El Sevilla se juega esta noche el pase a cuartos de final de la Europa League, y lo hará ante un gran rival que está demostrando su potencial tanto en la Europa League como en la Liga. Por tanto, es normal que todas las partes coincidan en que la remontada es posible. Sin embargo, del mismo modo que hay que reconocer que es posible, también hay que admitir que es realmente complicado que el Villarreal dé la vuelta a la eliminatoria, puesto que el Sevilla parte con una ventaja de dos goles y con un gran aliado: el cronómetro.
Es de Perogrullo el decir que será fundamental no encajar un gol en los primeros compases del partido, que es precisamente lo que empezó a hundir al Villarreal en su propio feudo. Si lo consiguieran, la eliminatoria se vería desde una perspectiva distinta por parte de los dos equipos. Y, por el contrario, si el Villarreal tardara en marcar, su moral se iría minando sin remedio.
La otra clave en el partido de ida fue la tremenda efectividad que mostró el Sevilla en casi todas sus llegadas a puerta. El Villarreal flaqueó en ese sentido, pero lo cierto es que creó más de tres ocasiones claras de gol, pero no subieron el marcador gracias al palo, o a las decisivas intervenciones de Sergio Rico, o a que sus disparos salieron desviados por muy poquito. Quiero decir con esto que el Villarreal tiene sobrada capacidad para hacer tres goles en la noche de hoy. Pero, por supuesto, también la tiene el Sevilla.
Claro que tres goles pueden no ser suficientes. Eso es lo que necesitan, como mínimo, para pasar la eliminatoria o forzar la prórroga. Es decir, que lo tienen verdaderamente complicado, sobre todo si el Sevilla se toma el partido en serio, lo cual, con lo que hay en juego, me parecería incomprensible que no se hiciera.
Confío en que Emery no caiga en la tentación de poner a Carriço en el centro del campo, porque eso, a mi modo de ver, desestabilizaría el equipo, puesto que se perdería seguridad defensiva –Pareja y Carriço son la mejor pareja de centrales, con mucha diferencia– y también se perdería potencial en el centro del campo, ya que el portugués ha demostrado, por activa y por pasiva, que no se le da muy bien la zona ancha. Yo me decantaría, sin lugar a dudas, por seguir aprovechando el sensacional momento en que se encuentra Banega, escoltándole con M’Bia e Iborra.
Partido grande esta noche en Nervión, entre dos magníficos equipos, repletos de grandes jugadores, y con un objetivo claro: estar mañana en el sorteo de cuartos de final de la Europa League. Y todo apunta a que, salvo desastre, se conseguirá.