Archivo mensual: abril 2021

Sevilla FC 2 – Granada 1. Objetivo conseguido tras un final de partido histórico

Pues el Sevilla de Lopetegui acaba de conseguir la clasificación matemática para Champions, que era el objetivo marcado por el club al inicio de temporada. Pero quizás lo más importante sea que lo ha conseguido restando aún cinco jornadas para el fin del campeonato y que le lleva, a día de hoy, veinte puntos de ventaja al quinto clasificado, que es la Real Sociedad. Los donostiarras jugarán el lunes, finalizando esta jornada.

El partido ha sido relativamente tranquilo, excepto en los minutos finales, pero lo cierto es que el control del partido ha sido total. De hecho, no recuerdo que Bono haya tenido que intervenir en la primera parte, y en la segunda sólo para sacar el balón de la red, al no poder evitar que Soldado transformara el penalti.

Esperaba que Lopetegui sacara la que es considerada la alineación de gala, pero dejó en el banquillo a Jordán y a En-Nesyri, jugadores que hoy día me parecen fundamentales. Pero lo cierto es que Lopetegui tiene una gran plantilla a su disposición –esperemos que peor que la de la próxima temporada–, y el Sevilla también se hizo dueño del partido sin ellos. Supongo que a En-Nesyri no le haría mucha gracia su suplencia, porque un goleador lo que quiere siempre es marcar, y más aún cuando lo venía haciendo en los últimos partidos.

En mi opinión, todo el equipo rindió a muy buen nivel, pero los goles fueron fabricados por los tres argentinos que fueron titulares hoy: Papu Gómez, Ocampos y Acuña. En el primero, un gran pase largo de Acuña, lo recoge Ocampos y pasa atrás al Papu, donde es objeto de penalti –transformado por Rakitic–. Y en el segundo, Acuña saca de banda, el Papu gana la línea de fondo y pasa atrás, para que Ocampos bata a Rui Silva de disparo raso centrado.

Incluso Acuña fue protagonista en el penalti y gol del Granada, al darle el balón en la mano en un remate de Soldado.

Afortunadamente, el gol visitante llegó casi en el descuento, y de nuevo, también el control fue absoluto, no dejando al Granada ninguna opción para empatar.

Pitido final, celebraciones, pero… espera, que resulta que el árbitro ha pitado el final un minuto antes. No importa, si ha pitado el final, es el final. Siempre ha sido así… menos hoy. Por increíble que parezca, los jugadores, que ya estaban incluso en el vestuario, tuvieron que vestirse de nuevo y volver al terreno de juego para jugar ese minuto. Minuto que fue de total posesión sevillista. Segundo pitido final, y ya sí, de verdad de las buenas, el Sevilla se llevó los tres puntos de manera definitiva.

No sé de quién fue culpa el error, pero lo cierto es que no encuentro explicación. Dado que De Burgos Bengoetxea señalaba convencido su reloj, dando explicaciones a los jugadores del Granada, parece que el motivo pudiera estar en que hubo un error al mostrar el tiempo añadido en la tablilla. A ver si nos enteramos qué ha ocurrido realmente, pero está claro que esto no puede ocurrir en una Liga seria. Y desde luego, estoy convencido de que en otros estadios –todos sabemos cuáles– los jugadores no vuelven al terreno de juego ni a punta de pistola.

El próximo partido será contra el Athletic Club, también en casa. Una vez conseguido el objetivo, hay que marcarse otro: la tercera plaza, que da derecho a disputar la Supercopa, y también conllevaría el doble premio de recibir más ingresos por derechos de televisión.

Levante 0 – Sevilla FC 1. La Champions a punto de conseguirse matemáticamente

Restan seis partidos en juego y la victoria del Sevilla en Valencia ha dejado casi hecha la clasificación matemática para la Champions, lo cual sería un éxito absoluto. Probablemente se conseguirá la próxima jornada, el domingo, tras recibir al Granada, aunque se pierda, que esperemos que no.

El partido de hoy no ha sido nada fácil, pues el Levante ha defendido bien, con las líneas muy juntas y presionando con insistencia, sobre todo en la primera parte. En la segunda, la presión bajó, como era obligado, pues era imposible mantener el ritmo inicial de los granotas.

Se pudo poner de cara el partido bien pronto, si Cárdenas no hubiera hecho un paradón, despejando, con la complicidad del larguero, el magnífico disparo de Jordán, a pase de Navas. También Papu Gómez pudo marcar, pero evitó el posible gol Ocampos, involuntariamente, como es lógico.

En la segunda parte hubo más espacios, pero no muchas más ocasiones de gol. El único tanto del partido llegó a los pocos minutos de la reanudación. Un error en la entrega en el centro del campo lo aprovechó Suso para dar un magnífico pase en profundidad a En-Nesyri, quien controla a la perfección, regatea al guardameta, amaga, mandando al defensa a por tabaco, y remata a puerta vacía. Golazo.

El Sevilla controló el partido de pe a pa, antes y después del gol. La defensa estuvo perfecta, hasta el punto de no conceder ningún disparo entre los tres palos al Levante. Los únicos sustos que nos llevábamos los sevillistas era cuando Bono esperaba a que se le echara encima el delantero, en la presión, para poner el balón en órbita. Parece que lo hace queriendo. No sé por qué no le da el patadón un segundo antes. De tanto hacerlo, algún día nos acabarán haciendo el gol tonto de la jornada.

El arbitraje, del madrileño Pizarro Gómez, me pareció correcto. Puedo expulsar, por doble amarilla, a Acuña, aunque habría sido por dos tarjetas muy rigurosas. De igual manera, perdonó la expulsión a Doukouré, a pesar de que entró en la recta final del partido. Su segunda amarilla fue perdonada siendo muy clara, pues se desentendió del balón y agarró a Navas para evitar un contragolpe.

Lo peor del partido fue la posible lesión de Koundé, quien pidió el cambio por problemas físicos. Esperemos que no sea nada importante, porque, en mi opinión, es el jugador más importante de la plantilla, junto a Bono y Fernando.

La verdad es que este Sevilla 2020-2021 es impresionante. Tiene incluso en su mano el batir el récord de puntos en una temporada. Lamentablemente, no creo que dé para ganar la Liga. Para ello, tendrían que perder muchos puntos nuestros rivales, y el Sevilla ganar en el Bernabéu, o más bien en su ciudad deportiva. Y lo cierto es que los tres equipos que nos preceden, por unos motivos o por otros, raro es que se dejen puntos.

Real Sociedad 1 – Sevilla FC 2. Ya gana hasta permitiéndose el lujo de perdonar

Buen partido el realizado hoy por el Sevilla en San Sebastián. Y eso que empezó de la peor manera posible, que es encajando un gol en la primera ocasión del rival. El autor del gol, cómo no, fue Carlos Fernández. O más bien golazo, porque controló un balón que no era fácil, ya que había tocado en un defensa, y armó el disparo con rapidez, antes de que se le echara encima Koundé. Su disparo, fuerte y colocado, no pudo atajarlo Bono, aunque llegó a tocar el balón.

Tocaba remontar, y vaya si lo hizo. Atosigó a la Real Sociedad hasta que llegaron los goles, con apenas dos minutos de diferencia, obras de Fernando y de En-Nesyri. Ambos con algo de fortuna, pero es que en fútbol es fundamental que la suerte te acompañe. En el primero, Fernando se aprovecha de un mal control del defensa. Y en el segundo, un disparo de Ocampos da en un defensa y después en el poste, quedando el balón para que En-Nesyri rematara a placer.

El marroquí ha marcado ya 16 goles, siendo el máximo goleador del equipo, con diferencia. Y eso que ni siquiera es titular. Algo que, para mí, es incomprensible, sobre todo cuando Lopetegui ha llegado a dejarlo en el banquillo incluso estando enrachado, en detrimento de un lentísimo y, generalmente, poco acertado De Jong. Como se suele decir, «el que la lleva la entiende», pero me da la sensación que la próxima temporada podría renovarse la vanguardia, y espero que no sea por traspaso de un En-Nesyri que es codiciado en la Premier League.

El Sevilla dispuso de varias ocasiones muy claras para marcar el 1-3. Dos de ellas fueron, precisamente, de En-Nesyri. Primero cabeceó al poste y más tarde, en una jugada donde se fue perfectamente de su marcador, se plantó solo ante Remiro, y cuando lo más fácil parecía marcar, tiró fuera, e incluso bastante desviado. Pienso que se precipitó. Es más, podía haberse acercado incluso más al portero.

Cuando se fallas ocasiones como esta, uno no puede evitar acordarse de «el que perdona, pierde». Esta frase suele cumplirse en fútbol, sobre todo cuando enfrente hay un buen conjunto, como es la Real Sociedad. Pero no, no hubo que lamentar estos errores graves. A pesar de que la Real Sociedad mejoró mucho con el cambio de sistema en la segunda parte, el Sevilla no pasó apuros, no teniendo Bono que emplearse a fondo en ninguna ocasión. Y es que este equipo es tan bueno que ya gana hasta permitiéndose el lujo de perdonar a su rival. Pudo golear, pero ganó por la mínima.

Agradezco a Imanol Alguacil que no contara con Januzaj y Portu para su once inicial. En mi opinión, son dos de los mejores jugadores de la Real Sociedad. Ambos son rápidos, tienen desborde y gol. Únicamente jugaron en la recta final del partido.

Con esta importante victoria, la clasificación para la Champions ya está prácticamente atada, si es que no lo estaba ya. Se han hecho los deberes, pudiendo conseguirse la clasificación matemática con muchas jornadas de antelación.

El próximo rival es el Levante, también fuera de casa, en jornada intersemanal. Miércoles, a las 19 horas.

Celta 3 – Sevilla FC 4. Pesadilla con final feliz

El Sevilla ha ganado, pero no me ha gustado nada, pero nada, absolutamente nada el partido. Me apunto a sufrir tanto como hoy, si al final ganamos, pero partidos como el de esta noche me quitan años de vida.

El partido empezó fuerte. Cinco minutos de caos en las filas del Sevilla, donde no marcó el Celta de puro milagro. Esos minutos de desconcierto, donde parecía que la cabeza de los jugadores del Sevilla estaba en otro sitio, acabaron de la mejor manera posible: con el 0-1, obra de Koundé, a la salida de un córner, botado por Acuña.

A pesar de este gol, siguió sin gustarme el partido, porque el Celta seguía ganando en intensidad y concentración, y sobradamente además, al Sevilla. El resultado fue que el Celta le dio la vuelta al partido, con dos goles, cómo no, de Iago Aspas. Celebraré la retirada de Aspas al máximo, como lo haré cuando haga lo mismo Messi. Los odio.

Empató el partido Fernando, porque todo lo bueno que tiene el Celta en el centro del campo y la delantera, lo tiene malo en defensa. Duró poco la alegría, porque antes del descanso volvimos a hacer un tercer regalo que aprovechó, a la perfección, Brais Méndez, aguantando la salida de Bono y picándole el balón.

Se llegó al descanso con un sorprendente 3-2. Más que nada, porque es difícil que el Sevilla conceda tres goles, y más aún en sólo 45 minutos. Pero era lógico, porque se juntaban las facilidades que dábamos atrás con la calidad que tiene el Celta en la punta de ataque. Mucho tenía que cambiar la segunda parte para que el Sevilla se llevara algo positivo de Balaídos, y se cambió, sobre todo en defensa. No es que defendiéramos perfectamente, pero, al menos, se cometieron pocos errores. Uno de ellos fue gravísimo, de Acuña, pero Diego Carlos evitó el hat-trick de Iago Aspas.

Los goles que dieron la vuelta al marcador, de manera definitiva, fueron obra de Rakitic –muy mala primera parte la suya–, al aprovechar una buena internada de En-Nesyri, y de Papu Gómez, al aprovechar un error clamoroso de central celtiña Aidoo.

Según As, fue gol del Celta, y de Pau Gómez. Pero, afortunadamente, no fue así. Juro y perjuro que fue del Sevilla, y de Papu Gómez.

Admito que no entendí las sustituciones de Lopetegui. Creo que Jordán era más necesario que Rakitic y que En-Nesyri habría sido muy útil con espacios. También es verdad que me pareció que el marroquí estuvo lento, probablemente porque no se haya recuperado totalmente de las molestias que apenas le han permitido entrenar. La cuestión es que la apuesta de Lopetegui salió bien, porque se ganó, que es lo único que cuenta.

Los minutos finales tampoco me gustaron. Considero que el Sevilla, más que buscar el quinto, debió asegurar más el balón en los últimos minutos. Esas pérdidas innecesarias cuando sólo quedan un par de minutos de descuento me matan, porque se da vida a un rival que está muerto, cuando la prioridad no es marcar, sino no encajar un gol que, por la falta de tiempo, ya no tendría solución.

La victoria es muy sufrida, pero valiosísima, ya que pone al Sevilla clasificado para Champions virtualmente. Cuando quedan sólo 24 puntos en juego, llevar 14 de ventaja sobre el quinto clasificado parece, a priori, una diferencia imposible de salvar. Sería un batacazo sin precedentes.

La próxima jornada se visita al Levante.

Sevilla FC 1 – At. de Madrid 0 . Partidazo y tres puntos que acercan el objetivo de la Champions

Partidazo, ésa es la palabra que mejor define la actuación del Sevilla sobre el césped del Ramón Sánchez Pizjuán en la noche de hoy. No hay otra manera de vencer al Atlético de Madrid, un equipo que está plagado de muy buenos y muy caros jugadores y que, hasta hoy, sólo había perdido dos partidos y encajados 18 goles en lo que llevamos de Liga.

La primera mitad fue casi perfecta. El Sevilla dominó, prácticamente, por completo al Atllético y debió de irse con ventaja al descanso. Lamentablemente, se fallaron todas las ocasiones de gol de este primer tiempo, sobre todo el penalti. Parece que Ocampos ha perdido confianza a la hora de lanzarlos, porque es el segundo consecutivo que falla, tras el de la Copa del Rey. También es cierto que los falló ante, posiblemente, dos de los mejores porteros del mundo, como son Ter Stegen y Oblak.

El Atlético sólo dispuso de una ocasión clara de gol, que paró Bono. Los madrileños se vieron superados en el centro del campo por el buen hacer de Jordán y Fernando, que hicieron un partido completísimo. Hasta el punto de que Simeone hizo algo que no es habitual: hacer su primer cambio a la media hora de partido. Esto es algo que no suelen hacer los entrenadores, como, por ejemplo, Lopetegui. Sin embargo, yo lo veo lo más normal del mundo. Si ves que el equipo no funciona, que es superado, lo lógico es intentar hacer cambios antes de que sea demasiado tarde, es decir, antes de que el rival se adelante en el marcador. Y le salió más o menos bien, porque a partir de aquí ya el Sevilla no dominó con tanta claridad el partido.

La segunda parte fue mucho más igualada, aunque el Sevilla disfrutó de las mejores ocasiones. En una de ellas llegó el gol de la victoria, y único gol del partido. Pase del incansable Navas y remate de cabeza de Acuña, cruzado, cogiendo a contrapié a Oblak, logrando su primer gol de la temporada. El gol fue muy protestado por los atléticos, ya que en el inicio de la jugada hay una mano involuntaria de Ocampos. Personalmente, me parecería un escándalo que se hubiera anulado el gol por una mano fortuita al inicio de la jugada. Además de que con el reglamento actual, sólo se puede anular el gol si la mano es inmediata al gol, aunque sea involuntaria, pero nunca si es al inicio de la jugada.

Hubo otras jugadas polémicas, como la posible expulsión de Felipe al inicio del partido –por durísima entrada a Ocampos sin intención de jugar el balón– o un posible penalti a Ocampos, que se saldaron de manera favorable a los intereses del Atlético.

Una vez por delante en el marcador, el Sevilla se replegó algo más, aunque se defendió bien. Por supuesto, estaba cantada la entrada de Gudelj, como hace siempre Lopetegui cuando se va ganando y queda poco tiempo. No me gusta ni un pelo que haga eso, sobre todo si al que retira es Jordán. En cualquier caso, el Atllético sólo dispuso de una ocasión clara de gol. O más bien clarísima. En el tiempo de descuento, Suárez pasó el balón por encima de Diego Carlos y Correa remató a placer, aunque centrado, lo que permitió a Bono hacer un paradón que salvó dos puntos.

El esfuerzo físico que hizo el Sevilla fue descomunal, y muchos jugadores rindieron a un extraordinario nivel, como la pareja de centrales, Bono y Fernando –el rombo defensivo base de los triunfos y porterías a cero–, Jordán… En realidad, todo el equipo estuvo muy bien.

El objetivo de la Champions pinta muy bien. No sólo porque la distancia con los perseguidores es importante, sino porque ahora el Sevilla sólo está disputando una competición y podra disponer de su equiipo de gala en muchas ocasiones. Y este equipo de gala es realmente bueno. Lo único que no me gustó hoy fue que saliera de inicio De Jong. Yo pondría a En-Nesyri siempre, aunque estuviera cojo. Por algo es el máximo goleador del equipo. Y, en mi opinión, el máximo goleador debe jugar siempre, a no ser que esté lesionado.

El próximo partido será el día 12 de abril, lunes, en abierto, retransmitido por Gol TV, ante el Celta de Vigo, en Balaídos. Partido complicado, porque el Celta tiene muy buena delantera, con jugadores como Santi Mina y, sobre todo, Iago Aspas, uno de los mejores delanteros de la Liga. Además, el Celta ha mejorado mucho desde que se hizo cargo Coudet, estando clasificado cómodamente en octava posición, lejos de Europa y de los puestos de descenso.

Sólo quedan nueve partidos de Liga. Recta final, último esfuerzo.