La primera conclusión que saqué del partido es que, como era lógico, los sevillistas nos tenemos que armar de paciencia, porque resulta evidente que el equipo necesita de un tiempo de adaptación. Tiempo que, por otra parte, no tenemos, ya que han llegado los partidos oficiales y los errores cuestan puntos. Pero de aquí a que los jugadores se conozcan bien y se entiendan con sólo mirarse, han de pasar muchos partidos.
El calendario quiso que nuestro primer rival liguero fuera uno de los más conjuntados y que menos incorporaciones ha tenido en esta pretemporada, con lo cual el reto a superar era elevado. A pesar del traspaso de Falcao, el Atlético sigue teniendo una buena plantilla y equipo, y en la segunda parte les dimos facilidades que aprovecharon con facilidad.
La segunda conclusión que saco es que puede ser que el problema en defensa no esté solucionado, y eso sería un handicap importante para lograr el objetivo de alcanzar posiciones europeas. Y digo «puede» porque me gustó mucho el partido que hizo Carriço contra el Mladost montenegrino. Sin embargo, si en el primer partido de liga ya ha tenido que jugar Israel Puerto, quiere decir que, quizás, habría que traer un central más. Particularmente, hecho en falta un central rápido, con experiencia y con buena salida del balón. Ayer saltó a la vista que a Puerto aún le queda muchísimo por aprender. El chaval está muy pero que muy verde, y está pidiendo una cesión a gritos.
Y la tercera y última conclusión es que Kondogbia, casi con toda seguridad, nos dejará en los próximos días, con lo cual la renovación de la plantilla será casi total, asumiéndose con ello un riesgo importante. Ahora estaría por ver si se acierta con su sustituto, pero, a priori, no parece muy acertado renovar una línea casi por completo, máxime cuando ya no hay urgencias económicas.
Mi impresión es que el Sevilla estará arriba, porque tiene una plantilla de calidad, pero no será fácil y nos costará bastante, sobre todo al principio.