Desde ayer, Del Nido ya es historia en el Sevilla FC. Se despidió con un emotivo y bonito discurso, pidiendo perdón y entre el aplauso de los asistentes. Todo muy bonito, excepto un detalle importante: el escenario utilizado para ello.
En un momento de su discurso, Del Nido dijo: «La condena mancha mi imagen como presidente, pero la gente es inteligente y sabe desligar mi problema personal de mi cargo en la entidad. La historia sabrá valorar mi gestión».
Pues no, señor Del Nido, la gente, en general, no es muy inteligente. Yo incluso me atrevería a decir que buena parte de la población no sabe ni donde está de pie. Con lo cual, lo lógico es que no se sepa distinguir entre un asunto que le afecta personalmente a usted y un tema que afecta a su cargo en la entidad, sobre todo si utiliza el estadio Ramón Sánchez Pizjuán como escenario de despedida. Por tanto, resulta evidente que cometió un error, y grave, en ese sentido, pues debió elegir un salón de actos de cualquiera de los numerosos hoteles de nuestra ciudad. O cualquier otro lugar, pero nunca el estadio.
Por cierto, para mi afirmación de que, en general, la gente no es muy inteligente, me baso, simplemente, en hechos que se pueden observar en nuestra vida cotidiana. Pero también creo que también me da la razón el último informe PISA, que deja por los suelos nuestro sistema educativo y, consecuentemente, a la clase política, cada día más devaluada, y responsable, entre otras cosas, de la implantación de un deficiente sistema educativo que lleva varios lustros haciendo estragos en nuestra sociedad. Porque no hay que olvidar que la educación es la base para todo. Absolutamente para todo. Y si los estudiantes salen de nuestras universidades sin saber escribir correctamente… parece que está claro que algo no se está haciendo bien.
En lo que sí le doy la razón a Del Nido es cuando dice que «la historia sabrá valorar mi gestión». Desde luego, será así. La mayoría de los sevillistas valoramos ya su gestión, difícil de superar tanto económicamente como en títulos conseguidos, pero, seguramente, será con el tiempo cuando se valore debidamente, sobre todo, si a partir de ahora volvemos a tener un periodo de crisis económica y deportiva. Esperemos que no sea así, y que el ya expresidente Del Nido, como ya hiciera en su día Ramón Sánchez Pizjuán, haya dejado bien marcado el camino a seguir.