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La Supercopa de Europa, muy difícil. Pero… ¿Y si sí?

Nadie da un euro por el Sevilla en la final de hoy, nada más y nada menos que de una Supercopa de Europa que será televisada a más de 200 países. Las casas de apuestas reflejan casi un 90% de probabilidades de que gane el Barcelona. El que quiera ganar dinero, parece que deberá apostar por el Barcelona, y el que quiera ganar mucho dinero, por el Sevilla.

Y pensándolo fríamente, es totalmente lógico el porcentaje de éxito que nos otorgan las casas de apuestas. El Barcelona es un grandísimo equipo, que se ha proclamado campeón de Europa y que además llega en un buen estado de forma y sin apenas bajas. Y las que tiene son de escasa importancia, ya que Pedro y Mathieu pueden suplir perfectamente a Neymar y Jordi Alba.

Por contra, el Sevilla no se puede decir que haya deslumbrado en pretemporada. Con un equipo muy renovado, al Sevilla aún le falta mucho para encajar con éxito las piezas y, por ahora, adolece de falta de gol. Por si fuera poco, un nuevo error de planificación, en conjunción con la mala suerte, ha provocado que nos presentemos a una final sin ninguno de los tres centrales en condiciones de jugar. A pocas horas del pitido inicial, el único que podría llegar es Rami, y forzando. Las alternativas son Coke, Krychowiak, Luismi o un chaval que acaba de llegar a la cantera. Para echarse a temblar.

Si las bajas fueran en otra zona del campo, serían más fáciles de contrarrestar, pero se acumulan precisamente en una línea, la defensiva, que tiene que funcionar con la precisión de un reloj suizo, donde es fundamental la experiencia y donde el más mínimo error suele costar un gol.

A priori, parecen demasiadas facilidades para un rival que cuenta con jugadores de la calidad de Messi, Luis Suárez, Pedro, Iniesta, Alves, Rakitic… Pero, como dice Monchi, de nada sirve pensar en las bajas, pues nos haría débiles. Como se suele decir en estos casos, seremos once contra once.

Lo que sí espero es que esta noche los once que lleven la camiseta del Sevilla salten al césped con ambición, con mentalidad ganadora, confianza concentración, que luchen cada balón como si les fuera la vida en ello. En definitiva, que muestren la casta y el coraje que reza nuestro himno. Pues sólo compitiendo y esforzándose al máximo se podrán disimular las carencias del equipo. Y en el caso de que llegue la derrota –que ojalá no sea el caso– ésta no será tan dolorosa.

Recuerdo que cuando viajé a Mónaco, en 2006, para la final de la Supercopa, lo hacía totalmente convencido de que caeríamos ante aquel Barcelona de Etoo, Ronaldinho, Deco, Xavi, Iniesta, Messi… un equipo impresionante que arrasaba a todo aquel que se ponía en su camino. Y, sin embargo, hicimos un partidazo y fue el Sevilla el que arrolló al Barcelona. El Sevilla sorprendió al mundo. ¿Lo volveremos a hacer esta noche? Es complicado, muy complicado, pero… ¿Y si sí?

Cristóforo, nuevo gran fichaje

Sólo dos cosas a destacar en el intranscendente partido de ayer contra el AEK de Atenas: el golazo de Reyes y la vuelta de Cristóforo.

El infortunio que tuvo Cristóforo, al destrozarse la rodilla cuando Emery empezaba a contar con él, nos impidió comprobar lo que ya se intuía al verle jugar sólo unos minutos: que es un gran jugador y que, a poco que le cambie la suerte y tenga continuidad, dará mucha gloria al Sevilla FC.

Cristóforo volvió a jugar tras estar muchos meses de baja, y lo hizo con unas ganas que me sorprendieron. Con las penurias que habrá pasado ese hombre, que se quedan para él, y a pesar de tratarse de un partido amistoso, siempre entraba con fuerza y metía la pierna como si le fuera la vida en ello.

Desconozco si el estado físico del uruguayo le permitiría aguantar los noventa minutos, pero si así fuera, yo lo pondría de titular en la Supercopa, con el fin de intentar contrarrestar en el centro del campo el desastre que se avecina en el centro de la defensa.

Lo de la defensa se veía venir. Era muy arriesgado tener en plantilla sólo tres centrales. Ha bastado una lesión muscular de uno de ellos y una tortilla en mal estado para que no nos quede ningún central sano para disputar un título europeo. Es cierto que lo de la salmonelosis era imposible de prever, pero con tan pocos efectivos atrás, era relativamente fácil verse en una situación complicada. Aunque, a decir verdad, yo esperaba que se diera más adelante, con la liga ya en marcha y con más partidos en las piernas.

La única solución que se atisba es situar en el centro de la defensa a centrocampistas, y parece ser que los que tienen más papeletas ahora mismo son Krychowiak y Luismi, a no ser que se recupere a última hora Rami, que no parece que vaya a ser el caso.

Por tanto, habrá que reforzar el centro del campo, jugar con las líneas muy juntas, salir al contragolpe y aprovechar el juego a balón parado. Y por supuesto, rezar para el Barcelona no tenga su día.

El rival, por contra, sólo tiene las bajas de Neymar, que será suplido perfectamente por Pedro, y Jordi Alba, a quien probablemente le sustituirá Mathieu.

A día de hoy, dadas las circunstancias, parece casi un milagro que el Sevilla pueda llevarse la Supercopa de Europa, pues si ya es grave no tener ningún central disponible ante cualquier equipo, si te ocurre cuando tienes que enfrentarte al mejor equipo de Europa y posiblemente del mundo… Mal vamos. Pero lo último que se pierde es la esperanza.

Yo apostaría por la siguiente alineación, de no haber sorpresas en cuanto a las recuperaciones:

Sergio Rico, Mariano, Krychowiak, Luismi, Trémoulinas; Reyes, Cristóforo (Iborra si no está al 100% el uruguayo), Kronh-Dehli, Konoplyanka, Banega, Gameiro.

Las armas del Sevilla en la negociación por Rakitic

Uno lee la prensa y, aparte de darme la impresión de que hay mucho de invención periodística en todo el asunto Rakitic, parece que el Sevilla está poco menos que obligado a malvender a Rakitic porque sólo le resta un año de contrato. Y yo pienso que ni mucho menos es así, y que el Sevilla también tiene sus armas  para  tensar la cuerda, aunque eso sí, con una fecha límite.

Parto de la base que yo entiendo que malvender a Ratikic sería hacerlo por debajo de los 25 millones de euros. Y estimo esa cantidad al tener en cuenta que está en el último año de contrato, la actual cláusula de rescisión –de 40 millones– y la valía del jugador, que es uno de los mejores del mundo en su posición.

Si es cierto que Rakitic ha firmado un precontrato con el Barcelona o cualquier otro equipo, lo que pide el cuerpo es sentar a Rakitic en la grada durante el año que le resta de contrato, por haberse reído del Sevilla. Pero ni eso es práctico, ni puede permitírselo el Sevilla, ni cualquier otro club del mundo. Así que no queda otra vía que negociar su traspaso e intentar sacar la mayor tajada posible.

Si el comprador es el Barcelona, mejor que mejor –aunque yo preferiría que se fuera al extranjero–, puesto que se trata de un club que no tiene reparos en soltar grandes cantidades de dinero por sus objetivos. En realidad, Rakitic es su segunda opción, de ser cierto que la primera, el Atlético Koke, les ha dado calabazas y tuviera un coste excesivo –60 millones–. Y el Barcelona no es un club que esté acostumbrado a recibir un «no» por respuesta.

Mundo Deportivo –periódico muy ligado al club culé y, por tanto, es raro que se equivoque– afirma que el Barcelona quiere dejar cerrado el traspaso antes del Mundial. Precisamente, ésa es una de las razones para no hacerlo: las prisas del Barcelona. La otra, evidentemente, es que el Mundial es un escaparate perfecto para que se revalorice y surjan más compradores, aunque también es cierto que siempre existe el riesgo de lesión grave, y eso sería fatal para el Sevilla. Sería un arma de doble filo, pero pienso que merece la pena correr el riesgo.

También estoy seguro de que el jugador querrá dejar zanjado todo este asunto antes del Mundial y, por supuesto, antes de irse de vacaciones. A todo profesional le importa su futuro, y Rakitic no iba a ser una excepción.

Prisas por parte del Barcelona y prisas por parte de Rakitic. Y las prisas no son buenas consejeras cuando se trata de una negociación. Por tanto, al Sevilla lo que más le conviene es dejar pasar el tiempo, sobre todo, si traspasa a Alberto Moreno al Liverpool y consigue dinero fresco para realizar los primeros fichajes.

El Sevilla puede hacer que el verano sea muy largo para Rakitic y para el Barcelona, puesto que es evidente que, tanto uno como el otro, quieren que el traspaso se haga ya, de manera inminente. Si es cierto que el Barcelona tiene un precontrato con Rakitic –que sería ilegal y denunciable ante UEFA–, ni mucho menos querrá esperar a la próxima temporada, aunque le saliera gratis el fichaje, puesto que el croata ya forma parte del proyecto del nuevo Barcelona. Tampoco hay que olvidar que Cesc va a ser traspasado por 33 millones, por lo que, en ningún caso, sería un trauma pagar 25 millones por un jugador de primer nivel. Y eso sin contar el poderío económico que tiene ya de por sí el Barcelona, proveniente de su alianza con el Real Madrid para acaparar la gran mayoría de los derechos de televisión.

Lo que no pueder permitirse el Sevilla es apurar tanto que, finalmente, no se realice el traspaso, pero esto, al fin y al cabo, no ha hecho más que empezar. Queda todo el verano por delante y me da a mí que, si el Barcelona no se acerca a las cantidades que satisfagan al Sevilla, el culebrón de este verano lo puede protagonizar Rakitic.

Ya están todas las cartas sobre la mesa. Rakitic se ha decidido, y ya sólo queda desearle que le vaya bonito y esperar que el Sevilla sea capaz de ingresar muchos millones de euros por su venta y de, sobre todo, invertir bien ese dinero en un sustituto de garantías que evite  que perdamos potencial deportivo.

La vida sigue. Ya se han ido muchos jugadores, mejores incluso que Rakitic, y no ha pasado absolutamente nada. Y es que está claro que el Sevilla está por encima de todo y de todos. Sin excepciones.

FIFA sanciona con dureza al Barcelona y a la RFEF (Resolución)

FIFA ha dejado claro al Barcelona y a la Federación Española de Fútbol que las reglas están para cumplirlas. En Europa no pueden hacer lo que les da la gana, que es a lo que están acostumbrados a hacer en España, y FIFA ha sancionado al FC Barcelona con no poder fichar durante los dos próximos mercados de fichajes, el de verano de 2014 y el de invierno de 2015, y multas de 370.000 euros para el Barcelona y de 400.000 euros para la Federación.

La comunicación que ha hecho pública la FIFA puede leerse en su web oficial:

La Federación Española y el FC Barcelona sancionados por transferencias internacionales de jugadores menores de edad

El Comité Disciplinario de la FIFA ha sancionado a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y al club español FC Barcelona por incumplimiento de las normas relativas a las transferencias internacionales y registros de jugadores sub-18.

Las sanciones son consecuencia de las investigaciones llevadas a cabo incialmente por el Sistema de Transferencia de FIFA (FIFA Transfer Matching System GmbH –FIFA TMS–) durante el año pasado, y, posteriormente, por el Comité Disciplinario de FIFA, como participante en los procedimientos disciplinarios. Se ha estipulado que la RFEF y el FC Barcelona han violado varias Disposiciones relativas a la transferencia internacional e inscripción de jugadores menores, de nacionalidad no española, con el club, así como otras importantes reglas con respecto al registro y participación de algunos jugadores en competiciones nacionales. Las investigaciones abarcaban a varios jugadores menores que fueron registrados y participaron en competiciones con el club durante varios períodos, entre 2009 y 2013.

Actualmente, la principal Disposición relativa a la protección de menores en el contexto de las transferencias internacionales es el artículo 19 de las Normas sobre el Estado y Transferencia de Jugadores. De acuerdo con el artículo 19, las transferencias internacionales de jugadores están únicamente permitidas en el caso de los jugadores que tengan más de 18 años. Sin embargo, el mismo artículo estipula que las transferencias de jugadores menores están permitidas en tres casos específicos, y tales excepciones sólo pueden ser concedidas tras una evaluación por el subcomité del Comité del Estado de los Jugadores.

A este respecto, el Comité Disciplinario hizo hincapié en que la protección de los menores en el contexto de las transferencias internacionales es un importante asunto legal y social que concierne a todas las partes interesadas en el fútbol. Sobre todo, el Comité resaltó que mientras las transferencias internacionales podrían, en casos específicos, favorecer la carrera deportiva de los jóvenes jugadores, es muy probable que sean contrarias a los intereses de los jugadores menores de edad. Basándose en este análisis, el Comité concluyó que «el interés en proteger el correcto y sano desarrollo de un menor debe prevalecer sobre puros intereses deportivos»

El Comité Disciplinario subrayó que FIFA se toma muy en serio la protección de los menores en el fútbol. La protección de los menores es uno de los principios fundamentales incluídos en el acuerdo cerrado entre FIFA, UEFA y la Comisión Europea, en 2001. El Comité Disciplinario reconoció que los jugadores de fútbol jóvenes son vulnerables a la explotación y abuso en países extranjeros sin el control adecuado. Este hecho en particular hace que la protección de los menores en el fútbol por las instituciones gubernamentales deportivas, especialmente por parte de la FIFA, sea incluso más importante.

Con respecto al caso en cuestión, se ha considerado que el FC Barcelona ha incumplido el artículo 19 de la normativa, en 10 casos con jugadores menores y de haber cometido además otras infracciones concurrentes con respecto a otros jugadores, incluyéndose en el Anexo 2 de las Normas.

El Comité Disciplinario consideró las infracciones como graves y decidió sancionar al club con una prohibición para realizar transferencias, tanto a nivel nacional como internacional, durante dos períodos de transferencias completos y consecutivos, junto con una multa de 450.000 francos suizos (370.000 euros). Adicionalmente, se le ha concedido al club un período de 90 días para regularizar la situación de los jugadores menores implicados.
En cuanto a la RFEF, el Comité Disciplinario determinó que la asociación también ha quebrantado el artículo 19 de las Normas y otras Disposiciones relativas a la transferencia e inscripción de varios jugadores menores de edad. A este respecto, la RFEF ha sido sancionada con una multa de 500.000 francos suizos (400.000 euros) y se le ha concedido un período de un año para regularizar su marco regulador del sistema que se ocupa de la transferencia internacional de jugadores menores en el fútbol. Además, a la RFEF y al club se les ha remitido una amonestación, de acuerdo con el artículo 14 del Código Disciplinario de FIFA.

El sistema de transferencia basado en web (TMS) se hizo obligatorio para todas las transferencias internacionales de jugadores profesionales masculinos, en el ámbito de fútbol 11, en octubre de 2010. Ya en 2009 el uso de TMS fue obligatorio para todas las inscripciones de menores o transferencias internacionales de menores, de acuerdo con el artículo 19 de las Normas.

FIFA TMS, fundada como filial de FIFA en 2007, estableció un programa de conformidad a estas reglas en 2010, con el fin de que todas las transferencias internacionales de jugadores de fútbol profesionales se realizaran a través de TMS, de acuerdo con las Normas, para que sea posible el control en TMS de la integridad del comportamiento y los datos de los clubes y asociaciones. Los casos que impliquen el quebranto de las Normas, en particular los Anexos 2 y 3, son identificados e investigados y, cuando proceda, remitidos al Comité Disciplinario de FIFA, para su evaluación y toma de decisiones. FIFA TMS supervisa la actividad de las transferencias que se llevan a cabo usando inteligencia de mercado desarrollada internamente, fuentes externas e información recibida de los departamentos de FIFA Players’ Status & Governance y Disciplinary & Governance.

Así que, visto lo visto, como no medie recurso del Barcelona y se le levante la sanción, me da la impresión de que Fazio no fichará por el Barcelona.

Final de la Copa del Rey Madrid-Barcelona, tal y como quería la Federación

Últimamente le ha dado a la Real Federación Española de Fútbol por manipular el sorteo de la Copa del Rey, con la finalidad de que ni Madrid ni Barcelona se enfrenten entre ellos, hasta llegar a la final. Dado el poderío deportivo y económico de estos dos clubes, junto con las cada vez más descaradas ayudas arbitrales que reciben un partido sí y otro también, hubiera sido un milagro que la final de la Copa del Rey no fuera un Madrid-Barcelona.

Esta manipulación a mí me indigna sobremanera y es la culpable de que haya perdido la ilusión en un torneo que me ha hecho pasar grandes momentos en las finales de Madrid (contra el Getafe) y Barcelona (contra el Atlético de Madrid). Por ese motivo, tampoco me preocupó en demasía que nos eliminara el Racing, puesto que este Sevilla es muy complicado que fuera capaz de eliminar a Madrid o Barcelona a doble partido, por las circunstancias que todos sabemos.

Lo que es evidente es que a la Federación lo único que le interesa es el dinero. Esto ya quedó meridianamente claro cuando Villar quiso llevar la final de la Supercopa de España a China. Y si esto no se llevó finalmente a cabo, fue únicamente porque ni Madrid ni Barcelona dieron su visto bueno.

Como se puede ver en este artículo del diario Expansión, el principal ganador, a efectos económicos, de una final entre los dos mastodontes del fútbol español es la Federación. Aunque el artículo en cuestión data de 2011 –hace poco más de tres años–, verdaderamente se puede decir que nada ha cambiado desde entonces. Si acaso, en que las cifras a percibir serán mayores.

Por supuesto, no vi el partido de ayer entre Real Sociedad y Barcelona, pero me ha llamado la atención lo que publicó en Twitter Diego Ifrán, el jugador de la Real Sociedad:

“Qué impotencia siento, por la ilusión que había con la afición, con el equipo dando todo, etc, etc, esto es imposible. Hasta que no cambie la mentalidad (?) o no sé cómo llamarlo de los árbitros será imposible, o un equipo lleno de estrellas que no lleven los escudos de Barcelona o Madrid. No entiendo la mentalidad de los árbitros de pitar siempre “ante la duda a favor de los mismos, qué es miedo? Están obligados? Están comprados? Son hinchas? No entiendo, pena siento por eso y por el gran esfuerzo y deportividad que han mostrado mis compañeros plantando cara contra todo eso!! En fin… A seguir luchando contra todo eso… Orgulloso de que dejaron todo jugadores y afición hasta el min.90”.

Pues Diego, yo te diría que, probablemente, la actitud de los árbitros será motivada por todo lo que tú dices: los habrá que estén untados, los que tengan miedo o los que sean hinchas. La cuestión es que siempre salen ganando los mismos, y eso seguirá ocurriendo hasta que el resto de equipos no hagan frente a Madrid, Barcelona y a sus protectores: la Federación de Fútbol y la Liga de Fútbol Profesional. Es decir, que nada va a cambiar, al menos a corto plazo.

Por mi parte, haré lo único que, humildemente, pudo hacer: no veré la final de la Copa del Rey. Desde luego, para mí no es ningún esfuerzo, pues sólo veo las que juega el Sevilla. Y por supuesto, una final entre Madrid y Barcelona no me interesa en absoluto. Una lástima que no puedan perder los dos.

Yo soy más de Fernando Navarro

Cuando finalizó el partido en el Camp Nou, Fernando Navarro se despachó a gusto. No pudo ser más claro: «Ha sido un robo», para continuar después: «El Barcelona es un gran equipo, pero cuando no puede, tira de otras cosas».

También hay otras formas de encajar los atracos arbitrales, como diciendo esa estupidez, que se ha convertido ya en una frase hecha, de «los árbitros unas veces te dan y otras te quitan», o simplemente callando. Esto último es lo que hace Del Nido y, por tanto, el club. Según nuestro Presidente, no sirve de nada quejarse de los árbitros, porque es peor, de modo que las quejas hay que hacerla en el foro adeacuado. Es decir, que piensa que, si se queja ostentosa y públicamente, los árbitros van a tomar represalias –muy democrático y justo, por cierto– y que, por tanto, lo mejor para el club es quejarse por lo bajini, para que los «señores de negro» no se enfaden.

Pues visto lo visto, parece que la táctica de Del Nido no da resultado alguno. Por supuesto, el quejarse de los árbitros tampoco, pero al menos nos desahogamos y llamamos a las cosas por su nombre. Vamos, lo que se llama el derecho al pataleo.

En este sentido, yo soy más de Fernando Navarro que de Del Nido. Encima de que te dan palos una y otra vez, lo que no pude hacer uno es callarse. Yo, al menos, me subo por las paredes cuando nuestros directivos se muerden la lengua cuando los árbitros nos machacan de manera descarada. A fin de cuentas, ¿qué podemos perder? ¿Nos pueden tratar peor aún? En este punto, conviene recordar que han transcurrido sólamente cuatro jornadas y ya nos han anulado dos goles legales que a buen seguro no se los habrían anulado a los equipos poderosos de nuestra liga. Esos goles nos habrían situado en la zona alta de la tabla, muy alejados del puesto de descenso que ocupamos actualmente. Pero no importa, que esos señores tan buenos y tan justos que dirigen los partidos –nunca mejor dicho– , seguro que ya nos darán lo que nos han quitado. Mientras tanto, yo esperaré sentado, por si acaso.

Resulta evidente que la falta de respeto del estamento arbitral hacia el Sevilla es total, y salta a la vista para todos. Incluso Diario de Sevilla publicaba ayer un artículo titulado «El robo de la marmota«, un título que viene que ni pintado, puesto que en unos días va a cumplirse un año del robo de Mateu Lahoz, en aquel Sevilla 2 – Barcelona 3 de infausto recuerdo. Aquel partido fue idéntico al del pasado sábado. Sólo cambió el estadio y el árbitro. El Barcelona únicamente pudo superar al Sevilla con la ayuda arbitral, siendo el mismo resultado y decidiéndose el partido en el tiempo de descuento.

Me pregunto qué interés tiene para el aficionado del Barcelona o el Madrid ver ganar a su equipo siempre, lo merezca o no. Quizás es que yo tenga espíritu deportista, pero a mí no me gustaría ganar con un gol en fuera de juego o un penalti inexistente. Como deportista, no me gustaría que me regalaran nada. Claro que el fútbol profesional, y más el español, no es un deporte, sino un negocio. Un negocio que apesta a podrido. Cada día que pasa, huele peor.  Y lo más triste es que ni siquiera se vislumbra una solución a esta #ligademierda.

Luis Alberto, un fracaso del Sevilla

A veces es difícil saber cuándo un jugador del filial está preparado para formar parte del primer equipo. En mi opinión, tan perjudicial es subirlo demasiado pronto como demasiado tarde, y me da la impresión de que Luis Alberto tendría que ser a estas alturas miembro de la primera plantilla del Sevilla FC y no del filial del FC Barcelona. Si esto es así, es porque es que los técnicos del Sevilla no han estado acertados al tratar el talento de Luis Alberto, o bien que en el Barcelona confían mucho más en él que en el Sevilla.

Luis Alberto, incomprensiblemente para mí, sólo ha jugado unos minutos en el primer equipo del Sevilla. Y me parece incomprensible, porque Luis Alberto puede ocupar varias posiciones en el terreno de juego y, además, porque han habido jugadores de la primera plantilla que han estado a un nivel verdaderamente lamentable y, sin embargo, han seguido siendo titulares. Y mientras, Luis Alberto, aburriéndose en el filial, donde ha demostrado, con creces, que se le queda, desde hace mucho, pequeño. ¿Y por qué? Pues porque Luis Alberto tiene el problema de ser canterano y de ser joven. Algo que, en principio, son virtudes, en realidad vemos que se convierte en un problema.

Es cierto que Luis Alberto peca de ser demasiado individualista, pero es deber de los técnicos ir puliendo sus defectos e ir dándole minutos.  Y en ese punto, me ha llamado la atención que ninguno de los entrenadores del primer equipo se ha atrevido a darle cancha. Ni Antonio Álvarez, ni Gregorio Manzano, ni Marcelino, ni Míchel han tenido el valor de darle oportunidades a la joya más valiosa de la cantera del Sevilla. Puede que el propio Luis Alberto tenga parte de culpa de esto, pero, principalmente,  yo lo veo como un fracaso del Sevilla FC.

Probablemente, si Luis Alberto hubiera tenido la suerte de coincidir con entrenadores como Manolo Jiménez o Joaquín Caparrós,  habría tenido más oportunidades de demostrar su valía, pero eso nunca se sabrá. De lo que sí estoy seguro es que ningún aficionado que haya tenido la suerte de ver a Luis Alberto jugar en el Sevilla Atlético entenderá su salida al FC Barcelona. Tenemos todavía muy reciente el caso de Rodri, y, sencillamente, uno ya se pregunta si el Sevilla Atlético es el paso previo al Barcelona B.

Y en cuanto a las cantidades de las que se hablan por la cesión y opción de compra, estoy en total desacuerdo con Monchi, porque a mí particularmente me parecen irrisorias: 200.000 € por la cesión y 4 millones por la opción de compra. Cantidad que, según parece, podría llegar a los 8 millones si Luis Alberto se convierte en una figura del primer equipo catalán. Y qué quieren que les diga, 8 millones por un jugador que sea pieza clave de uno de los mejores equipos del mundo, me parece que es un precio ridículo, y más teniendo en cuenta el potencial económico del Barcelona.

En fin, ya no hay vuelta atrás, y sólo queda desearle a Luis Alberto toda la suerte del mundo y que sepa aprovechar la oportunidad que no le han dado en el Sevilla.

Como siempre, el tiempo dirá quién ha acertado, pero es una pena que ahora, para seguir viendo a Luis Alberto, tenga que ver los partidos del Barcelona B. Y lo peor es que no puedo evitar preguntarme: ¿quién será el próximo?