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Sevilla FC 2 – Celta de Vigo 2. Punto muy meritorio

Temía este partido, por la baja de Koundé, y porque el Celta venía enrachado, habiendo ganado tres de los últimos cuatro partidos disputados. Y además, porque nos visitaba el gran Iago Aspas, que es para mí uno de los mejores delanteros nacionales, si no el mejor. Lástima que fuera malvendido en su día, porque podría habernos dado mucha gloria.

El partido fue bastante extraño, con una primera parte donde el Sevilla parecía nervioso, con poca paciencia e incómodo ante la presión celtiña. Como suele ser habitual, con dificultad para crear ocasiones de gol cuando el rival se encierra con orden.

Y precisamente cuando el Sevilla creó un par de ocasiones, pudiéndose adelantar perfectamente en el marcador, inmediatamente después, como justo castigo por perdonar a su rival, llegó el 0-1. Contragolpe visitante y Cervi la enganchó bien, batiendo a Dmitrovic.

Mazazo. Pero lo peor es que el Sevilla no tranquilizaba su juego, se precipitaba, y en otra pérdida de balón totalmente evitable, llegó el balón a Aspas. Rekik no debe conocer bien a Aspas, porque no le encimó y le dejó pensar al borde del área. Pecado mortal que llevó al 0-2.

Se ponía el partido negrísimo, porque la efectividad del Celta era abrumadora –llegó dos veces y marcó dos goles–, y, sobre todo, porque el Sevilla parecía ofuscado, sin ideas.

Pero la segunda parte fue otra cosa. El equipo tiró para arriba, arriesgando bastante, y empezó a crear ocasiones. Fue clave la aportación de Papu Gómez. Causó estragos al Celta por banda y con su movilidad. Él fue el encargado de acortar distancias, con un buen disparo desde la frontal que se coló por la escuadra. Y también centró al área, pocos minutos después, para que Óliver Torres cogiera un rechace y batiera por bajo a Dituro.

Habría sido precioso que Óliver Torres hubiera sido el héroe del partido al marcar el 3-2, pero, desgraciadamente, no fue así, y su cabezazo lo repelió el poste.

Los minutos finales fueron de bastante tensión, y cualquiera de los dos pudo llevarse el gato al agua.

En mi opinión, el jugador del partido fue Diego Carlos. Hizo un auténtico partidazo y salvó un gol cantado, cortando un contragolpe del Celta. Es un jugador tan importante que no lo vendía de ninguna de las maneras, a no ser que presionara para irse. Y en todo caso, por una cantidad cercana a su cláusula.

Por otro lado, Acuña hizo un mal partido. Irreconocible. Un error suyo costó uno de los goles. En la segunda parte mejoró, pareciéndose al Acuña que todos conocemos.

Muy bien la afición, animando al equipo y mostrando total indiferencia hacia el segundo equipo de la ciudad, con permiso del Sevilla Atlético.

No era lo previsto lograr sólo dos puntos de los últimos seis en juego, pero también es cierto que el Sevilla los ha afrontado con 10-12 bajas. En cuanto vuelvan a ser de la partida jugadores tan importantes como Bono, Koundé o En-Nesyri, el equipo debe notarlo para bien.

Para el próximo partido visitaremos al Osasuna, equipo siempre complicado. Esperemos que para entonces tengamos a algunos jugadores importantes recuperados.

Sevilla FC 1 – R. Sociedad 0. Increíblemente, ganamos un partido

Parecía imposible que ganáramos un partido, porque lo mereciéramos o no, nunca llegaba la victoria. Hoy se han hecho bien las cosas y hemos tenido la pizca de suerte necesaria.

Es evidente que Caparrós, en apenas unos días, le ha dado su toque personal al equipo, en aspectos importantísimos que tanto Berizzo como Montella descuidaban o, directamente, no hacían.

Por ejemplo, se ha notado muchísimo la intensidad que han puesto todos los jugadores. Bueno, casi todos. Tampoco vamos a esperar intensidad en Correa.

También me ha dado la impresión de que Caparros ha insistido en la defensa. Me ha gustado mucho cómo ha defendido hoy el Sevilla: en la zona adecuada, ni muy adelante ni muy atrás; con las líneas muy juntas, con un doble pivote capaz de robar y distribuir, con más intensidad en la marca… En definitiva, un cambio abismal con el Sevilla al que estamos acostumbrados. De hecho, la Real, que es muy buen equipo, con jugadores de mucho talento, apenas nos ha creado ocasiones de gol.

Caparrós se ha dado cuenta de algo que a todos los sevillistas nos parece evidente: que Roque Mesa es mucho mejor jugador que Pizarro. Mesa, además de robar más balones, tiene más capacidad para retener el balón y más rapidez y precisión para distribuirlo. Y eso, a la hora de la verdad, se hace patente en la fluidez del juego.

De la alineación, no me ha gustado que jugara de inicio Nolito, pues aportar bien poco al juego ofensivo, aunque hay que reconocer que voluntad no le falta. Sin embargo, el único gol del partido llegó tras un buen pase suyo, de penalti. Penalti que, desde mi posición, no me pareció. La televisión me sacará de dudas.

Tampoco me gustó ver a Banega tan adelantado. Creo que ahí se desaprovechan sus cualidades. Para jugar en esa posición quizás le vendría mejor un poco más de velocidad. Pero a estas alturas Banega no va a cambiar, porque eso es innato. Lanzó a la perfección el penalti. Con los pocos que nos pitan, como para que lo hubiéramos fallado.

Buen partido de Sandro, que se hartó de correr. A Sarabia no le sale absolutamente nada. Falló algún gol cantado. Espero que el descanso que se ha buscado –provocó descaradamente la amarilla– le venga bien, porque es un jugador que debe ser determinante, si lo recuperamos física y mentalmente.

El equipo lo dio todo, y eso es lo único que le pedimos. Después el resultado depende de muchos factores.

Partido trabajadísimo, con pérdidas de tiempo, luchas metro a metro… angustioso, porque se veía con claridad que había muchos jugadores fatigados, dando la impresión de que los de la Real estaban más frescos.

Tres puntos y a esperar. Hay que seguir sumando, de tres en tres, en esta recta final de temporada.