Archivo mensual: junio 2019

El Sevilla se quita un posible problema de en medio con la venta de Promes

Vaya por delante que el simple aficionado, como es mi caso, no conoce, ni conocerá, todos los entresijos de la venta de Quincy Promes al Ajax de Amsterdam, pero, a priori, la sensación que me da es que el Sevilla no ha querido desaprovechar la ocasión de deshacerse de un jugador que podía causar problemas y que, por otro lado, incrementaría de manera muy importante el poder adquisitivo para esta pretemporada, donde se espera una importantísima renovación de la plantilla.

En mi opinión, la clave del asunto está en que Promes se quería ir, quería jugar únicamente en el Ajax, y, además, según he leído, estaba incluso dispuesto a declararse en rebeldía. Si a esto le añadimos el hecho, importantísimo, de que no se trata de un jugador con vitola de titular indiscutible,  si no más bien al contrario, pues está claro que esto lo convertía en un firme candidato a salir del plantel.

En efecto, estamos hablando de un jugador que no ha contado con el favor ni de Machín, ni de Caparrós, y al que Munir le ha ganado la partida en muchas ocasiones, e incluso el jovencísimo canterano Bryan Gil. En su favor está el que no ha podido jugar en la posición en la que está acostumbrado y en la que más se pueden apreciar, en teoría, sus cualidades. Y también hay que agradecerle su buena predisposición a jugar incluso de lateral, cuando el equipo lo ha necesitado, y eso es algo a lo que muchos jugadores no están dispuestos a hacer, o lo hacen de mala gana.

Tras ver los primeros partidos de Promes con el Sevilla, pensé que nos habían «metido la bacalá». Sin embargo, a mí no me gusta calificar a los jugadores a las primeras de cambio, sobre todo si son jóvenes y vienen del extranjero, pues no hay que olvidar que no son máquinas, sino personas, y que pueden necesitar un período de adaptación. Después de todo, cambian de vida, de país, en ocasiones dejan a su familia o parte de ella… En fin, infinidad de circunstancias que pueden afectar a su rendimiento. Por eso, prefiero esperar a su segunda temporada, para tener una opinión con más fundamento.

En el caso de Quincy Promes, es un jugador internacional con Holanda, relativamente joven — 27 años y, por tanto, con posibilidades de progresar– rápido, ambidiestro, con regate y con cierta facilidad tanto para asistir como para hacer goles. De hecho, sus números no han sido malos para lo poco que ha jugado, y principalmente en posiciones atrasadas: 3 goles y 6 asistencias. Sin embargo, no era un jugador determinante y, ni mucho menos, justificaba el fuerte desembolso que hizo el Sevilla, convirtiéndose en uno de los fichajes más caros de su historia, al pagar unos 20 millones de euros al Spartak de Moscú.

Una segunda temporada podía provocar o bien que se devaluara, si mantenía el nivel de esta primera, o bien que sobresaliera y el Sevilla diera el pelotazo, ya fuera aprovechándose de su rendimiento o traspasándolo por una cantidad importante, dado que su cláusula era de 150 millones de euros.

Al principio decía que la clave era que Promes se quería ir, pero hay una segunda clave: el dinerito fresco que deja su marcha. Porque parece ser que, de los algo más de 17 millones de euros que puede alcanzar su traspaso, una buena parte lo daría el Ajax al contado, y a eso hay que añadir la descomunal ficha que tenía, una de las más importantes de la plantilla. Es decir, que el Sevilla tenía comprometido un fortunón entre sueldo y traspaso, que ahora podrá invertir en nuevos jugadores. También he leído que el Sevilla se ha reservado un porcentaje de una futura venta, pero en ningún medio lo aclaran, ni dicen cuál es. También que el jugador ha perdonado algo de ficha. Y quién sabe si también han influido los pagos que aún le debe el Sevilla al Ajax por el traspaso de Wöeber. No me cabe duda de que, si se ha procedido al traspaso, es porque, en su conjunto, era una operación económicamente favorable.

Tal y como yo lo veo, Promes era una apuesta arriesgada. Era un jugador que no ha cumplido las expectativas, con sueldo de crack y que quería irse. Y el Sevilla ha decidido no arriesgar y recuperar toda o buena parte del dinero invertido. Ahora lo importante es reinvertir ese dinero en un jugador que sí sea determinante, que sí decida partidos, que sí dé un plus de calidad a la plantilla. Y para eso lo mejor es encomendarse a Monchi, que para eso es uno de los que más sabe de este tema.

Entiendo el desconcierto de buen parte de la afición, ya que Promes, en primer lugar no estaba colocado entre los jugadores con más posibilidades de ser transferido, y, en segundo lugar, su precio ha estado muy por debajo de lo esperado. Yo esperaba, al menos, lo invertido. Y puede que haya sido así, si verdaderamente se ha incluido un porcentaje de un futuro traspaso. Pero no es menos cierto que ya por cualquier mindundi te piden 15 millones de euros como mínimo, y que hay infinidad de equipos que pueden superar esa cantidad por un jugador internacional y de calidad. Ahí creo que, principalmente, radica la decepción del sevillismo con esta venta, pues, esos 15 millones saben a muy poco, sobre todo sabiendo que aún queda mucho mercado por delante y que el fichaje de Promes era una prioridad para el Ajax –que ahora nada en la abundancia económica– y para el jugador, con lo que quizás se les podría haber apretado un poquito más las tuercas.

Entrevista a Ben Yedder en Le Parisien

Delantero del Sevilla FC, 29 años, ha subido de nivel esta temporada. Vuelve a la Selección francesa y espera ser un fijo a largo plazo.

Autor de 30 goles y 11 asistencias en todas las competiciones esta temporada con el Sevilla FC, Wissam Ben Yedder está justo detrás de Lionel Messi (51 goles) y al nivel de Karim Benzema (30 goles) en España. Si bien tuvo su tercera selección con la Azul contra Turquía (0-2) el domingo pasado en Nantes, el nativo de Sarcelles, en la reserva para la Copa del Mundo de 2018, espera surfear su buena ola para engancharse al vagón de la Eurocopa 2020.

 

¿Cuál es tu visión de la temporada con el Sevilla?

WISSAM BEN YEDDER. Este es uno de los mejores de mi carrera. Las estadísticas están ahí. Marcar 30 goles y estar entre los seis mejores anotadores de Europa, con grandes nombres, eso es bueno. Pero para mí ya es cosa del pasado. Mi objetivo es hacerlo mejor en los próximos años.

¿Qué ha cambiado para alcanzar este nivel?

Prefiero el trabajo de la sombra y presto mucha atención a mi estilo de vida, lo que me permitió completar una temporada con 50 partidos (NDLR: 54 exactamente). Después, siempre trato de mejorar mis puntos débiles. Por ejemplo, si fallo un gol o si pierdo el balón innecesariamente, enseguida trato de corregir lo que está mal en el siguiente entrenamiento. Esta es mi visión de las cosas. Me gusta sentirme cada vez más fuerte.

¿Quién dijo al hablar de usted: «si dejas 40 cm ya es demasiado tarde. Necesita muy pocas oportunidades para brillar y lo ha demostrado esta temporada, con una media de goles de muy, muy alto nivel «?

Clément (Nota del editor: Lenglet, su antiguo compañero en en el Sevilla, hoy en el Barça). Es cierto que soy hábil y trato de encadenar uno o dos toques de pelota en espacios pequeños lo más rápido posible. Eso, inevitablemente, desestabiliza a los defensores, porque es más difícil para ellos intervenir.

Al igual que Neymar o Lucas, el delantero del Tottenham, ha pasado por el fútbol sala. ¿En qué sentido eso le ha servido hoy?

Digamos que logramos salir de la marca más fácilmente y tener un tiempo de ventaja. Tenemos un poco más, especialmente en espacios reducidos.

Marca al menos 15 goles por temporada, desde hace siete años. Sin embargo, se habla poco de usted en Francia. ¿Le parece una injusticia?

Hago lo que puedo. Después es quizás menos visible. Pero no presto atención a lo que la gente dice o no dice. Me mantengo enfocado en mi trabajo.

¿Qué le parece que los medios de comunicación prefieran hablar de un triplete de Karim Benzema antes que de un triplete de Wissam Ben Yedder?

Eso ocurre. Son gajes del oficio, y es algo que no está cerca de terminarse.

¿Su viaje nocturno con la Sub-21 en 2012, con Antoine Griezmann y Yann M’Vila, manchó su reputación?

No, no creo. Todos cometemos errores cuando somos jóvenes. Es solo que debo abrirme, reír. Pero sé cómo hacerlo.

¿Crees que su carácter reservado puede explicar esta falta de reconocimiento?

Soy tímido, es verdad (se aclara la garganta). Pero trato de trabajar eso para abrirme. Tengo que mejorar eso. Este es el primer paso que me resulta difícil. Pero no soy un chico malo. No soy malo con los demás.

Para volver al equipo de Francia, ¿qué hay que hacer para que sea un fijo?

Me perdí el tren de la Copa del Mundo. Es duro en una carrera profesional. Ahora estoy seguro de que puedo aportar algo más.

Nunca has ganado nada en un club. ¿Echa en falta ganar títulos?

Nunca los he ganado, a pesar de las dos finales de la Copa de España y la Supercopa. Así que desde luego que se echa en falta. Sueño con ello.

Si fueras presidente de un gran club europeo, ¿ficharías a Wissam Ben Yedder?

(Ríe) Pues sí … Luego depende de ellos. Pero sueño con jugar a alto nivel, en los clubes más grandes del mundo y estar al lado de jugadores de clase mundial. Queda por ver hasta dónde puedo llegar en términos de nivel.

Se habla de usted en el Barcelona la próxima temporada. ¿Dónde le gustaría jugar?

No me preocupa mi futuro. Haré un balance después de la Selección, pero también tendrá el Sevilla que decidir.

Tras tres temporadas en el Sevilla, hay la impresión de que este es el momento adecuado para que usted pueda dar un paso importante.

Sí, es el momento adecuado, como decimos. Yo también tengo esa impresión. Pero no puedo faltarle el respeto al club. Sea cual sea la elección final, estaré bien.

http://m.leparisien.fr/sports/football/wissam-ben-yedder-je-ne-suis-pas-un-mauvais-garcon-10-06-2019-8090025.php

Llega Lopetegui. Ojalá sea Monchi el que acierte y no la afición

La primera vez que leí en prensa que el Sevilla estaba interesado en Lopetegui, creí que era una mala broma. Pero pocos días después no sólo insistían con esa noticia, sino que además lo situaban como claro favorito para ocupar el banquillo. Ayer se hizo oficial, así que no queda otra que esperar a que la apuesta de Monchi sea acertada.

Creo que la mayoría de los sevillistas piensan como yo, es decir, que Lopetegui no ha hecho méritos suficientes como para entrenar al Sevilla FC. Mi aversión hacia Lopetegui no proviene de su desdén a la Selección, cuando negoció con el Madrid, a pocos días del inicio del Mundial, sino de su corta y desastrosa experiencia como técnico. En la Selección es donde, más o menos, ha tenido unos números aceptables, pero en los clubes los números son contundentes:

En el Rayo Vallecano, de 12 partidos sólo ganó 2. Fue cesado.

En el Castilla, de 38 partidos ganó 18. No consiguió el ascenso, que era el objetivo.

Con ese currículum, me extrañó muchísimo que fuera fichado por el Oporto, que es un equipo importante de Portugal y que, lógicamente, suele jugar en Champions y aspirar a ser campeón de la liga, donde únicamente tiene como serio rival al Benfica. Quedó segundo, a tres puntos del Benfica. Eso sí, llegó a cuartos de final de la Champions. En su segunda temporada, fue cesado cuando iba tercero y había sido eliminado de la fase de grupos de la Champions. En el Oporto, de 104 partidos, ganó 68.

Si ya me sorprendió su fichaje por el Oporto, donde fracasó, me quedé boquiabierto cuando fichó por el Madrid. Esperaba que iba a durar dos telediarios, pero me equivoqué. Llegó a jugar catorce partidos, de los cuáles sólo logró la victoria en seis de ellos, a pesar de tener en plantilla muchos jugadores de primer nivel.

Y ahora llega al Sevilla, para preocupación de muchos. Espero que Monchi sea capaz de poner a su disposición un buen ramillete de jugadores, porque, al fin y al cabo, los entrenadores dependen en gran parte de ellos. Pero confianza en él, como técnico, a día de hoy, no tengo ninguna. En el lado opuesto está Monchi, que confía en él plenamente. No se puede explicar de otra forma que se le haya firmado por tres temporadas y con un sueldo de varios millones –he leído cinco brutos–, aunque parece ser que hay cláusulas de rescisión por ambas partes.

En fin, espero que Monchi acierte y, finalmentel, Lopetegui sea un caso parecido al de Juande Ramos, que no era del agrado de la afición pero que acabó siendo uno de los entrenadores que mejor juego y resultados consiguió.