La verdad es que no lo entiendo. Un partido importantísimo para el Sevilla, sabiendo además que el Valencia había perdido, y salen los jugadores a jugar andando, sin la más mínima intensidad, con una parsimonia que indigna a cualquiera, como si en lugar de 0-0 fueran ganando 0-5.
Como suele ser habitual cuando el Sevilla juega de foráneo, el equipo local ganó con el mínimo esfuerzo. Se limitó a aprovechar una de esas pérdidas absurdas a las que Banega nos tiene acostumbrados, para hacer el único gol del partido.
Partido de muy pocas ocasiones de gol, por ambos conjuntos. La clave, sin duda, estuvo en el desastroso partido de las tres piezas del centro del campo: Roque Mesa, Mudo Vázquez y Banega. El peor de todos, Mudo Vázquez. Cuando lo traspasen, lo voy a celebrar. Estoy más que harto de este jugador. A mí no me vale que un día haga un partidazo y después haga seis o siete donde no aporta absolutamente nada, como ha ocurrido hoy, hasta el punto de que, prácticamente, se puede decir que hemos jugado con diez jugadores.
Pero si el partido de Vázquez ha sido desastroso, Ever Banega no se queda atrás. Una calamidad. Su temporada está siendo muy mala. Se pueden contar con los dedos de una mano los partidos donde ha jugado bien. Vamos, yo es que no le renovaba. Aparte de su mal partido, vio su quinta tarjeta amarilla en el descuento y, por si fuera poco, un minuto después una roja directa. Y eso es ser un mal profesional. Y a jugadores así no los quiero en mi equipo, por mucho que de vez en cuando, cada vez menos, haga un partidazo.
Y Roque Mesa, simplemente, es que no tiene calidad para estar en un club como el Sevilla. No es que sea mal jugador, pero no tiene nivel como para ser titular en uno de los equipos punteros de Europa.
Lógicamente, si las tres piezas del centro del campo fallan, es complicadísimo ganar el partido, ya que se crean muy pocas ocasiones de gol y se producen pérdidas continuas en la zona ancha. Y, además, hoy tampoco ha sido el día de los jugadores de ataque, con lo que no se ha aprovechado ninguna de las escasísimas ocasiones de gol que ha tenido el Sevilla.
Para mí, es incomprensible el bochornoso espectáculo que ha dado hoy el Sevilla. Ni siquiera Caparrós ha sido capaz de insuflar un poquito de pundonor a esos profesionales que defienden el escudo del Sevilla FC.
Como las desgracias nunca vienen solas, Carriço, nuestro mejor central con diferencia, se retiró lesionado. Veremos a ver si vuelve a jugar, porque tenía pinta de ser una lesión muscular importante, pues enseguida pidió el cambio.
Aún quedan puntos, pero la plaza de Champions League, que deberíamos de haberla tenido más que asegurada, cada día está más complicada, sobre todo, porque el Sevilla está empeñado en hacer el ridículo ante equipos a los que, teóricamente, debería pasarles por encima.