No recuerdo un partido que se me haya hecho tan largo como el de esta tarde. Parecía que el reloj no corría, ni cuando íbamos empate y, sobre todo, cuando íbamos ganando.
Le doy muchísimo mérito a la victoria de hoy, porque el Villarreal me parece un equipazo. No me explico cómo está tan abajo en la tabla, porque tiene una plantilla de mucha calidad, repleta de jugadores que marcan la diferencia y, además, con cualidades muy diferentes. En la delantera tiene, por ejemplo, a Gerard Moreno, Alcácer, Chukwueze, Danjuma, Dia y Yeremi Pino. Una auténtica barbaridad. Y si miramos al centro del campo, más de lo mismo. Su punto más débil es la defensa.
El partido ha estado muy equilibrado en todo momento, con dominio alterno, excepto al final, donde el Sevilla, ya muy limitado físicamente, estuvo prácticamente a merced de los castellonenses. Yo creía que nos iban a empatar, pero, afortunadamente, me equivoqué.
El único gol del partido llegó en una buena presión del Sevilla, que robó el balón en la banda izquierda, desde donde Acuña puso un balón magnífico a Ocampos, que cabeceó y, con la colaboración de un defensa, que desvió levemente el balón, aumentó su cuenta goleadora. Está en racha el argentino.
El Villarreal acosó con insistencia, pero siempre fallaban en el último pase o despejaba la defensa sevillista, que hizo al completo un auténtico partidazo.
La ocasión más clara del Villarreal fue una que erró Gerard Moreno casi en la línea de gol. Su remate forzado salió desviado. Yo lo vi dentro.
Se sufrió de lo lindo, porque además Del Cerro Grande añadió siete minutos de prolongación.
Lo peor, de nuevo, fueron las lesiones. Parece que Acuña tiene una lesión muscular, que podría ser incluso rotura, con lo que estaría un buen tiempo de baja. Esperemos que no sea así y se recupere pronto, porque es uno de los mejores jugadores de la plantilla. Ocampos también recibió una buena entrada, y aunque continuó jugando, también podría estar tocado. Para Bilbao se pierde también a Rakitic, que vio amarilla y cumplirá sanción.
Victoria fundamental para mantenernos arriba y sacar distancia a nuestros rivales directos. Ya se han disputado 15 o 16 jornadas, según los casos, y, a mi modo de ver, ya sabemos cuáles serán nuestros rivales directos para la Champions. Muy probablemente el Madrid ganará la Liga, porque tiene muy buena plantilla y reciben favores arbitrales día sí y día también. Después por las otras tres plazas Champions lucharán el Sevilla FC, Atlético de Madrid, Real Sociedad y Betis. Dada la calidad de la plantilla del Villarreal, los incluiría, de no ser porque están a trece puntos de diferencia del cuarto puesto. Y de igual modo, sólo incluyo al Barcelona por los favores arbitrales que también recibe. Parece que tienen que entrar a la fuerza en la Champions. Veremos a ver. Pero lo que sí es verdad es que el Sevilla parece, una temporada más, un serio candidato a acabar entre los cuatro primeros. Y eso teniendo en cuenta que los árbitros nos están machacando sin piedad y la gran cantidad de lesiones, y de jugadores importantes, que estamos sufriendo en esta durísima temporada.
Ahora toca pensar en el Salzburgo. Es el partido más importante de la temporada, sin ninguna duda. Nos jugamos muchísimo prestigio y, sobre todo, dinero. Es la diferencia entre salvar el presupuesto o tener un fracaso económico importante. Partido donde únicamente vale ganar. Partido de los grandes.