Chute de realidad la que nos puso en vena Jose María del Nido en el día de ayer. Reconoció errores, muchos, pero sin dar nombres y apellidos, entre otras cosas porque eso no lleva a nada positivo. Es importante que se reconozcan errores, porque es el primer paso para corregirlos e intentar que no se vuelvan a producir.
Ayer Del Nido dio muchas noticias importantes, pero destacaron tres: la confianza en Míchel para el nuevo proyecto, la reducción del presupuesto y la considerable bajada del precio de los carnets.
A mí me hubiera gustado tanto la opción Caparrós, quien conoce perfectamente la casa, como la opción Míchel. Si el consejo ha optado, por unanimidad, por la continuidad de Míchel, pues bienvenido sea. El exmadridista contará ahora con una pretemporada y una plantilla remodelada. Será diferente, no se sabe si será mejor o peor, pues también dijo ayer Del Nido que se tendrá que traspasar jugadores, y, lamentablemente, los que tienen más papeletas son Negredo y Medel. Espero que, al menos, a Navas lo dejen tranquilo.
La reducción del presupuesto ha sido bestial. Ha bajado, nada más y nada menos, que un tercio. Ha pasado de 90 a 60 millones de euros. Es el signo más claro de que ahora comienza un nuevo Sevilla.
Dejará de ingresarse una buena cantidad por abonos, puesto que el precio de estos van a sufrir una bajada importante. Bajada que es totalmente lógica, ya que esta temporada no podremos disfrutar de partidos europeos, y la crisis económica se agudiza cada día que pasa.
Como baja el presupuesto, también bajan los objetivos. Ya se olvida la Champions –de puertas para fuera– y se considera un éxito clasificarse para la Europa League. Este nuevo objetivo me parece muy razonable, por dos motivos. En primer lugar, porque conseguir plaza Champions es muy complicado, ya que dos plazas son para Madrid y Barcelona, la tercera, probablemente, será para el Jequemálaga, que nada en la abundancia económica, y para la cuarta nos llevan ventaja el Valencia y el Atlético de Madrid, y estamos igualados con el Athletic de Bilbao. Sin contar con cualquier equipo sorpresa que pueda surgir, como suele ocurrir. Por tanto, la plaza Europa League me parece un objetivo más realista.
Y, en segundo lugar, me parece razonable bajar el objetivo, porque así se baja la enorme presión que tiene ahora el club. Tenemos una afición muy exigente, que tiene fresca en la memoria los títulos y los éxitos. Parece que tenemos que ganar a nuestros rivales por 4-0 y jugando maravillosamente bien. Y eso sólo lo hacen dos equipos en España, y porque disfrutan de privilegios y juegan con reglas diferentes. Mientras antes olvidemos el pasado glorioso, mejor, porque esa etapa ya pasó.
Lo peor, en mi opinión, de la rueda de prensa de ayer, fue cuando Del Nido confirmó que Jose María Cruz dejará el club. Para mí ha sido una de las piezas claves del Sevilla campeón, aunque su trabajo haya sido en la sombra. Es un profesional muy cualificado y un ejemplo de prudencia, sensatez y buen hacer. Será muy difícil de sustituir.
Del Nido también habló de fichajes. Dijo que había ya cerrado dos, siendo uno de ellos Javi Hervás. No quiso decir el nombre del segundo, pero todo parece indicar que será el jovencísimo jugador chileno Bryan Rabello, que ayer cumplió 18 años.
Comienza un nuevo Sevilla que tiene por objetivo el volver a lograr títulos, lo que probablemente llevará años de buena gestión. Para ello, deberán cambiarse muchas cosas, pero ya es un paso adelante el que se hayan reconocido los errores y que se sea consciente de que hay que empezar casi desde cero.