El Sevilla ahora mismo es imprevisible. A mi modo de ver, es un conjunto que es capaz de lo mejor –partidos contra el Madrid, Barcelona y Betis– y de lo peor –Athletic de Bilbao, Celta de Vigo, Zaragoza…–. Así que me pregunto: ¿qué pasará hoy? ¿Saltará al campo el equipo ambicioso que se esfuerza en cada balón y que puede con cualquiera o, por contra, veremos de nuevo al equipo pasota, pusilánime e inofensivo que estamos viendo fuera del Ramón Sánchez Pizjuán?
Imposible saberlo. Lo que sí sé es que Míchel está jugando fuerte. Sus declaraciones han sido contundentes poniendo en el punto de mira a los jugadores del Sevilla, dando a entender, claramente, que algunos no sienten la camiseta. Esto es evidente, y es, hasta cierto punto, normal que sea así, puesto que muchos jugadores de la plantilla son extranjeros. Lo que no es normal es que no sean profesionales, que es lo mínimo que se les puede exigir.
Y también juega fuerte al no convocar a Cicinho, quien, para mí, ahora mismo es indiscutible. Espero que, al menos, juegue Cala en su posición, y no demos facilidades dando una oportunidad a Coke. A Coke hay que recuperarlo, porque me niego a pensar que sea un jugador tan malo, pero ya habrá partidos para ello. Ahora creo que no es el momento.
Teóricamente, salvo desastre, debe pasar el Sevilla. Pero lo cierto es que, de tanto dar una de cal y otra de arena, se va perdiendo progresivamente la confianza en el equipo. Y, por supuesto, no hay que olvidar que estamos hablando de fútbol y que todo es posible. Puede que el Español haga el partido de su vida y le salga todo bien, o, simplemente, que haya otra jugada decisiva de penalti y expulsión, como ocurrió el domingo. Pueden ocurrir multitud de cosas, pero lo importante, lo único importante ahora mismo, ni siquiera es ganar, sino pasar la eliminatoria.
Ya llegará el momento de jugar bien –se ha demostrado que hay calidad para ello, por mucho que algún portal deportivo sevillano afirme lo contrario– , pero ahora hay que ir a lo práctico. Ahora tenemos que quitarnos al Español de enmedio e intentar que no haya más bajas de cara al partido contra el Valladolid.
Por cierto, el Español ha destituido a Pochettino y estará en el banquillo, provisionalmente, Raúl Longhi. A partir de mañana ya se hará cargo del equipo blanquiazul el mamarracho de Aguirre.