Entre la afición se discute si ha hecho bien el Sevilla en vender a Aleix Vidal al Barcelona o no. Yo no voy a entrar en eso, pero, como mínimo, creo que es un traspaso que ha molestado a la afición.
Me parece evidente que es un traspaso necesario, porque, seguramente, el jugador habrá presionado de la lindo. Después de todo, no todos los días un jugador profesional tiene la oportunidad de ir al que puede considerarse que es, actualmente, el mejor equipo del mundo, cobrando un pastón, y con la oportunidad de ganar muchos títulos. Por si fuera poco, volvería a su tierra. Pero lo que me molesta de este fichaje son dos cosas:
En primer lugar, que se haya vendido por menos de lo que indica su cláusula de rescisión, que es de 25 millones. Se dice que el Barcelona pagará 23. Si esto es así, y no hay contraprestación alguna que aún no haya salido a la luz, me parece que no es de recibo. Máxime cuando el Barcelona tenía prisa en cerrar el fichaje y tiene dinero a espuertas. Tarde o temprano, habría pagado los 25 millones. Por otro lado, no entiendo que el Sevilla ponga unas cláusulas tan bajas. El Ahtletic ha renovado hace unos días a Laporte, con una cláusula de 50 millones. ¿No podría hacer el Sevilla lo mismo? Porque 25 millones es una cláusula ridícula para equipos como Madrid, Barcelona, todos los de la Premier y los que son propiedad de los grandes magnates, que cada día son más.
En segundo lugar, lo que me molesta es que se haya traspasado al Barcelona. En los últimos años, el Barcelona ha fichado a Alves, Keita, Adriano, Rakitic y, ahora, Aleix Vidal. Da la sensación de que somos un filial del Barcelona, no ya por estas ventas, sino porque, además, les formamos jugadores. Denis Suárez tiene un pase, porque el Sevilla tiene opción a compra y le ganaría unos millones de euros, pero la cesión de Deulofeu no tiene nombre. Y parece que la cosa no podría terminar ahí, porque ayer la prensa hablaba de una posible cesión de Halilovic.
Aleix Vidal se ha destapado este año como un gran jugador. Sus actuaciones le han llevado a ser convocado por la Selección Nacional y ser fichado por el Barcelona. No es de extrañar, porque se trata de un jugador joven –25 años–, rápido, con una enorme resistencia física, con gol –seis goles–, desborde y polivalencia. También tiene defectos, pero pocos y, además, como siempre se entrega al máximo, casi pasan desapercibidos. Lo mejor de Aleix es que tiene margen de mejora y debe ir a más.
Aleix se ha ido. Ha sido el primero, a pesar de que José Castro dijo que no había necesidad de vender. Mirando la parte positiva, el dinero que deja puede invertirse para cerrar otros fichajes con prontitud. En la parte negativa, se va un jugador difícil de sustituir y que aportaba mucho, por sus prestaciones y polivalencia.
Ahora toca confiar de nuevo en Monchi, en quien todos tenemos confianza ciega. A nadie le extrañaría que volviera a acertar de nuevo.