Archivo de la etiqueta: Clos Gómez

Sevilla FC 4 – Málaga 1. Clos Gómez aguó la fiesta

Superioridad absoluta esta noche ante el Málaga, que fue un pelele y sólo duró media hora. El cuarto gol, que sentenciaba el partido, fue en el minuto 35.

El Málaga no tuvo opción. El Sevilla bordó el futbol, con un juego de tiralíneas, y, a diferencia de otros partidos, cada vez que llegaba, marcaba.

Todo el equipo estuvo a un gran nivel, y sólo se notaron las importantes ausencias de Mariano y Escudero en algún que otro desajuste defensivo, sobre todo en el lateral izquierdo. Me gustó mucho el trabajo y el acierto de cara a gol de Ben Yedder y Vietto, así como la inmensa calidad de Vitolo, Nasri y N’Zonzi, que hizieron lo que les vino en gana en el centro del campo, ante la impotencia de los malacitanos.

Pero la segunda parte fue otro cantar. En parte, porque, incomprensiblemente, el Sevilla no quizo hacer sangre y se dedicó a tontear. No me gusta que, cuando el Sevilla va goleando, los jugadores muestren tan poca ambición y no busquen el quinto. Incluso me parece una falta de respeto con el público, que siempre quiere más. Aparte, lógicamente, que siempre puede venir bien para el goal-average.

Pero quien de verdad aguó la fiesta fue el árbitro: Clos Gómez. Se ve que el hombre quería protagonismo, y no le bastó con perdonar varias tarjetas a los jugadores forámeos, sino que desquició a jugadores y afición por la facilidad con que sancionaba a los sevillistas. El cúlmen del despropósito arbitral llegó en una falta inexistente de Rami, que dio al balón. Además le enseñó tarjeta amarilla, y eso convirtió al buen jugador francés en un energúmeno. Por supuesto, Clos Gómez no perdonó la afrenta y no se hizo el sueco, como suele ocurrir cuando protestan Messi, Ronaldo o cualquiera de esos jugadores endiosados, y tardó medio segundo en señalarle la segunda amarilla. El Sevilla se quedó con diez, quedando media hora para el final.

Evidentemente, también Rami debe ser más profesional. Debió controlarse y no perjudicar al equipo.

La supuesta falta de Rami fue en una posición perfecta para un especialista, y Sandro aprovechó el caramelito poniendo el balón imposible para Sergio Rico, quien prácticamente fue un espectador más en todo el partido.

A pesar de la inferioridad numérica, el Sevilla no pasó ningún apuro. Incluso dispuso de alguna que otra ocasión para incrementar el marcador.

Tres puntos más, muy merecidos, y que nos dejan en segunda posición, a la espera de lo que haga mañana el Barcelona.

Si conseguimos reforzarnos bien en enero, la tercera plaza debe ser nuestra a final de temporada. Ponerse un objetivo más alto en liga no creo que sea bueno, porque no tenemos el potencial de Barcelona y Madrid, ni, por supuesto, con el respeto arbitral, como hoy Clos Gómez nos ha dejado muy clarito. Pero hay que tener ambición, ir partido a partido, y a ver qué nos encontramos en junio.

 

Sevilla FC 0 – At. de Madrid 3. Partido igualado, hasta la lesión de Carriço

El de ayer no fue un buen partido. El Sevilla demostró estar falto de ideas aún en muchos aspectos del juego. Se falló en todas las líneas, especialmente al final, y para colmo, no acompañaron ni la suerte ni el árbitro. Con todo, el 0-3 resultó excesivo, pues durante casi todo el partido hubo igualdad.

De la alineación inicial, yo habría cambiado a Beto y a Llorente. A Beto, porque Rico me parece bastante mejor portero, y a Llorente porque acaba de llegar hace tres días –no es exageración– y, lógicamente, no ha tenido tiempo de conocer ni a sus compañeros ni a su entrenador. Desde luego, la titularidad de Llorente deja en evidencia la enorme confianza que tiene Emery en él. Titularidad que no habrá sentado nada bien a Gameiro y, sobre todo, a Immobile, que ni siquiera fue convocado.

Ahora bien, si tiene que jugar Llorente, lo que sí espero es que no ocurra más lo de ayer: que se abuse del pelotazo en largo buscando al navarro, y encima haciéndolo sin entrar por banda, facilitando la labor de la defensa rival. Para hacer ese tipo de juego tan directo y simple, que no gusta por aquí, prefiero que no juegue Llorente.

El Sevilla empezó bien. En los primeros minutos tuvo un par de ocasiones clarísimas para adelantarse en el marcador, tal y como ocurrió en Málaga, pero se desaprovecharon.

Mal asunto el de la falta de gol. Pero peor aún fue que no funcionara bien el centro del campo. Para ello fue fundamental el nefasto partido que hizo Banega. El argentino no estuvo para nada, ni siquiera a balón parado. Estuvo lento y entregó al contrario muchos balones.

El partido se desequilibró al poco del final de la primera parte, en una jugada que no debió haberse producido, puesto que previamente hubo un plantillazo a un jugador del Sevilla en la banda que debió incluso acarrear amarilla. Ni el árbitro –mal situado– ni el linier lo vieron. De todas formas, la defensa del Sevilla estuvo lentísima y poco contundente ante Griezmann y Coke.

La segunda parte también tuvo un buen comienzo. El Sevilla llegaba mucho al área pero el Atlético se defendía como gato panza arriba, con mucho orden, consiguiendo que las ocasiones no fueran muy claras y saliendo indemne del aluvión de corners a favor del Sevilla.

El Sevilla siguió insistiendo hasta que llegó la jugada clave del partido: Carriço dispara desde fuera del área y se lesiona. Perdiendo, a veinte minutos del final, y con dos cambios ya hechos, Emery arriesga muchísimo –también es verdad que no quedaba otra–, decidiendo dar entrada a Gameiro y retrasando a Krychowiak al centro de la defensa.

No pudo salir peor la apuesta, ya que el centro del campo, que ya tenía problemas para superar la presión atlética, sucumbió definitivamente. Se cayó como un castillo de naipes, pues sin la fuerza de Krychowiak y dos delanteros, el Atlético se hizo con el control total del partido.

Tampoco acompañó la suerte. A menos de 15 minutos para el final del partido, un disparo fuerte y lejano de Gabi fue desviado por Krychowiak, poniendo el balón imposible para Beto. El Atlético había llegado poco, pero con un acierto de casi el cien por cien.

El desbarajuste en el Sevilla, ya en todas las líneas, se hizo más palpable en los minutos finales, cuando ya no quedaban fuerzas y se notaba demasiado que faltaban efectivos en el centro del campo y que Krychowiak no era central. Los delanteros del Atlético prácticamente remataban sin oposición desde la frotal del área. En una de esas llegó el tercero, y pudo incluso llegar el cuarto si no llega a repeler el poste el disparo de Griezmann.

El arbitraje me pareció lamentable. En todo momento favorecieron al Atlético de Madrid. Al principio no fue con descaro, pero Clos Gómez se quitó la careta al inicio de la segunda parte, cuando no se atrevió a enseñar la segunda tarjeta amarilla a Griezmann por un piscinazo delante de sus narices. Cobardía se llama eso. O poca vergüenza. También perdonó la segunda amarilla a Tiago en los minutos finales, cuando ya iba el marcador 0-3. También escuché en la radio que hubo un penalti a Coke en la primera parte, pero ese no lo vi. En cualquier caso, contra el Atlético es normal que ocurran este tipo de arbitrajes. Por desgracia, ya se sabe de antemano y se da por sentado. Es un obstáculo más que hay que superar cuando se juega contra ciertos equipos.

Dice Castro que hay que tener paciencia. Y estoy de acuerdo. Pero no estaría mal que también se completara la plantilla.

A mi modo de ver, el motivo de la sangría de goles está más que claro: nos faltan centrales de garantías y nuestro mejor portero están en el banquillo. Y lo peor es que esa falta de centrales se pretende paliar con Krychowiak, con lo que también se pierde potencial defensivo en el centro del campo. Pienso que con Sergio Rico, un nuevo central y con Krychowiak en el centro del campo, mejoraría mucho la cifra de goles en contra.

Pero claro, tiene que venir un buen central, no uno cualquiera. Porque no quiero ni pensar que la defensa y centro del campo de ayer se tenga que ver las caras con los jugadores del Manchester City y Juventus. Krychowiak es un parche que puede funcionar contra equipos de medio pelo, pero está más que demostrado que no da resultados contra grandes equipos.

Y, por cierto, menos mal que Carriço se lesionó a falta de veinte minutos. Porque si se llega a lesionar en la primera parte, sí que se habría visto un numerito.

Queda muy poco tiempo para encontrar soluciones, pero alguna debe haber. O bien fichando o bien promocionando a algún jugador del Sevilla Atlético. Pero Krychowiak, desde luego, no es la solución.

 

 

 

 

Hay que tener paciencia

Sevilla FC 0 – At. Madrid 0. Poco premio para tanto esfuerzo

Gran partido el realizado ayer por el Sevilla, lleno de intensidad, de principio a fin, a pesar del gran esfuerzo realizado hace unos días ante el Borussia de Mönchengladbach.

El partido se preveía muy complicado, sobre todo si echábamos un vistazo a la defensa, donde faltaban Carriço y Pareja, y a la alineación del Atlético, que presentaba jugadores de mucha calidad, como Griezzman y Arda Turan. Sin embargo, luego en la práctica no fue así, porque el Sevilla ganó con claridad la batalla en el centro del campo. Y nunca mejor dicho lo de “batalla”, pues el Atlético repartió estopa a destajo, como nos tiene ya acostumbrados, y con la anuencia arbitral, a la que por desgracia también estamos acostumbrados.

Buena culpa de que el Sevilla se hiciera con el control de la zona media la tuvo el hecho de que el Atlético de Madrid tuvo un gran respeto al Sevilla desde el primer minuto, dando la impresión de que daban por bueno el 0-0 inicial. El Atlético defendía con muchos efectivos y con las líneas muy juntas, pero lo hacía demasiado atrasado, con lo que las posibilidades de contragolpe fueron pocas. Sólo en dos ocasiones lograron montar una contra, y sólo una de ellas con peligro, donde Fernando Torres dejó atrás a un lentísimo Arribas, no pudiendo rematar Griezmann con claridad.

Pero el Sevilla tampoco creó muchas ocasiones de gol, porque sus continuas llegadas al área siempre eran abortadas por la defensa colchonera, veloz en todas sus acciones. La más clara fue el remate de Iborra al poste, en un remate franco ante Moyá.

El Sevilla jugó ayer a un gran nivel, especialmente en el centro del campo, y destacando, una vez más, Ever Banega, que lleva tres o cuatro partidos muy buenos. El argentino no tiene la clarividencia ni la calidad en el pase que tenía Rakitic, pero da posesión al equipo y sabe temporizar el juego. Siempre es una garantía que tenga como escuderos a Iborra y Krychowiak, aunque ayer este último casi la lía, al perder un balón como último hombre. Es lo que tiene el poner a un centrocampista como central. Para mí, fue un riesgo innecesario, aunque también es cierto que no había más centrales. Pero de nuevo, surge la misma pregunta de siempre: ¿Es que no hay centrales en el Sevilla Atlético con valía para la primera plantilla? ¿Es preferible poner a un centrocampista antes que un chaval del filial? Por lo visto ayer, parece que sí.

Por último, no puedo comprender las declaraciones de Emery sobre el árbitro, al que poco menos que alababa. Clos Gómez, al menos, no nos machacó como han hecho otros árbitros, pero es indudable que benefició mucho al Atlético. No entro ya en si hubo penalti en dos jugadas dudosas, pero sí perdonó con descaro varias tarjetas amarillas a los colchoneros. Y no se atrevió a expulsar a Arda Turan, por protestar la tarjeta amarilla, gritándole en sus mismas narices; ni a Griezmann, por criminal entrada a la rodilla a Aleix Vidal; ni a Mario Suárez, por golpear en la cara, también a Vidal.

El punto logrado ayer se puede considerar como bueno. Aunque lo más justo hubiera sido una victoria, porque el Sevilla la buscó con más ahínco, no fuimos capaces de hacer ningún gol, y, por tanto, logramos el mejor resultado posible.

Quiero cerrar el post recomendando la exposición “1890: Los orígenes del Sevilla FC”. Aunque me supo a poco, merece mucho la pena la visita.

Ante el Granada, con los tres centrales tocados

Estaba seguro de que se daría esta situación, de falta de centrales, durante la presente temporada, pero no esperaba que fuera tan pronto. Y es que siempre me ha parecido que tres centrales son muy poquitos para jugar tres competiciones, en las cuáles esperamos hacer un buen papel y llegar muy lejos, dado el potencial de la plantilla.

Esta noche, ante el Granada, en un partido que tenemos encarrilado, pero ni mucho menos resuelto, Emery podría estar obligado a poner una defensa de circunstancias. Y, desgraciadamente, todavía tenemos muy reciente la eliminatoria con el Racing de Santander, que nos eliminó precisamente porque M’Bia pecó de falta de experiencia como central y fue justamente expulsado al derribar a un contrario que encaraba a nuestro portero, cuando era el último hombre.

La posición de central es vital si queremos tener un buen entramado defensivo. Es evidente que el Sevilla tiene buenos números atrás gracias a la labor de Pareja y Carriço fundamentalmente, y en menor medida, de Arribas. Por tanto, si esta noche tuvieran que jugar Kolo y Fernando Navarro como centrales –ambos son laterales izquierdos–, correríamos un riesgo tremendo. Y eso que el Granada no es nada del otro mundo. Si esto nos llega a pasar en un partido decisivo de Liga o en una eliminatoria, podría tener importantes consecuencias deportivas y económicas para el club.

Aparte de este serio contratiempo en defensa, el Sevilla tendrá que hacer frente a un pésimo horario –a las diez de la noche y con unos 10º de temperatura–, y a un posible exceso de confianza, por el nivel del rival y por el resultado del partido de la ida.

Por tanto, no sé a cuento de qué ha empezado a decir la gente que la Copa se está poniendo muy bien. Supongo que lo dirán porque el Valencia cayó eliminado ayer, pero parecen no tener en cuenta que aún nos quedan otros posibles rivales con un buen potencial, como el Ahtletic, el Málaga o el Español –si eliminó al Valencia, fue por algo–. Y lo que es más importante: que en una hipotética final, casi con toda probabilidad, nos esperaría el Madrid, Atlético de Madrid o Barcelona.

El árbitro será Clos Gómez.