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Sevilla FC 3 – Levante 1. Victoria, pese a los graves errores en las dos áreas

Extraño partido en el día de ayer. Se empezó poniendo el partido de cara muy temprano, antes del minuto de juego, en el segundo 54, por medio de Gameiro. En la siguiente jugada pudo empatar el Levante. A Sergio Rico le sorprendió el bote del balón, aunque no iba demasiado fuerte, y casi se la traga. Afortunadamente, el balón dio en el larguero.

Y poco después, el mismo jugador pudo marcar el segundo, tras sensacional pase de Reyes, pero erró y, además, tuvo el feo detalle de no ceder el gol en bandeja a Iborra, que le acompañaba la jugada y habría rematado a placer.

El tercer error grave también tuvo como protagonista a Gameiro, quien con toda la portería para él, tiró al muñeco en vez de colocar, y Mariño consiguió despejar el balón con los pies.

Y por último, un doble fallo, o más bien triple, que provocó el único gol del Levante: Sergio Rico saca en corto para Cristóforo, que está rodeado por varios jugadores del Levante y que aún así, intenta sacar el balón jugado, perdiéndolo en una zona donde jamás se puede perder un balón. La jugada la finalizó Rossi, que no tiró bien, pero aún así, Sergio Rico se la tragó. Nuestro guardameta, normalmente tiene seguridad atajando el balón, pero ayer quedó claro que no fue su día. Aunque también hizo después una parada de mérito que habría supuesto el segundo gol del Levante.

Normalmente, cuando se tienen tantos errores, y tan llamativos, en las dos áreas, es difícil ganar un partido. En mi opinión, nos salvó el poco nivel de nuestro rival, que demostró que no está por casualidad de farolillo rojo. Sus números son de claro descenso: 22 partidos jugados, 17 puntos, 41 goles en contra. Pero si enfrente hubiéramos tenido un equipo de más enjundia, como el Celta de Vigo, nuestro próximo rival, nos habría dado un buen repaso.

Por cierto, la mayoría de las ocasiones que creó el Levante fueron por la banda derecha. Reyes y Mariano son buenos atacando, pero, de defender, poquito. Y lo cierto es que la banda derecha del Sevilla fue un coladero.

Me gustó el partido de Gameiro, que hizo un gol y asistió en otro. Aunque también es verdad que debió marcar un segundo gol y haber dado una asistencia más, hizo un partido bastante completo.

Cristóforo también hizo un gran partido. Su único error, al no querer dar mandar el balón a las nubes, fue el inicio del gol levantinista.

A Konoplyanka lo vi muy lento, pero hizo un gran gol, de disparo potente y a la escuadra, que fue el que dio la tranquilidad de que los tres puntos se quedarían en casa.

Llorente volvió a demostrar que no está para nada. Todo lo contrario que N’zonzi, que cada día está más entonado.

El Levante lo puso difícil, pero más por nuestros errores que por sus aciertos. Hubo un momento peligroso, donde el Sevilla bajó la intensidad, no sé si por exceso de confianza o por cansancio. Pero, por suerte, no hubo que lamentarse ante un rival que nos tenía cogida la medida.

Poco a poco nos vamos situando donde debemos estar. Quintos y subiendo. Eso espero.

Las cosas inexplicables de Emery

Emery me parece un buen entrenador. No creo que sea de los mejores, ni tampoco que sea uno del montón. Pero hace algunas cosas que yo no le veo explicación.

Por ejemplo, acaba de empezar la temporada y parece que ya tenemos un nuevo caso Iago Aspas, sino que esta vez la «víctima» es Ciro Immobile, un recién llegado que no ha tenido una buena experiencia en su equipo de procedencia: el Borussia Dormunt.

Prácticamente, a los sevillistas no nos ha dado tiempo de ver a Immobile. En lo poco que lo he visto, no me ha gustado. Me ha parecido un jugador que tiene una gran habilidad para quedarse en fuera de juego, y no es de extrañar, porque se puede decir que vive en fuera de juego. Tampoco ha estado afortunado de cara a puerta. Lo mejor que le recuerdo fue un cabezazo al larguero, creo que contra el Borussia Mönchengladbach, y una asistencia a Konoplyanka en la final de la Supercopa de Europa.

Cierto es que Immobile no llegó en buena forma física y que, hoy por hoy, tiene por delante a Gameiro, delantero titular indiscutible, y a Llorente, que ha llegado como el fichaje estrella, junto a Konoplyanka –aunque Llorente está en el mismo plan que Immobile: aportando poquísimo, o más bien nada–. Pero, en mi opinión, Immobile debería tener más minutos, o ir, al menos, convocado. No parece una decisión inteligente tenerlo en el ostracismo, socavándole la poca moral que debe quedarle, sobre todo cuando el italiano ha sido uno de los fichajes más importantes, rondando los once millones de euros.

Además, la participación de Immobile daría descanso a un Gameiro que lo está jugando todo. El partido contra el Getafe, una vez sentenciado, habría sido ideal para que el italiano cogiera confianza. Partido en el que, por cierto, no estuvo nada afortunado Llorente.

Si Emery no confía en Immobile, tampoco parece una buena estrategia el no darle oportunidades. De esa forma está depreciando al jugador  y, al no estar en el escaparate, difícilmente habrá compradores dispuestos a hacer una buena oferta por él.

La única explicación que se me ocurre sobre el asunto Immobile es que haya habido falta de disciplina. Pero si ese fuera el caso, quizás sería mejor ponerle un multazo en condiciones, y, a ser posible, con la máxima discreción. Que esas cosas les gusta mucho a la prensa.

Emery también me ha dejado a cuadros con su actitud con Konoplyanka. El ucraniano me sorprendió gratamente en la final de la Europa League y yo era de los que no entendía que no jugara. Cuando solucionó el partido, a falta de cinco minutos para el final, de golpe franco directo, ante el Rayo –primera victoria–, pensé que un jugador que es capaz de resolver partidos así, no debe estar nunca en el banquillo. Aunque no defienda –para eso hay otros–, o no defienda tanto como al entrenador le gustara, debe ser titular.

Después, ante Manchester City y Getafe, también hemos podido comprobar que tiene un gran golpeo de balón, una excelente visión de juego y mucha velocidad. Konoplyanka fue una pesadilla para los defensores del Getafe. Su exhibición hace preguntarse por qué diablos no jugó antes. Como si nos sobraran jugadores de calidad. Y para colmo,  su fichaje no ha salido nada barato.

Espero y confío en que Konoplyanka siga de titular y que a Emery no le dé por cambiar lo que funciona, que es otra de las manías que jamás entenderé del de Hondarribia.

Elche 0 – Sevilla FC 2. Por el buen camino, pero con bastante por mejorar aún

Quizás es que me estoy volviendo demasiado exigente, pero a mí el partido contra el Elche no me gustó. Claro que tampoco me importó, porque yo soy resultadista 100%. Prefiero que el Sevilla juegue fatal y gane, a que juegue maravillosamente bien y pierda. Precisamente, esto último es lo que más me revienta del fútbol, después de perder por culpa del árbitro.

La primera parte que hizo el Sevilla me pareció nefasta: sin intensidad, sin ambición y fallón. Sólo tuvimos dos ocasiones claras y perdonamos.

En la segunda parte, mejoramos algo, pero sin llegar a hacer un gran juego. El partido estaba equilibrado en el marcador, hasta que llegó el penalti a Deulofeu, que el árbitro se encargó de sacar fuera del área. Fue un error sin consecuencias, puesto que al saque de la falta llegó el gol, aunque en fuera de juego de Bacca.

Entonces Emery hizo un cambio que no entendí: meter a un segundo delantero cuando se va ganando. Me pareció más apropiado reforzar el centro del campo para así tener más posesión y minimizar, aún más, las posibilidades de que el Elche creara ocasiones de gol.

Pero la jugada le salió bien a Emery, porque el Elche falló un par de ocasiones que tuvo, y fue precisamente Gameiro quien hizo el segundo gol, finalizando de perfecto cabezazo una buena jugada de Trémoulinas y Denis Suárez.

La buena noticia del partido fue que volvió Gameiro, y lo hizo como debe hacerse: goleando. La mala noticia es que sigue fallando esa clase de goles que nunca debe fallar un delantero, y menos aún con la calidad que tiene el francés. Desperdició una ocasión inmejorable para conseguir el 0-3. Afortunadamente, el Elche no dispará entre los tres palos hasta bien pasado el minuto ochenta de partido, pero quizás el fallo de Gameiro pudo abocarnos a un final de infarto, si el rival hubiera tenido algo más de calidad.

Deberíamos cuidar más las tarjetas tontas, como las que hicieron Coke y M’Bia, por agarrar a un rival en el centro del campo, en jugadas sin peligro. También es verdad que el árbitro estuvo muy quisquilloso, pero ese tipo de jugadas están fuera de lugar.

De nuevo, magnífico partido el de toda la defensa, excepto el lateral derecho. Quedó claro que Coke no es gran cosa, pero es el mejor lateral derecho que tenemos. Diogo Figueiras fue un desastre el tiempo que jugó. Este muchacho no tiene la cabeza bien amueblada. Se jugó la expulsión al darle una patada estúpida a un rival y también dejó de perseguir a un rival porque creyó que el balón había salido por la banda. Yo también creo que el balón salió, pero si el árbitro no pita nada, Diogo nunca puede dejar de correr. Son detalles que evidencian que a este jugador, junto a la falta de calidad que demuestra, le viene grande el Sevilla. De hecho, aún no sé qué le vio la Secretaría Técnica para que se decidieran por su fichaje.

Por otro lado, el centro del campo estuvo sensacional. M’Bia y Krychowiak lo cortaron todo. Junto con Pareja y Carriço forman un muro difícil de franquear para nuestros rivales, a los que, prácticamente, les obligamos a entrar por banda como último recurso. A mi entender, estos cuatro jugadores son la clave para que llevemos sólo 8 goles encajados en 8 partidos. Una media bastante buena, sobre todo teniendo en cuenta que la mitad de ellos los encajamos en un solo partido.

Tres puntos más en el talego y yo más contento que un cochino en un charco. Y es que es un gustazo mirar la clasificación. La pena es que quedan aún 30 jornadas por disputarse.

Betis 0 – Sevilla FC 2. El Sevilla se llevó el derbi invisible en un partido muy polémico

El Sevilla se llevó tres puntos importantísimos al vencer en un derbi que llegó casi sin avisar. El principal problema con el que se enfrentaba el Sevilla era que no había tenido apenas tiempo para preparar el partido, al haber disputado recientemente un intensísimo partido ante el Oporto, en Europa League. Lógicamente, Emery debía presentar un equipo en plenitud de facultades físicas, por lo que, prácticamente, estuvo obligado a renovar la mitad del equipo titular. Por contra, el Betis tuvo todo el tiempo del mundo para preparar a conciencia el partido. Salir vencedor del derbi era la única alegría que podría llevarse la afición bética en esta temporada, pero ni por esas.

El partido del Sevilla no fue bueno. Empezó mal, dominando con claridad el Betis, pero sin crear ocasiones de gol. La primera jugada polémica llegé en una entrada, dentro del área de Iborra a Baptistao. Lo vi por televisión, y a  mí me pareció penalti, aunque en las tomas que mostraron no se veía con claridad si el portugués tocó balón o no. El árbitro estaba bien situado y no pitó nada.

El Sevilla sólo inquietó algo en una contra de Gameiro, que se quedó solo ante el portero, pero se dejó ganar la partida por Amaya.

Pero la jugada que decidió el encuentro fue en un penalti polémico. Bacca se quedó solo ante el portero, tras hacer él mismo una obra de arte e irse de varios contrarios, y es derribado por Juan Carlos. Penalti y expulsión. A mí no me pareció penalti, y tras ver la repetición menos aún. Es cierto que el jugador bético derriba a Bacca, pero toca balón.  Pocos minutos antes había ocurrido una falta similar, a favor del Betis, en la frontal del área sevillista. Era una falta peligrosísima, pero inexistente, puesto que Alberto Moreno también tocó balón. Afortunadamente, se lanzó sin consecuencias.

A partir de aquí, Velasco Carballo demostró ser muy mal árbitro. Las dos jugadas polémicas anteriores, los dos posibles penaltis, eran jugadas de apreciación y difíciles de ver, y donde hay que tomar las decisiones en décimas de segundo. Pero tras el 0-1, logrado al transformar Gameiro el penalti, el árbitro, posiblemente por el remordimiento, intentó compensar en cada jugada, a favor del Betis, convirtiendo el partido en una retahíla de errores arbitrales, a cuál más grave.

El doble rasero del árbitro fue vergonzoso. Si enseña tarjeta amarilla a Trochowski por agarrar a un contrario, debe hacer lo mismo si el que agarra es un jugador bético. Y no lo hizo, no en una sino en dos ocasiones. Además, la amarilla que le enseñó a Vitolo fue de chiste.

También perdonó la segunda amarilla a Rubén Castro, en la jugada en que éste lesiona a Alberto Moreno. Y a N’Daye –o como se llame– también le perdonó la segunda amarilla,  hasta en dos ocasiones.

Por si fuera poco, erró al anular un gol a Carriço por fuera de juego inexistente y convirtió un penalti por manos claras y voluntarias en un fuera de juego, que tampoco existió. Aunque en esta ocasión el culpable fue el linier.

Este evidente afán de Velasco Carballo por compensar puso en peligro el resultado, hasta que Gameiro aprovechó un buen pase de Diogo para hacer el 0-2 y sentenciar el partido.

No fue un buen partido del Sevilla, que debió amarrar el partido mucho antes, pero lo importante es que se ganó, nos afianzamos en puestos de Europa League, y,  de paso, seguimos mirando de reojo los puestos de Champions, por si le da al Athletic por pinchar.

El protagonista del partido fue, sin duda, Velasco Carballo. No se puede errar tantísimo en tan poco tiempo. Y eso que es internacional. Si no recuerdo mal, este mismo árbitro fue el que nos birló tres penaltis contra el Valencia, en nuestro estadio.

Ahora, a seguir la racha en liga, ante el Granada y, después, a pensar en el partidazo de Europa League contra el Valencia. Dos partidos vitales donde no podemos fallar.

Betis 0 – Sevilla FC 2. A Cuartos de Final, en otra gran noche europea

Muy meritorio encuentro del Sevilla FC, que fue capaz de remontar la eliminatoria, a pesar de las numerosas bajas en el centro del campo y del resultado tan adverso de la ida. La fe y la calidad de nuestros jugadores superó al miedo que tenían en el cuerpo el entrenador y jugadores béticos. Prueba de ello es que incluso el Betis llegó a achicar la anchura del terreno de juego un par de metros. De nada les sirvió.

El partido fue controlado casi en su totalidad por el Sevilla, teniendo el Betis, que yo recuerde, sólo una ocasión clara de gol, protagonizada por Rubén Castro, en la segunda parte, al encontrarse un balón en el área y que despejó Rakitic.

En general, el partido que hizo el Sevilla me gustó bastante, aunque pienso que debió aprovecharse del duro varapalo que supuso para el Betis encajar relativamente pronto el 0-1, e ir a por el segundo cuando aún había fuerzas. Me pareció que el Sevilla arriesgó mucho mostrando tanta parsimonia en la segunda parte, puesto que corríamos el riesgo de que el cronómetro se convirtiera en un duro rival. Y una vez conseguido el segundo, en mi opinión, debería haber buscado con más ahínco el tercero, para evitar llegar a la prórroga y, por supuesto, a los penaltis, que es donde se igualan las fuerzas.

Muy buen partido de Reyes hasta su lesión, de Alberto Moreno –que dio las dos asistencias de gol–, y, en general, de la defensa en su totalidad, puesto que apenas pasó apuros, imponiéndose siempre Pareja –buen partido el suyo– y Fazio. Rakitic y Marin también estuvieron a buena altura, aunque a Marin le volvió a fallar el físico y no aguantó en condiciones hasta el final.

Los delanteros no estuvieron finos. Bacca no hizo un buen partido, pero, al menos marcó, que es lo más importante en un delantero. Y Gameiro… Por culpa de Gameiro llegamos a la prórroga. No se puede fallar una ocasión tan clara, solo ante el portero. Porque a Bacca le llegó el rebote sin fuerza y el remate era más complicado, pero Gameiro debió fusilar con un tiro raso y sentenciar la eliminatoria. Claro que peor aún fue lo que falló en la ida, sin portero incluso.

Gameiro me parece un buen jugador, pero perdona ocasiones que los delanteros de élite, los caros, los llamados cracks, nunca fallan. Eso sí, el penalti lo tiró de lujo.

Cuando lo pasé mal fue cuando el árbitro pitó dos faltas peligrosísimas, ya en el tiempo del descuento, en la frontal del área. Menos mal que nuestro ex jugador Salva Sevilla las tiró fatal, porque nos pudo costar la eliminatoria. Por cierto, la primera de ellas fue un piscinazo que mereció tarjeta amarilla. Fue el único error importante del árbitro.

Pasamos a Cuartos de Final, que es lo que cuenta. Pienso que ha ganado el mejor, puesto que el Sevilla ha sido superior en los dos partidos. Y sólo la fortuna que ha tenido el Betis, al tener el Sevilla numerosísimas e importantes bajas, tanto en la ida como en la vuelta, ha evitado que la eliminatoria haya sido un paseo.

Como no puede ser de otra manera, me quito el sombrero ante nuestra afición, que acudió en masa a territorio hostil. Seguro que lo que vivieron no se puede contar con palabras.

Por último, un detalle que me pareció gracioso: ¿A quién se le ocurre dejar que tire el penalti decisivo –y las faltas– a un jugador bizco y que se llama Nono? Al Betis. Desde luego, son únicos.

Sevilla FC 1 – R. Sociedad 0. Por fin aparecieron Beto y Gameiro

Llegaba al estadio con el miedo en el cuerpo tras ver la que había armado Emery en la alineación inicial, con tal de no poner a Carriço en el centro de la defensa. Con lo fácil que habría sido poner de salida a Cristóforo… Pues no. Nuestro entrenador sigue tan cabezota como siempre.

Sin embargo, a los pocos minutos de partido ya noté algo muy positivo y que echaba mucho de menos: la intensidad que ponía el equipo,  presionando al rival en cada balón y disputando los balones divididos con fuerza. Qué bien nos vendría esta actitud siempre y no sólo de vez en cuando.

Ayer la defensa no me gustó. Es cierto que el equipo controló bien a jugadores tan peligrosos y rápidos como Griezmann y Vela, pero también es verdad que la Real tuvo cuatro ocasiones clarísimas de gol, que no acabaron en el fondo de la red porque los realistas tiraron fuera –cabezazo con todo a favor, casi en el área pequeña– o porque Beto, por fin, apareció para marcar diferencias y ser decisivo. Primero nos salvó en un par de «mano a mano» ante Canales y Griezmann, y ya en la segunda mitad, en un cabezazo a bocajarro, también de Griezmann. Normalmente, cuando se otorgan cuatro ocasiones de gol claras ante un equipo de calidad, raro es el caso en que se acaba con la puerta a cero. Pero ayer, por suerte para nosotros, la fortuna nos sonrió en defensa. No así en ataque, puesto que el Sevilla también tuvo ocasiones para hacer algún que otro gol, pero Bravo, el poste o el linier lo evitaron.

Otra cosa que no me gustó del partido de ayer fue el ver que Emery pasó una vez más de Jairo. Creo que se equivoca gravemente nuestro entrenador al tratar así a un jugador tan joven. Hay que recordar que Jairo estaba jugando bien y siendo titular hasta el partido del derbi, donde Emery decidió dar entrada a Reyes y dejar a Jairo en el banquillo. A partir de ese momento, Jairo apenas ha tenido oportunidades. Ni siquiera ayer, cuando faltaba Vitolo, sustituyéndole, contra todo pronóstico, Diogo. Aunque tengo que admitir que el invento le salió bien a Emery, pues el portugués intervino en la jugada del gol y tuvo una buena actuación.

El partido de ayer será recordado por el debut del canterano Carlos Fernández. Buen partido el suyo, a pesar de no jugar en su posición habitual.

Me pareció un error meter a tanto jugador ofensivo –Bacca, Gameiro y Carlos Fernández–  quedando aún bastantes minutos, ante un rival directo y con tablas en el marcador, pero es innegable que en esta ocasión la jugada le salió bien a Emery y el equipo no pasó grandes apuros atrás.

En resumen, victoria importantísima, en un partido lleno de intensidad –algo fundamental–, ante un gran equipo como es esta Real Sociedad, y donde tuvieron un papel fundamental dos jugadores que estaban desaparecidos: Beto y Gameiro.

Ahora a ver cómo solucionamos el papelón de la falta de centrales para el partido de Almería.

Según L’Equipe, el Sevilla humilló al Betis

L’Equipe también dedica unos párrafos al derbi del domingo, aunque sin explayarse tanto como The Guardian.
La noticia del diario francés dice así (pincha aquí para leer el original):
El derbi, para el Sevilla FC.
El Sevilla FC ha humillado al Betis (4-0) este domingo en el derbi andaluz. Stéphane Mbia ha inscrito su primer gol en Liga.
Recientemente goleado por el Real Madrid (3-7), y tras ser vencido a domicilio por el Celta de Vigo (0-1), el Sevilla FC está recuperándose un poco. Quince días después de haber batido al Español de Barcelona (3-1) en Cataluña, el club andaluz se ha llevado fácilmente este domingo el derbi sevillano, frente a su vecino, el Betis (4-0). (Este enlace lleva al comentario en directo del partido, que finaliza con la siguiente frase –marcada en rojo–): «Superior en todos los lances del partido, y en superioridad numérica antes del descanso, el Sevilla FC se ha llevado el derbi sevillano (4-0), frente a sus vecinos del Betis. Esta victoria permite a los compañeros de Gameiro el acercarse a las plazas europeas»
A pesar de una primera parte bastante normal, el equipo de Unai Emery llegó al vestuario con una ventaja de dos goles. Tras un buen pase de Reyes, Carlos Bacca ha abierto el marcador en la primera ocasión del partido (minuto 2). El Colombiano ha inscrito su sexto gol de la temporada en Liga. Después, justo antes del descanso, el Betis ha perdido a Paulao, expulsado tras haber recibido una segunda tarjeta amarilla (minuto 42). Y enseguida es el ex jugador del Marsella, Stéphane Mbia quien ha conseguido el segundo de cabeza (minuto 43), su primer gol en Liga.
Justo antes de la hora de juego, el Sevilla FC ha continuado con un tercer gol, firmado por Victor Vitolo, el cual se ha beneficiado de un soberbio pase de Bacca, por encima de la defensa rival (minuto 59). Al final del partido, Iborra ha machacado (minuto 88). Con esta victoria, el Sevilla FC deja la segunda mitad de la clasificación y se posiciona en octavo lugar (19 puntos). El Betis queda más aún como farolillo rojo, con sólo nueve puntos.Redacción

* En los comentarios de los lectores hay uno que se pregunta cómo es posible que el Betis jugara tan bien la temporada pasada y tan mal en esta. Y también otro lector se extraña por el hecho de que Gameiro no esté jugando en el Sevilla.

Valencia 3 – Sevilla FC 1. Emery se luce en Mestalla

1-1 en el marcador, minuto 63 en el cronómetro y Emery decide quitar a Gameiro. El francés hace gestos de no entender nada –yo menos aún– y entra Cristóforo en su lugar. No parece muy sensato, con el partido por decidir, quitar a nuestro mejor goleador y único delantero centro nato. Pero Emery lo hizo, y lo pagamos caro.

Si la intención de Emery era reforzar el centro del campo e intentar sentenciar a la contra, podría haber quitado a Jairo o a Marin, que hicieron un partido nefasto. Tengo curiosidad por ver en rueda de prensa cómo explica el cambio.

El Valencia respiró aliviado por este giro de los acontecimientos y se dedició a ir al ataque, liberado ya de la velocidad y movilidad de Gameiro. En una de las llegadas del rival, a nuestra genial defensa no se le ocurre otra cosa que dejar que uno de los mejores jugadores del Valencia, Jonás, tirara a puerta, tranquilamente, sin oposición, desde la frontal del área. Y, por supuesto, Jonas no perdonó. 2-1 y sin delantero centro sobre el terreno de juego.

A partir de aquí, Emery intentó corregir el desaguisado con la entrada de Bacca, pero, además de que Bacca no es Gameiro, ya era tarde.

Antes del cambio, el equipo no me gustó nada. Andamos muy fallones arriba y permitimos unas contras que, sencillamente, no se pueden permitir en Primera División. Nuestra defensa es muy poco contundente y da unas facilidades tremendas, que casi todos los equipos aprovecharán. Muestra de ello fue el primer gol del Valencia, donde Jonas remató completamente solo en el punto de penalti.

Con la defensa tan frágil que tenemos, al igual que la temporada pasada, nos va a costar un mundo mantener nuestra puerta a cero, aunque tengo la esperanza de que cuando recuperemos a los centrales, se solucione nuestra bisoñez atrás. Si no es así, mal vamos.

Resultado final de 3-1, con muy malas sensaciones, con poca actitud –íbamos perdiendo 1-0 y jugábamos con una parsimonia tremenda–, falta de agresividad…  Y lo peor no es eso. Lo peor es que seguimos sin ganar fuera –vamos a hacer un año ya– y somos el farolillo rojo, con sólo dos puntos de quince posibles en nuestro casillero.

Kevin Gameiro, el Borja Valero del Valencia

Parece ser que Kevin Gameiro finalmente, salvo giro radical e inesperado, no jugará en el Valencia, ya que según L’equipe (http://www.lequipe.fr/Football/breves2011/20110611_134720_gameiro-plutot-vers-paris.html) cada día está más cerca de jugar en el Paris Saint Germain. La verdad es que me parece una buena noticia, porque, si Gameiro es tan buen jugador como dicen, mejor que no juegue en un rival directo.

El caso Gameiro me recuerda mucho al frustrado fichaje de Borja Valero por el Sevilla el pasado verano. Resulta que Gameiro poco menos que le había prometido al Valencia amor eterno. Para presionar al Lorient, su actual club, llegó a decir que o iba al Valencia o a ningún sitio. Incluso su mujer había buscado casa en Valencia. Parecía cuestión de tiempo, pero el Presidente del Lorient no quería bajar de los 10-12 millones de euros, cifra a la que no estaba dispuesto a llegar el Valencia. De este tira y afloja, donde parecía que el Valencia tenía todas las de ganar, se ha aprovechado el PSG, que ha tenido un aliado de lujo en el actual seleccionador francés: Lorent Blanc. Blanc le ha recomendado a Gameiro que siga jugando en Francia, con vistas a ir a la próxima Eurocopa. Tras este consejo, Gameiro ha faltado a su palabra, ya que había llegado a un acuerdo con el Valencia, y, como digo, casi con toda seguridad fichará por el PSG. Porque además, el PSG sí da la cantidad económica que exige el Lorient.

Una prueba más de que los fichajes, sobre todo de los buenos jugadores, hay que ficharlos cuanto antes, porque por intentar regatear uno o dos millones, puedes perder a jugadores de mucha calidad y futuro, con son los casos de Valero y Gameiro.

Nota post post: Kevin Gameiro ha firmado finalmente por el Paris Saint Germain, por cuatro años, a cambio de 11 millones de euros más diversos pluses. http://www.lequipe.fr/Football/breves2011/20110612_143807_gameiro-a-signe-au-psg.html