Por fin, una victoria. Por fin, somos capaces de dejar nuestra puerta a cero. Por fin, acabamos el partido con once jugadores. Y, finalmente, por fin el árbitro se equivoco a nuestro favor.
No es que el árbitro fuera un amigo. Todo lo contrario, pues estuvo en el nivel habitual. Del Cerro Grande se hartó de perdonar tarjetas amarillas a los jugadores de Osasuna, mostrando un distinto rasero a la hora de señalar las faltas. Pero sí es verdad que el gol del Sevilla debió ser anulado por fuera de juego de Reyes. Es un fuera de juego difícil de ver. En directo e incluso por televisión, no se aprecia, hasta que se congela la imagen.
La primera parte del Sevilla fue nefasta. Se hizo todo mal. Sin embargo, en la segunda parte se mejoró algo, más que nada a base de casta. Lo que no me gustó nada, pero absolutamente nada, fueron los pocos minutos desde que marcó el gol el Sevilla hasta el final. Todos nuestros jugadores estaban al borde de un ataque de nervios y no había quien pusiera un poco de orden. Afortunadamente, el rival de ayer era el Osasuna, pero tenemos que mejorar muchísimo para que el equipo salga de los puestos de la mediocridad.
Por último, mencionar el partidito que hicieron Negredo y Rakitic. Fue para que lo vendieran por 8 y por 4 millones, respectivamente. Con el nivelito que mostraron nuestros jugadores más avanzados, lo normal es que hubiéramos acabado con un 0-0 en el marcador. Menos mal que aparecieron Spahic y Reyes, que fueron de lo mejorcito ayer.
A ver si este resultado sirve para que cojamos algo de confianza, porque nos hace muchísima falta.
No quiero acabar el post pasando por alto el comportamiento de los Biris. Me pareció, simplemente, demencial. Con el equipo arriconando a Osasuna, luchando por tres puntos importantísimos, en lugar de animar al Sevilla se dedican a despotricar contra Del Nido.
¿Cuándo dejarán los Biris de comportarse como béticos?