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Sevilla FC 2 – Almería 1. Sufrimiento máximo para lograr una victoria de mucho mérito

Se tenía que ganar y se hizo. Y se logró como se esperaba: con mucho sufrimiento. En mi opinión, esta victoria tiene muchísimo mérito, y me da la impresión de que, en general, el aficionado no es consciente de ello. Y lo tiene por las siguientes razones.

Fue capaz de dar la vuelta al marcador

Con la situación en la tabla que tiene el Sevilla, no es nada fácil sobreponerse al mazazo que supuso encajar el 0-1, apenas había arrancado el encuentro. Y sabemos que al Sevilla le cuesta un mundo crear ocasiones ante los equipos que se encierran atrás.

Seguimos con lo justo en defensa

Volvía Badé, pero Nianzou tuvo que retirarse con lesión, con lo que hemos tenido que afrontar con sólo un central sano buena parte del partido. Ello, lógicamente, provoca que, ante la falta de contundencia atrás, cualquier centro al área sea un drama. Es más, faltó muy poquito para que el Almería empatase en uno de esos centros.

Justito también en lo físico

Hace tres día el Sevilla tuvo un partido bastante exigente ante el Fenerbahçe en la Europa League, con lo que el Almería, como es lógico, estaba más descansado. No había nada más que ver cómo acabaron los jugadores del Sevilla el partido: totalmente extenuados.

Arbitraje criminal

Desgraciadamente, suele ser habitual que los árbitros nos masacren, con tarjetas y extrañas decisiones. Me parece increíble que únicamente señalara el árbitro el penalti que marcó Ocampos. Antes dejó otros dos, ambos clarísimos, sin señalar. El problema es que ahora con el VAR ya no hay excusas y queda claro que lo hacen adrede, lo cual es muy preocupante. Como el hecho de que Pape Gueye no haya podido jugar hoy, pues sólo se explica desde la corrupción que ni el árbitro, ni los comités de Competición, Apelación y TAD hayan sido capaces de hacer bien su trabajo. Tan difícil no creo que sea.

Y tampoco se puede obviar el tema de las tarjetas. A Badé se la enseñan en una acción que no es ni falta, y a Ocampos por protestar levemente un fuera de juego. Este mismo árbitro, como todos, permiten que se le encaren jugadores de otros equipos, e incluso que les insulten, y como son unos cobardes, entonces miran para otro lado. Punto y aparte es la que le enseñan a Lamela. Es una tarjeta tan estúpida como la norma. Por muy contento que estés, no hagas la gilipollez de quitarte la camiseta, porque puedes dejar al equipo en inferioridad en un lance del juego.

Lo mejor, por supuesto, han sido los tres puntos y que Badé no ha recaído. Lo peor, la lesión de Nianzou, que nos deja otra vez bajo mínimos en defensa.

En líneas generales, creo que el Sevilla ha sido bastante superior al Almería y, por tanto, la victoria parece justa. Pero menos mal que tenemos a Dmitrovic, que fue capaz de solucionar el gravísimo error de Jordán, que dejó solo ante el portero a uno de los mejores jugadores del Almería, como es Luis Suárez. Por cierto, creo que ahora mismo el serbio está en mejor estado de forma que Bono. En cualquier caso, son dos grandes porteros, con lo que esa posición está extraordinariamente bien cubierta.

La próxima final será contra el Getafe, donde ya podrá jugar Gueye, y seguidamente llegará el parón, el cual vendrá estupendamente para recuperar a algunos jugadores, como Marcao.

Sevilla FC 2 – Almería 1. Importantísima victoria

Victoria de gran importancia la conseguida ayer, ante un rival, el Almería, que es el típico equipo que se nos suele atragantar. Temo especialmente este tipo de partidos, con equipos que vienen a encerrarse, y más aún cuando se dan los condicionantes de ayer, donde fallamos infinidad de ocasiones en la primera parte.

Nos llevamos los tres puntos en el último suspiro, pero, en mi opinión, el partido debió quedar sentenciado en la primera parte, donde el Sevilla fue tremendamente superior al Almería. Sin embargo, la madera y nuestra falta de puntería permitieron que nuestro rival saliera vivo de esta primera mitad. Normalmente, cuando se fallan ocasiones tan claras como la que erró Gameiro poco antes de lesionarse, se suele pagar caro, pero, por suerte para nosotros, no fue el caso. Lo que sí pagamos, una vez más, fue nuestra falta de contundencia en defensa, que se vio perfectamente en el gol almeriense: Suso tiene todo el tiempo del mundo para pensar y dar un buen pase raso, que permitio a Rodri rematar a placer ante la salida de Beto. La defensa no pudo estar más estática. Nadie salió a presionar al pasador.

La segunda parte ya fue otro cantar, ya que se crearon muy pocas ocasiones de gol. Además, en una de las contras, el Almería pudo incluso adelantarse en el marcador, de no haber sido por el impresionante paradón de Beto a Rodri, que disparó a bocajarro. También tuvimos nuestro dosis de suerte, porque a Pareja, en esa misma jugada, no se le ocurrió otra cosa que despejar débilmente –debió ponerla en el segundo anillo–, a la frontal del área, donde había un jugador del Almería, que la mandó a las nubes.

A partir de aquí, empecé a ver bastante negro el panorama: la afición se impacientaba y daba la impresión de que nuestros jugadores estaban bajo mínimos físicamente. Si no se tenía cuidado, podía llegar un nuevo contragolpe almeriense que podría haber sido fatal. Habría sido demasiado perder ante el colista.

El árbitro, Iglesias Villanueva tampoco ayudaba. Se mostraba implacable con nuestros jugadores, pero, sin embargo, se permitió el lujo de perdonarle varias tarjetas a los almerienses. Una de ellas habría supuesto la segunda amarilla a Verza, en el minuto 55 de partido. También quiso echar una mano al Almería cuando decidió prorrogar el partido mucho más de los tres minutos anunciados.

Pienso que Emery arriesgó mucho, innecesariamente, al mantener a Iborra tantos minutos con una tarjeta amarilla. De hecho, hubo un par de jugadas donde Iborra entró con fuerza, haciendo entradas arriesgadas, jugándose la expulsión. Cristóforo debió de haber entrado antes, porque, además, tampoco es que el juego de Iborra esté maravillando.

No fue un buen partido el de ayer, sobre todo en la segunda parte, pero, a mi modo de ver, el Sevilla hizo méritos para no pasar apuros ante un Almería que tendrá que mejorar muchísimo para salir del pozo.

En cuanto a los jugadores, Beto fue decisivo, al igual que Marin y Rakitic. Por fin, Marin aportó algo al equipo, e incluso presionó más de lo habitual.

En el lado negativo, de nuevo Bacca. Salió de refresco, pero parecía que era el jugador más cansado. Las últimas actuaciones del colombiano me están llevando a pensar que igual Rusescu debería ser el segundo delantero.

Al final, nos llevamos tres puntos de oro, muy trabajados, que son la diferencia entre mirar hacia Europa o mirar hacia los puestos de descenso, aunque fuera de reojo.