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Mirandés 3 – Sevilla FC 1. El Mirandés fue muy superior. Clasificación más que merecida

Bueno, pues lo que muchos temíamos, ha ocurrido. Y lo temíamos porque el Mirandés jugaba en casa y estaba muy mentalizado. Para ellos es el partido del año, y para el Sevilla es uno más, uno que debe ganar, a no ser que se haga un muy mal partido. Y se hizo un mal partido. Vaya si se hizo. El formato actual de la Copa del Rey no permite errores. Si lo haces mal, palmas. Y palmamos.

En el desastre de hoy –porque es un desastre y de los gordos–, veo dos principales culpables: Lopetegui y Ever Banega. Lopetegui por no poner al equipo titular, cuando el partido de hoy era importantísimo, mucho más importante que el del domingo. Y Ever Banega por su lamentabilísimo partido. No quiero pensar en que su mente está en Arabia, en los treinta millones de euros que se va a llevar calentito, pero lo cierto es que hoy lo ha hecho todo mal. El segundo gol, el que marca una frontera difícil de superar y que es clave, es total responsabilidad suya.

Y menos mal que Vaclík ha hecho un buen partido, porque, de no ser por él, el marcador habría sido de escándalo. Evitó el 3-0 hasta en tres ocasiones, con grandes intervenciones. Especialmente brillante cuando paró el penalti, provocado estúpida e innecesariamente por Diego Carlos.

El Mirandés fue superior en todo: en ganas, concentración, tácticamente, y lo que es más importante: efectividad de cara a puerta. El Sevilla volvió a demostrar que tiene un problema con el gol, y aún está por ver que En- Nesyri y Suso sean la solución.

Él único gol del Sevilla, obra de Nolito, llegó demasiado tarde, con el tiempo ya cumplido.

Sienta mal la derrota, histórica y que debe servir para que no haya más confianzas en el futuro, pero hay que admitir que es merecida. Peor me sienta cuando es inmerecida o por culpa de errores arbitrales.

Y si os sentís mal, como es normal y lógico, pensad en los que se han recorrido los casi ochocientos kilómetros…. Que se dice pronto: casi ochocientos kilómetros que separan Miranda de Ebro de Sevilla, para ver este esperpento.

Evidentemente, la temporada aún puede ser exitosa, pues tenemos en nuestras manos la posibilidad de clasificarnos para la Champions League y alzarnos con la sexta Europa League. Pero lo de hoy ha sido una puñalada en el corazón, de la que hay que recuperarse lo antes posible, pues tenemos por delante retos tan complicados como motivantes.

Ojalá esta eliminación no afecte al importante partido del domingo, ante el Alavés, porque los ánimos pueden estar a flor de piel, y eso siempre es peligroso. Hay que hacer un gran partido, vencer y convencer, para intentar dejar atrás, lo antes posible, el lamentable partido que hemos visto hoy.