El Sevilla fue capaz de sacar adelante uno de esos partidos difíciles, feos, donde hay que fajarse casi en cada metro del terreno de juego. Y también supo tener paciencia y concentración para no cometer ese error que provocara el contragolpe o la falta que el Gatafe se llevó esperando durante todo el partido.
Para afear aún más el encuentro, el Getafe se dedicó descaradamente a perder tiempo, sin que el árbitro, el murciano Sánchez Martínez, pusiera ninguna pega. El colegiado, además, también enfadó al público con algunos errores clamorosos de apreciación, o con decisiones inexplicables, como cuando perdonó la segunda amarilla a Mata, en la primera parte. Aunque, en honor a la verdad, también perdonó la segunda amarilla a Banega en el segundo tiempo.
Pero el Sevilla supo sobreponerse a todo.Y lo hizo con una mezcla de fortaleza física, calidad y, como he dicho antes, mucha paciencia. Porque el Getafe presionó de lo lindo, con las líneas muy juntas y con dos puntas que estaban ávidos de coger algún rechace, balón en largo, o simplemente, de aprovecharse de algún error de nuestros centrales, quienes hicieron un gran partido, al igual que casi la totalidad del equipo.
Obviamente, el desgaste que hizo el Getafe en la primera parte fue tremendo, ya que el dominio del Sevilla era total y los azulones se dedicaban a bascular, de banda a banda, en busca de un balón que rara vez tocaban.
El resultado me pareció muy corto, porque, como suele ser habitual, fallamos muchas ocasiones de gol, aunque en algunas de ellas se lució nuestro exguardameta David Soria.
La defensa del Sevilla fue capaz de mantener, una vez más, la portería a cero. Y eso no era fácil, pues Mata, Jorge Molina y Ángel han desmostrado tener facilidad goleadora. La explicación hay que buscarla en el gran partido defensivo del equipo –no sólo la defensa– , que ha posibilitado que el Getafe creara muy pocas ocasiones de gol. Por ejemplo, el partido que ha hecho Fernando ha sido descomunal. Ahí radica parte del éxito del Sevilla de Lopetegui. El brasileño aúna calidad y esfuerzo, siendo un jugador clave. También Jordán hizo un buen partido, pero Banega sigue dando una de cal (su tiro al poste y algún que otro buen pase) y otra de arena (pérdidas absurdas y peligrosas, y su poca cabeza para evitar tarjetas). Para mí, ha sido un milagro que Banega no fuera expulsado. Es más, no entiendo por qué Lopetegui no lo sustituyó. Del mismo modo, creo que Nolito debió ser sustituido antes. Es cierto que Nolito pone toda la voluntad del mundo, pero no es menos cierto que aporta más bien poco. En mi opinión, hay jugadores como Dabbur, Pozo o Bryan Gil que lo harían mejor que el sanluqueño.
Los dos goles fueron muy buenos, de excelente definición, de Chicharito y Ocampos, con asistencias de Óliver Torres y Jesús Navas, respectivamente.
Al final, tres puntos más para la buchaca, en un partido muy trabajado, muy meritorio, ante uno de esos rivales a los que nos cuesta superar y que se nos suele dar mal. Ahí estamos, en quinta posiición, a un punto del Granada, sorprendente líder.
Próximo partido, el Valencia, un rival directo y con mucha calidad en su plantilla. Para puntuar habrá que hacer otro grandísimo partido.