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Contra el Betis, bienvenidas las rotaciones

Me llama la atención que haya sevillistas a los que no les parece bien el que haya cambios y se queden algunos titulares sin convocar. A mí me parece perfecto, puesto que hay que ser conscientes de que la eliminatoria está prácticamente sentenciada y, además, el sábado tenemos un importantísimo partido ante un rival, el Málaga, que nos va a exigir mucho más que el Betis. Tendremos que dar lo mejor si queremos superar a los malacitanos, porque tendrán tanta o más motivación que el Betis, por esa tirria que nos tienen, y porque tienen bastante mejor equipo. Nos jugaremos tres puntos vitales si queremos meternos de lleno en la zona noble de la tabla.

Así pues, siempre que a Emery no le dé por dejar a Banega en el banquillo, me parecerán bien los cambios que haga. Konoplyanka, Reyes, Kakuta o Llorente, a pesar de no estar siendo de la partida últimamente, son más que válidos. Es más, ya los querría el Betis, o muchos equipos de Primera, en su plantilla.

Desde mi punto de vista, sólo un exceso de confianza por nuestra parte –imperdonable y poco profesional– o una jugada decisiva –como un penalti y expulsión–, podría poner en peligro la eliminatoria. Y me baso en que considero que la diferencia entre las plantillas es abismal, de manera que veo a un Betis como serio candidato al descenso, y a un Sevilla que debería estar luchando por la Champions, de no habernos «obsequiado» con tantos esperpentos fuera del Ramón Sánchez Pizjuán.

Si no se rota contra este Betis, ¿contra quién entonces?

 

Interesantísima Copa del Rey para el Sevilla

Por fin, después de varios años, una Copa del Rey donde no habrá posibilidad alguna de una final Madrid-Barcelona. Ya era hora, porque parecía que el sorteo estaba adulterado, al ser una final entre los dos mastodontes lo que más conviene a la Federación y a las televisiones, que, a fin de cuentas, son los que mandan y tienen más intereses en el fútbol español.

Por si fuera poco, también el Atlético de Madrid y el Villarreal han caído en la misma rama que el Madrid y el Barcelona, con lo que los rivales más fuertes que nos podemos encontrar en el camino a la final serían, en mi opinión, el Valencia, el Athletic de Bilbao y el Málaga –debido a la curiosa rivalidad no recíproca–. Por ese orden.

Pese a que los medios estaban como locos por que hubiera derbi, tendrán que esperar, como mínimo, unos cuantos meses más. Y quién sabe si años, incluso.

Evidentemente, llegar a una final nunca es fácil, y no podemos caer en el error de menospreciar a ningún rival. Error que sería más imperdonable que nunca, porque aún tenemos demasiado reciente el fiasco de la pasada Copa del Rey, donde quedamos eliminados por subestimar al Racing de Santander –al que ganamos a domicilio– y por la desafortunada alineación de M’Bia como central.

Inicimos el camino ante el Sabadell, los días 3 (en Sabadell) y 17 de diciembre. Las demás fechas son las siguientes: Octavos, 7 y 14 de enero; Cuartos 21 y 28 de enero; Semifinales, 11 de febrero y 4 de marzo. La final está prevista para el día 30 de mayo.

Estamos inmersos en tres competiciones muy jugosas: la Liga, donde aspiramos a una plaza de Champions; la Europa League, donde nuestra meta es renovar título y conseguir, de manera directa, plaza Champions; y la Copa del Rey, donde, tal y como están las cosas, el objetivo debe ser llegar a la final y, claro está, ganarla. Tres competiciones, tres razones más que de sobra para pedir a los Reyes Magos un central y, si puede ser, aunque sea a Papá Noel, un lateral derecho que sepa defender. Porque que un lateral sepa atacar siempre será bienvenido, pero no se puede olvidar que lo más importante es que sepa defender.

No podemos dejar pasar estas tres oportunidades de oro para mejorar economía, potencial deportivo, palmarés y prestigio. Y menos aún, suponiendo que tenemos buena salud económica.

El Oporto, nuestro primer rival serio en la Europa League

Tengo ganas de ver el verdadero nivel que puede dar el Sevilla en esta Europa League, pues, hasta ahora, sólo nos hemos enfrentado a rivales menores. Aún así, varios de estos equipos nos han puesto en apuros. Incluso casi nos elimina el Betis. Sin ánimo de desmerecer al que dicen que es nuestro eterno rival, yo achaco las dificultades que tuvimos en la pasada eliminatoria a las lesiones que nos mermaron en defensa, en el partido de ida, y en el centro del campo, en el partido de vuelta. De no haber sido así, supongo que no habríamos tenido ninguna dificultad en llegar a Cuartos.

Ahora ya, en Cuartos de Final, nos enfrentaremos a un verdadero equipo, repleto de importantes individualidades y acostumbrado a conseguir grandes éxitos deportivos. En este enlace de El Desmarque hacen un buen análisis del Oporto, y, la verdad, es que se trata de un equipo de primer nivel. Eso tiene la ventaja de que, si nos eliminan, no podría considerarse un fracaso nuestra participación europea, y si conseguimos pasar la eliminatoria, estaremos a un paso de la final, y con la moral a tope.

No obstante, hay que tener en cuenta que la tarea, a priori, va a ser harto complicada. Hay un dato que no se puede obviar: este Oporto se ha clasificado para Cuartos tras eliminar al Nápoles, que es otro grandísimo equipo, con jugadores como Henrique, Jorginho, Behrami, Inler, Hamsik, Callejón, Insigne, Pandev, Higuain… Es decir, por mucho que digan que es el peor Oporto de los últimos años, eso no quiere decir que sea un rival fácil de batir. Ni mucho menos.

Así pues, no sólo estamos ante un gran rival, sino que posiblemente, sea superior a nosotros. Eso quiere decir que, si queremos llegar a semifinales, tendremos que cometer muy poquitos fallos, y por supuesto salir vivos del Estadio do Dragao.

Como en todas las eliminatorias, será importantísimo marcar en campo contrario. Por ello, no conviene ponerse nerviosos si nos hacen gol y recordar que hay un partido de vuelta, que es algo que se le olvidó a Emery en la ida contra el Betis y que nos complicó mucho la remontada. Un 2-0 parece muy mal resultado, pero un 2-1 da bastantes opciones para pasar a semifinales al calor de nuestra afición.

Por último, decir que no me gusta nada que se diga, incluso desde el club, que este Sevilla tiene muchas similitudes con el de 2006. Ni mucho menos lo veo así. Aquel equipo tenía varios jugadores que se podrían considerar de los mejores del mundo en su posición, como podrían ser Palop, Javi Navarro, Dani Alves, Jesús Navas, Luis Fabiano o Kanouté. Desde mi punto de vista, este Sevilla no se puede considerar, ni por asomo, que está al mismo nivel que aquella que nos dio tantos títulos y alegrías. Si así fuera, muy probablemente levantaríamos un nuevo título esta temporada. Y eso son palabras mayores.

La entrevista a Kevin Gameiro en Ouest France

Kevin Gameiro: «Pienso en el Mundial»

kevin-gameiro-le-mondial-jy-pensePie de foto): El ex de Lorient ha marcado 14 goles esta temporada con el Sevilla

La entrevista original puede leerse en la web de Ouest France.

El ex Lorient desafía al Betis con el Sevilla en el ardiente derbi sevillano, esta noche. Actualmente en buen estado de forma, es candidato para ir con la selección al Mundial.

El precio a pagar por la pasión. Desde que pisó Sevilla, el pasado verano, Kévin Gameiro se ha enemistado con la mitad de la ciudad, aquella que adora al Betis tanto como odia al Sevilla FC. En la capital andaluza, con 750.000 almas y 4.000 bares, se invita al fútbol en todas partes. A pesar de la crisis económica, el Sevilla cuenta con 35.000 abonados y el Betis con 33.000.

«Mujeres y hombres, todos viven para el fútbol», dice entusiasmado el ex Lorient. «Son graciosos. A menudo, me piden una foto y me dicen enseguida: «¡Viva el Betis!». La rivalidad es infinita, pero también sana. Salvo los días de derbi. Ahí es, francamente, enorme. En las calles hay humo por todos sitios. Los aficionados cantan tres horas antes del partido, delante del hotel. Incluso un Saint-Étienne – Lyon no interesa más que a una parte de las dos ciudades. Aquí, es toda la ciudad.

5.000 personas el día de su presentación

Llegado con la etiqueta de ser internacional francés (8 veces internacional, 1 gol), proveniente del p0deroso PSG, el delantero rápidamente pudo calibrar su fama.

«El día de su presentación, hacía 47 grados, pero más de 5.000 sevillistas (socios del Sevilla FC) estaban en el estadio. Desde su firma ha suscitado un enorme entusiasmo. Es un jugador contrastado», relata Fernando Ruiz, periodista de Estadio Deportivo, periódico deportivo sevillano que dedica, todos los días, diez páginas a la actualidad del club. Pero los inicios del goleador fueron complicados. «Me lesioné en los aductores tras el primer entrenamiento. Resultado: tres semanas parado. Mes y medio después, otra vez. A continuación, el cuádriceps… En resumen, he tenido un poco todas las lesiones. Nunca llegaba a trabajar bien para poder volver. Era un suplicio», explica el jugador.

kevin-gameiro-le-mondial-jy-pense_2Pie de foto: El pasado domingo, frente al Valladolid, Kevin Gameiro tiró un penalti, que transformó.

Desde enero, al fin liberado de los problemas físicos, explota. Marca seis goles en siete partidos, haciendo un total de 14 goles esta temporada (9 en Liga, 6 en Liga Europa). «Acabar con 20 estaría bien siendo el primer año», Sin hablar español ni inglés, además, y con la fuerte competencia del internacional colombiano Carlos Bacca (15 goles en total). «Ha marcado cuando estuve lesionado», explica Gameiro. «Como resultado, Unai Emery (el entrenador del Sevilla FC ) dio prioridad a un sistema con un solo punta», señala Fernando Ruiz. «Pero Gameiro destaca durante varias semanas».

«Me alegro de verle marcar», dice el técnico. A menudo, jugamos con un solo delantero, pero, a veces, jugar con dos delanteros da más equilibrio al equipo. Les he pedido que, entre los dos, hagan 30 goles esta temporada. No están lejos (29 en todas las competiciones)”. La competencia entre los dos jugadores es buena para el equipo. «Nos entendemos bien sobre el terreno de juego, nos completamos», señala Bacca. «Kévin prefiere la izquierda del ataque y yo la derecha»

«Estoy contento porque vuelvo a jugar al fútbol»

El dúo tiene que bregar con la añoranza del internacional español Álvaro Negredo, principal goleador del Sevilla durante cuatro temporadas (85 goles en total), traspasado el pasado verano al Manchester City. Está muy presente en los aficionados, que han visto igualmente jugar a Zamorano, Suker, Kanouté o Luis Fabiano. Goleadores de gran clase.

Pero Gameiro se siente bien en Sevilla, «capital del sol, donde la calidad de vida es netamente superior a la de París». Su último hijo ha nacido allí. Su contrato es de cinco años, con una cláusula de rescisión de 40 millones de euros, debería mantenerle allí mucho tiempo. Él piensa ya en junio: «Pienso en el Mundial. Siempre es un sueño. Todo es posible en fútbol. Siempre estoy entre los preseleccionados…»

MÁS EFICAZ QUE Giroud, Lacazette Y Payet

Su estado de ánimo, intachable, y su olfato goleador innato podrían guardarle una buena sorpresa en junio. Presenta todas las características ideales para complementarse con el dúo Giroud-Benzema. Teniendo en consideración las lesiones y el lógico período de adaptación a un nuevo equipo y a un nuevo campeonato, presenta buenas estadísticas para su primera temporada fuera de Francia. Con un gol cada 159 minutos, «ha tenido un buen rendimiento el tiempo que ha jugado, sus minutos sobre el césped», analiza Fernando Ruiz.

Su compañero de equipo, Bacca, es menos eficaz, pero, sobre todo, están los casos de Lacazette con el Lyon (1 gol cada 182 minutos), de Payet en el Marsella (1 gol cada 349 minutos) e incluso el de Giroud en el Arsenal (1 gol cada 183 minutos). Sólamente Gignac (1 gol cada 139 minutos) y Benzema (1 gol cada 132 minutos) lo hacen mejor que él.

kevin-gameiro-le-mondial-jy-pense_1Pie de foto: Los socios del Sevilla aprecian mucho a Gameiro porque siempre se va hacia ellos para celebrar sus goles.

Más allá de las estadísticas favorables, Gameiro saborea ya su vuelta al primer nivel, tras una temporada pasada frustrante en el PSG, en términos de tiempo de juego. «Estoy contento porque he vuelto a jugar, por fin, al fútbol. Y además, me he integrado aquí con rapidez». Hasta ha dado recientemente su primera rueda de prensa en español. «Partía de cero, y a eso se llega poco a poco. Pero comprender a los sevillanos cuesta muchísimo trabajo. No acaban las palabras, tienen un acento muy marcado y hablan muy rápido».

«En el grupo se lleva muy bien con Stéphane M’Bia y con el capitán,  Ivan Rakitić, que es la verdadera estrella del equipo», explica Fernando Ruiz. «¡Stéphane M’Bia habla todavía peor que yo!», se ríe Gameiro, quien ha descubierto «el jamón español, que dan ganas de comerlo nada más verlo!», pero igualmente del «espíritu festivo y el humor de los andaluces».

Seguido durante tres años por el club, era un verdadero deseo del Sevilla FC. El Director Deportivo, Ramón Rodríguez Verdejo, «Monchi», verdadero descubridor de talentos (Dani Alves, Kanouté, Luis Fabiano, Júlio Baptista, Palop, Poulsen, Adriano, Negredo, entre otros) fue a verlo a su domicilio en Lorient, hace tres años. Incluso la dimisión y condena a prisión, en diciembre, del Presidente que le fichó, José María del Nido, «no me ha afectado», confiesa Gameiro.

«El derby es francamente ¡extraordinario!»

Esta noche, «Gameyro» como dicen los andaluces, tendrá la ocasión de brillar en el panorama continental, efectuando su más corto desplazamiento en Copa de Europa. Apenas 4 km separan los estadios Ramón-Sánchez-Pizjuán (lugar donde tuvo lugar el Francia – Alemania de 1982) y el Benito Villamarín (estadio del Betis). La presión es infinita. La cita, histórica: nunca antes se habían encontrado los eternos rivales en Europa.

«En Liga vamos séptimos, con 25 puntos de ventaja sobre el Betis (último). Se ganó en casa 4-0, pero de lo único de lo que habla todo el mundo es del derby perdido en octavos de final de la Liga Europa (0-2 en casa)», sonríe Gameiro. Desde hace una semana, los béticos (socios del Betis) están fanfarroneando, pero el doble vencedor de la Copa de la UEFA (2006, 2007)  no ha dicho su última palabra.

Para darle la vuelta a la situación, en un estadio hostil y con todo el papel vendido, se presentarán 2.500 sevillistas como visitantes. Unai Emery «debería poner a los dos de titulares», informa Fernando Ruiz. Una buena oportunidad para Gameiro. «Los socios le quieren, puesto que lucha, presiona mucho y se dirige siempre a la grada cuando marca goles. Corean a menudo su nombre, pero aún no ha respondido a todas las esperanzas puestas en él», subraya el periodista andaluz. «Por el contrario, si marca allí y el equipo elimina al Betis, quedará siempre en el recuerdo, tanto de los sevillistas como de los béticos»…

Si hoy no pasamos la eliminatoria, mejor no hacer caso a Bill Shankly

Al ya difunto Bill Shankly, que fue un afamado entrenador británico que logró sus mayores éxitos con el Liverpool, se le ocurrió decir un día: «Algunos creen que el fútbol es una cuestión de vida o muerte. Puedo asegurarles que es mucho, mucho más importante que eso».

Conociendo otras frases suyas, las cuáles añadiré al final del post, supongo que estaría bromeando. Si lo dijo en serio, yo no podría estar más en desacuerdo con él. A mi modo de ver, el fútbol está para disfrutar. Para agobiarnos y pasarlo mal, ya nos tiene reservada la vida muchas otras cosas.

Quiero con esto decir que, pase lo que pase esta noche, el mundo va a seguir girando, y que hay que valorar las cosas en su justa medida. Por supuesto, para el Sevilla sería un fracaso el caer eliminado tan prematuramente, de manera similar a como hicimos en la Copa del Rey ante el Racing de Santander. Eso es innegable.

Lo que sí está claro es que esta noche presenciaremos una hazaña. Bien sea por parte del Betis, al eliminar a un equipo muy superior, o por parte del Sevilla, por dar la vuelta a un resultado muy adverso, y en campo contrario.

Para el partido de hoy espero a un Betis muy agazapado atrás, excusándose de su ventaja de dos goles y de su inferioridad, con la única intención de salir al contragolpe. Por tanto, tendremos que estar muy atentos en el centro del campo, para evitar estas contras y controlar la posesión del balón. Será fundamental no perder la calma –cosa que no hizo Emery en la ida– y tener paciencia. Y por supuesto, lo más importante de todo, será el tener un mínimo de acierto en las dos áreas. Probablemente, con que aprovechemos sólo la mitad de ocasiones que tengamos, sería suficiente.

Me muero de ganas porque llegue ya la hora del importante partido de hoy. Es importante, pero no el más importante del fútbol sevillano, como nos quiere hacer creer algún aficionado bético. Supongo que para el Betis no lo será, pues ha ganado un par de Copas del Rey y una Liga. Y para el Sevilla, mucho menos, pues ha sido mucho más laureado, ganando títulos europeos: dos Copas de la UEFA y una Supercopa de Europa. Después de todo, lo único que hoy está en juego es una eliminatoria de octavos de la Europa League y la guasa sevillana del día –o días– después. No estamos hablando de cosas mayores, como títulos o descensos.

Para finalizar, os dejo otras frases de Bill Shankly, quien debió ser un buen personaje:

  • «Cuando no tengo nada que hacer miro debajo de la clasificación para ver cómo va el Everton».
  • «Esta ciudad tiene dos grandes equipos: el Liverpool y el equipo reserva del Liverpool».
  • «No te preocupes, Alan, al menos estarás cerca de un gran equipo». (A Alan Ball, cuando firmó por el Everton)
  • «Si el Everton jugara en el jardín de mi casa, correría las cortinas».
  • «Sé que este es un momento triste, pero creo que Dixie (Dixie Dean) estaría impresionado de saber que puede atraer más gente ahora que el Everton en una tarde de sábado.» (En el funeral de Dixie Dean)
  • «Algunos creen que el fútbol es solo una cuestión de vida o muerte, pero es algo mucho más importante que eso».
  • «El problema con los árbitros es que conocen las reglas, pero no el juego».
  • «¿Qué alineación voy a sacar? No voy a revelar un secreto como ese al Milan. Si por mí fuera, procuraría que no se enterase ni de la hora del partido.»
  • «Si estás en el área y no estás seguro de qué hacer con el balón, mételo en la portería y después discutiremos las opciones».
  • «También pasamos malos momentos: un año acabamos segundos.»
  • «Si no lo nombran el futbolista del año, el fútbol debería detenerse, y los hombres que eligieron a otro tipo deberían ser enviados al Kremlin». (Sobre Tommy Smith)
  • «¿De dónde eres?» -«Soy un fan de Liverpool desde Londres». «Bien, entonces, ¿cómo se siente al estar en el cielo?- respondió Shankly».
  • «Sólo ve afuera y llena el lugar de granadas, hijo».  (A Kevin Keegan)
  • «Ehh… Aquí estamos, con problemas y punteros de la Liga» (A un periodista que decía que Liverpool estaba en crisis).
  • «Un equipo de fútbol es como un piano. Necesitas a ocho personas que lo muevan, y tres que puedan tocar el condenado instrumento».
  • «Si eres el primero eres el primero. Si eres el segundo no eres nada.»
  • «Si no puedes apoyarnos cuando perdemos o empatamos, no nos apoyes cuando ganemos».

Por supuesto que hay un favorito para el Euroderbi, y es el Sevilla F.C.

Yo alucino cuando oigo que al derbi llegan los dos equipos igualados y que no hay favorito.  Para dilucidarlo, no hay que remontarse a épocas pasadas, ni a títulos conseguidos, ni a las estadísticas, simplemente hay que mirar a la actual clasificación, y nos encontraremos con el dato, completamente demoledor, de que el Sevilla le saca 23 puntos de ventaja y de que la diferencia de goles es de +5 en el caso del Sevilla y de -33 en el caso del Betis.

Ahora bien, tan importante es tener claro que el Sevilla es favorito como que ese favoritismo no sirve absolutamente para nada. Si acaso, para las casas de apuestas y para que el Betis se encierre sin ningún pudor en su área, con el único objetivo de sorprender al contragolpe.

Y, por supuesto, el que el Sevilla sea favorito no garantiza el éxito. Cualquier equipo nos puede hacer daño si no se hacen las cosas bien, como ya hemos visto esta temporada en múltiples ocasiones.

Si logramos contener la euforia y no afloran los excesos de confianza, no creo que tengamos problemas para superar al Betis. Pero ya sabemos lo caro que puede salir el despreciar a un equipo inferior, pues tenemos aún reciente el caso del Racing, los tres goles que nos hizo el Maribor u otros partidos de liga.

Hoy por hoy, afortunadamente, el Betis está a años luz del Sevilla, en todos los aspectos, pero eso no cuenta para eliminatoria que comienza mañana. Lo único que vale es lo que se haga sobre el césped. Pero, por favor, ¿cómo no va a haber un favorito para el partido de mañana? Y, además, jugando en casa. El favorito es el mismo que el de todos los derbis: el Sevilla FC, que todo el mundo sabe que nació para dominar no sólo esta ciudad, sino Andalucía entera.

Mi opinión sobre «Mentiras del Fútbol Sevillano»

Ayer acabé de leer el libro «Mentiras del Fútbol Sevillano», de Carlos Romero, y, la verdad es que me ha gustado mucho. Como dicen los ingleses, es un «must», es decir, de obligada lectura.

El libro se hace muy ameno y sus 270 páginas pasan volando. Cuando acabas un capítulo –uno por mentira– es casi imposible no continuar con el siguiente. En algunos momentos no puedes evitar unas risas, viendo la mentalidad de la gente en aquellos años en los que se iniciaba el fútbol en nuestro país.

Eso sí, Mentiras del Fútbol Sevillano no creo que guste a los béticos. No es que se hable del Betis de manera despectiva –más bien al contrario, pues en todo momento se trata con respeto y con rigurosidad de todos los clubes mencionados en el libro– pero el libro desmonta, mediante una buena documentación, cada una de las historietas que tanto les gusta contar a algunos béticos. Y la historia es como es, por mucho que a ellos les guste cambiarla.

De los capítulos, el que más me ha gustado es el del caso Antúnez. La verdad es que desconocía los detalles de este llamativo caso y me ha impresionado bastante hasta dónde pudo llegar la rivalidad mal entendida o, más bien, el odio que nos tuvo por aquella época el Betis.

Por decir algo negativo del libro, es que se ha publicado sin haber sido revisado. O si se ha revisado, no se ha hecho bien, puesto que he visto bastantes errores tipográficos. Esto no es algo grave, pero considero que toda publicación debe revisarse para evitar en los posibles estos pequeños fallos que, aunque no suelen ser un inconveniente a la hora de leer y comprender el texto, no dan buena imagen. Por supuesto, esto no empaña en absoluto al libro, que, como digo, me parece magnífico. Además, estoy seguro de que los errores se corregirán en posteriores ediciones.

Mis felicitaciones desde aquí a Carlos Romero, por su libro, gracias al cual conozco mejor la historia del Sevilla FC y de aquellos clubes que nos acompañaron en los comienzos.

Una anécdota y un consejo

Ayer me enteré de que en Madrid llevan un par de días con tarifa única de taxis en los trayectos hacia o desde el aeropuerto, y en la noticia destacaban que, a pesar de que llevaban poco tiempo con la nueva tarifa, ya se estaban dando casos de engaños a turistas. La tarifa era de treinta euros, y un hombre dijo que le llegaron a cobrar 45 euros.

Eso me recordó a la anécdota que me ocurrió cuando llegué al aeropuerto de Sevilla, al día siguiente de haberse proclamado el Sevilla FC brillante campeón de la Copa del Rey tras ganar al Atlético de Madrid, por dos goles a cero, en el Camp Nou.

Éramos tres personas las que teníamos que coger un taxi, y como estuvimos en Barcelona varios días de turismo –ya que se va, hay que aprovechar el viaje–, las maletas eran bastante voluminosas y no cabían en un taxi normal. Así que tuvimos que desechar tres o cuatro taxis hasta que encontramos uno que tuviera un maletero lo suficientemente grande como para dar cabida a todo el equipaje.

Aquel día yo llevaba puesta mi camiseta del Sevilla roja de la final de Glasgow. Nada más entrar en el taxi, vi que del espejo retrovisor colgaba un escudo del Betis, casi tan grande como el de mi sevillista camiseta. Lo primero que pensé es «la hemos cagado», aunque también pensé que, a lo mejor, habíamos dado con un bético honrado . Si es que hay alguno 🙂

Nos pusimos en marcha. O más bien despegamos, porque el taxi cogió una velocidad impresionante por la autopista. En mi vida he ido tan rápido en un coche. La velocidad era tal que los demás coches parecían caracoles. Calculo que debíamos de ir a unos 200 km/h, o puede que más. Lógicamente, en cuestión de segundos llegamos a la carretera de Carmona y poco después a la dirección que le habíamos indicado.

Aquí es donde empezaron los problemas, pues el taxista nos pidió una cantidad de dinero, la cual no recuerdo exactamente, pero que no era la adecuada. Yo no lo sabía, pero mi hermano sí estaba al tanto y protestó. El taxista entonces dijo que era una tarifa fija y que había que sumar un euro por maleta.

Y aquí fue donde el taxista salió trasquilado. Mi hermano le dijo cuál era la tarifa correcta y que las maletas estaban incluidas. Ante la actitud del taxista, que se puso «chulito» y no reconocía el engaño, mi hermano le mostró la fotocopia del Boletín Oficial de la Provincia, donde venían publicadas las tarifas vigentes.

Ni aún así, el taxista daba su brazo a torcer. Entonces, mi hermano le dijo que le pagaría, pero que le tenía que dar un recibo –el cual debe llegar el logo del Ayuntamiento y con el número de licencia debidamente troquelado–. Cuando ya esperábamos que el sinvergüenza del taxista se rindiera, nos sorprendió a todos yéndose hacia el taxi, haciendo como que iba a por el recibo. Como era de esperar, a los pocos segundos volvió para decirnos, con muy malas formas, que le pagáramos lo que nosotros decíamos pero que «otra vez no nos cogía». Esto ya es que fue muy gracioso. Como si nos fuéramos a encontrar de nuevo y él se fuera a acordar de nosotros 🙂

Evidentemente, esto ocurrió no porque el taxista fuera bético, o del Madrid o del Sabadell, sino porque era uno de esos mafiosos que campan a sus anchas por el aeropuerto de Sevilla. Seguro que, en cuanto nos dejó, volvió a ir a velocidad de vértigo a por más «incautos». Es una manera fácil de hacer dinero: veintitantos euros por un cuarto de hora de trayecto no estaba nada mal.

Ésa era la anécdota. El consejo, evidentemente, es que, cuando se vaya a coger un taxi con trayecto aeropuerto, se vaya preparado. No cuesta tanto llevar una copia de las tarifas oficiales.

Ya sienta mal que los taxistas intenten engañar a los turistas –da muy mala imagen de la ciudad–, pero ya que lo hagan con los sevillanos, es que clama al cielo.

Muy afortunado sorteo para el Sevilla en la Europa League

Era complicado tener más suerte en el sorteo que ha tenido lugar en el día de hoy, en Nyon. Nuestro próximo rival será el Maribor esloveno. A priori, es un equipo muy inferior y no debemos tener problemas para pasar la eliminatoria, siempre y cuando respetemos al rival. Porque si lo vamos a dar por ganado antes del pitido inicial, mal vamos, ya sea con el Maribor o con cualquier otro equipo.

Había equipos muy fuertes que nos podrían haber tocado, como la Juventus, Lazio, Ajax, Oporto o Swansea. Así que pienso que nos podemos dar con un canto en los dientes.

En cuanto a la siguiente eliminatoria, creo que tampoco nos podemos quejar, puesto que el rival será el vencedor del Rubin Kazan – Betis. Es decir, casi con toda seguridad, será el equipo ruso el rival a batir. Se trata de un equipo que no es ninguna perita en dulce, pero es bastante asequible.

Me ha llamado la atención ver comentarios de sevillistas que no quieren derbi en Europa. Y, la verdad, me ha extrañado bastante.

A mí no me gustan los derbis. Nunca me han gustado, pero en este caso sí me gustaría que lo hubiera. ¿Por que? Pues porque creo que el Betis, hoy por hoy, es bastante inferior al Sevilla, y, si venciéramos, nos plantaríamos en cuartos de final de la Liga Europa, que no es moco de pavo. Es decir, en un enfrentamiento contra el Betis tendríamos muchas opciones de pasar la eliminatoria, y más al tratarse de una competición a doble partido, que no es como en la Liga, que puede sonar la flauta y ganarnos. Eso sí,  me parece un poco rollo eso de enfrentarse a un equipo español en una copetición europea. Gusta más jugar con un equipo extranjero.

Por otro lado, si finalmente es el Rubin Kazán el que se clasificara, creo que, al igual que al Maribor, lo cogeríamos en la pretemporada. En ese sentido, aunque el Rubin tiene jugadores importantes –el exmalaguista Rondón, por ejemplo–, creo que tendríamos una clara ventaja.

A decir verdad, no creo que el Sevilla se vaya a plantar en la final, ya que tenemos algunas carencias, pero mientras más lejos lleguemos, mejor. Y a priori, ni Maribor, ni Rubin, ni Betis deben ser rivales a temer. Otra cosa será a posteriori, porque hay que jugar los partidos y el balón es muy caprichoso.

Piedad para los béticos

De todos es sabido que después de un derbi llega el típico cachondeíto entre las aficiones. Por suerte, casi siempre el resultado nos favorece, pero, muy de vez en cuando, salta la liebre y el Betis sale victorioso. Es entonces cuando salen béticos hasta debajo de las piedras, ávidos de resarcirse de tanta angustia acumulada. La verdad es que se ponen tan pesados que llegan a ser insoportables, de manera que entiendo perfectamente al sevillista que hace lo mismo, a modo de venganza. Yo, sin embargo, no soy de esos, y prefiero disfrutar del post derbi con mis amigos sevillistas. Y no soy de esos, por tres motivos:

En primer lugar, porque si lo hiciera, sería igual que ellos. Y yo no quiero parecerme a ellos en nada. A pesar de compartir la misma ciudad –aunque ellos están empezando a renegar de ella, diciendo «Ciudad del Betis»–, Sevilla y Betis son dos clubes y dos aficiones muy diferentes. Y me parece estupendo que siga siendo así.

En segundo lugar, porque, en el fondo, son dignos de lástima. Hay que entender que el Betis siempre ha estado a la sombra del Sevilla, y muy probablemente lo seguirá estando, salvo que se presente un magnate o jeque y ponga muchísimos millones de euros en lo «arto de la mesa».  Actualmente, la supremacía del Sevilla es evidente, y lo ha sido también históricamente. Pensándolo bien, eso debe de ser durísimo, especialmente en el caso del Betis como entidad –que se fundó para enfrentarse al Sevilla–, y en el caso de los aficionados más acérrimos y antisevillistas, que deben estar pasándolo verdaderamente mal.

Y en tercer y último lugar, porque cada día estoy más convencido de que ganar al Betis no tiene mérito. Es así de simple. El mérito sería en el caso contrario, es decir, que el Betis ganara. Es decir, reconozco que me lo pasé muy bien con la victoria del domingo –me pasa igual con todas las victorias de mi equipo–, pero mi alegría habría sido mucho mayor si el rival goleado hubiera sido el Madrid o el Barcelona. Ésas sí habrían sido victorias de mucho mérito, pues tienes que superar a unos jugadores extraordinarios y, casi con toda seguridad, al trío arbitral, con lo cual la victoria es complicadísima. ¿Pero ganarle al Betis? Pues no, la verdad es que no le veo mérito alguno.

Así que tened un poquito de piedad y no seáis demasiado malos con ellos.

Según L’Equipe, el Sevilla humilló al Betis

L’Equipe también dedica unos párrafos al derbi del domingo, aunque sin explayarse tanto como The Guardian.
La noticia del diario francés dice así (pincha aquí para leer el original):
El derbi, para el Sevilla FC.
El Sevilla FC ha humillado al Betis (4-0) este domingo en el derbi andaluz. Stéphane Mbia ha inscrito su primer gol en Liga.
Recientemente goleado por el Real Madrid (3-7), y tras ser vencido a domicilio por el Celta de Vigo (0-1), el Sevilla FC está recuperándose un poco. Quince días después de haber batido al Español de Barcelona (3-1) en Cataluña, el club andaluz se ha llevado fácilmente este domingo el derbi sevillano, frente a su vecino, el Betis (4-0). (Este enlace lleva al comentario en directo del partido, que finaliza con la siguiente frase –marcada en rojo–): «Superior en todos los lances del partido, y en superioridad numérica antes del descanso, el Sevilla FC se ha llevado el derbi sevillano (4-0), frente a sus vecinos del Betis. Esta victoria permite a los compañeros de Gameiro el acercarse a las plazas europeas»
A pesar de una primera parte bastante normal, el equipo de Unai Emery llegó al vestuario con una ventaja de dos goles. Tras un buen pase de Reyes, Carlos Bacca ha abierto el marcador en la primera ocasión del partido (minuto 2). El Colombiano ha inscrito su sexto gol de la temporada en Liga. Después, justo antes del descanso, el Betis ha perdido a Paulao, expulsado tras haber recibido una segunda tarjeta amarilla (minuto 42). Y enseguida es el ex jugador del Marsella, Stéphane Mbia quien ha conseguido el segundo de cabeza (minuto 43), su primer gol en Liga.
Justo antes de la hora de juego, el Sevilla FC ha continuado con un tercer gol, firmado por Victor Vitolo, el cual se ha beneficiado de un soberbio pase de Bacca, por encima de la defensa rival (minuto 59). Al final del partido, Iborra ha machacado (minuto 88). Con esta victoria, el Sevilla FC deja la segunda mitad de la clasificación y se posiciona en octavo lugar (19 puntos). El Betis queda más aún como farolillo rojo, con sólo nueve puntos.Redacción

* En los comentarios de los lectores hay uno que se pregunta cómo es posible que el Betis jugara tan bien la temporada pasada y tan mal en esta. Y también otro lector se extraña por el hecho de que Gameiro no esté jugando en el Sevilla.

Las polémicas, vistas desde la distancia

Me he permitido el lujo de escaparme unos días, a 600 kilómetros de Sevilla, donde he estado intentando informarme de la actualidad del Sevilla. Me he enterado de algunas polémicas que han surgido en diversas webs y en las redes sociales, y no sé si es porque desde la distancia las cosas se ven de otra manera, o porque me estoy haciendo viejo, o porque no me ha llegado toda la información –o puede que las tres cosas juntas–, pero a mí estas polémicas me parecen auténticas chorradas:

– Las palabras de Jairo. Resulta que al chaval no se le ocurre otra cosa que decir: «a ver si podemos darle la puntilla al Betis», y va y salta el escándalo. Al cántabro le llovieron críticas por unas palabras que a mí no me parecen nada del otro mundo. Entiendo que la prensa deportiva sevillana esté deseando rellenar páginas y avivar el fuego de la rivalidad, pero lo que más me llamó la atención es que Jairo incluso recibió críticas de sevillistas. Con lo que se ha dicho en derbis anteriores, me extrañó mucho la que se armó por una nimiedad. En cualquier caso, es evidente que Jairo está equivocado. Aún quedan muchos partidos y, por tanto, es imposible dar la puntilla a ningún equipo.

– Los farolillos rojos. Esta si que es buena. A alguien se le ha ocurrido proponer llenar el estadio de farolillos rojos, en recochineo hacia el supuesto eterno rival –digo «supuesto» porque ni es eterno, ni es rival–, y, como suele ocurrir, a algunos la idea le ha parecido sensacional y a otros una aberración. De nuevo, tampoco veo que sea un tema que deba preocupar a nadie. Además, cada cual es libre de ir al estadio ataviado con lo que quiera. Mejor que se lleven farolillos a vuvuzelas, las estruendosas bocinas spray –que son capaces de dejar sordo a cualquiera– o bengalas –que acarrean multas y ponen en peligro la seguridad de los asistentes–.

Lo que sí tengo claro es que yo no llevaré farolillo rojo. Entre otras cosas, porque soy de la creencia de que al Betis hay que tratarlo como a cualquier otro equipo, por lo que pienso que no debe hacerse nada especial por su visita. En los últimos años el Sevilla se ha distanciado mucho del Betis, en todos los aspectos, y por lógica, la rivalidad no es tan fuerte como antes. Posiblemente, los béticos vivan los derbis con más entusiasmo, porque para ellos es una hazaña el ganarnos. En mi opinión, sólo deberíamos tener en cuenta al Betis en los días previos a un derbi, cuando haya en juego tres puntos o una eliminatoria, y una vez se haya jugado con ellos, como si no existieran, total indiferencia. Será que a mí no me gustan los derbis. Me pasa igual que cuando jugamos contra el Madrid o el Barcelona: estoy deseando que pasen los partidos. Eso sí, hay una diferencia importante, pues contra los dos mastodontes, lo más normal es que perdamos, pero, sin embargo, contra el Betis, todo lo que no sea ganar se puede considerar una sorpresa.

– El tema Perotti. Este asunto es el que me parece más absurdo de todos. Ya me parece incomprensible y ridículo el que los Biris piten a Perotti, a un jugador que lleva la camiseta del Sevilla, y que, además, lo hagan por sistema, por un gesto tonto, por el que además creo que ya ha pedido perdón. Pero lo que ya no doy crédito es que, a raíz de eso, a Perotti le dé por decir que, si no cambian las cosas, buscará una salida en enero. La actitud de Perotti me parece risible, en primer lugar, porque sólo es una pequeña parte de la afición –los Biris– los que están contra él, y, en segundo lugar, porque no es tan fácil buscar una salida. Hay un contrato firmado y si no llega una oferta «fuera de mercado», como le gusta decir a Del Nido, el argentino no saldrá.

Tampoco veo el asunto Perotti preocupante. Perotti ha perdido peso en la plantilla. No es titular indiscutible, ni es un jugador determinante. Si es verdad que, en su momento, llegó al club una oferta por él de trece o catorce millones de euros, en mi opinión, se cometió un grave error al no traspasarlo. La salida de Perotti no causaría ningún trauma, sobre todo si se traspasa por una buena cantidad –de cinco millones para arriba–. Me parece que es un jugador sobrevalorado, con tendencia a lesionarse y poco inteligente en el terreno de juego, y por estas últimas declaraciones, parece que también fuera de él. Perotti no es mal jugador, pero no es un fuera de serie, y no creo que la Secretaría Técnica tuviera muchos problemas para encontrar un jugador de más calidad que el argentino.

Lo peor de mi «exilio» voluntario es que, lamentablemente, me perdí el trofeo Antonio Puerta. Eso sí que es importante. Lo demás son chorradas.

El Betis, claro favorito para el partido de mañana

Este titular es algo impactante, por provenir de un sevillista, pero si analizamos algunos datos objetivamente, creo que el Betis es favorito para el derbi, principalmente por dos razones:

La primera es porque nos saca seis puntos en la tabla. He de admitir que sólo he visto un partido del Betis esta temporada (y perdió 5-1), con lo cual no tengo ninguna base para opinar sobre nuestro rival de mañana. Pero sí es cierto que, si a estas alturas, afrontando ya el sprint final en liga, el Betis está clasificado en séptima posición, no es por casualidad, sino porque tendrá unos cuantos jugadores de calidad y, en general, una plantilla, como mínimo, decente.

Y la segunda razón, que es la más poderosa: el lamentable papel que el Sevilla está mostrando como visitante. De hecho, es difícil hacerlo peor. Es casi milagroso que con 10 derrotas como visitante, 4 empates y sólo una victoria, estemos aún aspirando a conseguir una plaza europea.

Ahora bien, y teniendo en cuenta estos números y nuestra mermada defensa, ¿es posible ganar el derbi? Por supuesto que sí. Faltaría más. Aunque para eso tendremos que mejorar bastante nuestro rendimiento fuera de casa y hacer un partido serio y efectivo en todas las líneas. Más o menos como se hizo en la primera vuelta.

Todos los partidos son impredecibles, y los derbis más aún. Cualquier detalle puede decidir un partido de fútbol, pero creo que nuestra principal baza estará en el centro del campo. Si finalmente se recupera Kondogbia, junto con la brega de Medel y la calidad de Rakitic y Navas podemos hacer bastante daño. Sin embargo, son ellos los que se imponen en el centro del campo, a priori, no tendremos muchas opciones, porque nuestra defensa –sobre todo si finalmente no puede jugar Fernando Navarro– no está para muchos trotes.

Otro detalle que puede decidir el partido –esperemos que no– es el árbitro. El colegiado será Del Cerro Grande, que personalmente no me gusta nada. Curiosamente, es un árbitro que se le da mal al Sevilla y bien al Betis. Al menos, sí tengo la certeza de que no lo podrá hacer peor que el nefasto Mateu Lahoz. A no ser que se esfuerce mucho, claro está.

Me importa un pimiento

Me sorprendía mi hermano, este pasado sábado, cuando me llamó por teléfono para preguntarme cómo iba el Betis-Barcelona. Mi sorpresa era lógica, porque nunca me pregunta por el Betis. Ni siquiera conoce mucho de los nombres de los jugadores béticos. Cuando le pregunto para qué quiere saberlo, me dice que es porque no quiere que el Betis quede por delante de nosotros.

Yo, la verdad, no me explicaba cómo, a estas alturas, podría importarle lo que hiciese el Betis. Según él, es por una compañera de trabajo bética que es muy pesada, de las que no se callan ni debajo del agua. Y ahí es donde ya me descuadró totalmente. Le dije, simplemente, que a mí el Betis me importaba un pimiento –bueno, en realidad, no dije pimiento, sino otra palabra bastante malsonante– y que no entendía que, después de lo vivido en los últimos años, se dejase achantar por un bético. Simplemente, tendría que enseñarle el pasatiempo de «las siete diferencias«, y que si el bético tuviera algo de sensatez, debería de callarse en el acto.

También me dijo que si el Betis quedara por encima del Sevilla, eso implicaría bastantes miles de socios menos. No sé si habrá sevillistas que piensen así, pero a mí esa forma de pensar me parece, cuando menos, absurda. Sería muy triste y un sinsentido que alguien decida sacarse o no el carnet dependiendo de lo que haga otro equipo. Y desde luego, si alguien hace eso, muy sevillista no debe de ser.

Yo creo que, ahora mismo, la mayoría de los sevillistas no se interesan por el Betis. De hecho, en el último Sevilla-Betis me dio la impresión de que no era un partido de la máxima rivalidad. Al menos, no era como se vivía antes. Hacía ya varios años que no se jugaba un Sevilla-Betis, pero había mucho menos ambiente en la grada, comparado con otras ocasiones, y nuestros jugadores no salieron con la intensidad con la que se solían emplear en los derbis. Quizás influyó también el que el aficionado sevillista viera ya muy complicada la clasificación europea tras el mazazo del 5-1 del Getafe, el 1-1 ante el Levante –rival directísimo– y el 3-0 del Bernabéu.

Tengo claro que la rivalidad con el Betis debe reducirse sólo a los dos enfrentamientos anuales –o cuatro si nos vemos las caras en la Copa del Rey–. El objetivo del Sevilla debe ser clasificarse para Europa, y si no es así, quedar lo mejor clasificado posible. Siempre preferiré quedar el noveno que el décimo, aunque a efectos económicos sea lo mismo.

La rivalidad extrema no lleva a ningún lado. Lo que hagan los demás, debe traernos sin cuidado. Hay que evitar la cortedad de miras. Por tanto, me parece ridículo el término «liga particular» que tanto gusta a los periodistas de por aquí. Particularmente estúpida, diría yo.

No me gustan los derbis

Nunca me han gustado los derbis. Son partidos donde el Sevilla siempre tiene más que perder que el Betis. He visto derbis desde que era pequeño, y casi siempre, quitando quizás cuando el Betis contaba con Jarni, Alfonso y Finidi, el Sevilla ha tenido una plantilla superior, con lo cual, todo lo que no fuera una victoria se podía considerar un mal resultado.

Mañana pasará lo mismo. A priori, será un partido más complicado de lo previsto, ya que tenemos algunas bajas importantes y el Sevilla, a pesar de lo que diga Marcelino, no llega en su mejor momento, que es algo que sí ocurre en el Betis. Y no llega en su mejor momento, sencillamente porque llevamos una racha nefasta, no sólo de resultados, sino también en cuanto a juego y goles. Lo hemos hecho tan mal en los últimos partidos, que hemos permitido al Betis, que tocaba con los dedos las posiciones de descenso, situarse a sólo tres puntos de nosotros. Lo cierto es que, por los motivos que sean,  el Sevilla no acaba de despegar, y cuando juega bien, lo hace de forma intermitente.

Tampoco me gustan los derbis porque suelen ser partidos que ofrecen un pobre espectáculo sobre el terreno de juego. Quizás lo mejor sea el colorido y animación de las gradas, pero, por lo general, suelen ser partidos muy trabados, de mucha tensión tanto entre los propios jugadores como entre los aficionados.

Y al final, siempre ocurre lo mismo. Si gana el Sevilla, será lo normal, habrá tranquilidad en la ciudad y la vida sigue como si nada hubiera pasado. Pero si gana el Betis, esos béticos que estaban debajo de las piedras, dejarán su escondrijo para recordarte que ganaron y que son los mejores. ¡Y qué pesados pueden llegar a ser! Menos mal que son pocos y que ganan de higos a brevas.

Así que esperemos que gane el de casi siempre, y que el domingo sea un día tranquilito, de lo más normal. En todo caso, si no ganamos, tampoco será el final del mundo. Es algo que también puede darse, y más esta temporada, donde hemos fallado estrepitosamente contra los equipos de la parte baja de la tabla.

Y es que no conviene olvidar que en fútbol no siempre gana el mejor.