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Sevilla – R. Sociedad. Casi sin margen de error

El partido de esta noche bien puede considerarse casi una final, pues está en juego el dejar prácticamente asegurada la cuarta plaza, o bien, en caso de perder, pasar a depender de otros. Por tanto, el margen de error es mínimo. Hoy debe ganarse o, como mal menor, empatar, con lo que nos lo jugaríamos todo, en caso de que nuestros rivales hagan los deberes, en el último partido de Liga, contra el Osasuna.

Como ven, obvio el partido contra el Real Madrid. No sólo porque haya distancias siderales entre ambas plantillas y en respeto arbitral, sino porque Sampaoli ya ha dado sobradas muestras de que se arruga en los grandes estadios. Es decir, el uno en la quiniela parece asegurado.

En cuanto a nuestros perseguidores, el que más me preocupa no es el Villarreal, sino el Athletic Club. A no ser, evidentemente, que el conjunto amarillo dé la campanada y gane en el Camp Nou. Pero eso, jugándose el Barcelona la Liga y, sobre todo, jugando Messi, parece tan improbable como que el Sevilla gane en el Bernabéu.

Sin embargo, el Athletic tiene que visitar al Alavés, y entre equipos vascos ya sabemos que no es que se echen una mano, sino las dos. Aunque puede que ahora se lo piensen dos veces, ya que uno de los factores que se tienen en cuenta a la hora de repartir los derechos de televisión es la posición clasificatoria, y el Alavés podría perder un dinerito si baja en la clasificación.

Después el Athletic recibirá a un Leganés que podría tener ya asegurada la permanencia, pues esta jornada recibe al Betis, una presa fácil, ya que se trata de un equipo que está con «las chanclas puestas» y que se permite incluso el bochorno de ser goleado en su propio estadio por el Alavés.

El conjunto de Valverde finalizará la Liga en el Vicente Calderón. A priori, un partido muy complicado, pero el Atlético de Madrid no se jugará ya nada. Mi esperanza, en caso de que necesitemos que pinche el Athletic, es que el conjunto de Simeone quiera despedirse de los suyos, y de su estadio, con una victoria.

Pero, sin duda, lo más importante es lo que hagamos nosotros. Las cuentas son bien sencillas si se ganan los partidos, y esta noche nos visita un conjunto como la Real Sociedad, que está haciendo una gran temporada y que tiene como objetivo meter la cabeza en los puestos de Europa League.

Si la Real Sociedad está séptimo, y con buenas opciones matemáticas incluso para hacerse con la quinta plaza, es porque tienen un buen equipo. Desde mi punto de vista, destacan  Carlos Vela, Oyarzabal, Illarramendi y Xavi Prieto, aunque también tiene jugadores que están dando un buen rendimiento, como Canales o el malagueño Juanmi, que está haciendo bastantes goles esta temporada. De William José no tendremos que preocuparnos, pues es una de las bajas por lesión, junto a Aguirretxe, Carlos Martínez y David Concha.

En cualquier caso, si el Sevilla está a su nivel y el árbitro –González González– no nos perjudica mucho, deberíamos ganar el partido, aunque seguro que no será fácil. De hecho, el equipo blanquiazul ya ha ganado en nueve ocasiones fuera de su estadio, lo que demuestra claramente su potencial. El Sevilla sólo ha ganado fuera siete partidos.

Supongo que, una vez más, me quedaré con las ganas de ver como titulares a Ganso y Ben Yedder. Creo que esa dupla tendría bastante peligro, aunque lo ideal sería ver a Ganso-Ben Yedder-Jovetic. Pero eso quizás ya sea mucho pedir, y también es cierto que Franco Vázquez hizo un gran partido en Málaga, donde marcó, por partida doble.

Dada la importancia del encuentro, el estadio debería estar lleno, porque, además, no se prevé lluvia para la hora del partido.

 

 

 

Ni el mismísimo Mateu Lahoz puede con este Sevilla

El árbitro de ayer era uno de mis temores, puesto que, desgraciadamente, ya sabemos todos de lo que es capaz. Más o menos se contuvo en el primer tiempo, pero en el segundo se destapó y empezó a mostrar tarjetas amarillas, sin ton ni son. A los jugadores del Sevilla, porque los de la Real parece que tenían patente de corso. Impresionante la entrada que recibió Banega –muy cerca de mi posición en el estadio– finalizando el partido, merecedora, como mínimo, de tarjeta amarilla, y no pitó ni falta.

Por suerte, aunque Mateu Lahoz consiguió desquiciar a los jugadores del Sevilla y a la afición, no hubo que lamentar males mayores. Acabamos con once jugadores y con los tres puntos en el zurrón.

Y nos llevamos los tres puntos más por garra que por juego. Tuvimos un buen arranque, donde pudimos haber sacado una buena ventaja en el marcador, pero poco después del gol, llegó una pájara que duró hasta el descanso. La Real no es que creara muchas ocasiones, pero un solo gol de ventaja da mucha intranquilidad, puesto que una jugada desafortunada por nuestra parte, una de calidad del rival, o incluso una jugarreta de Mateu Lahoz, podía mandar todo al garete.

En el segundo tiempo, con Mateu Lahoz desatado, intentamos sentenciar, aunque sin éxito. La Real sólo inquietaba a balón parado. Desde luego, hay que agradecerle a Arrasate que dejara en el banquillo a Carlos Vela, quien es, sin duda, el mejor jugador blanquiazul.

Si contra el Córdoba fue M’bia el que hizo un auténtico partidazo, ayer el que destacó sobremanera fue el polaco Krychowiak. Hizo una exhibición de entrega, fuerza, compromiso y calidad. Incluso cortó una ocasión de gol, llegando como último hombre. Jugadores como Krychowiak, Aleix Vidal o Vitolo, que no paran de correr durante los 90 minutos, son fundamentales para que el equipo no pierda intensidad. Los tres derrochan ganas y esfuerzo que logran contagiar a sus compañeros.

Por el lado negativo, hay que señalar la falta de efectividad de la que hicimos gala anoche. Afortunadamente, bastó el golazo de Deulofeu, que voleó un sensacional pase, repleto de técnica, de Trémoulinas.

Y cómo no, también hay que lamentar que Carlos Bacca siga en plan figurita. Ayer no aportó nada. Prácticamente, casi se puede decir que jugamos con diez jugadores, si no fuera porque, aunque no haga nada, siempre tendrá un marcador pendiente de él.

Con trece puntos ya en el casillero, el Sevilla está preparado para intentar asaltar el complicadísimo feudo del Manzanares. Auténtica prueba de fuego ante el que puede ser un rival directo por la Champions, siempre que mantengamos el actual nivel de juego.

Tras cuatro jornadas, el Sevilla colista

Eso es lo que ocurrió la temporada pasada. Despues de jugarse cuatro jornadas, el Sevilla se encontraba en la última posición de la tabla clasificatoria, con el cachondeo de los de siempre –que, precisamente, son los que menos deben reírse de los demás–. Por aquel entonces se decía, y con razón, de que la liga no había hecho nada más que empezar y que aún quedaba muchísimos puntos en juego.

Quiere esto decir que, al igual que entonces no debía de haber motivos para preocuparse en demasía, ahora tampoco los debe haber para lanzar las campanas al vuelo, aunque es cierto que el equipo muestra síntomas que nos hace ser optimistas. Pero yo, hoy por hoy, entiendo el optimismo, como máximo, en tener posibilidades de conseguir plaza Champions y en llegar a la final de la Europa League. La Copa del Rey, desde que está manipulada para que Barcelona y Madrid se encuentren en la final, y la Liga, dado el reparto televisivo actual, las doy por imposibles.

Además, pensando fríamente, hasta ahora, el Sevilla sólo se ha enfrentado a un equipo fuerte, el Valencia, al que dejó escaparse vivo, dejándose empatar en los últimos minutos y, además, mientras estaba en superioridad numérica. Por tanto, tendremos una idea más exacta de lo que puede dar este equipo cuando juguemos los dos próximos partidos, contra la Real Sociedad y, sobre todo, contra el Atlético de Madrid, en el Manzanares. Ahora bien, mucho tendremos ganado si logramos vencer a todos o casi todos los equipos inferiores, que, afortunadamente, son la mayoría.  Pero ¿cuántas veces hemos visto cómo equipos candidatos al descenso nos pasaban por encima? Afortunadamente, eso no está ocurriendo hasta el momento.

En cuanto al partido de ayer, donde se ganó merecidamente por 1-3 a nuestros «hermanos» del Córdoba, hubo cosas que me gustaron y otras que no tanto.

Por ejemplo, me gustó mucho que el Córdoba apenas nos creara ocasiones de gol, fruto, sin duda, del buen trabajo defensivo en el centro del campo y defensa. Y no me gustó, absolutamente nada, que con 2-0 en el marcador se perdonaran varias ocasiones que podrían haber dejado sentenciado el partido. De haber tenido más concentración, no habríamos pasado los minutos de intranquilidad que siguieron al 1-2. Gol que dejó en evidencia la relajación de nuestros jugadores: dejaron centrar tranquilamente al área pequeña, donde remató a placer Borja García.

El máximo responsable de no haber cerrado el partido antes fue Carlos Bacca. A pesar de sus dos goles, no me gustó el partido del colombiano. Pecó de egoísmo cuando debía prevalecer el grupo, y falló lo que un jugador de calidad, como él, no puede fallar nunca, como en la jugada donde intenta hacer una vaselina al portero, cuando lo más fácil y lógico era fusilar. Jugada, por cierto, con la que nos solía desesperar Negredo.

Pero otros jugadores estuvieron a un altísimo nivel, como Krychowiak, Carriço y, especialmente, Aleix Vidal. Aparte del gran derroche físico del que hace gala en todos los partidos, ayer evitó un gol cantado, asistió en el primer gol y provocó la falta que dió lugar al segundo gol. En mi opinión, fue el jugador más decisivo del partido. También Sergio Rico estuvo salvador en las pocas ocasiones en las que tuvo que intervenir.

Está muy bien conseguir diez puntos de doce posibles, pero lo más sensato es huír de euforias e ir paso a paso. Ahora, a recibir a la Real Sociedad, partido donde se nos exigirá más que ante el Córdoba y donde se antojan imprescindibles las rotaciones, porque se debe —para hacer grupo y lograr que todos los jugadores estén implicados– y porque se  puede –hay banquillo–.

 

Sevilla-Real Sociedad. Importante partido ante un rival superior

Es evidente que el partido de mañana es muy importante para seguir aspirando a mantenernos en los puestos de Europa League. Y es tan importante como complicado, porque la Real Sociedad nos supera en todo: en la tabla clasificatoria, en plantilla, en conjunción como equipo y, por supuesto, en el banquillo.

Miedo me da lo que se le estará pasando por la cabeza a Emery para suplir las bajas de Pareja e Iborra. El que vaya convocado el canterano Carlos Fernández hace indicar que jugaremos con los dos delanteros y que Rakitic jugará más atrasado. El quid de la cuestión es saber si Emery pondrá a Carriço en su sitio o cometerá la imprudencia y error de poner como central a Fernando Navarro, para que el portugués pueda jugar en el centro del campo.

Jugar con Fernando Navarro de central sería dar muchas facilidades a jugadores tan peligrosos y decisivos como Carlos Vela y Antoine Griezmann. Pero la Real Sociedad no está ocupando la sexta plaza, a ocho puntos de distancia, sólo por estos dos jugadores, sino porque es un equipo con mayúsculas, que defiende y presiona muy bien,  y que, por si fuera poco, también tiene mucha pólvora arriba.

En el centro del campo, sus hombres más importantes son Xabi Prieto –puede no ser titular– y Rubén Pardo, a los cuáles ya los quisiera yo en mi equipo. Mal lo podemos pasar como nuestros delanteros no ayuden defendiendo.

La fortaleza en la defensa se la dan los centrales Mikel Gonzalez e Iñigo Martínez. También me los traía al Sevilla con los ojos cerrados.

Que la Real es un gran equipo pudo verse claramente cuando le ganó cómodamente al Barcelona por 3-1. Y pudieron caerle a los azulgranas muchos más.

Ahora bien, por supuesto, el Sevilla puede ganar perfectamente al equipo donostiarra. Pero para eso tendrá que hacer las cosas muy bien, en todas las líneas, y luchar y pelear tanto como nuestro rival. Si no, no tendremos nada que hacer.

Si perdemos mañana, la sexta plaza se pondrá inalcanzable. Pero si ganamos, daremos un paso muy importante para que la temporada no acabe en fracaso.

El soplapitos será Hernández Hernández. Esperemos que no nos machaque mucho. Aunque quizás sea mucho esperar, si tenemos en cuenta la racha que llevamos con los árbitros.

Sevilla-Maribor. Tonterías, las justas

Al Sevilla se le presenta la espléndida oportunidad de plantarse en cuartos de final de la Europa League, a medio que se hagan bien las cosas. Y esto es así porque, a priori,  ni Maribor, ni Rubin ni Betis deben ser rivales que nos pongan en apuros. Especialmente el Maribor, que ya dejó claro en el partido de ida que es un rival bastante endeble.

Eso a priori. Luego hay que ver a posteriori, puesto que aún está muy presente la pifia ante el Santander. Este descalabro tuvo su inicio desde el momento en que Emery despreció al rival y dio por sentenciada la eliminatoria –se ganó 0-1 en Santander–, atreviéndose a alinear de inicio a M’Bia como central, a muchos suplentes, e incluso a algún que otro «suplente de suplente».

Es de esperar que Emery haya aprendido de aquel error que nos eliminó prematuramente de la Copa del Rey, y se tome el partido de hoy con la seriedad que se merece. Lo preocupante es que Emery no se caracteriza precisamente por aprender de los errores, sino en recaer en ellos, y no sería de extrañar que le dé por reservar jugadores con vistas al importante partido contra la Real Sociedad.

Reservar jugadores ante la Real me parecería un gran error, sobre todo porque lo más normal es que la Real nos gane el domingo. No se puede obviar que los donostiarras tienen jugadores de un gran nivel, algunos de ellos grandísimos jugadores, como Vela o Griezmann, y además está más conjuntado y mejor dirigido que nosotros. Después el balón y el árbitro dirán, pero, en principio, el Sevilla-Real Sociedad se presenta como un partido muy complicado, aunque es obvio que, como todos los partidos, se puede ganar.

La Europa League es la competición que más me ilusiona de las tres competiciones de esta temporada, siendo la Copa del Rey la que menos. La Europa League da dinero, prestigio y no está manipulada. Por tanto, para mí sería un duro golpe que nos eliminaran antes de cuartos de final, pues sería, como digo, desaprovechar una oportunidad muy buena que se nos presenta de llegar a una fase avanzada de la competición, donde ya, lógicamente, nos esperaría un rival importante.

Así que, Emery, por favor, tonterías las precisas y las justas. No nos defraudes aún más –que ya es difícil– , no hagas más experimentos absurdos y sal a ganar el partido desde el principio, respetando al rival y sin tirar los primeros 45 minutos a la basura.

Hoy hay que dejar sentenciada la eliminatoria lo antes posible y entonces, y sólo entonces, es cuando se debe pensar en la Real Sociedad. Nunca antes.

El partido de ayer: Sevilla 1 – R. Sociedad 0

El Sevilla superó, con algunos problemas, a una Real Sociedad que demostró ser un equipo muy serio. A pesar de ser un equipo recién ascendido, ya ha dado muestras en las primeras jornadas de ser un equipo peligroso, y es que tiene jugadores de primer nivel, como el francés Griezman y Xavi Prieto –que ayer se retiró lesionado–, y otros que pueden llegar a serlo pero que, por ahora, son jóvenes promesas, como Aguirretxe y Illarramendi, que no salieron de inicio ayer.

La Real Sociedad no sorprendió en su planteamiento, porque hizo lo mismo que todos los que visitan el Ramón Sánchez Pizjuán: acumular hombres en el centro del campo y esperar agazapado atrás, a la espera de algún contragolpe o sorprender a balón parado. Afortunadamente, ayer el equipo estuvo muy bien en defensa, y la Real no creó ninguna ocasión de peligro. Sólo inquietó a balón parado, y no demasiado. También destacar el juego de Medel y Trochowski que se fajaron de lo lindo en la zona media.

El partido del Sevilla no fue bueno, en parte por el entramado que formó la Real en el centro del campo, que fue difícil de superar, y en parte porque hay jugadores que no están a buen nivel, como Perotti, Navas o Kanouté. Sin embargo, estos dos últimos, aun no estando en su mejor momento, siguen decidiendo partidos por su gran calidad.

El árbitro no influyó en el resultado, pero me llamó la atención que siguió la misma línea que todos demás, y es que nos sacan tarjetas con muchísima facilidad. Pienso que debió señalar un penalty que le hicieron a Negredo en una clara ocasión de gol, ya que el defensa le empujó con el brazo, y no con el hombro, que sí hubiera sido carga legal. Pero también es verdad que es difícil que piten penalti por un empujón, a no ser que sea muy exagerado.

Por último, decir que noté cierto nerviosismo en la grada, a medida que pasaban los minutos y el marcador no se movía. Incluso ya oí las primera voces críticas con Marcelino. Y yo no lo entiendo, la verdad. El juego no es brillante, ¿pero qué equipo hace un juego espectacular, aparte del Barcelona? Y eso que aún no hemos perdido ningún partido en liga. El día que perdamos el primero no quiero ni pensar qué pasará.