Archivo de la etiqueta: errores de planteamiento

Emery, un hombre de palabra

Finalmente, no hubo espantada, al estilo Juande, y Emery seguirá con nosotros, en teoría, dos años más.

Hay que agraderle a Emery el que haya mantenido su palabra. Sin duda, no habrá sido fácil rechazar al todopoderoso Milán, que a buen seguro le habría puesto sobre la mesa una mejor oferta económica y, quizás, deportiva. Ahora bien, también es verdad que en Milán es mucho más fácil fracasar, puesto que allí sólo vale quedar campeón de liga.

Supongo que Emery habrá hecho su lista de pros y contras, como habría hecho cualquiera en su lugar, y, finalmente, habrá decidido continuar en el Sevilla. Y yo que me alegro.

Es curioso, pero Emery es un entrenador que no me ha acabado de convencer plenamente. Pero es innegable que, de igual manera que un entrenador es imposible que sobreviva a los malos resultados, tampoco ningún dirigente puede, o debe, cesar o no renovar a un entrenador que consiga buenos resultados. Y Emery ha conseguido muy buenos resultados esta temporada, superándose, con creces, las expectativas que había a inicios de temporada.

Lo que no me ha gustado de Emery son, fundamentalmente, dos cosas: la cabezonería que mostró a principios de temporada y su forma de tratar a algunos jugadores de la plantilla.

En los primeros compases de la temporada, Emery se empecinó, costara lo que costara, en llevar a cabo el sistema que tenía en mente, importándole poco que, a la hora de ponerlo en práctica, el resultado fuera desastroso. Así, recuerdo que era habitual que los rivales, por muy débiles que fueran, nos hicieran contragolpes mortales, llegando en tromba a nuestra portería. No ganábamos, ni jugando bien, ni jugando mal. El sistema de Emery, probablemente debido a las características de los jugadores que alineaba, no se sostenía y tardó un mundo en darse cuenta y en corregirlo. Todos los aficionados sabíamos que el rendimiento del equipo subiría con dos centrocampistas defensivos y con Rakitic más adelantado, y hasta que no se atrevió a hacerlo, no empezamos a salir del pozo. Porque no se puede olvidar que, entre que la plantilla no estaba acoplada por las numerosísimas caras nuevas, el nuevo sistema y el complicado calendario, nos vimos de buenas a primeras, ocupando el farolillo rojo. Salimos de ahí porque la plantilla tiene calidad, pero el susto te lo llevas.

También demostró su testarudez en cuanto a los centrales titulares. Tenía que jugar, por fuerza, Pareja, aun cuando éste estuviera lento y no diera una a derechas. Y, encima, Carriço, que lo estaba haciendo de lujo en esa posición, pasaba al centro del campo. A mi modo de ver, ésa es una forma de desaprovechar a Carriço, que es un muy buen central, pero que en la zona ancha no deja de ser uno más, del montón. Al final de temporada, por suerte, Pareja ha jugado a un gran nivel, pero Carriço sigue sin convencer en el centro del campo. Al menos, a mí. Se nota una barbaridad que el portugués no es un centrocampista nato, sobre todo, en la salida del balón y en la distribución del juego. Pero ahí es donde ha acabado jugando, aunque confío en que para la próxima temporada el Sevilla cubra ese puesto con un jugador de más calidad y específico para ese puesto, como lo era Medel, Kondogbia o M’Bia, que parece que no seguirá.

Y tampoco me ha gustado la forma de tratar a algunos jugadores, como, por ejemplo, han sido los casos de Rusescu o Jairo. Los dos han hecho méritos para jugar mucho más de lo que lo han hecho. Es cierto que Rusescu llegó bajo de forma, pero me dio buena impresión cuando tuvo minutos. Habría venido bien como tercer delantero, aunque hubiera sido para descargar de partidos a Bacca y Gameiro, que lo han tenido que jugar todo. A la final de la Europa League llegamos sólo con un delantero sano, y ese error no se puede volver a repetir.

Y en cuanto a Jairo, también pienso lo mismo. Aún tiene mucho que aprender, porque es muy joven. Pero por eso, precisamente, porque es muy joven, debería de haber disfrutado de más oportunidades. Jairo tiene velocidad, desborde y gol, aunque le falta asentarse y madurar un poquito. Lo hará antes si tiene minutos. Desde el banquillo no progresará.

Tampoco me olvido de que Emery ha fallado, a mi modo de ver, en muchos partidos, en cuanto a planteamientos o cambios, aunque sería injusto no reconocer que en otros, sin embargo, ha acertado. Pero es cierto que me da miedo cuando Emery hace los cambios, los cuáles, por cierto, en muchas ocasiones los ha hecho tarde y mal. Si es que los hace, porque alguna vez se ha quedado sin hacer el tercer cambio.

Pero, a pesar de todo esto, me alegro de que Emery haya renovado con el Sevilla. Como dije antes, no se puede obviar que ha conseguido resultados, y eso es lo único que cuenta en fútbol. En esta ocasión, nada más y nada menos, que hemos conseguido un nuevo título europeo y una clasificación para la Europa League, aunque lo más seguro es que, si no hubiera experimentado tanto durante buena parte de la temporada, nos habríamos clasificado para la Champions.

 Me quedo con Emery, quien, aunque tenga sus defectos, nos ha devuelto a la senda de los triunfos y ha demostrado ser lo suficientemente honrado como para cumplir su palabra. Y eso no es nada fácil de hacer en los tiempos que corren. Más de uno debería aprender de él. ¿Verdad, señor Rakitic?

Pero eso es otra historia.