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Con Nzonzi, a perder el menos dinero posible

Berizzo no está teniendo suerte en el Sevilla. En pretemporada el Sevilla perdió a Vitolo y ahora, con la temporada comenzada, ha perdido a Nzonzi, quien, en mi opinión, era el jugador más importante de la plantilla, ya que es el que daba equilibrio en el centro del campo. Nzonzi es bastante técnico, y tiene calidad de sobra para mantener el balón cuando el rival presiona, cortar contragolpes gracias a su zancada y visión de juego, o para pasar con precisión, aunque no se le puede pedir un pase milimétrico entre los centrales, al estilo Banega. Pero, lastimosamente, ha cometido el error de faltar el respeto a su entrenador, a la entidad, a los aficionados y a sus propios compañeros de plantilla.

Desconozco los detalles exactos de todo lo que ocurrió en el descanso del Liverpool-Sevilla, pero me parece imperdonable que se fuera directamente a su casa, sin esperar a que finalizara el partido. Según dicen, de haber sido elegido para pasar el control anti-doping, podría haber metido al club en un serio aprieto. También me parce incomprensible, aunque choquen profesionalmente, que no acudiera a visitar a Berizzo al hospital, como hizo toda la plantilla. Ya estamos hablando de no tener sensibilidad. Y, por supuesto, espero que el club le haya puesto una buena multa por no acudir al entrenamiento o entrenamientos –creo que faltó a dos– siguientes al partido contra el Liverpool. Menos mal que, según decía en una entrevista que le hicieron días antes, en Bein Sports Francia –la cual adjunto al final del post–, con motivo de su convocatoria con la Selección Francesa, Nzonzi aseguraba que era un profesional y que estaba dispuesto a cubrir las necesidades del grupo y de su entrenador. Si no fuera así, no sé qué habría hecho.

Yo no quiero un jugador así en mi equipo, por mucha calidad que tenga. Como él tampoco quiere estar en el Sevilla, y lleva dando la lata para irse desde la misma pretemporada, lo mejor es venderlo por lo máximo posible y buscar un buen sustituto. Será difícil de conseguir fichar a alguien que le sustituya con garantías, sobre todo ahora, en el mercado de invierno, que es más limitado y caro, pero Nzonzi ya no aportará nada en lo deportivo.

Creo que de este enfrentamiento entre Nzonzi y Berizzo/Sevilla FC perderán las tres partes. El jugador, porque habiendo sido ya convocado con su Selección, se arriesga a que no le vuelvan a llamar –en su nuevo club igual no tiene continuidad o no se adapta bien– . El entrenador y el Club también perderán, porque se va un jugador importante y el Sevilla se verá obligado a venderlo por bastante menos de lo que marca su cláusula de rescisión.

Es una pena que un jugador del nivel de Nzonzi tenga que salir por la puerta de atrás, pero ya se han ido jugadores de mucha más calidad que el francés y el Sevilla sigue estando entre los mejores equipos de Europa y del Mundo. No creo que le echemos de menos… Si acierta Arias, claro, porque, hoy por hoy, se nota una barbaridad que Nzonzi no está.

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Nzonzi, el recluta de Los Blues

Steven N’Zonzi había advertido: «Soy bastante tranquilo y discreto». Eso no encaja con los periodistas, pero a menudo es el caso. Y el jugador del Sevilla no mintió. Este enorme larguirucho de 1.96m enseguida estuvo de acuerdo con definirse, de acuerdo con sus costumbres y preferencias en el centro del campo: «Juego a menudo en 4-4-2 o 4-3-3. Cambié durante la pasada temporada a un 4-3-3 por delante de la defensa. Me gusta, pero puedo adaptarme a varias posiciones. Soy profesional, cubro las necesidades del grupo y del entrenador.

El excentrocampista del Blackburn es tan tímido que incluso no ha querido revelar la canción de su novatada. Laurent Koscielny lo hizo un poco más tarde, evocando a Master Gim (sin saber el título de la pieza) … ¿Qué fue de su vida? «Una temporada en la Ligue 2, por lo que no está tan publicitada como la Ligue 1 …» Fue en Amiens a la edad de 20 años. Después, Blackburn de 2009 a 2012 (se codea con Moussa Sissoko en escalafones inferiores), Stoke hasta 2015, y N’Zonzi ahora comienza, a los 28, su tercera temporada en Sevilla. «Esta experiencia profesional me ha ayudado», dice. Salir de Francia para ir al Blackburn fue difícil, pero me ha enseñado mucho y me ha hecho progresar. No cambiaría nada de lo que he hecho».

No cierra la puerta al Congo.

Para saber un poco más, Koscielny es más hablador: «Jugué contra él en la Premier League. Supo imponerse, tiene cuerpo para eso … En Blackburn, recuerdo que había muchos balones largos. Los centrales y él subían a rematar cada córner y cada saque de banda… Era excepcional, pero desconocía que también lo era técnicamente. Ha progresado muchísimo. La Liga, Unai Emery y Jorge Sampaoli han pasado por allí … «Nos enfrentamos en agosto, con el Arsenal, en un amistoso, y él me causó una fuerte impresión. Se siente cómodo con los dos pies».

Koscielny establece un paralelismo con su propia carrera: «Al igual que Olivier Giroud o yo, ha tenido una trayectoria un poco atípica. Tuvo que luchar. Aún demuestra que, con trabajo, se puede llegar «. No siendo tan torpe como para eludir el tema, N’Zonzi no cierra completamente la puerta al Congo, que le había propuesto defender sus colores, y todavía puede hacerlo (ya que los Blues solo jugarán dos amistosos): «Estaba centrado en el Sevilla cuando sucedió. Realmente no lo pensé. Y aquí tengo la suerte de haber sido convocado por los Blues, así que me concentro en lo que está sucediendo. No puedo permitirme pensar en lo que sucederá «.

 

 

Para mantener a nuestros mejores jugadores hay que crecer. Y no es tan fácil, lleva tiempo

Recuerdo que hace algunos años, cuando festejábamos las clasificaciones para la Copa de la UEFA, José María Cruz decía que, para crecer, era necesario conseguir la clasificación europea todos los años, y no sólo uno. Por aquel entonces, parecía una quimera, algo imposible, pero hoy es una bonita realidad. Realmente, muy mal lo tiene que hacer el Sevilla para no estar en Europa.

Ahora seguimos creciendo, con el objetivo marcado de conseguir todos los años la clasificación… no ya para la Europa League, sino para la Champions League. Este objetivo es bastante complicado, ya que Madrid y Barcelona tienen aseguradas las dos primeras plazas, y el Atlético tiene recursos y potencial para tener, prácticamente, asegurada la tercera.  Con lo cual, para entrar en Champions debemos hacer una gran temporada y superar a equipos importantes, como Valencia, Villarreal o Athletic de Bilbao, junto con la típica sorpresa que salta todas temporadas, que en esta última fue la Real Sociedad.

Tener plaza Champions asegurada, año tras año, nos dará un gran potencial, tanto económico como deportivo, pero, no obstante, hay que ser conscientes de que siempre habrá equipos por encima nuestra, a todos los niveles. Por tanto, los sevillistas no deberíamos sentirnos frustrados porque tal o cual jugador no quiera seguir en el Sevilla, o no le podamos pagar la ficha. Me refiero, concretamente, a los recientes casos de Vitolo, N’Zonzi o Jovetic.

Hay que recordar que el Sevilla tiene que cumplir con un tope salarial. A nadie debería sorprender que el Sevilla no pueda pagar una ficha de 3,5 millones de euros, libres de impuestos, que tiene Jovetic. Es más, muy pocos clubes pueden pagarla. Aunque, si bien es cierto que ahora no podemos pagarla, hay que aspirar a poderlo hacer, a corto o medio plazo. Hay que crecer, y eso no sólo pasa por la clasificación anual para la Champions, que es fundamental, sino que también es importantísimo aumentar todos los ingresos, principalmente por derechos de televisión, marketing, abonos y taquillas.

En todos estos conceptos estamos muy… pero que muy por detrás de muchos clubes. Por ejemplo, el Sevilla no tiene patrocinador principal en las camisetas, y ése es un lujo que no puede permitirse. El Manchester United cobra más de 70 millones de euros al año por llevar de patrocinador a Chevrolet. El Chelsea, 55 millones; Arsenal, 40; Barcelona, 35… Nosotros nunca podremos llegar a esas cifras, pero, desde luego, no debe ser de cero euros.

Para crecer, también deberíamos ampliar el Ramón Sánchez Pizjuán. La reforma que ha hecho Castro no está mal, pero llevamos varias temporadas donde el número de abonados está a tope. No se hacen más porque sólo quedan libres los abonos más caros y que no todo el mundo puede permitirse. Las zonas más asequibles están llenas. También, durante la temporada, se llena el estadio en los partidos más importantes. Es decir, llevamos varios años perdiendo dinero. Es cierto que una ampliación del estadio cuesta un dineral, pero pienso que es posible si se hace poco a poco o con un patrocinador. Pero, claro, supongo que si no somos capaces de encontrar un patrocinador para la camiseta, para el estadio ya ni hablamos. Eso sí, la reforma del estadio tendría que hacerse sin riesgos económicos y de manera que el potencial del primer equipo no se viera afectado. Sería imperdonable repetir errores del pasado.

Mientras crecemos, debemos aceptar que haya jugadores, como Vitolo o N’Zonzi, que quieran emigrar a equipos que están por delante de nosotros, y que, por tanto, le pagarán mucho más y donde tendrán más posibilidades de ganar títulos. Lo que sí sería de lamentar es que se fueran por menos de lo que marcan sus cláusulas de rescisión.

Pero no podemos olvidar que, por mucho que crezcamos, siempre habrá clubes que nos superen en masa social, ingresos por TV, marketing, patrocinadores, y en todo tipo de ingresos. Hay que intentar que esos clubes sean cada vez menos, pero eso lleva mucho tiempo. Mientras tanto, bien haríamos en disfrutar del enorme mérito que supone ser el octavo equipo con mejor coeficiente UEFA. Mantener o mejorar ese octavo puesto sólo lo podremos hacer siguiendo el método que tan buen resultado nos está dando: vendiendo por más de lo que compramos, es decir, generando plusvalías. Hay que ser conscientes de que muchos de nuestros competidores nos superan en todo, y sería absurdo no valorar, en su justa medida, lo mucho que se está consiguiendo.

Según L’Equipe, N’Zonzi abre la puerta a la selección de Congo

Lo que faltaba, que encima fuera a la Copa de África y nos quedáramos sin un jugador importante bastantes partidos, aunque igual, a esas alturas, algún club pudiente habrá puesto ya los millones de la cláusula encima de la mesa.

El breve artículo de L’Equipe dice lo siguiente:

Sevilla: No citado por La Azul, Steven N’Zonzi abre la puerta a Congo.

En una entrevista a La Gazzetta dello Sport, Steven N’Zonzi abre la puerta a la selección de Congo.

Autor de excelentes actuaciones con el Sevilla FC, Steven N’Zonzi espera siempre la llamada de Didier Deschamps para la selección francesa. El centrocampista de 27 años ha recordado esta esperanza en una entrevista en La Gazzetta dello Sport. «En Francia ni siquiera se sabe que soy francés… Broma aparte, trabajo y espero. Aún puedo jugar con la selección de Congo (tiene doble nacionalidad), una puerta que no está en absoluto cerrada, principalmente porque aún están luchando para clasificarse para el Mundial de 2018. Sam Allardyce también había intentado hacerme jugar con la selección inglesa, pero no tenía el pasaporte en regla. Y después está Francia. Ya se verá. No estoy intranquilo», ha explicado N’Zonzi.

Celta 2 – Sevilla FC 2. Dos nuevas finales para el Sevilla FC

Otra final más de la década prodigiosa, la número trece, y la catorce podría ser la Supercopa de España, pues casi con toda seguridad el Barcelona será el campeón de Liga. Aunque yo espero que antes juguemos la final de la Europa League. Por ser positivos, que no quede.

El Sevilla comenzó muy serio, con orden, tocando el balón y sin precipitarse. En la primera parte, llegó a tener tres ocasiones claras de gol, siendo la más clara el cabezazo al poste de Carriço. A los 35 minutos llegó primer gol celtiña, obra de Iago Aspas y que daba un halo de esperanza a nuestro rival.

No obstante, la eliminatoria estuvo controlada en todo momento, aunque con el 2-0 llegó algo de intranquilidad, porque un tercer gol podría ponernos en apuros. Pero Banega sentenció, o resentenció, la eliminatoria sólo dos minutos después, definiendo con mucha clase. El argentino se marcó un partidazo, aunque en ocasiones llega a desesperar por su individualismo.

Inmediatamente después el Celta dispuso de un penalti que yo creo que no fue. Es más, creía que el mal árbitro que es Martínez Munuera iba a enseñar tarjeta amarilla a Guidetti por el piscinazo, pero, para mi sorpresa y la de Sergio Rico, señaló el punto de penalti. De hecho, Guidetti también creyó que le iban a enseñar amarilla y se levantó como un rayo para seguir la jugada y evitar la sanción. Además, físicamente es imposible que una entrada a ras de suelo, como era la de Sergio Rico, provoque que el delantero salga disparado hacia arriba.

Por fortuna, esta jugada no tuvo consecuencias, puesto que Sergio Rico sólo vio amarilla y Guidetti estrelló el balón en el poste. Peor aún fue el otro error grave del árbitro: la tarjeta amarilla que le mostró a N’zonzi, en el minuto 88 y que le impedirá jugar la final. Desde mi punto de vista, no fue ni falta, pero, si lo era, en ningún caso merecería tarjeta. No contento con eso, Martínez Munuera, una vez finalizado el partido, le enseñó la segunda amarilla y lo expulsó, supuestamente, por protestar. Por un lado, ya hay que ser miserable para expulsar a un jugador por eso, pero por otro lado, N’Zonzi ya se debería de haber dado cuenta de que los árbitros españoles no tienen absolutamente nada que ver con los ingleses. Aquí son más chulos que un ocho y no suelen tener respeto por los jugadores. Bueno, más bien, con algunos jugadores, con los que no pertenecen a los considerados por la prensa como «grandes».

Los otros apercibidos, Rami y Kolo, no vieron ninguna amarilla y podrán disputar la final. Pienso que, dada la ventaja que llevaba el Sevilla, fue una temeridad hacerlos jugar, porque, sobre todo, la baja de Rami habría sido muy importante.

En la recta final, Vitolo hizo un jugadón para asistir a Konoplyanka, que machacó a placer, logrando el empate a dos definitivo. Tuvo mérito la jugada, porque a esas alturas el terreno de juego era una piscina y costaba mucho hacer rodar el balón.

Ahora queda lo más difícil: derrotar en la final al que probablemente sea el mejor equipo del mundo. Dificilísimo, pero a un solo partido tenemos más posibilidades. Ojalá sea el 22 de mayo, domingo. Significará que habremos jugado la final de la Europa League.