Al tercer día de la nueva era sevillista, llega este Friburgo-Sevilla de la Europa League que hubiera sido un trámite, de no haberse dejado ir el equipo contra el Estoril en aquel infame partido casero, donde el Sevilla casi se arrastró por el terreno de juego.
En realidad, tampoco es que haya mucho en juego en la noche de hoy, pues ya se tiene la clasificación asegurada. Si acaso, el prestigio de quedar primero de grupo y el recibir unos 300.000 euros más, ya que la UEFA paga bastante más por ganar un partido que por empatarlo, e igual ocurre por quedar primero o segundo de grupo.
En cuanto al potencial de nuestros posibles rivales si llegamos a octavos de final, tanto quedando primeros como segundos de grupo, nos pueden tocar rivales durísimos. Por ejemplo, si quedamos primeros, nos podrían tocar el Shakhtar Donetsk, Benfica, Basilea o Nápoles. Casi nada.
Por cierto, el Nápoles ha sido el primer equipo en quedar eliminado de la Champions tras conseguir 12 puntos. Su grupo era durísimo, con Arsenal y Borussia Dormunt, y a pesar de ganar 2-0 al Arsenal, no pudo clasificarse –le faltó un tercer gol–. En mi opinión, el Nápoles sería el rival más duro, con diferencia, aunque también los ucranianos del Shakhtar tienen muy buen equipo.
Y si quedáramos segundos de grupo, los cocos serían la Juventus y el Oporto, que también están plagados de buenos jugadores. Se da la circunstancia de que la final será en el estadio de la Juventus, con lo que los italianos tendrán una especial motivación.
Si se puede ganar hoy, mejor que mejor, pero me da la impresión de que el partido verdaderamente importante es el del próximo domingo, cuando recibamos al Athletic Club de Bilbao. Ése es un partido lanzadera, y no hay más remedio que ganarlo si queremos llegar a los puestos de privilegio.