El partido de mañana es muy complicado. No sólo porque el Atlético de Madrid tiene un gran equipo, con una delantera muy peligrosa, sino porque el Sevilla sufrirá los efectos secundarios del robo del Villamarín, ya que no podrán jugar ni Gary Medel ni Federico Fazio. Un gran contratiempo, pues Fazio ahora mismo, tras la marcha de Spahic, es nuestro mejor central, y Medel es un trabajador incansable en la zona ancha.
El Atlético tendrá a su disposición a toda la plantilla, excepto a Arda Turan y Thiago. Será importante controlar a Falcao y, sobre todo, a Diego Silva. El brasileño es un grandísimo jugador, pero igualmente antideportivo. Si jugara en el Sevilla, estaría más tiempo sancionado que sobre el césped. Pero juega en el Atlético y tiene, por tanto, licencia para provocar, escupir, insultar, agredir… Lo que quiera.
Tendremos que hacerlo muy bien mañana para puntuar. Será necesario defender a un gran nivel, y, la verdad, con Botía atrás eso parece algo realmente complicado. Por consiguiente, nuestro trabajo en el centro del campo y en la delantera deberá ser sobresaliente.
Si no ganamos, y teniendo en cuenta el rival al que nos enfrentamos, también podría considerarse positivo el empate, puesto que el Betis ha vuelto a pinchar, esta vez en el Bernabéu, y no ha sido capaz de imponerse al Real Madrid B –o Real Madrid C. No lo tengo muy claro–, el Rayo sólo ha conseguido un empate en Mallorca y el Levante ha perdido.
Parece increíble, pero aún tenemos opciones de ir a Europa, y tenemos que agarrarnos a ese clavo ardiendo hasta el final.
El árbitro será González González. Visto el trato que estamos recibiendo esta temporada, como siempre, no espero nada bueno de él. Ojalá me equivoque, pero creo que no será así.