Después de leer la entrevista que Roberto Arrocha le hace a Drago (http://www.orgullodenervion.com/noticias/sevilla-fc/drago-entrevista-dudas-.html), me doy cuenta del calvario que ha tenido que pasar Drago desde que se lesionó. Desde el momento en que sufrió la grave lesión, a la puertas de la final de la Copa del Rey jugada y ganada en Barcelona, hasta que ha vuelto a la plantilla.
Debe ser durísimo estar trabajando en la recuperación diez horas diarias –se dice pronto–, para después llegar y chupar banquillo, sin tener minutos. Manzano apenas le dio algunos testimoniales, para que sirvieran de despedida. Y lo peor es que Drago sabe, mejor que nadie, que los que le han quitado el puesto no le llegan a él ni a la suela de los zapatos.
No sé si Drago ha alcanzado la forma suficiente para jugar al más alto nivel, pero es de suponer que los médicos y técnicos del Sevilla ya han tenido tiempo más que suficiente para evaluarlo, y parece seguro que Drago no va a seguir. Llegó al Sevilla casi de improviso, como sustituto de Sergio Ramos y ha dejado huella en la plantilla y en la afición. Ha cumplido con creces, siendo un ejemplo de pundonor y profesionalidad. Desde estas líneas quiero desearte toda la suerte del mundo.
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