Creía que iba a ser una eliminatoria más ajustada, más disputada, pero la realidad ha sido que el Sevilla ha sido muy superior al Levante, de manera que podría haber quedado sentenciada incluso en la primera parte. Pero sorprendentemente, esta primera mitad acabó en empate a uno, debido a las innumerables ocasiones falladas por el Sevilla y a que el Levante aprovechó la única ocasión que tuvo, en una falta muy mal defendida.
El 1-0 fue un golazo de Fernando Reges, que robó el balón y tras una pared, pisó el balón y lo ajustó al poste. El brasileño hizo muy buen partido, pero se ganó una tarjeta amarilla por una absurda mano que bien podría haber costado cara, porque quedaba aún mucho partido por delante.
La segunda parte siguió por los mismos derroteros, con dominio total sevillista. Empezó de la mejor manera posible, con el 2-1, obra de Ocampos, de nuevo tras regalo del Levante, con un buen disparo desde la frontal.
El Levante llegaba poco, pero cuando lo hacía, transmitía mucha sensación de peligro. De hecho, pudo lograr el empate hasta en dos ocasiones: en un córner donde no se cubrió bien el primer palo y en una ocasión clarísima que salvó Vaclík, tras una de esas típicas pérdidas de Banega en zona peligrosa que tanto me desesperan.
Menos mal que no hubo que lamentar más goles encajados, ya que nos podrían haber llevado a una prórroga que ningún sevillista quería. Había que buscar el tercero, para tener tranquilidad en la recta final, y llegó en una jugada que debió ser anulada, por fuera de juego –ajustado, pero fuera de juego- de De Jong, que pasó a Óliver Torres, ajustando el ex del Oporto perfectamente su remate con el interior del pie.
En mi opinión, el mejor del partido fue Óliver Torres. Hizo un partidazo, lleno de entrega, repartiendo juego a placer y coronándolo con un buen gol.
El Sevilla estará en el bombo, que es lo importante. Nos hemos quitado de en medio a un Primera, que ha sido el primer rival importante de la competición.
Próximo objetivo, Granada. Tres puntos vitales que no podemos dejar escapar. Hay que conseguir que el Ramón Sánchez Pizjuán sea un fortín en esta segunda vuelta, ya que han volado más puntos de los deseados, y si queremos estar en Champions la próxima temporada, hay que corregir esto lo antes posible.