
Importante punto el conseguido a orillas del Manzanares, ya que lo fundamental ante los rivales directos es no perder, y ayer no hicimos demasiado por ganar. Es cierto que fallamos claras ocasiones de gol, pero también lo hizo el Atlético.
La defensa estuvo bien, en líneas generales, pero pudimos pagar caro tres errores de Cáceres –en dos ocasiones– y Spahic –en una–, puesto que dejaron en bandeja al Atlético la posibilidad de adelantarse en el marcador. Afortunadamente, o remataron fuera o Varas arregló la situación, como ocurrió en el paradón que le hizo a Falcao. Dejando aparte estas ocasiones, el Atlético apenas creó peligro, y eso tiene muchísimo mérito si tienes enfrente a jugadores como Diego, Reyes, Arda Turan y Falcao.
Nuestra mejor ocasión, de nuevo, llegó de las botas de Manu Del Moral. Robó muy bien el balón, por anticipación, pero esperó a que se le echara encima Courtois. No pasa nada. Incluso al gran Messi le pasó lo mismo en Mestalla. Pero no lo hagas más, por lo que más quieras.
Varas volvió a demostrar que está en un estado de forma magnífico y que ahora mismo es uno de los mejores porteros nacionales. Un portero así da mucha seguridad a sus compañeros. Lástima que no fuera titular contra el Hannover. Quizás el resultado hubiera sido otro, aunque nunca lo sabremos.
También sobrevivimos al colegiado Undiano Mallenco, que hizo todo una exhibición de lo que es arbitrar mal. Y es que no puede ser esa doble vara de medir a la hora de sacar tarjetas. En la primera parte nos llovían las tarjetas, algunas injustas, como la de Kanouté –falta, pero totalmente involuntaria– o la de Coke. Me gustaría ver repetida la jugada de la amarilla a Coke, porque yo creo que es Falcao quien le da un codazo a Coke y debió ser expulsado. Sin embargo, el árbitro le enseñó la amarilla a un sorprendido e indignado Coke.
Undiano Mallenco fue muy valiente a la hora de sacar tarjetas al Sevilla, pero muy cobarde a la hora de hacer lo mismo a nuestro rival. Perdonó una clarísima segunda amarilla a Arda Turan, por patear la rodilla de Navas. Trochowski fue expulsado por mucho menos la semana pasada.
Y menos mal que Spahic no remató a gol en una clara ocasión a balón parado, porque Fermín, el del banderín, ya se había encargado de señalar fuera de juego, cuando no era así.
Por estos dos motivos me parece muy importante el punto: porque sobrevivimos a un buen rival y a un mal árbitro. Y eso es difícil de hacer. Muy difícil.