El Sevilla ha dejado de ganar hoy dos puntos. O ha ganado uno. Depende de cómo se mire, porque la verdad es que el partido se puso casi imposible cuando Montiel –ojalá haga un buen mundial y lo traspasen– hizo la estupidez de entrar a la altura de la rodilla a un jugador bético, y Jesús Navas tuvo la desgracia de meterse un gol en propia meta de los que son difíciles de ver. Una carambola, donde Bono no está muy acertado. Me dio la impresión de que estuvo lento de reflejos y que pudo hacer más.
El Betis se hace el harakiri
Churrigol en contra, inferioridad numérica… Feo panorama. Pero a esto que llega Fekir y hace una de las suyas. Estos codazos que suele soltar y que se suele ir de rositas, con una simple amarilla, en esta ocasión fue roja, VAR mediante. Y también Borja Iglesias fue expulsado, también justamente, VAR mediante. Es decir, lo que se puso complicadísimo, se puso de cara, gracias a estas dos estupideces verdiblancas.
Sampaoli no se entera
El Sevilla se queda en superioridad, pero Sampaoli no parece enterarse. Estuvo jugando muchos minutos con cinco defensas y En-Nesyri solo en punta. Tardó en meter a un segundo delantero, que tuvo que ser Dolberg, que no hizo nada reseñable en los minutos que jugó. Sin duda, un incomprensible respiro para los perdedores de Sevilla, que aceptaban la generosidad de Sampaoli de buen grado.
Llegó un periodo de «centrocuentismo» donde el Sevilla movía el balón con demasiada parsimonia y horizontalidad, y el Betis rechazaba todos los centros al área. Hasta que llegó el gol del empate, a falta de nueve minutos para el final. Bueno, más bien, el golazo del empate.
Gudelj el mejor del partido
Gudelj hizo lo mismo que en Mallorca: dar un zapatazo, un misil tierra-aire, imparable para el portero bético, quien sólo pudo ser un espectador de excepción. Además, pudo hacer otro golazo igual de impresionante, al rematar de volea al larguero. Y, por último, tuvo la última ocasión del partido, a pase de don Jesús Navas, pero su remate le salió demasiado centrado, y Bravo no tuvo problemas para despejarlo.
Sensación agridulce
La sensación que me deja el partido es extraña. Tan extraña como el derbi, que es el derbi más extraño que he visto en mi vida. Es la primera vez que hay un derbi donde tengo la sensación de que el Betis tiene bastante mejor equipo que el Sevilla, puesto que este Sevilla tiene muchas deficiencias en todas sus líneas.
El derbi de hoy, posiblemente, se pudo perder por goleada, de haber estado jugando en inferioridad durante toda la segunda parte. Y debió ganarse, una vez que estuvo el Sevilla en superioridad. Habrá que conformarse con un punto, pero la sensación que me queda es que hemos dejado escapar dos, porque el Sevilla, en líneas generales, ha sido superior al Betis durante los noventa y tantos minutos de juego.
Betis aplasta
Era el grito de guerra de las criaturitas en este derbi, porque se verían con la superioridad que les da la clasificación, además de que el Sevilla llegaba al derbi con bajas importantísimas, como son las de Marcao, Nianzou y Fernando, con un solo central disponible (Rekik). Pues ni aún así. No sólo el Betis no aplastó, sino que tienen que darse con un canto en los dientes por haber logrado un empate que no han merecido.
La Real Sociedad
El miércoles, entre semana, otro partido importantísimo antes del Mundial. La Real Sociedad es un rival muy complicado, con jugadores de calidad. No es el rival ideal, ni el horario ideal, para lograr la primera victoria en casa, pero es un partido que hay que ganar como sea.