No salgo de mi asombro, cuando a estas alturas, hay sevillistas que cuestionan si, verdaderamente, merece la pena clasificarse para la Champions o, por el contrario, es mejor clasificarnos para la Europa League, que es “nuestra competición”. A mí se me ocurren, al menos, tres razones para tener claro que nuestro objetivo debe ser, sin ninguna duda, la Champions:
Económico. Los premios que la UEFA dedica la primera competición europea y a la segunda difieren mucho. No es necesario dar todas las cantidades para dejar en evidencia que, desde el punto de vista económico, es mucho mejor ir a Champions:
Champions Europa League
Victoria en fase de grupos 1.000.000 € 200.000 €
Empate en fase de grupos 500.000 € 100.000 €
Clasificación a 1/8 3.500.000 € 350.000 €
Clasificación a 1/4 3.900.000 € 450.000 €
Clasificación a 1/2 4.900.000 € 1.000.000 €
Finalista (Ganador) 10.500.000 € 5.000.000 €
Finalista (Perdedor) 6.500.000 € 2.500.000 €
Aproximadamente, el campeón de la Champions ganaría un máximo de 37’4 millones de euros, y el de la Europa League, 9’9 millones. En la Supercopa, las cantidades serían de 3 millones para el ganador y 2’2 millones para el perdedor. Evidentemente, hay más posibilidades de jugar la Supercopa por la vía de la Europa League.
Prestigio. El prestigio también es muy importante, y no es lo mismo ser un equipo asiduo de la Europa League que de la Champions. Puede ser fundamental, por ejemplo, a la hora de fichar jugadores. Normalmente, siempre se decidirán por el club que les pague más, pero, en caso de duda, siempre preferirán un club donde puedan ganar títulos y les dé la oportunidad de jugar en la Champions.
Ambición. El Sevilla siempre debe aspirar a lo máximo, y lo máximo es jugar la Champions, donde están la mayor parte de los mejores equipos del mundo. Hay quien piensa que la competición del Sevilla es la Europa League, porque puede tener un largo recorrido e incluso ganarla. Por contra, en la Champions, tendría problemas para superar la fase de grupos y, como máximo, llegaríamos a la eliminatoria de octavos. Y esta forma de pensar me parece muy errónea, entre otras cosas porque puede darse el caso de que, al ser eliminado de Champions, dé lugar a pasar, directamente, a la fase de eliminatorias de la Europa League. Prácticamente, sólo en el caso de que el Sevilla llegara a la final, convendría, desde el punto de vista económico, el jugar la Europa League.
Recuerdo las palabras de José María Cruz, cuando en el Sevilla se festejaba, a lo grande, el simple hecho de clasificarse para jugar la Europa League –UEFA en aquel entonces–. Decía nuestro Director General que, para crecer, había que clasificarse todos los años para jugar en competiciones europeas y no sólo uno. En su momento, me pareció algo casi imposible de conseguir, pero, a día de hoy, me parece bastante complicado que el Sevilla no juegue en Europa. Pues exactamente lo mismo hay que conseguir con la Champions: no basta con clasificarse un año, sino debe tenerse una continuidad. Lógicamente, esto es muy complicado, porque hay varios clubes que nos superan en presupuesto, y por mucho, pero, al menos, hay que intentarlo. El Sevilla tiene la obligación de intentarlo, porque es cuestión de dinero, prestigio y ambición. Y el Sevilla no puede, ni debe, renunciar a ninguno de esos tres elementos, porque es lo único que nos hará más grandes de lo que ya somos.