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Se fue Koundé, y no al Chelsea precisamente

Se acabó el culebrón, y desde mi punto de vista, no fue con final feliz, puesto que ni fue el Chelsea, ni ha sido traspasado por una cantidad ajustada al valor del jugador. Porque Koundé, en mi opinión, es uno de los mejores centrales del mundo. Lo tiene todo: es joven, rápido, muy técnico, con desborde, inteligente, buen marcador, va bien por alto, y también es muy peligroso cuando se incorpora al ataque. En definitiva, es el mejor central que he visto en los, aproximadamente, 45 años que llevo viendo fútbol. En consecuencia, no me parece un gran traspaso que salga por 50 millones fijos más diez en variables. Si esas cantidades son ciertas, según dicen, cinco millones de variables serían muy fáciles de conseguir y otros cinco algo más complicado, pues implicaría que su nuevo equipo lograra ser campeón de Liga o Champions. Además, no se debe olvidar que el Girondins, su antiguo club, se llevaría un 20% de la plusvalía. Por centrales de menos calidad se ha pagado bastante más dinero, aunque también es cierto que no había muchos posibles compradores y que la mayoría de los clubes están bastante “tiesos”. Lo que no logro entender es por qué motivo no se han puesto en cola los clubes más pudientes de Europa para fichar a Koundé, un polivalente internacional absoluto francés, joven y con mucho futuro por delante. Confieso que es algo que se me escapa.

Como no sé lo que se cuece en el club, entiendo que esta venta es más que obligada, puesto que Koundé quería salir y, de no haber sido traspasado ahora, el Sevilla se vería obligado a venderlo por un precio más bajo al entrar en su último año de contrato.

No me ha gustado un pelo que su destino haya sido el Barcelona, uno de los clubes mafiosos del fútbol español, pero, como se suele decir, los jugadores van a donde quieren. Y Koundé quería ir al Barcelona, club que ha actuado ilegalmente, mareando a Koundé, cuando aún no le estaba permitido. El mismo Koundé ha admitido que habló varias veces con Xavi.

Cuando vuelva Koundé al Ramón Sánchez Pizjuán, encontrará indiferencia por mi parte. No me ha gustado que forzara su salida la temporada pasada, negándose –según dicen, aunque no sé si será cierto—a viajar con el equipo en una ocasión. Y tampoco me ha gustado que haya estado mareando la perdiz tanto tiempo, cuando tenía más que decidido ir al Barcelona.

En fin, Koundé es pasado en el Sevilla FC. Glorioso pasado, pero pasado al fin y al cabo. Ahora toca pensar en el futuro, le toca el turno a Monchi. Porque es evidente que con las ventas de Diego Carlos y Koundé la defensa necesita reforzarse, y bien. Porque, a día de hoy, Marcao es una incógnita, al menos hasta que no le veamos jugar tres partidos seguidos. Si es que algún día le vemos jugar, que ya hasta lo dudo. Lo ideal es que se ficharan a dos centrales más, para tener a cuatro, o que se tire de la cantera, pero mucho me temo que sólo vendrá uno.

A esperar y a confiar en el de siempre.

La Supercopa de Europa, muy difícil. Pero… ¿Y si sí?

Nadie da un euro por el Sevilla en la final de hoy, nada más y nada menos que de una Supercopa de Europa que será televisada a más de 200 países. Las casas de apuestas reflejan casi un 90% de probabilidades de que gane el Barcelona. El que quiera ganar dinero, parece que deberá apostar por el Barcelona, y el que quiera ganar mucho dinero, por el Sevilla.

Y pensándolo fríamente, es totalmente lógico el porcentaje de éxito que nos otorgan las casas de apuestas. El Barcelona es un grandísimo equipo, que se ha proclamado campeón de Europa y que además llega en un buen estado de forma y sin apenas bajas. Y las que tiene son de escasa importancia, ya que Pedro y Mathieu pueden suplir perfectamente a Neymar y Jordi Alba.

Por contra, el Sevilla no se puede decir que haya deslumbrado en pretemporada. Con un equipo muy renovado, al Sevilla aún le falta mucho para encajar con éxito las piezas y, por ahora, adolece de falta de gol. Por si fuera poco, un nuevo error de planificación, en conjunción con la mala suerte, ha provocado que nos presentemos a una final sin ninguno de los tres centrales en condiciones de jugar. A pocas horas del pitido inicial, el único que podría llegar es Rami, y forzando. Las alternativas son Coke, Krychowiak, Luismi o un chaval que acaba de llegar a la cantera. Para echarse a temblar.

Si las bajas fueran en otra zona del campo, serían más fáciles de contrarrestar, pero se acumulan precisamente en una línea, la defensiva, que tiene que funcionar con la precisión de un reloj suizo, donde es fundamental la experiencia y donde el más mínimo error suele costar un gol.

A priori, parecen demasiadas facilidades para un rival que cuenta con jugadores de la calidad de Messi, Luis Suárez, Pedro, Iniesta, Alves, Rakitic… Pero, como dice Monchi, de nada sirve pensar en las bajas, pues nos haría débiles. Como se suele decir en estos casos, seremos once contra once.

Lo que sí espero es que esta noche los once que lleven la camiseta del Sevilla salten al césped con ambición, con mentalidad ganadora, confianza concentración, que luchen cada balón como si les fuera la vida en ello. En definitiva, que muestren la casta y el coraje que reza nuestro himno. Pues sólo compitiendo y esforzándose al máximo se podrán disimular las carencias del equipo. Y en el caso de que llegue la derrota –que ojalá no sea el caso– ésta no será tan dolorosa.

Recuerdo que cuando viajé a Mónaco, en 2006, para la final de la Supercopa, lo hacía totalmente convencido de que caeríamos ante aquel Barcelona de Etoo, Ronaldinho, Deco, Xavi, Iniesta, Messi… un equipo impresionante que arrasaba a todo aquel que se ponía en su camino. Y, sin embargo, hicimos un partidazo y fue el Sevilla el que arrolló al Barcelona. El Sevilla sorprendió al mundo. ¿Lo volveremos a hacer esta noche? Es complicado, muy complicado, pero… ¿Y si sí?

Cristóforo, nuevo gran fichaje

Sólo dos cosas a destacar en el intranscendente partido de ayer contra el AEK de Atenas: el golazo de Reyes y la vuelta de Cristóforo.

El infortunio que tuvo Cristóforo, al destrozarse la rodilla cuando Emery empezaba a contar con él, nos impidió comprobar lo que ya se intuía al verle jugar sólo unos minutos: que es un gran jugador y que, a poco que le cambie la suerte y tenga continuidad, dará mucha gloria al Sevilla FC.

Cristóforo volvió a jugar tras estar muchos meses de baja, y lo hizo con unas ganas que me sorprendieron. Con las penurias que habrá pasado ese hombre, que se quedan para él, y a pesar de tratarse de un partido amistoso, siempre entraba con fuerza y metía la pierna como si le fuera la vida en ello.

Desconozco si el estado físico del uruguayo le permitiría aguantar los noventa minutos, pero si así fuera, yo lo pondría de titular en la Supercopa, con el fin de intentar contrarrestar en el centro del campo el desastre que se avecina en el centro de la defensa.

Lo de la defensa se veía venir. Era muy arriesgado tener en plantilla sólo tres centrales. Ha bastado una lesión muscular de uno de ellos y una tortilla en mal estado para que no nos quede ningún central sano para disputar un título europeo. Es cierto que lo de la salmonelosis era imposible de prever, pero con tan pocos efectivos atrás, era relativamente fácil verse en una situación complicada. Aunque, a decir verdad, yo esperaba que se diera más adelante, con la liga ya en marcha y con más partidos en las piernas.

La única solución que se atisba es situar en el centro de la defensa a centrocampistas, y parece ser que los que tienen más papeletas ahora mismo son Krychowiak y Luismi, a no ser que se recupere a última hora Rami, que no parece que vaya a ser el caso.

Por tanto, habrá que reforzar el centro del campo, jugar con las líneas muy juntas, salir al contragolpe y aprovechar el juego a balón parado. Y por supuesto, rezar para el Barcelona no tenga su día.

El rival, por contra, sólo tiene las bajas de Neymar, que será suplido perfectamente por Pedro, y Jordi Alba, a quien probablemente le sustituirá Mathieu.

A día de hoy, dadas las circunstancias, parece casi un milagro que el Sevilla pueda llevarse la Supercopa de Europa, pues si ya es grave no tener ningún central disponible ante cualquier equipo, si te ocurre cuando tienes que enfrentarte al mejor equipo de Europa y posiblemente del mundo… Mal vamos. Pero lo último que se pierde es la esperanza.

Yo apostaría por la siguiente alineación, de no haber sorpresas en cuanto a las recuperaciones:

Sergio Rico, Mariano, Krychowiak, Luismi, Trémoulinas; Reyes, Cristóforo (Iborra si no está al 100% el uruguayo), Kronh-Dehli, Konoplyanka, Banega, Gameiro.

Un poquito de dignidad, por favor.

Según dicen los medios de comunicación en Barcelona, Deulofeu jugaría en el Sevilla la próxima temporada, en calidad de cedido, sin opción de compra. Yo espero que eso, finalmente, no sea así, y que venga a nuestro equipo con opción de compra. Yo, al menos, no entendería que le formemos los jugadores a otros clubes. Porque de venir cedido, por un año, eso es exactamente lo que haría el Sevilla. Y, además, lo haría a un club que está harto de arramplar con todo lo que pilla de nuestra cantera.

No me parecería mal que viniera con opción de recompra por parte del Barcelona, pues así, al menos el Sevilla tendría una compensación económica. Además, el venir cedido por un año, el jugador podría no dar todo de su parte, al saber que, simplemente, está de paso. Claro que si el jugador es mínimamente profesional, no habría nada que temer en ese sentido.

No entro en la calidad del jugador. No obstante, me parece que quizás esté algo sobrevalorado. Es rápido y tiene desborde y gol, pero es muy individualista. En mi opinión, la fortaleza del Sevilla debe estar en su juego de conjunto. Habrá que ver el nivel que es capaz de ofrecer en el Sevilla.

Particularmente, habría preferido que el Sevilla se hubiera fijado en alguna joven promesa o jugador ya hecho, pero en propiedad, de manera que el Sevilla viera incrementado su patrimonio. No me creo que no haya jugadores interesantes, de presente o futuro, que puedan hacerse jugadores importantes en nuestro club. Pero fichar por sólo un año a un jugador del Barcelona y formárselo gratis… Por favor, un poquito de dignidad.

Mucho vender y poco comprar. No me parece que ése sea el mejor camino para lograr éxitos. ¿Para qué queremos entonces el dinero?

Derechos de TV: Real Madrid y Barcelona pretenden seguir robando

El Real Madrid ha sacado a concurso su nuevo contrato televisivo y rechaza, como es lógico y era de esperar, el reparto centralizado de los derechos de televisión.

Entiendo perfectamente la postura de Madrid y Barcelona, puesto que no quieren perder sus privilegios económicos. Es normal que quieran seguir cobrando 140 millones de euros sólo en concepto de derechos de televisión. También es normal que únicamente tengan en cuenta sus propios intereses y quieran hacerlo a costa de los demás equipos, los cuáles, en el peor de los casos, tienen que hacer encajes de bolillos para poder subsistir, y, en el mejor de los casos, vender a sus mejores jugadores para cuadrar presupuestos.

Es normal que a los dos pudientes les dé lo mismo que tal o cual equipo desaparezca o pierda la categoría. Lo que no veo normal, en absoluto, es que los 18 equipos restantes no se planten en serio y amenacen con no jugar la liga hasta que haya un reparto de derechos televisivos justo. Es evidente que Madrid y Barcelona deben cobrar más que el resto, pero no tantísimo.

No me cabe en la cabeza que los Presidentes de esos 18 equipos no reclamen lo que es suyo. Si lo hicieran, y siempre que supieran gestionar los nuevos ingresos, podrían aspirar a grandes logros. Posiblemente, cualquier equipo de mitad de la tabla, con un poco de ambición y acierto, podría ponerse como objetivo entrar en Europa. Tal y como están las cosas actualmente, eso es imposible. Sólo pueden aspirar  a mantener la categoría y a tener la menor pérdida económica posible… hasta que bajen  a Segunda.

Mientras tanto, esos Presidentes contemplan, atónitos y timoratos, cómo Madrid y Barcelona se gastan todos los años 70,  80  o más de 90 millones de euros en sólo un jugador. Y lo peor es que parece que les da igual, puesto que no son capaces de mover un solo dedo para cambiar la situación establecida. ¿No se dan cuenta de que gran parte de ese dinero que se llevan por la cara Madrid y Barcelona, les corresponde?

De no cambiarse la situación, seguiremos estando condenados a la ya conocida Liga de mierda, donde Madrid o Barcelona pelean por superar los 100 puntos, mientras diez equipos pelean por mantener la categoría y sólo unos cuantos por las restantes plazas europeas. Esta temporada pasada ha habido una excepción, pero considero que ha sido totalmente casual. El Atlético ha ganado la liga porque se han empeñado en meter a un tercero en discordia, a base de favores arbitrales, y, sobre todo, porque tanto el Madrid como el Barcelona se han desinflado en las últimas jornadas, haciendo un final de liga verdaderamente lamentable. Obviamente, el Atlético tiene un gran equipo, pero no lo suficiente como para ganar la liga. Sólo un cúmulo de circunstancias, que será complicado que vuelvan a darse,  lo ha hecho posible.

Si queremos tener una liga de primer nivel, al estilo de la Premier inglesa, donde cada partido es un espectáculo, sólo hay una opción: que los 18 equipos restantes, o una gran mayoría de ellos, se planten y amenacen con no empezar la competición hasta que haya un reparto de los derechos televisivos justo.  Está más que demostrado que contra los dos grandes –grandes ladrones, diría yo–las buenas maneras no sirven. Sólo una posición de fuerza y contundencia los puede «convencer» de que la máxima competición nacional no puede seguir siendo una pantomima.

¿Hasta cuándo vamos a seguir así? Porque el cambiar la situación, aunque pueda parecer lo contrario, no depende de los dos equipos más laureados de la liga, sino de los otros 18 restantes.

www.losotros18.com

Las armas del Sevilla en la negociación por Rakitic

Uno lee la prensa y, aparte de darme la impresión de que hay mucho de invención periodística en todo el asunto Rakitic, parece que el Sevilla está poco menos que obligado a malvender a Rakitic porque sólo le resta un año de contrato. Y yo pienso que ni mucho menos es así, y que el Sevilla también tiene sus armas  para  tensar la cuerda, aunque eso sí, con una fecha límite.

Parto de la base que yo entiendo que malvender a Ratikic sería hacerlo por debajo de los 25 millones de euros. Y estimo esa cantidad al tener en cuenta que está en el último año de contrato, la actual cláusula de rescisión –de 40 millones– y la valía del jugador, que es uno de los mejores del mundo en su posición.

Si es cierto que Rakitic ha firmado un precontrato con el Barcelona o cualquier otro equipo, lo que pide el cuerpo es sentar a Rakitic en la grada durante el año que le resta de contrato, por haberse reído del Sevilla. Pero ni eso es práctico, ni puede permitírselo el Sevilla, ni cualquier otro club del mundo. Así que no queda otra vía que negociar su traspaso e intentar sacar la mayor tajada posible.

Si el comprador es el Barcelona, mejor que mejor –aunque yo preferiría que se fuera al extranjero–, puesto que se trata de un club que no tiene reparos en soltar grandes cantidades de dinero por sus objetivos. En realidad, Rakitic es su segunda opción, de ser cierto que la primera, el Atlético Koke, les ha dado calabazas y tuviera un coste excesivo –60 millones–. Y el Barcelona no es un club que esté acostumbrado a recibir un «no» por respuesta.

Mundo Deportivo –periódico muy ligado al club culé y, por tanto, es raro que se equivoque– afirma que el Barcelona quiere dejar cerrado el traspaso antes del Mundial. Precisamente, ésa es una de las razones para no hacerlo: las prisas del Barcelona. La otra, evidentemente, es que el Mundial es un escaparate perfecto para que se revalorice y surjan más compradores, aunque también es cierto que siempre existe el riesgo de lesión grave, y eso sería fatal para el Sevilla. Sería un arma de doble filo, pero pienso que merece la pena correr el riesgo.

También estoy seguro de que el jugador querrá dejar zanjado todo este asunto antes del Mundial y, por supuesto, antes de irse de vacaciones. A todo profesional le importa su futuro, y Rakitic no iba a ser una excepción.

Prisas por parte del Barcelona y prisas por parte de Rakitic. Y las prisas no son buenas consejeras cuando se trata de una negociación. Por tanto, al Sevilla lo que más le conviene es dejar pasar el tiempo, sobre todo, si traspasa a Alberto Moreno al Liverpool y consigue dinero fresco para realizar los primeros fichajes.

El Sevilla puede hacer que el verano sea muy largo para Rakitic y para el Barcelona, puesto que es evidente que, tanto uno como el otro, quieren que el traspaso se haga ya, de manera inminente. Si es cierto que el Barcelona tiene un precontrato con Rakitic –que sería ilegal y denunciable ante UEFA–, ni mucho menos querrá esperar a la próxima temporada, aunque le saliera gratis el fichaje, puesto que el croata ya forma parte del proyecto del nuevo Barcelona. Tampoco hay que olvidar que Cesc va a ser traspasado por 33 millones, por lo que, en ningún caso, sería un trauma pagar 25 millones por un jugador de primer nivel. Y eso sin contar el poderío económico que tiene ya de por sí el Barcelona, proveniente de su alianza con el Real Madrid para acaparar la gran mayoría de los derechos de televisión.

Lo que no pueder permitirse el Sevilla es apurar tanto que, finalmente, no se realice el traspaso, pero esto, al fin y al cabo, no ha hecho más que empezar. Queda todo el verano por delante y me da a mí que, si el Barcelona no se acerca a las cantidades que satisfagan al Sevilla, el culebrón de este verano lo puede protagonizar Rakitic.

Ya están todas las cartas sobre la mesa. Rakitic se ha decidido, y ya sólo queda desearle que le vaya bonito y esperar que el Sevilla sea capaz de ingresar muchos millones de euros por su venta y de, sobre todo, invertir bien ese dinero en un sustituto de garantías que evite  que perdamos potencial deportivo.

La vida sigue. Ya se han ido muchos jugadores, mejores incluso que Rakitic, y no ha pasado absolutamente nada. Y es que está claro que el Sevilla está por encima de todo y de todos. Sin excepciones.

FIFA sanciona con dureza al Barcelona y a la RFEF (Resolución)

FIFA ha dejado claro al Barcelona y a la Federación Española de Fútbol que las reglas están para cumplirlas. En Europa no pueden hacer lo que les da la gana, que es a lo que están acostumbrados a hacer en España, y FIFA ha sancionado al FC Barcelona con no poder fichar durante los dos próximos mercados de fichajes, el de verano de 2014 y el de invierno de 2015, y multas de 370.000 euros para el Barcelona y de 400.000 euros para la Federación.

La comunicación que ha hecho pública la FIFA puede leerse en su web oficial:

La Federación Española y el FC Barcelona sancionados por transferencias internacionales de jugadores menores de edad

El Comité Disciplinario de la FIFA ha sancionado a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y al club español FC Barcelona por incumplimiento de las normas relativas a las transferencias internacionales y registros de jugadores sub-18.

Las sanciones son consecuencia de las investigaciones llevadas a cabo incialmente por el Sistema de Transferencia de FIFA (FIFA Transfer Matching System GmbH –FIFA TMS–) durante el año pasado, y, posteriormente, por el Comité Disciplinario de FIFA, como participante en los procedimientos disciplinarios. Se ha estipulado que la RFEF y el FC Barcelona han violado varias Disposiciones relativas a la transferencia internacional e inscripción de jugadores menores, de nacionalidad no española, con el club, así como otras importantes reglas con respecto al registro y participación de algunos jugadores en competiciones nacionales. Las investigaciones abarcaban a varios jugadores menores que fueron registrados y participaron en competiciones con el club durante varios períodos, entre 2009 y 2013.

Actualmente, la principal Disposición relativa a la protección de menores en el contexto de las transferencias internacionales es el artículo 19 de las Normas sobre el Estado y Transferencia de Jugadores. De acuerdo con el artículo 19, las transferencias internacionales de jugadores están únicamente permitidas en el caso de los jugadores que tengan más de 18 años. Sin embargo, el mismo artículo estipula que las transferencias de jugadores menores están permitidas en tres casos específicos, y tales excepciones sólo pueden ser concedidas tras una evaluación por el subcomité del Comité del Estado de los Jugadores.

A este respecto, el Comité Disciplinario hizo hincapié en que la protección de los menores en el contexto de las transferencias internacionales es un importante asunto legal y social que concierne a todas las partes interesadas en el fútbol. Sobre todo, el Comité resaltó que mientras las transferencias internacionales podrían, en casos específicos, favorecer la carrera deportiva de los jóvenes jugadores, es muy probable que sean contrarias a los intereses de los jugadores menores de edad. Basándose en este análisis, el Comité concluyó que «el interés en proteger el correcto y sano desarrollo de un menor debe prevalecer sobre puros intereses deportivos»

El Comité Disciplinario subrayó que FIFA se toma muy en serio la protección de los menores en el fútbol. La protección de los menores es uno de los principios fundamentales incluídos en el acuerdo cerrado entre FIFA, UEFA y la Comisión Europea, en 2001. El Comité Disciplinario reconoció que los jugadores de fútbol jóvenes son vulnerables a la explotación y abuso en países extranjeros sin el control adecuado. Este hecho en particular hace que la protección de los menores en el fútbol por las instituciones gubernamentales deportivas, especialmente por parte de la FIFA, sea incluso más importante.

Con respecto al caso en cuestión, se ha considerado que el FC Barcelona ha incumplido el artículo 19 de la normativa, en 10 casos con jugadores menores y de haber cometido además otras infracciones concurrentes con respecto a otros jugadores, incluyéndose en el Anexo 2 de las Normas.

El Comité Disciplinario consideró las infracciones como graves y decidió sancionar al club con una prohibición para realizar transferencias, tanto a nivel nacional como internacional, durante dos períodos de transferencias completos y consecutivos, junto con una multa de 450.000 francos suizos (370.000 euros). Adicionalmente, se le ha concedido al club un período de 90 días para regularizar la situación de los jugadores menores implicados.
En cuanto a la RFEF, el Comité Disciplinario determinó que la asociación también ha quebrantado el artículo 19 de las Normas y otras Disposiciones relativas a la transferencia e inscripción de varios jugadores menores de edad. A este respecto, la RFEF ha sido sancionada con una multa de 500.000 francos suizos (400.000 euros) y se le ha concedido un período de un año para regularizar su marco regulador del sistema que se ocupa de la transferencia internacional de jugadores menores en el fútbol. Además, a la RFEF y al club se les ha remitido una amonestación, de acuerdo con el artículo 14 del Código Disciplinario de FIFA.

El sistema de transferencia basado en web (TMS) se hizo obligatorio para todas las transferencias internacionales de jugadores profesionales masculinos, en el ámbito de fútbol 11, en octubre de 2010. Ya en 2009 el uso de TMS fue obligatorio para todas las inscripciones de menores o transferencias internacionales de menores, de acuerdo con el artículo 19 de las Normas.

FIFA TMS, fundada como filial de FIFA en 2007, estableció un programa de conformidad a estas reglas en 2010, con el fin de que todas las transferencias internacionales de jugadores de fútbol profesionales se realizaran a través de TMS, de acuerdo con las Normas, para que sea posible el control en TMS de la integridad del comportamiento y los datos de los clubes y asociaciones. Los casos que impliquen el quebranto de las Normas, en particular los Anexos 2 y 3, son identificados e investigados y, cuando proceda, remitidos al Comité Disciplinario de FIFA, para su evaluación y toma de decisiones. FIFA TMS supervisa la actividad de las transferencias que se llevan a cabo usando inteligencia de mercado desarrollada internamente, fuentes externas e información recibida de los departamentos de FIFA Players’ Status & Governance y Disciplinary & Governance.

Así que, visto lo visto, como no medie recurso del Barcelona y se le levante la sanción, me da la impresión de que Fazio no fichará por el Barcelona.

Final de la Copa del Rey Madrid-Barcelona, tal y como quería la Federación

Últimamente le ha dado a la Real Federación Española de Fútbol por manipular el sorteo de la Copa del Rey, con la finalidad de que ni Madrid ni Barcelona se enfrenten entre ellos, hasta llegar a la final. Dado el poderío deportivo y económico de estos dos clubes, junto con las cada vez más descaradas ayudas arbitrales que reciben un partido sí y otro también, hubiera sido un milagro que la final de la Copa del Rey no fuera un Madrid-Barcelona.

Esta manipulación a mí me indigna sobremanera y es la culpable de que haya perdido la ilusión en un torneo que me ha hecho pasar grandes momentos en las finales de Madrid (contra el Getafe) y Barcelona (contra el Atlético de Madrid). Por ese motivo, tampoco me preocupó en demasía que nos eliminara el Racing, puesto que este Sevilla es muy complicado que fuera capaz de eliminar a Madrid o Barcelona a doble partido, por las circunstancias que todos sabemos.

Lo que es evidente es que a la Federación lo único que le interesa es el dinero. Esto ya quedó meridianamente claro cuando Villar quiso llevar la final de la Supercopa de España a China. Y si esto no se llevó finalmente a cabo, fue únicamente porque ni Madrid ni Barcelona dieron su visto bueno.

Como se puede ver en este artículo del diario Expansión, el principal ganador, a efectos económicos, de una final entre los dos mastodontes del fútbol español es la Federación. Aunque el artículo en cuestión data de 2011 –hace poco más de tres años–, verdaderamente se puede decir que nada ha cambiado desde entonces. Si acaso, en que las cifras a percibir serán mayores.

Por supuesto, no vi el partido de ayer entre Real Sociedad y Barcelona, pero me ha llamado la atención lo que publicó en Twitter Diego Ifrán, el jugador de la Real Sociedad:

“Qué impotencia siento, por la ilusión que había con la afición, con el equipo dando todo, etc, etc, esto es imposible. Hasta que no cambie la mentalidad (?) o no sé cómo llamarlo de los árbitros será imposible, o un equipo lleno de estrellas que no lleven los escudos de Barcelona o Madrid. No entiendo la mentalidad de los árbitros de pitar siempre “ante la duda a favor de los mismos, qué es miedo? Están obligados? Están comprados? Son hinchas? No entiendo, pena siento por eso y por el gran esfuerzo y deportividad que han mostrado mis compañeros plantando cara contra todo eso!! En fin… A seguir luchando contra todo eso… Orgulloso de que dejaron todo jugadores y afición hasta el min.90”.

Pues Diego, yo te diría que, probablemente, la actitud de los árbitros será motivada por todo lo que tú dices: los habrá que estén untados, los que tengan miedo o los que sean hinchas. La cuestión es que siempre salen ganando los mismos, y eso seguirá ocurriendo hasta que el resto de equipos no hagan frente a Madrid, Barcelona y a sus protectores: la Federación de Fútbol y la Liga de Fútbol Profesional. Es decir, que nada va a cambiar, al menos a corto plazo.

Por mi parte, haré lo único que, humildemente, pudo hacer: no veré la final de la Copa del Rey. Desde luego, para mí no es ningún esfuerzo, pues sólo veo las que juega el Sevilla. Y por supuesto, una final entre Madrid y Barcelona no me interesa en absoluto. Una lástima que no puedan perder los dos.

El cursillo que necesita Emery

Los últimos minutos del no-derbi creo que han dejado claro que Emery no sabe defender un resultado favorable, ni aunque queden pocos minutos para el final del partido. Y estoy convencido de ello porque no es la primera vez que le ocurre, y, lo que es peor, supongo que no será la última. Y a decir verdad, que te remonten un partido sienta mal; que te remonten un partido en los últimos minutos, sienta muy mal; pero que ya estas remontadas se conviertan en un déjà vu, es que parece una broma de muy mal gusto.

Así pues, creo que bien haría el Sevilla en buscarle a Emery un cursillo intensivo de «Cómo defender un resultado favorable, por lo civil o criminal». Estas artes defensivas siempre las han dominado los argentinos o los italianos. No estaría mal, por tanto, que igual que Monchi se ha ido a Londres a formarse, Emery cogiera el avión y se escapara a Argentina –y que se lleve a Perotti de paso– a recibir algunas clases para que se diera cuenta de que en fútbol es más importante el defender que el atacar.

Y si no puede ser, porque no encuentre un hueco porque su agenda esté muy apretada, pues que Mourinho le dé unas nociones básicas por Internet –Mourinho a pesar de haber digirido plantillones, a veces ha recurrido al típico catenaccio–. O Bilardo cuando se pase por aquí, o  Manolo Jiménez… Prácticamente, cualquier entrenador puede aleccionar a un Emery que ya debería haber aprendido de la lección que nos dio el Estoril en nuestro estadio. Su entrenador, Marco Silva, tiene fama de ser un gran estratega y de sacar un buen rendimiento a sus jugadores, y aquí su humilde Estoril nos demostró cómo debe replegarse y defender un equipo: con presión, contínuas coberturas y, sobre todo, mucha intensidad.

Yo soy un admirador del fútbol ofensivo, pero también disfruto como un enano cuando veo defender bien a un equipo, cuando veo cómo se adueña de la posesión, cómo roba el balón, cómo controla el partido hasta aburrir al rival y dar la sensación de que, aunque durara el partido 180 minutos, jamás crearían una ocasión de gol.

Y a este Sevilla le pasa exactamente lo contrario: puede ser goleado casi por cualquiera. Y eso no se puede permitir. Desde luego, algo habrá que hacer. Porque lo que no puede ocurrir es que venga cualquier equipucho y nos dé la vuelta al marcador casi sin hacer ningún mérito, como ya hicieron el Valladolid, Levante o Málaga.

Y a ver qué pasa con el Barcelona. Miedo me da. Aunque seguramente Emery para este partido se cubrirá bien las espaldas, el problema es que contra el Barcelona eso no suele ser suficiente.

Y el Valencia acechando.

Yo soy más de Fernando Navarro

Cuando finalizó el partido en el Camp Nou, Fernando Navarro se despachó a gusto. No pudo ser más claro: «Ha sido un robo», para continuar después: «El Barcelona es un gran equipo, pero cuando no puede, tira de otras cosas».

También hay otras formas de encajar los atracos arbitrales, como diciendo esa estupidez, que se ha convertido ya en una frase hecha, de «los árbitros unas veces te dan y otras te quitan», o simplemente callando. Esto último es lo que hace Del Nido y, por tanto, el club. Según nuestro Presidente, no sirve de nada quejarse de los árbitros, porque es peor, de modo que las quejas hay que hacerla en el foro adeacuado. Es decir, que piensa que, si se queja ostentosa y públicamente, los árbitros van a tomar represalias –muy democrático y justo, por cierto– y que, por tanto, lo mejor para el club es quejarse por lo bajini, para que los «señores de negro» no se enfaden.

Pues visto lo visto, parece que la táctica de Del Nido no da resultado alguno. Por supuesto, el quejarse de los árbitros tampoco, pero al menos nos desahogamos y llamamos a las cosas por su nombre. Vamos, lo que se llama el derecho al pataleo.

En este sentido, yo soy más de Fernando Navarro que de Del Nido. Encima de que te dan palos una y otra vez, lo que no pude hacer uno es callarse. Yo, al menos, me subo por las paredes cuando nuestros directivos se muerden la lengua cuando los árbitros nos machacan de manera descarada. A fin de cuentas, ¿qué podemos perder? ¿Nos pueden tratar peor aún? En este punto, conviene recordar que han transcurrido sólamente cuatro jornadas y ya nos han anulado dos goles legales que a buen seguro no se los habrían anulado a los equipos poderosos de nuestra liga. Esos goles nos habrían situado en la zona alta de la tabla, muy alejados del puesto de descenso que ocupamos actualmente. Pero no importa, que esos señores tan buenos y tan justos que dirigen los partidos –nunca mejor dicho– , seguro que ya nos darán lo que nos han quitado. Mientras tanto, yo esperaré sentado, por si acaso.

Resulta evidente que la falta de respeto del estamento arbitral hacia el Sevilla es total, y salta a la vista para todos. Incluso Diario de Sevilla publicaba ayer un artículo titulado «El robo de la marmota«, un título que viene que ni pintado, puesto que en unos días va a cumplirse un año del robo de Mateu Lahoz, en aquel Sevilla 2 – Barcelona 3 de infausto recuerdo. Aquel partido fue idéntico al del pasado sábado. Sólo cambió el estadio y el árbitro. El Barcelona únicamente pudo superar al Sevilla con la ayuda arbitral, siendo el mismo resultado y decidiéndose el partido en el tiempo de descuento.

Me pregunto qué interés tiene para el aficionado del Barcelona o el Madrid ver ganar a su equipo siempre, lo merezca o no. Quizás es que yo tenga espíritu deportista, pero a mí no me gustaría ganar con un gol en fuera de juego o un penalti inexistente. Como deportista, no me gustaría que me regalaran nada. Claro que el fútbol profesional, y más el español, no es un deporte, sino un negocio. Un negocio que apesta a podrido. Cada día que pasa, huele peor.  Y lo más triste es que ni siquiera se vislumbra una solución a esta #ligademierda.

Suspendidos en diplomacia

Monumental error el cometido ayer por el Departamento de Prensa del Sevilla FC, al redactar de manera desafortunada la noticia que informaba sobre la gira que iniciará el club por Chile, Colombia y Ecuador.

Parece que algunos no se dan cuenta de la importancia de las palabras y del alcance que tiene Internet.

Los aficionados del Barcelona de Guayaquil están que trinan porque en la web oficial de nuestro club se publicó lo siguiente:

«El miércoles 24 se desplazará el Sevilla FC, de mañana, hacia el sur, rumbo a Guayaquil, segunda ciudad más importante de Ecuador, donde le espera el Barcelona Sporting Club, equipo que además de copiar el nombre del equipo blaugrana catalán ha ‘plagiado’ hasta el escudo».

Es indudable que las palabras «copiar» y «plagiado», aunque esta última estuviera entrecomillada, están fuera de lugar en el artículo y no son nada acertadas. Además, de falta de respeto a otro club, demuestra un desconocimiento absoluto de su historia, puesto que el Barcelona de Guayaquil fue fundado por aficionados del F.C. Barcelona, de ahí que lleve el mismo nombre y casi el mismo escudo.

Esperemos que esta metedura de pata quede en anécdota y no tenga mayor importancia, pero me parece que el Sevilla debería cuidar las formas y tener un mayor control y responsabilidad sobre lo que se publica en los medios oficiales, especialmente a través de Internet, puesto que es un medio de comunicar rápido y que llega a todos los rincones del mundo.

Aunque a las pocas horas, el club rectificó –supongo que por haber recibido alguna queja–, el mal ya estaba hecho.  Tal y como está redactada ahora la noticia, incluso se pasan con las adulaciones: «El miércoles 24 se desplazará el Sevilla FC, de mañana, hacia el sur, rumbo a Guayaquil, segunda ciudad más importante de Ecuador, donde le espera el Barcelona Sporting Club, un equipo que lleva el mismo nombre del equipo blaugrana catalán, ya que fue fundado por españoles, incluso el escudo tiene la misma forma y además en Ecuador es de la misma grandeza que el FC Barcelona en España. Se trata, igualmente, de uno de los equipos más fuertes del  pujante fútbol ecuatoriano».

Por lo visto, en Ecuador se lo han tomado tan mal que incluso los hinchas han pedido la cancelación del partido hasta que no haya una disculpa por parte del Sevilla. Esto me parece excesivo. Tampoco hay que hacer una montaña de un grano de arena, pero lo que sí espero es que no se vuelvan a cometer errores de este tipo, porque no dejan nada bien la imagen del club.

Victor Valdés tenía razón con respecto a Pérez Lasa

Excepto los que hayan estado encerrados en un búnker durante los últimos días, todos nos hemos enterado del penalty que se tragó Pérez Lasa en el Bernabéu y de la reacción de Víctor Valdés, que no se cortó un pelo y le soltó al árbitro todo lo que le vino en gana.

Pérez Lasa, quien afortunadamente se retira ya este año, puso en el acta lo siguiente:

«Una vez acabado el partido y cuando aún nos encontrábamos en el terreno de juego, amonesté al jugador del FC Barcelona Nº1 D. Victor Valdes Arribas por dirigirse hacia mi con los brazos en alto y voz en grito recriminándome una de mis decisiones. A continuación expulsé a este mismo jugador por encarárseme a escasos centímetros de mi cara diciéndome con voz en grito y de forma repetida: «os habeis cagado, no tienes vergüenza». Tras ser expulsado este mismo jugador persistió en su actitud y en los mismos términos diciendo repetidamente: «No tienes vergüenza», teniendo que ser sujetado por los compañeros y el delegado de su equipo. Una vez nos encontrábamos en el túnel de vestuarios este mismo jugador persistió en su actitud y con voz en grito repitió los mismos términos anteriores: «no tienes vergüenza, no tienes vergüenza»».

Pero, claro, después llegan las imágenes de televisión y se ve que no sólo se quedó ahí la cosa, sino que Valdés le dijo además al árbitro que era un «hijo de puta», en repetidas ocasiones, y que le «había faltado cojones para pitar penalty», con lo cual queda claro que Pérez Lasa padece el mismo tipo de amnesia que suelen padecer los árbitros que tienen que pitar al Barcelona y al Madrid, puesto que no recogió los insultos más graves en el acta.

Así pues, si yo estuviera en el lugar de los servicios jurídicos del Barcelona, mandaría las imágenes a Competición y dejaría en evidencia a Pérez Lasa, pues se demostraría que Valdés no es que insultase, sino que simplemente se limitó a decir la verdad. Después de todo, Pérez Lasa se puede considerar que se cagó y que no tiene vergüenza, ya que le faltó valor para recoger los palabros más graves inferidos contra su persona. Con lo cual, el acta quedaría desvirtuada y no habría que ponerle sanción alguna al portero azulgrana.

Ya en serio, lo que sí es cierto es que no puedo evitar preguntarme qué habría pasado si la retahíla de insultos la suelta un jugador de un equipo de los normalitos, de los que no tienen detrás un importante respaldo mediático. Probablemente, le habría caído una sanción ejemplar, pues el árbitro seguro que en esta ocasión no habría tenido el ataque de amnesia y habría recogido los insultos con todo lujo de detalles.

Esta diferencia de trato es una de las características que hacen que la liga española sea una de las peores. Es básico que en una competición, sea cual sea, todos los contendientes tengan el mismo trato y usen las mismas reglas. Y eso en la liga española no ocurre. Pero lamentablemente, esto no es de ahora, sino que viene sucediendo desde el principio de los tiempos.

Por lo que se ve, no tenemos remedio.

Por si no estuviera ya adulterada nuestra liga… Lo que faltaba.

La liga española es la peor de Europa, con diferencia, porque está adulterada desde el inicio. En mi opinión, nuestra liga es una competición de nivel bajo, pues no reciben igual trato todos los equipos que la disputan, algo que considero que es básico en todo torneo medio decente. La liga está claramente dirigida para que la ganen Madrid o Barcelona. Ellos son las estrellas, los que generan más dinero para la Federación y las televisiones, y, por tanto, reciben claros privilegios en ingresos por televisión, horario de los partidos, comités sancionadores, árbitros, y ahora ya, lo último, el calendario a la carta.

Y todo viene porque Mourinho puso el grito en el cielo la pasada temporada cuando se le acumuló la semifinal de Champions con el Bayern de Munich y el encuentro contra su archirival, el FC Barcelona. Encuentro éste que, como todo el mundo sabe, es el partido del milenio y consigue paralizar, durante 90 minutos, cualquier actividad en todas las galaxias del universo conocido y por conocer.

Demasiados partidos importantes en poco tiempo, aunque se tenga una plantilla plagada de super-mega-estrellas del balón. Y eso es algo que hay que solucionar. ¿Y cómo se soluciona? Pues fácil: con el calendario a la carta. Bueno, mejor dicho, con el calendario exclusivo o personalizado. Porque el calendario ya estaba manipulado de antemano. Hasta ahora se escogían unas fechas para los encuentros Madrid-Barcelona, buscando que no fueran demasiado pronto ni demasiado tarde, no fuera  a ser que la liga ya estuviera decidida. Lo que se persigue es conseguir la mayor audiencia posible.  Se entiende que el segundo partido entre estos dos equipos es el más decisivo para el título de Liga –lógicamente, con tantas ventajas, se da por hecho que la liga es para uno de ellos– y, por lo tanto, será el partido que más audiencia registrará de todo el campeonato, con lo cual se cuidará muy mucho que caiga en buena fecha. Así, este segundo partido no puede caer en las tres últimas jornadas, no fuera a ser que la Liga ya estuviese decidida, y, por supuesto, no se puede permitir que un Madrid-Barcelona careciera del más mínimo interés. También se intenta que su primer enfrentamiento no tenga lugar antes de las siete primeras jornadas, porque entonces sería demasiado pronto y no tendría gran incidencia en el devenir del campeonato. Y por si fuera poco, se intenta que no coincida con Navidad, ni en Semana Santa y, a ser posible, tampoco en el puente de mayo.

La verdad es que ya hasta me extraña que no intenten evitar que coincida el duelo con la conjunción de Venus y Júpiter. O igual también lo tienen previsto. Cualquiera sabe.

Y en la Copa del Rey, más de lo mismo. Lo que vende es una final entre los dos grandes, de manera que se intentará que no se crucen hasta la final. Y ya de paso, se asegura también una Supercopa de España entre ellos, que se juega a doble partido. Y si se tiene que llevar la Supercopa a China, para ganar más dinero, pues se lleva. Total, lo importante es la audiencia y el dinero, y no el aficionado, que cada día que pasa queda más claro que es lo de menos.

En fin, es lo que hay: el Madrid y el Barcelona reciben toda clase de mimos, y a los demás que les parta un rayo.

Estoy tan harto de esta liga de mierda –no tiene ya otro nombre– que, si no fuera porque soy un adicto al Sevilla, habría dejado de ver fútbol hace tiempo. Fútbol español, claro está, porque menos mal que, a los que nos gusta este deporte, aún nos queda la Premier League.

Y nosotros tenemos que seguir soportándole

Tengo que reconocer que no he visto ninguno de los dos partidos que han jugado el Madrid y el Barcelona en la Copa del Rey, pero por lo visto, Teixeira no estuvo nada acertado, y no gustó a ninguno de los dos equipos. O sea, se dio el caso más lógico: que un mal colegiado arbitre mal. O muy mal, como suele ser en su caso.

Lo hizo tan mal que el Comité Técnico de Árbitros, presidido por Sánchez Arminio –otro que fue un mal árbitro–  ha decidido ponerlo en «la nevera», que es como se conoce coloquialmente a sancionarlo sin arbitrar.

Me parece muy bien que se castigue a los árbitros cuando lo hacen mal. El problema es que sólo se considera que lo hacen mal cuando perjudican a Madrid y Barcelona. Se vuelve a demostrar que estos dos clubes juegan con reglas distintas o cuentan con privilegios de los que los demás carecen.

Seguramente, Teixeira no será aún consciente del error tan grave que ha cometido. ¿A quién se le ocurre perjudicar al Madrid? Ya se dice que no volverá a pitar al Madrid en esta temporada y de que se puede ir olvidando de llegar a ser árbitro internacional, que es algo que, aunque parezca verdaderamente increíble por el bajo nivel de este árbitro, esperaba conseguir.

El resto de equipos, sin embargo, tendremos que seguir soportando las absurdas decisiones de Texeira, o de su hermano, que es tan malo o más que él. Claro que el nivel de los demás… tampoco es para tirar cohetes.

Y no hablemos ya de los insultos de Mourinho al árbitro, que seguramente quedarán impunes, ya que no crearán alarma social. Como todo el mundo sabe, «alarma social» sólo se crea cuando se escandalizan en Madrid por algún motivo. Y, por tanto, si hace algo Mou o Pepe, o cualquier otro madridista, nadie se alarmará.

La mejor liga del mundo. Eso dicen. Y a mí me sigue entrando la risa floja cuando lo oigo.