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Dinamo Zagreb 0 – Sevilla FC 1. Tres puntos más, pero qué nos gusta complicarnos la vida

El Sevilla consiguió ayer una importantísima victoria que le deja prácticamente a las puertas de la clasificación para octavos de final. El dominio del Sevilla fue total, de principio a fin, y, de no haber sido por la poca efectividad de cara a gol, habría quedado sentenciado el partido en la primera parte. Si hace unos días, contra el Leganés, todo lo que tocábamos acababa dentro, ayer nos dio por fallarlas casi todas. Por fortuna, Nasri finalizó con acierto un contragolpe para lograr el único tanto del partido.

El Dinamo Zagreb facilitó bastante las cosas, ya que nos tenía un grandísimo respeto y su única intención era jugar al contragolpe, cediéndonos el centro del campo, y ahí Nasri y N’Zonzi hicieron lo que quisieron. Ambos hicieron un gran partido. Los croatas sólo inquietaban por medio de Soudani, que se mostró muy rápido y batallador.

La primera parte me gustó, porque el Sevilla buscaba con ahínco la meta contraria, pero la segunda parte me decepcionó mucho. No entiendo cómo se puede jugar con una renta mínima, de 0-1, como si se fuera ganando por 0-5. Un partido se puede complicar por miles de razones: un fallo defensivo, un penalti, una expulsión, un fallo arbitral… o simplemente porque ellos hagan una buena jugada. Porque el Dinamo era muy inferior, pero ninguno de ellos era cojo. De hecho, estuvieron cerca de marcar en dos ocasiones.

El Sevilla se dedicó a jugar a la ruleta rusa, pero, afortunadamente, no hubo que lamentarse. Habría sido una lástima dejarnos dos puntos por no haber sido capaz de sentenciar un partido fácil.

Sampaoli tiene toda la razón del mundo cuando dice que, si no ganamos en contundencia, no podremos superar a rivales más complicados. Uno de los culpables de esa falta de contundencia volvió a ser Vietto, que falló una ocasión clarísima, prácticamente a placer. Desde luego, si falla eso ante el Atlético de Madrid, el próximo domingo, nadie podrá pensar que lo hizo queriendo, ya que nos está acostumbrando a fallos clamorosos.

Ayer se volvió a demostrar la importancia de mantener la puerta a cero. Con sólo dos goles a favor, llevamos siete puntos y podríamos dejar lista la clasificación en el próximo partido en el Ramón Sánchez Pizjuán.

No hay tiempo para disfrutar de esta idílica situación en Champions, ya que nos espera un durísimo rival, como es el Atlético de Madrid, el actual líder, pero que sólo está a un punto de ventaja. Tres puntos decisivos para auparnos a lo más alto de la tabla.

Sevilla FC 1 – Olympique Lyonnais 0. El show de Nasri

Mucho tuvo que esforzarse ayer el Sevilla para superar al equipo francés del Olympique de Lyon. Sabía que el Olympique era un buen equipo, pero no esperaba que, con las bajas que tenía, diera tantos problemas. Problemas que tenían como fuente a Darder y a los rapidísimos y habilidosos Fakir, Tolisso y Cornet. El Sevilla hacía aguas en el centro del campo, con un Franco Vázquez que nada tiene que ver con el que ilusionó en los primeros partidos. El argentino se mostraba lento y fallón, perdiendo continuamente balones en el centro del campo que permitían peligrosos contragolpes. De hecho, el Olympique dispuso de varias ocasiones para adelantarse en el marcador, pero un sensacional Sergio Rico y el travesaño lo evitaron.

En la primera parte ganó la partida el Oympique, aunque, por fortuna sin conseguir gol. El Sevilla también dispuso de alguna clara ocasión, pero, sobre todo, sería en la segunda donde se vio al Sevilla que todos queremos ver: con más intensidad, más velocidad y teniendo la puerta contraria entre ceja y ceja.

En mi opinión, para ver este cambio fue clave que el Sevilla ya empezó a jugar con 11 jugadores, ya que Vázquez estuvo tan nulo que no aportó nada, y su recambio, Iborra, aunque mucho menos dotado técnicamente, estuvo bastante más acertado. Llegó el gol de Ben Yedder y las ocasiones empezaron a sucederse, pues el Sevilla quiso aumentar la ventaja. Aunque el Olympique siguió inquietando por la calidad de sus jugadores, fue el Sevilla el que tuvo hasta seis ocasiones clarísimas de gol, por medio de Vietto (dos solo ante el guardameta y el penalti que lanzó desastrosamente), dos de Iborra y una de Vitolo.

Fue una pena que Vietto estuviera negado de cara a gol, porque el partido habría pudo haber perdido la emoción a mediados de la segunda parte. Creo que, cuando Vietto se fue a quitarle el balón a Ben Yedder porque quería tirar el penalti, la mayoría de los aficionados estábamos pensando «No, por Dios, que lo tire Yedder». Se hizo un silencio sepulcral en la grada y lo lanzó flojo y a las nubes. Y es que el argentino debe estar falto de confianza. Por contra, sí hizo buenos desmarques y asistió a Yedder en el gol.

Muy buen partido de la defensa en general y de Pareja y Mercado en particular. En la zona media destacaron N’Zonzi, Vitolo y, especialmente, Samir Nasri, que hizo toda una exhibición. Fue objeto de penalti y demostró estar a otro nivel, no sólo a técnicamente, sino también en entrega. Nasri está siendo una agradable sorpresa.

El árbitro, el holandés Bas Nijhuis, no me gustó nada. Tuvo mala colocación, por delante del balón y estorbando el juego, ya que seguía tan de cerca las jugadas que cubría líneas de pase. En la primera parte anuló una jugada que acabó en gol del Sevilla por fuera de juego inexistente y dejó sin pitar un penalti que, al menos desde la grada, pareció claro. También mostró una tarjeta a Mercado, cuando en realidad fue él quien recibió la falta. De hecho, el argentino siguió cojeando el resto del partido hasta que fue sustituido.

Victoria muy trabajada, ante un potente rival, y que aúpa al Sevilla en puestos que dan lugar a la fase de octavos, en segunda posición, igualado a puntos con la Juventus.

Ahora, a cambiar el chip y a pensar en el Alavés. Que esto no para y el Sánchez Pizjuán debe seguir siendo un fortín. Porque lo que es ganar fuera… como que parece que no va con nosotros.

Sevilla FC – Olympique Lyonnais. Partido decisivo para el segundo puesto

Teóricamente, el primero de grupo será la Juventus de Turín. Debe ser así, pues el equipo italiano es un mastodonte deportivo y económico. Muy por detrás van los dos contendientes de hoy. Por tanto, probablemente, hoy estará en juego esa deseada segunda plaza que da acceso a la fase de eliminatorias.

El Olympique se presenta con importantes bajas. Su delantero estrella, Lacazzette, por el que el Lyon rechazó en verano los 35 millones de euros que puso el Arsenal «en lo arto de la mesa», no será de la partida. También faltarán los defensas Jallet y Rafael Da Silva (ex del Manchester United), y el centrocampista Grenier. Para nuestro alivio, todos ellos son jugadores de contrastada calidad y experiencia. Pero, ojo, porque el Olympique de Lyon, a pesar de las bajas, no será ninguna perita en dulce. Tiene jugadores de sobra para dar un disgusto a cualquiera. Sí estarán jugadores como los internacionales Nabil Fekir, Mathieu Valbuena y Gonalons (capitán del equipo), Emanuel Mammana (ex de River Plate), el ex malaguista Sergi Darder (habrá que estar atentos a su fuerte disparo), y sus dos prometedores jugadores Tolisso y Cornet, de sólo 22 y 20 años, respectivamente.

El equipo francés ya no es la potencia que era. Antes de que llegaran los petrodólares al PSG, llegó a ganar siete ligas consecutivas, y ha quedado subcampeón en las dos últimas. Ahora está situado en una discreta novena posición, pero es de suponer que acabará en los puestos de privilegio, ya que tiene una buena plantilla.

Esta noche el Ramón Sánchez Pizjuán deberá rugir como nunca. El Olympique no será fácil de batir. Por supuesto, para ello tendremos que hacerlo mucho mejor que en Eibar, Bilbao, o ante el Betis. De mantener el pobre nivel de juego de los últimos partidos, el Lyon puede tomarnos ventaja en la lucha para esa segunda posición de grupo, y eso sería un grave error.

Sampaoli ha anunciado cambios en el sistema de juego. Espero que salga bien la jugada. Desde luego, será mucho más fácil si ponemos a los titulares y, sobre todo, si los jugadores se dignan en presionar y esforzarse al máximo, que es algo básico pero que estoy echando mucho de menos en los últimos partidos.

Juventus 0 – Sevilla FC 0. Buen comienzo en Champions, pese al mal partido

Admito que no me gustó el partido, en absoluto. No me gusta que mi equipo salte al terreno de juego sin delanteros, y más ante un equipo tan poderoso en defensa como es la Juventus. Es como renunciar a ganar. Obviamente, los defensas y, sobre todo, Bufón, se aburrieron de lo lindo, ya que el Sevilla sólo dispuso de dos ocasiones, ninguna de ellas de verdadero peligro.

La estrategia de Sampaoli consistió en presentar un centro del campo superpoblado, para intentar hacer gol a la contra, teniendo a Vázquez como hombre más adelantado. Pero la Juventus sólo permitió un contragolpe, y además no lo ejecutamos bien. Al ser nuestro mejor pasador el más adelantado, tuvimos muchos problemas a la hora de crear juego, de ahí que no inquietáramos en ningún momento a la férrea defensa italiana.

Pese a que en el centro del campo éramos mayoría, volvimos a repetir errores graves en la entrega, perdiendo el balón en zonas muy peligrosas. Por fortuna, el equipo italiano no aprovechó nuestra generosidad y fallaron las tres ocasiones claras de gol que tuvieron en la primera parte, lanzando fuera o encontrándose con Sergio Rico.

En la segunda parte la Juventus apretó, sacó la artillería pesada, pero el Sevilla se defendió bien. Tuve la sensación de que finalmente acabaríamos perdiendo el partido, bien por algún fallo individual más o por alguna genialidad de Dybala, que me pareció el mejor de los italianos, pero los blanquinegros siguieron fallando ocasiones de gol: una clarísima de Higuaín, otra que se estrelló al larguero, y, en el último suspiro, la que sacó Sergio Rico, junto al poste, realizando el paradón del partido.

El arbitraje no me gustó. Sacaba con facilidad tarjeta a los sevillistas –en la de N’Zonzi ni siquiera fue falta– y, sin embargo, perdonó alguna que otra tarjeta a los italianos.

Lo que no me gustó del Sevilla es que, en mi opinión, estuvo falto de ambición, pues, prácticamente, renunció a ganar. Desde el pitido inicial se buscó un 0-0 y se consiguió, lo cual es muy difícil.

Lo que me gustó fue que, en determinados momentos, se llegó a defender bastante bien, y, sobre todo, el resultado, que es lo único que cuenta en fútbol; un resultado que se lo debemos, una vez más, a Sergio Rico, que está en un gran momento de forma.

Empezamos con buen pie, pues, a priori, no se contaba con el punto de ayer. Empate de mucho mérito, pues la Juventus es uno de los favoritos para alzarse con el título, pero no se puede obviar que también nos acompañó la suerte. No es normal que un equipo tan potente falle seis ocasiones claras de gol.

Es hora de aparcar la Champions y pensar ya en el Eibar, que, a buen seguro, no nos pondrá las cosas nada fáciles.

Manchester City – Sevilla FC. Que no se repita el esperpento de Turín

No quiero ni pensar que hoy vuelva a repetirse lo que ya vimos en Turín. Desgraciadamente, aquel día el equipo saltó al campo derrotado, sin ánimo de competir, con una mentalidad que dista muchísimo de la que es necesaria para ganar títulos y logros deportivos. Sólo perdimos 2-0 porque la Juventus nos tenía mucho respeto, porque, si no, nos habría caído una goleada de escándalo.

Espero y confío en que hoy veremos en el Etihad Stadium un espectáculo bastante distinto. Pero, para ello, es necesario creer que se puede ganar. Es evidente que el City tiene una grandísima plantilla. No puede ser de otra forma, ya que todos los años se gastan una barbaridad de millones de euros en fichajes de relumbrón. Para este curso, «sólo» han invertido 200 millones, habiendo incorporado al internacional belga Kevin de Bruyne, del Wolfsburgo, por 75 millones, a Raheem Sterling (68 millones) y al argentino Nicolás Otamendi (45 millones), entre otros. Es decir, han fichado mucho y bien, lo que les ha servido para ser los actuales líderes de la Premier League.

Obviamente, es dificilísimo ganar o empatar ante un equipo así, pero, si se cree, es posible. Para ello, lógicamente, hay que hacer un partido prácticamente perfecto y tener algo de fortuna.

El Etihad Stadium es un escenario para disfrutar, para lucirse, y no para salir con miedo. Personalmente, prefiero perder 4-0 porque se haya ido a por el partido pero hayamos perdido porque el City es un magnífico equipo, antes que perder 2-0 porque hayamos salido con más miedo que once viejas y ni siquiera lo hayamos intentado.

A Emery y a los jugadores sólo les pido un poquito de dignidad, de ambición y de espíritu de campeón. Con eso me conformo.

Sevilla FC 3 – Borussia Mönchengladbach 0. Líder de grupo y casi con la tercera plaza asegurada

El Sevilla superó con facilidad en el día de ayer al Borussia, equipo que dista mucho del que vimos la temporada pasada, aunque también es cierto que faltaba algún que otro jugador importante. En cualquier caso, parece difícil que el equipo alemán puntúe en sus partidos contra Manchester City y Juventus y nos golee en Mönchengladbach, que es lo que tendría que ocurrir para que nos disputara la tercera plaza.

El ser líder de grupo, como bien dice Emery, es circunstancial, puesto que el nivel que tienen los otros componentes del grupo es bastante superior al del Borussia y Sevilla. Al menos a priori. Luego habrá que disputar los partidos y quién sabe si saltará alguna sorpresa.

En cuanto al partido en sí, el Sevilla se llevó el gato al agua a base de algo que se ha echado de menos en los partidos de liga: casta y coraje. Esas ganas de presionar, anticiparse, disputar cada balón al máximo… Si se hubiera hecho en la competición doméstica, está claro que no tendríamos dos exiguos puntos en nuestro casillero.

En la primera parte, se sucedieron las ocasiones por parte sevillista, pero sin fortuna de cara a gol. La más clara la tuvieron en su botas Vitolo, que se encontró con el palo, y sobre todo Reyes, en la misma jugada, que llegó al rechace pero lanzó el balón, que casi no se lo esperaba, por encima del larguero.

El Borussia sólo inquietó a balón parado y en algún contragolpe, pero apenas tuvo la posesión del balón. Esa escasa posesión fue normal, porque el Sevilla jugaba con la defensa muy adelantada y el Borussia con las líneas muy juntas y encerrados en las cercanías del área. Prácticamente, nos otorgaban el centro del campo, y allí Krychowiak y Nzonzi lo cortaban casi todo, y Banega distribuía sin mucha oposición.

Hasta la segunda parte no llegaron los goles. No es normal que nos señalen tres penaltis en un solo partido –yo al menos no lo recuerdo–, pero desde la grada me parecieron los tres. Sólo aprovechamos dos, pero fueron más que suficientes para estar tranquilos en la recta final del partido, donde Konoplyanka sentenció en el primer balón que tocó. Dicen que fue un golazo, pero a mí me pareció más un grave error del portero, que fue sorprendido por el disparo duro y seco del ucraniano.

La defensa me gustó, excepto en una falta lateral donde el Borussia no se adelantó en el marcador de milagro. Se defendió verdaderamente mal. Por lo demás, los centrales y Sergio Rico estuvieron solventes, y los laterales cumplieron.

Al final, tres puntos que nos vienen estupendamente para ganar algo de dinerito, prestigio y moral para los próximos partidos.

 

 

Grupo Champions tan complicado como atractivo

No se puede decir que el Sevilla haya tenido suerte en el sorteo, ya que, para clasificarse para la fase de eliminatorias, tendrá que superar a dos mastodontes económicos y, por tanto, deportivos, como son la Juventus y el Manchester City. También es verdad que pudo ser peor, pues nos podría haber tocado el Wolfsburgo.

El sorteo fue benévolo con los restantes equipos españoles, especialmente con Atlético de Madrid y Valencia, cuyos grupos son un verdadero regalo. Muy mal lo tendrían que hacer para no pasar a la siguiente fase.

En cualquier caso, como dice Monchi, de nada sirve lamentarse, por varios motivos:

1º.- Lamentarse no sirve absolutamente para nada. Hay que creer en nuestro potencial, confirar en la fortaleza de nuestro estadio y ser ambiciosos.

2º.- Estamos en Champions. Si nos quejamos porque nos han tocado rivales fuertes, para eso mejor nos quedamos en la Europa League, donde seríamos uno de los principales favoritos. Además, si quedamos terceros de Grupo –a priori, lo más probable–, iríamos a disputar la Europa League.

Y 3º.- Es cierto que los rivales tienen un gran potencial, pero no es menos cierto que el Sevilla también lo tiene. Es una lástima que el Sevilla tenga su punto débil en la defensa, porque será fundamental defender muy bien para hacer algo serio en una competición tan exigente. Pero si el Sevilla llega en un buen nivel, puede ganar perfectamente a cualquier equipo del mundo, especialmente en nuestro estadio, que deberá ser una caldera.

Será un gran espectáculo jugar contra Juventus y Manchester City. Hay que disfrutarlo al máximo, y para ello no vendría mal, ahora que aún se está a tiempo, intentar solucionar, en la medida de lo posible, las deficiencias que tiene la plantilla. Los errores se pagan caros, pero en Champions aún más.