Conste que no veo aspirante a ser campeón de Liga al Sevilla, principalmente por dos motivos: por el tema arbitral, que ya nos han birlado varios puntos, y porque el Madrid tiene una plantilla bastante superior. Eso sí, si Benzemá se lesiona, como es el caso, creo que ya se iguala mucho la disputa. Pero el que no vea capaz al Sevilla de ganar la Liga no quiere decir que no deba intentarlo. Y a mi modo de ver, hoy no ha salido el equipo de Lopetegui con la mentalidad necesaria como para ganar el partido. Nos habría gustado ver un equipo vertical, asediando el área rojilla desde el minuto uno, y, sin embargo, hemos visto a un equipo que aburría hasta las ovejas, pasándose el balón continuamente entre centro del campo, defensa y portero, sin ni siquiera intentar llegar al área rival. Verdaderamente, esto lo hemos visto muchas veces, sobre todo en los partidos de fuera, pero a mí no deja de sorprenderme que un equipo de la calidad del Sevilla tire a la basura 45 o 60 minutos, con un juego ramplón y anodino, para después ir a por la victoria en la recta final del partido.
Lo cierto es que el partido ya me daba sensaciones negativas al ver que en el once inicial no estaban ni Koundé ni Fernando, jugadores fundamentales en este Sevilla. Peor pintaba aún cuando se lesionó Ocampos en el calentamiento y Montiel a los cuatro minutos de juego. Es decir, la banda derecha del Sevilla y de la Selección Argentina completamente KO antes de los cinco minutos de partido. Un verdadero desastre.
Pero aún así el Sevilla debió ganar el partido. O al menos intentarlo. Pero pasaban los minutos y el Sevilla no daba la sensación de ir a por los tres puntos. Y eso a mí me parece verdaderamente desesperante. Me cuesta asimilarlo, sobre todo cuando se está clasificado en segunda posición y sólo a cuatro puntos del líder.
Dice Lopetegui que el Sevilla mereció ganar el partido. Puede ser que tenga razón, porque, a decir verdad, el Sevilla tuvo tres ocasiones clarísimas de gol: En-Nesyri, que parece dudar mucho entre las varias posibilidades de remate que se le ofrecían, y que al final acaba rematando mal, con la rodilla, flojo y centrado; la de Corona, que se le fue alto; y el penalti de Rakitic en el descuento. Me parece muy extraño que un jugador de la calidad y experiencia de Rakitic tire tan mal un penalti, pero su cara era un poema. Parecía imposible que lo metiera.
Por contra, el Osasuna apenas tuvo alguna clara. Si acaso, un tiro lejano que sacó Bono a mano cambiada, y un error en defensa que desperdició Ávila.
Tercer empate consecutivo del Sevilla, o lo que es lo mismo, un mísero tres de nueve. Vamos, que a este ritmo no se puede seguir. Así es imposible mantenerse en los puestos Champions.
Siendo positivos, este punto servirá para igualar o aumentar la distancia con algún que otro rival. Aunque también, evidentemente, hay muchas probabilidades de que alguno nos recorte distancia o que el Madrid la aumente. Lo más conveniente sería un empate entre Barcelona y Atlético, para que todo siga más o menos igual.
En cuanto a los cambios, no entendí que quitara a En-Nesyri y a Martial cuando se necesitaba marcar, dando entrada a Munir y a Rafa Mir, estando ambos a un nivel paupérrimo. A no ser que tuvieran problemas físicos, claro está.
El próximo rival será el Elche, que se dio un festín ante el Alavés. Tampoco tiene suerte el Sevilla con los rivales, pues parece que siempre los recibe cuando están en su mejor momento y cuando tienen más confianza, como ya ocurriera con el Celta.
En cualquier caso, lo más importante es recuperar jugadores. A ver si es posible que para el próximo partido Lopetegui pueda contar con Fernando, Koundé y Navas. Y por Dios, que no se lesione nadie más, porque esto ya parece una pesadilla.