El partido de esta noche no es un partido para olvidar, sino para recordar. Es para tenerlo muy presente porque en él se reflejan todos los defectos de este Sevilla que es el más goleado de la historia. Jamás antes había recibido tantas goleadas en una misma temporada. A pesar de eso, no descenderemos, pero será harto complicado jugar en Europa la próxima temporada.
La goleada de hoy es lógica, porque, en primer lugar, el Barcelona es inmensamente superior al Sevilla, pero, en segundo lugar, y sobre todo, porque al Sevilla no creyó en ningún momento en la victoria y falló en muchas cosas:
1.- El planteamiento. Me pareció un suicidio que el equipo jugara con la defensa tan adelantada. Yo creo que es lo soñado por los jugadores del Barcelona, que tienen tanta calidad que les basta unos metros para dar un pase medido al hueco. En el primer gol, la defensa está tan adelantada que todos los jugadores del Sevilla estaban en campo contrario, con lo que era imposible que existiera fuera de juego. Para colmo, un segundo error de David Soria, que se queda clavado en lugar de salir a despejar, y un tercer error de Mercado (totalmente despistado en la jugada) posibilitaron el gol que abrió el marcador y que es importantísimo en toda final.
2.- Faltó intensidad. El Sevilla apenas presionaba y cuando lo hacía, lo hacía mal, y eso sólo sirve para cansarse. Por otro lado, llamaba la atención lo estáticos que estaban los jugadores en defensa. Si enfrente tienes rivales que dan pases medidos y en su justo momento, como Messi, Coutinho, Rakitic, Luís Suárez…, disfrutando de un gran espacio, por la defensa tan adelantada, no tenían el más mínimo problema para romper en velocidad, como, por ejemplo, en el gol de Iniesta o el del penalti.
3. – Falta de calidad, tanto en defensa como en ataque. Es difícil encontrar un equipo que defienda tan mal como el Sevilla (ni siquiera en algunos equipos de la parte baja de la tabla). También el equipo se mostró incapaz de dar dos o tres pases seguidos. Y las pocas ocasiones de gol que tuvo, un par de ellas muy claras, las falló estrepitosamente, como suele ser habitual. Nuestros mejores jugadores, como son Banega y Nzonzi estuvieron muy desacertados, prácticamente desaparecidos.
A todos nos habría gustado que el equipo que es uno de los más goleados de la Liga y al que le cuesta un mundo hacer gol, hubiera vencido al que es el líder indiscutible, el más goleador (83 goles a favor, más del doble que el Sevilla) y que sólo ha encajado 19 goles. A todos nos habría gustado que el equipo que apenas tiene defectos fuera superado por el que tiene muchísimos, hasta para dar y regalar. Pero, lamentablemente, eso en fútbol ocurre muy poquitas veces.
El 5-0 duele, pero cuando se juega tan rematadamente mal, en todos los aspectos del fútbol, y además tienes enfrente a los mejores jugadores del mundo, es hasta normal la goleada. Es más, pudo ser incluso peor
Es tiempo de planificar el nuevo Sevilla, porque este no gusta a nadie. Debe ser un Sevilla que tenga un portero de calidad y contrastado, que defienda bien, que en el centro del campo sepa destruir y construir, y que en la delantera no necesite diez ocasiones para hacer un gol. Y por supuesto, deberá ser dirigido por un nuevo técnico (yo al menos considero que Montella no tiene nivel) Y también será necesario buscar un reemplazo a Oscar Arias, ya que no ha tenido mucho acierto, a pesar de la gran inversión en fichajes.
En otras palabras, volver a empezar. Como la película.