Obviamente, el Leicester no es ninguna perita en dulce. Sería absurdo ponerle ese calificativo cuando ha quedado primero en su grupo y, además, es el vigente campeón de la Premier League.
Ahora bien, entre los posibles rivales estaban el Ársenal, Nápoles y el Borussia Dortmund. Los tres equipos están plagados de buenos jugadores, pero, sobre todo, en mi opinión, los alemanes eran el principal objetivo a evitar. Y es que el Borussia tiene individualidades de mucha categoría y que te deciden el partido en un visto y no visto. De hecho, están disputándole el título al todopoderoso Bayern de Munich. Por tanto, se puede considerar que hemos estado afortunados en el sorteo. Pero sería un terrible error que eso nos llevara a un exceso de confianza.
Si llega ese exceso de confianza sería reincidente, porque no deberíamos olvidar que ya nos eliminó el CSKA de Moscú y el Fenerbahçe. Y si no recuerdo mal, el Ramón Sánchez Pizjuán no estaba lleno en ninguna de las dos ocasiones. Y en un partido de ese nivel, tendría que haber estado hasta la bandera y haber sido una olla a presión.
Por cierto, me ha llamado la atención las palabras de Ranieri. El técnico argentino, tras alabar al Sevilla, ha dicho que si equipo nunca es favorito, entiendo yo haciendo referencia a que el Leicester aún no tiene un gran nombre en Europa. Y eso puede hacerlo incluso más peligroso, porque lo que está claro es que sigue teniendo un buen equipo, aunque quizás esté echando en falta el equilibrio que daba Kanté.
Otro punto a tener en cuenta es que los partidos serán en febrero y marzo. Es decir, que habrá un mes para que ambas plantillas cambien. No quiero pensar por ejemplo, que llegue un club ricachón y pague la cláusula «irrisoria» de 30 millones de euros. En todo caso, el Leicester, o cualquier equipo inglés, es mucho más fuerte económicamente que nosotros.
Probablemente, el partido se decidirá en la vuelta, pero si queremos tener posibilidades de pasar a Cuartos de Final, tendremos que jugar a un gran nivel y llevar alguna ventaja, aunque sea mínima.
Bonita eliminatoria, donde estará en juego mucho dinero y prestigio. Como para perdérsela.