, porque, además, de tener que aguantar las ridículas observaciones de los comentaristas –si se quita el sonido, también se pierde el sonido ambiente–, la pequeña pantalla no permite seguir los movimientos tácticos de los equipos, que es una de las cosas que más me gusta ver en un partido.

Espero una final muy complicada, donde el Sevilla deberá llevar el peso del partido y estar muy atento para no ser sorprendido al contragolpe o a balón parado. Y por supuesto, deberá correr más que el rival, como si les fuera la vida en cada balón. Sería un gravísimo error menospreciar al Dnipro. Estoy seguro de que Emery no lo permitirá y sabrá concienciar a los jugadores, si es que no lo están ya.

Y también espero, cómo no, que se traigan la copa para Sevilla. Y si no puede ser, agradecerles a esos magníficos jugadores que conforman el Sevilla FC que me hagan vivir partidos como el de mañana, que están marcados con letras de otro en el calendario futbolístico mundial.

Por último, felicitar a nuestros dos nuevos internacionales: Aleix Vidal y Sergio Rico. Vitolo también repite. Me pregunto para cuándo le llegará el turno a Iborra, que también está haciendo méritos para ello.

Sevilla FC 4 – Betis 0. Ganó el de casi siempre.

El Sevilla no hizo un buen partido, pero tampoco le hizo falta para superar a un lastimoso Betis, que apenas duró los dos minutos que tardó Bacca en perforar la portería verdiblanca.

El Betis dio algunos coletazos, hasta que Paulao nos hizo el favor de buscarse la tarjeta roja. A partir de ahí, ya fue coser y cantar, pues, hoy por hoy, el Betis apenas tiene equipo para inquietarnos. Nuestro rival –que ayer no fue tal– tiene un serio problema en defensa, con un portero y una línea defensiva que es un coladero. O se gastan los cuartos en el mercado de invierno, o se van a Segunda de cabeza.

En el Sevilla destacó Reyes. Una pena que no juegue así habitualmente. Cuando me enteré de que iba a ser titular, en detrimento de Jairo, no me gustó nada. Pero, claro, yo esperaba al Reyes de siempre, y no al Reyes de los derbis, que es otro totalmente distinto. En cualquier caso, creo que Jairo también habría sido una magnífica opción, y dada su velocidad y desborde, posiblemente habría entrado como cuchillo en manteca por la banda bética.

Tampoco me gustó que el Sevilla se mostrara tan magnánimo con el Betis. Al igual que ya ocurriera con el 5-1, no quiso hacer sangre y soltó el pie del acelerador. Si ellos hubieran estado en nuestra posición, no habrían hecho lo mismo. Se desperdició una buena ocasión para arreglar el goal-average, tan estropeado desde el partido del Bernabéu.

El árbitro no me gustó nada. Fue muy permisivo con el Betis, que repartió leña de lo lindo durante todo el partido, pero especialmente durante los primeros minutos. Podrían haberse cargado de amarillas. Menos mal que, al menos, no le tembló el pulso en la expulsión de Paulao, que fue uno de los momentos clave del encuentro.

El Sevilla consiguió ayer tres puntos muy importantes, que nos impulsan hacia arriba en la tabla, después de dos victorias consecutivas. Espero que el partido también haya servido para que Emery se convenza de que el doble pivote da mucha más consistencia y equilibrio al equipo, y se olvide de cabezonerías que no llevan a ninguna parte.

Partido plácido, sin mucha historia, donde ganó el de casi siempre: el equipo que nació para dominar Andalucía –y no sólo Sevilla, como decía erróneamente la pancarta de ayer–, y que puede resumirse en un genial mensaje que se está extendiendo como un reguero de pólvora por las redes sociales:

«Poco BACCA M’BIÁ la cosa en esta ciudad, VITO LO visto. IBORRA el mensaje si no te ha gustado».

Vitolo ya está en nuestra ciudad

Hace poco menos de una hora que ha llegado Vitolo al aeropuerto de San Pablo, donde ha sido recibido por Monchi.

Habrá que ver cómo se adapta a su nuevo equipo el jugador canario, pero, a priori, parece un jugador bastante interesante: joven (en noviembre cumplirá 24 años), rápido, técnico y goleador. La pasada temporada hizo 15 goles, tres de ellos de penalti.

Obviamente, con esa edad, aún le queda mucho por aprender y que mejorar. Pero, a poco que le acompañe la suerte y consiga adaptarse a una nueva categoría, puede dar lo mejor de su vida deportiva en el Sevilla.

La verdad es que tengo ganas de ver si su fama de buen jugador es merecida o no.

Vitolo vale más de tres millones

El nuevo fichaje del Sevilla ha costado, supuestamente, tres millones de euros. Según As, en noticia fechada hace menos de tres meses, Las Palmas rechazó una oferta del Real Madrid, por esa misma cantidad, para que Vitolo formara parte de su filial, pues el conjunto canario consideraba que su jugador valía más.

Hace tiempo que vengo escuchando que Las Palmas tenía dos jugadores que darían mucho que hablar: Jonathan Viera y Vitolo. El primero acabó fichando por el Valencia, y al segundo lo podremos disfrutar en el Ramón Sánchez Pizjuán.

Admito que no he visto aún jugar a Vitolo, pero en el enlace de As que he puesto en el primer párrafo hablan maravillas de él. Según este diario, Vitolo era pretendido por media liga. Támbién la prensa sevillana ha puesto a Vitolo como objetivo bético, pero teniendo en cuenta lo poco que aciertan, habría que poner este dato en entredicho.

Lo que sí es cierto es que, con el fichaje de Vitolo, aprecio un poco de overbooking con los jugadores de banda: Perotti, Reyes, Rabello, Marin, Vitolo y Jairo Samperio. Y no sé si se me olvida alguno, como Alberto Moreno, que también puede ocupar esa posición. También es cierto que alguno de estos jugadores también puede actuar de mediapunta, pero pienso que alguno podría salir. No sé por qué, pero me da la impresión de que si algún equipo da unos cuantos millones por Perotti, el argentino pasará a formar parte de la gloriosa historia sevillista.

Ya veremos si Vitolo es tan bueno como dicen.

Bienvenido al Sevilla FC.