Como siempre, el Sevilla salío goleado del Nou Camp, aunque esta vez ha dado mejor imagen que en otras ocasiones e hizo unos primeros 27 minutos muy buenos, donde dominó al Barcelona.
¿Por qué no ganamos? Sí, digo ganamos, porque el Sevilla creó ocasiones incluso para ganar el partido. Pero falló lo que está fallando desde el inicio de la temporada: el gol.
Y es que De Jong tuvo hasta cuatro ocasiones clarísimas para marcar. Sólo en el primer remate lo hizo bien, pero tuvo la desgracia de que Ter Stegen le hizo un auténtico paradón. Después falló otras tres ocasiones de esas que deben acabar en gol siempre. En la última de ellas tiró al poste.
Ojalá sirva esta derrota para que Lopetegui se dé cuenta de que De Jong es nuestro peor delantero. A decir verdad, no sí es el peor, porque aún no he visto jugar a Dabbur –no pude ir al Ramón Sánchez Pizjuán en el partido con el Apoel–, pero todo parece indicar que sí. Y con diferencia. Tanto Munir como Chicharito tienen más velocidad, técnica y gol que el holandés. Sin embargo, también estoy convencido de que De Jong no es tan malo como aparenta. Simplemente, está negado de cara a gol. Como se suele decir popularmente, no le hace un gol ni al arco iris. Y tiene tal ansiedad por marcar que incluso empeora su juego.
Por supuesto, el Barcelona, un club que gasta cientos de millones de euros en fichajes todas las temporadas, a diferencia del Sevilla, no perdonó, y marcaba en cada ocasión que tuvo en la primera mitad, que acabó con un engañoso 3-0.
Lo peor es que ninguno de esos tres goles lo hizo Messi, que acabó, como siempre también, marcando ante su víctima favorita, haciendo el 4-0 definitivo. El Sevilla siguió fallando ocasiones hasta el final, incluso cuando ya dos jugadores del Barcelona habían sido expulsados en los últimos minutos, dando la sensación de que no marcaría ni aunque el partido durase veinticuatro horas.
Por otro lado, no sé si es que le he cogido manía a Vaclík, pero me da la sensación de que el checo para bien poco. Aunque es cierto que hoy ha hecho dos o tres paradas de mérito, da la sensación de que puede hacer más en algunos goles. En este sentido, me gustaría ver más a Bono, que también es un portero con experiencia e internacional, y que puede competirle el puesto perfectamente a Vaclík.
Aunque una goleada no le gusta a nadi, al menos, el Sevilla lo intentó y no salió derrotado desde el minuto uno. El partido se lo llevó, como es lógico, el más efectivo de cara a gol, y ahí la superioridad del Barcelona fue apabullante.
Si Dabbur sigue sin contar para Lopetegui, no tendría sentido que siguiera en enero, y debería buscársele una cesión –creo que es lo mejor, porque pienso que es buen jugador– o un traspaso, y fichar a alguien que haga goles. Como he dicho en múltiples ocasiones, si jugamos con un solo delantero, éste tiene que marcar las diferencias, y De Jong, por desgracia, no lo está haciendo.
Me gusta mucho la cantera y creo que Pozo es uno de los jugadores que debería jugar más. Es un jugador que me encanta: utiliza las dos piernas, centra bien, es rápido como una flecha, con desborde, y con gol. En mi opinión, hoy era un partido propicio para él, pero, sin embargo, no fue ni convocado y jugó Nolito, que prácticamente no hizo nada.
Como anécdota, al Barcelona le pitaron un fuera de juego cuando todos los jugadores del Sevilla estaban en campo contrario. Suelen señalar fuera de juego en este tipo de jugadas, pero no lo es. Igual que no hay órsay en saques de puerta, banda, esquina o cuando el jugador sale desde su propio terreno de juego.
Por buscar algo positivo, mantenemos posición europea, sextos, habiendo jugado ya con cuatro de los cinco equipos que nos preceden en la tabla: R. Madrid, Barcelona, Granada y Real Sociedad.
Ahora toca el tedioso parón para partidos internacionales y después hay que recibir al otro equipo azulgrana: el Levante.