Normalmente, el sevillista no es optimista cuando visita feudos como el de hoy. Y es lógico, dadas las enormes diferencias de potencial entre las plantillas. Pero lo que sí espero es que, al menos, se haya aprendido de las lecciones de Leicester y Madrid y no salgamos con el rabo entre las piernas, sin ambición y a verlas venir. Porque como salgamos en ese plan, nos va a caer un saco de goles, ya que el Barcelona es muy superior a estos dos equipos y no tendrá piedad de un equipo timorato y débil.
Me gustaría que en la alineación inicial no estuviera Nasri, que está demostrando que no está para nada, y que se jugara con dos delanteros –Ben Yedder y Jovetic–, pero mucho me temo que el francés será de la partida y que tendremos a un solo punta. Para recuperar el gol, pienso que es fundamental jugar con dos delanteros, ya que Ben Yedder no puede fajarse con toda la defensa contraria y suele salir bastante a banda, siendo necesario que haya alguien al remate cuando eso suceda. Además, creo que se ha compenetrado bien con Jovetic en las pocas ocasiones que han jugado juntos. Si los dos delanteros son solidarios en defensa y presionan en el centro del campo, no es un suicidio jugar con dos puntas en el Nou Camp.
Como dice Sampaoli, será fundamental que el Sevilla tenga intensidad, y, por supuesto, un mínimo de acierto. Ambas cosas nos han faltado en los últimos cuatro partidos. Ante el Barcelona, como siempre, tendremos pocas ocasiones de gol y deberemos aprovecharlas al máximo.
Lo único que le pido es que Sampaoli haga un planteamiento valiente y que el equipo dé la cara y se esfuerce al máximo, porque todos sabemos que Messi, Suárez, Neymar, Iniesta… son buenísimos, de los mejores del mundo, y que, en el caso de que se les consiga hacer frente, por desgracia, también es habitual que surja el árbitro de turno para echar todo el trabajo por tierra. Pero ante eso, poco se puede hacer. Lo que sí se puede hacer es lo que hizo el Leganés y que casi le sale bien, de no haber sido por un penalti inexistente en el descuento: jugar con las líneas juntas –pero sin encerrarse atrás–, presionar como locos, e intentar salir al contragolpe.
El partido llega en el peor momento posible, dándose además la sensación, por declaraciones de personas importantes dentro del club, de que esta temporada está prácticamente finalizada, cuando ni mucho menos es así. Hay que luchar por lograr la tercera plaza y por mantener la cuarta, que, por supuesto, no está garantizada.
Eso sí, yo tengo el convencimiento de que la tercera plaza no la volveremos a recuperar. Y me baso en que el At. de Madrid tiene mejor plantilla, mejor calendario… y mejores arbitrajes. Ayer vi la segunda parte del Atlético-R. Sociedad y me pareció vergonzoso el arbitraje de Undiano Mallenco. A la Real no le dejaba pasar ni una, pero al Atlético le perdonaba todo: Dejaba sin sancionar claras tarjetas amarillas, faltas…. incluso permitió, en una falta peligrosísima, que la barrera se adelantara a la marca del espray, no haciendo caso de las protestas realistas, y que Gabi le echara una bronca, con gritos y aspavientos, en sus mismas narices. Y no se atrevió ni a enseñarle amarilla.
A nosotros, sin embargo, en los dos últimos partidos en casa, en uno nos anularon un gol legal, y en otro dejaron de sancionar un penalti clarísimo y perdonaron la expulsión de Amorebieta en dos ocasiones. Es decir, podríamos tener cuatro puntos más. Y así, la verdad, en este plan y habiéndose pegado además un bajón tremendo en todas las circunstancias del juego, parece imposible recuperar esa tercera plaza de la que hemos difrutado durante buena parte de la temporada.
Igual es que soy muy pesimista, pero yo lo veo así.