Archivo mensual: marzo 2022

Sevilla FC 0 – Real Sociedad 0. Un punto más importante de lo que parece

Evidentemente, empatar en tu propio feudo, ante un rival que está por debajo de la tabla, no puede considerarse un buen resultado, pero, si lo pensamos bien, el punto conseguido no es tan malo como parece. Por los siguientes motivos:

  1. – La Real Sociedad ha sido bastante superior al Sevilla, hasta el punto de que, de haber ganado, me habrían parecido justos vencedores. En varias fases del partido el Sevilla lo pasó bastante mal. Incluso podrían haber logrado una victoria holgada. Por ejemplo, se nos apareció la Virgen y los nueve coros celestiales cuando, con todo a su favor, con toda la portería para él solito, a bocajarro, a Sorloth se le ocurrió la brillante idea de disparar a los pies de Portu, que había caído al suelo, con la fuerza suficiente además como para que el balón saliera por encima del larguero. Tampoco podemos olvidar que los palos nos salvaron en dos ocasiones, y que también tuvieron alguna bastante clara.
  2. – Hoy lo que no se podía dar, bajo ningún concepto, era un derrota, porque eso habría conllevado el buscarnos un rival directo, ya que habrían quedado a sólo seis puntos y con el goal-average perdido. En cualquier caso, creo que ni aún así la Real Sociedad habría sido un pretendiente serio para entrar entre los cuatro primeros, ya que tienen un calendario difícil y, en mi opinión, no tienen un buen entrenador.
  3. – Le sacamos un punto más al Villarreal. Muchos pensaréis que el Villarreal no es rival, pero yo no me fío. Es cierto que ahora mismo, con su pinchazo ante el Cádiz, se quedan a 12 puntos de distancia, pero no es menos cierto que tienen un buen entrenador y una gran plantilla. De hecho, considero que es el rival más serio para disputarnos el cuarto puesto, junto con el Betis. El Betis, en teoría, no tendría que estar ahí, pero tiene dos o tres jugadores bastante buenos, un calendario que no es muy difícil –cierra la temporada en el Bernabéu, cuando previsiblemente el Madrid ya será campeón de Liga–, y les ha salido todo, pero todo, durante gran parte de la temporada.
  4. – Sé que hay muchos que no lo tienen en cuenta, pero yo valoro muchísimo, una barbaridad, el gran esfuerzo que está haciendo la plantilla esta temporada, con ocho, nueve, diez bajas por jornada, durante muchos meses. Es más, me sigo maravillando al ver al Sevilla en segunda posición todavía. Hoy faltaban Suso, Fernando, Rekik, Diego Carlos, Acuña, Bono, Papu Gómez y Rafa Mir. No sé si me dejo alguno, pero casi todos son titulares. Coged a cualquier equipo de Primera División y quitadle a cinco o seis titulares, y veréis en qué se quedan.

Eso sí, si miramos a la segunda plaza, la cosa está bien jodida. Con tanto empate hemos, prácticamente, perdido la ventaja con Atlético y Barcelona. Sería un error olvidar que estos equipos juegan con otras reglas, como vemos «jornada sí y jornada también». Y al Sevilla pues le pasa lo contrario: que nos maltratan siempre que pueden. También es evidente que el Barcelona ha conseguido reforzarse muy bien en el mercado invernal, con los fichajes de Aubameyang y Ferrán Torres. Como ya tenían un gran equipo y antes de llegar a ese mercado le habían regalado muchísimos puntos para acercarlos a las posiciones europeas, sería un verdadero milagro que no finalizaran en segunda posición.

En resumidas cuentas, hoy hemos ganado un punto que no hemos merecido –bienvenido sea–, y la cuarta plaza sigue pintando bastante bien, aunque tengamos un calendario bastante complicado. Ojalá recuperemos jugadores tras el parón, pero somos tan desgraciados que probablemente no se recupere ninguno y además se lesione alguno de los que se van a ir con sus Selecciones.

West Ham 2 – Sevilla FC 0. Con las mismas sensaciones que en la Copa del Rey

Duele caer eliminado de la Europa League, pero en fútbol hay que tener acierto, y el Sevilla, más o menos, ha defendido bien, pero ha faltado efectividad de cara a gol. No hemos tenido muchas, pero alguna sí debió entrar, como la que sacó Areola, sacando a contrapié el remate de En-Nesyri. Ocasión clave, pues de habernos adelantado en el marcador, probablemente, habría sido un partido bastante distinto.

La primera parte se controló bien, hasta la recta final, donde el West Ham avisó, pero Gudelj –gran partido el suyo– estuvo al quite cuando parecía que el gol era inevitable, pues sólo quedaba empujar el balón cerca de la línea de gol. Poco después llegó el 1-0, que igualaba la eliminatoria, tras una buena jugada del «boxeador» –parece más un boxeador que un futbolista– jamaicano, Michail Antonio, que la pone muy bien al segundo palo, donde Soucek, además de ganarle la partida a Augustinsson, cabecea a la escuadra, cruzado y ajusado, dejándola imposible para Bono.

Es lo que ocurre cuando tienes rivales de primer nivel, que al mínimo descuido, el mínimo error, y te encuentras por debajo en el marcador. Y además en un mal momento, pues quedaba muy poco para el descanso.

Tocaba remontar en el segundo tiempo, y no se hizo. El West Ham fue mejor, e incluso pudo marcar el 2-0 antes. En el Sevilla Martial no daba señales de vida. Menos mal que sólo va a estar seis meses, porque como este sea su nivel habitual, me parece que no tiene sitio en el Sevilla. Es de suponer que es bastante mejor de lo que está demostrando. Me da la impresión de que le ocurre lo mismo que a En-Nesyri, que es el tipo de jugador que depende mucho de su velocidad, y este Martial no se parece en nada al que jugó contra nosotros ante el Manchester United. Aquél era una auténtica bala.

A medida que pasaba el tiempo, el Sevilla perdía fuelle y se notaba mucho el cansancio en los jugadores. No quería, de ninguna de las maneras, una prórroga, porque daba por sentado que varios jugadores no iban a aguantarla. Pero se dio, y el Sevilla duró hasta que Gudelj dijo basta. Espero que sólo fueran calambres y no una lesión, porque, si no, no sé quién va a jugar contra la Real Sociedad.

Fue salir Gudelj y encajar el 2-0 definitivo. El West Ham aguantó bien, y, lamentablemente, se acabó lo que se daba. Esta temporada tampoco tocaremos plata.

La sensación que me deja esta eliminación es la misma que cuando caímos en la Copa del Rey: que de no haber tenido tantísimas bajas, y tan importantes, nos habríamos clasificado. Pero los partidos hay que afrontarlos como vienen. Y por mucho que diga Monchi, sigo pensando que en una plantilla que aspire a todo, que ha jugado cinco competiciones (Liga, Champions, Europa League, Copa del Rey y partidos internacionales) no puede tener jamás, pero jamás de los jamases, únicamente tres centrales natos. Porque después llegan partidos vitales, donde te juegas prestigio y dinero, y tienes que afrontarlos con un centrocampista o un joven inexperto como centrales.

Ahora toca levantarse, intentar recuperar jugadores y ganar a la Real Sociedad. Porque el partido del domingo también se las trae.

La tremenda falta de respeto, desde todos los ámbitos, al Sevilla FC

Es evidente que al Sevilla se le respeta más fuera de su propio país. Desgraciadamente, aquí, por el contrario, se ningunea y desprecia a una de las entidades más antiguas, como es el Sevilla FC.

Ese desprecio se hace patente en cada arbitraje, pero especialmente en algunos casos, como los de González Fuertes y Martínez Munuera. Es casi imposible ganar con ellos, a no ser que se haga un partidazo. Con González Fuertes se da por seguro que, como mínimo, nos expulsa a un jugador. Y Martínez Munuera nos obsequia siempre con su amplio repertorio. Ayer, sin ir más lejos, nos anuló un gol legal (no hay ninguna imagen donde se aprecie que Rafa Mir controló el balón con el brazo), dio por válido un gol del Rayo donde Bebé pisa a Augustisson, y para finalizar, se echó para atrás en un penalti que había señalado, haciendo caso al VAR, cuando precisamente él seguía de cerca la jugada, en una posición tan privilegiada que le permitió ver la acción en mejores condiciones que cualquier imagen que le pudieran pasar desde el VAR. Es decir, convirtió lo que debió ser una victoria clara del Sevilla en un empate.

Pero es que ni siquiera se quedó ahí el asunto. Tampoco mostró piedad con las tarjetas. No mostró ni una sola al Rayo, cuando hubo dos clarísimas, donde el reglamento no deja ninguna duda, ambas con agarrones, desentendiéndose del balón; una cortando un contragolpe y otra, que era más bien un placaje, evitando una internada de Corona en el área.

Esto de las tarjetas es algo que vengo observando de forma generalizada con todos los árbitros. Y por el contrario, es muy fácil que le saquen tarjeta amarilla a los jugadores del Sevilla. Y para empeorar las cosas, da la “casualidad” de que a nuestros rivales directos (Madrid, Atlético y Barcelona) les ocurre precisamente lo contrario. A Casemiro, por ejemplo, yo creo que si le pegara dos tiros a un rival en el pecho, sólo le enseñarían amarilla. Es prácticamente imposible que le expulsen, aunque, como ya vimos, haga una entrada por detrás con los dos pies por delante.

Pero si hay algo que ya clama al cielo es con la aplicación del VAR, que es una magnífica herramienta para hacer el fútbol más justo, pero que aquí en España se utiliza para manipular los partidos y beneficiar a los tres de siempre.

Un caso reciente, y verdaderamente sorprendente, es la jugada donde expulsan, merecidamente, a Reinildo, jugador del Atlético de Madrid. Fue expulsado por entrar con los dos pies por delante a Alcaraz, jugador del Cádiz, habiendo contacto. Roja sin discusión, y pese a ello le llaman desde el VAR a González Fuertes para que “corrija” su decisión. Imagino que la convirtieron en amarilla porque se escapó vivo y pudo seguir el partido.

No deja de tener su gracia que, para una vez que acierta González Fuertes, tiene que desdecirse por culpa del VAR. Pero estaba claro que el Atlético no podía quedarse en inferioridad en el primer tiempo. Sin embargo, me imagino la conversación de la sala VAR con Martínez Munuera cuando marcó el Sevilla el gol del empate en Vallecas: ”Vas a tener que darlo por válido, porque no encontramos ningún motivo para anularlo”. Incluso ya se llega al caso de que el VAR entre en supuestos de apreciación, en los que se supone que no debe entrar, como en las manos que le señalaron a Fernando para anular el gol de Ocampos en Mallorca, en el descuento; como en el penalti de chiste que señalaron en contra del Sevilla, en el Sevilla-Alavés; o ayer mismo. Seis puntos que volaron por este motivo y que echaremos de menos a final de temporada. Y sólo son los casos que me han venido a la memoria, porque hay más.

No sé si es por corrupción o miedo, o por ambas cosas, pero lo cierto es que los árbitros no tienen el mismo trato para todos los equipos. En el Atlético de Madrid-Cádiz, según he leído –no vi el partido–, González Fuertes perdonó otra roja a un jugador del Atlético por aplaudirle en su cara. Estamos hablando de un árbitro que ya expulsó por ese motivo a Ben Yedder y a Delaney. Vamos, que más cobarde no puede ser: muy valiente con el débil y canguelo con el fuerte.

Pero el principal problema no es sólo lo que nos quitan, sino lo que regalan a los demás. Al Barcelona le están regalando lo que no hay en los escritos, previsiblemente para que quede en segunda posición y pueda jugar la Supercopa de España y tenga la posibilidad de enfrentarse al Madrid, que es lo que parece que interesa económicamente.

Y por último, otro asunto del que se ha quejado Lopetegui y que es bastante importante, a pesar de que suele pasar desapercibido para el aficionado al fútbol: el privilegio de tener los mejores horarios. Es habitual que el Sevilla no disfrute ni de 72 horas de descanso, y eso con la plaga de lesiones que se está teniendo esta temporada es de vital importancia. No es necesario decir que es un problema que no padecen los  tres de siempre.

No sé si el Consejo de Administración del Sevilla está haciendo algo para intentar evitar los vergonzosos arbitrajes y rearbitrajes que estamos teniendo esta temporada, pero si lo está haciendo, evidentemente, no está dando resultado.

En definitiva, que en este plan el Sevilla no va a ganar la Liga hasta que las ranas críen pelo. No sé si llegaré a conocer una Liga limpia –supongo que no–, pero ahora mismo no tengo ninguna duda de que es una Liga totalmente corrupta y manipulada, por lo que quedar entre los cuatro primeros sólo puede calificarse como de éxito absoluto.

Rayo Vallecano 1 – Sevilla FC 1. El VAR a la carta y un arbitraje lamentable evitan la victoria del Sevilla

Tampoco pudo ser esta vez. De nuevo hay que confomarse con un empate. Para ganar un partido con Martínez Munuera es misión casi imposible. Su arbitraje ha sido nefasto. Ha perdonado incontables tarjetas a los jugadores locales, y de todo tipo, algunas tan claras como cortar un contragolpe o evitar con un placaje que Corona entrara al área.

Y lo del VAR ya es increíble. Una buena herramienta la están utilizando para manipular los partidos. Ya pudo verse ayer, que lo usaron para evitar la justa expulsión de Reinildo en la primera parte, lo que habría dejado al Atlético en inferioridad ante el Cádiz durante muchísimos minutos de juego. Y hoy han reincidido para manipular también el resultado de hoy, hasta en dos ocasiones: en primer lugar, anulando un gol totalmente legal a Rafa Mir, pues no se aprecia que el balón toque el brazo; y en segundo lugar, rearbitrando una jugada y anulando un penalti con que había sido sancionado el Rayo.

Vamos, que si acabamos manteniendo la segunda plaza va a ser un milagro de los gordos. No ya sólo por los puntos que le están birlando al Sevilla, sino por los numerosos puntos que les están regalando a sus perseguidores.

En cuanto al partido, la primera parte no fue nada buena. Excepto el gol anulado, el Sevilla hizo bien poco. Era incapaz de salir de la presión avanzada del Rayo Vallecano y apenas llegaba a las inmediaciones del área. Y en ese plan es muy complicado ganar un partido.

La segunda parte ya cambió bastante, pero no pudo empezar peor, con un gol encajado tras doble error de la defensa sevillista. Por un lado, Augustisson está blandido ante Bebé, y después Bono se traga un balón que, aunque fuerte, iba por su palo y con poco ángulo.

Después entraron una serie de jugadores que le dieron un plus al equipo, como Acuña, que, cómo no, se lesionó. Alguien tenía que lesionarse, como siempre, y le tocó a él. Lo peor es que probablemente tampoco estará ante el West Ham.

El empate llegó en un extraordinario remate de Delaney, aprovechando un magnífico pase de Corona.

Pudo ganar el Sevilla, pero el palo rechazó un cabezazo de Delaney y también a Dimitrievski le dio por hacer un paradón a Martial, que dicho sea de paso, hizo bien poco. Lástima que no jugara Enzo Zidane, porque este portero es bastante mejor. Estaba claro que todo estaba hoy en contra, y cuando no se puede ganar, lo mejor es empatar. Y con eso hay que conformarse, aunque sepa a muy poco, visto lo visto.

El próximo partido de Liga será ante la Real Sociedad, siempre un duro rival, con jugadores de mucha calidad

Sevilla FC 1 – West Ham 0. Corta ventaja, pero ventaja al fin y al cabo

Tendrá que hacer un muy buen partido el Sevilla en Londres para pasar la eliminatoria, porque el West Ham, además de ser un buen equipo, con bastante técnica, también derrocha fortaleza física.

El resultado puede considerarse bueno, ya que, aunque la renta es mínima, también es verdad que el West Ham ha tenido algunas ocasiones muy claras, donde, como suele ser habitual, Bono ha sacado las castañas del fuego.

La primera parte fue más bien aburrida, con ambos equipos mostrándose mucho respeto. Algo lógico, por otra parte, pues los dos eran conscientes de que cualquier error se pagaría caro. Aún así, no habría sido de extrañar que el marcador se hubiera movido en esta primera mitad, pues hubo ocasiones de sobra.

En la segunda parte, el Sevilla pisó el acelerador, puso más ritmo, cercó más a los londinenses, hasta que llegó el gol, en una jugada de estrategia. Munir volvió a ver puerta, desmarcándose en el área y batiendo a Areola de fuerte disparo raso y cruzado.

De nuevo, ambos conjuntos tuvieron ocasiones para marcar. Probablemente, la más clara de los visitantes fue la que sacó Navas tirándose in extremis. Y el Sevilla dispuso de alguna para lograr un 2-0 que, sin duda, habría dado más tranquilidad de cara al partido de vuelta.

Lo peor del partido fue la lesion de Rakitic –alguna tenía que haber, por supuesto–, la estúpida tarjeta de Ocampos, que le impedirá jugar la vuelta, y el susto de Bono. Porque no es que Dmitrovic sea malo, pero es que Bono es muy bueno, extraordinariamente bueno. Y hoy lo ha vuelto a demostrar.

Lástima que el partido se haya jugado en una hora tan temprana, en jornada laboral, porque si no, la presión ambiental habría sido mayor.

Al equipo no se le puede reprochar nada. Lo ha dado todo y la mayoría de los jugadores han acabado extenuados.

Ahora habrá que pensar, desde ya, en el Rayo Vallecano. Como siempre, la mayoría de la afición pensará que allí debe ganar el Sevilla con facilidad, pero la realidad es que el Rayo es un buen equipo, y en su estadio, por ejemplo, el Madrid se las vio y deseó para ganar el partido. Sólo en los minutos finales fue capaz el Madrid de adelantarse en el marcador, llevándose el partido por la mínima. Y a buen seguro que el Sevilla, como no puede ser de otra forma esta temporada, se presentará en Vallecas con multitud de bajas.

Alavés 0 – Sevilla FC 0. Punto inmerecido. Bienvenido sea

Cada vez llevo peor ver los partidos del Sevilla FC como foráneo. Y cada vez llevo mejor puntuar cuando lo que se merece es perder. Y hoy el Alavés ha tenido ocasiones claras hasta para poner en riesgo el posible premio Zamora de Bono. Pero menos mal que tenemos a Bono, que tuvo que intervenir decisivamente incluso cuando no se había cumplido el primer minuto de juego.

También hay que admitir que el Sevilla se ha plantado hoy con ocho bajas, casi todas ellas muy importantes, de jugadores titulares. Pero, a mi modo de ver, aunque el equipo de inicio del Sevilla era de circunstancias, con un centrocampista como central, debía de ser suficiente como para imponerse al Alavés. O, como mínimo, dominar el partido y pelear por la victoria. Y nada de esto ha ocurrido, por lo que la decepción, al menos en mi caso, es máxima.

El partido, a medida que pasaban los minutos, daba más malas vibraciones, pues el Sevilla apenas llegaba a enlazar dos pases seguidos y el Alavés sacaba centros al área desde cualquier posición, y esto, sin centrales de jerarquía –Gudelj y un Koundé que parece estar justo de físico–, siempre es preocupante. De hecho, una de las ocasiones más claras de los locales fue un pase al segundo palo donde llegaron dos jugadores libres de marca. Por fortuna, se estorbaron entre ellos y el balón se fue alto.

En el inicio de la segunda parte, parecía que el panorama había cambiado, pero fue un espejismo. Siguieron las imprecisiones, la dificultad para construir juego y una desesperante falta de ineficacia en las contadísimas ocasiones que se lograba llegar a las inmediaciones del área rival, como fue el caso de la ocasión de Ocampos, quien, egoístamente, decidió no pasar atrás a Rakitic, que estaba libre de marca y habría rematado a placer.

Hay jugadores que están a un nivel paupérrimo, como es el caso de Jordan o de En-Nesyri. Ocampos también me ha desesperado hoy. El mejor, sin duda, ha sido Bono, y eso, como se suele decir, no es buena señal.

El arbitraje de Alberola Rojas me pareció malo. Permitió que a Corona lo molieran a patadas, y si no lo han lesionado, ha faltado poco. Y, sobre todo, porque perdonó una segunda amarilla, clarísima, a Pere Pons. Lógicamente, Mendilíbar, zorro viejo, agradeció el regalo y lo sustituyó de inmediato. Parece imposible que el Sevilla juegue en superioridad, por muchas entradas duras que nos hagan.

El lesionado de hoy ha sido Acuña. Como siempre, no nos enteraremos si podrá ser de la partida el jueves, en partido de la Europa League, o estará dos meses de baja.

Si se quiere ser positivo, se puede pensar que aunque juguemos rematadamente mal, no se pierde. Si se quiere ser negativo, que el equipo está por los suelos, en cuanto a físico, que muestra una falta de ambición alarmante y que vienen por detrás tres equipos muy fuertes: Atlético de Madrid, Villarreal y Barcelona.

Lo que no me explico es que haya gente que piense que el Sevilla puede ganar la Liga. Aparte de que el Madrid tiene mejor plantilla, para darse cuenta de la imposibilidad de tal hazaña, no hay más que fijarse en el simple detalle de que, aunque Casemiro haga una falta por detrás y con los dos pies por delante, no lo expulsan. Y, prácticamente, hace méritos para que lo expulsen en todos los partidos. Y sin embargo, sí expulsaron a Koundé en Barcelona, por una jugada en la que, si roza al rival, es mínimamente. Y como dije antes, el Sevilla deberia haber jugado hoy en superioridad numérica más de veinte minutos, si el árbitro hubiera hecho bien su trabajo. O igual sí lo hizo bien. ¿Quién sabe?

Próximo rival: West Ham