Magnífica victoria la conseguida por el Sevilla en un estadio que se le resistía.
Al principio, las sensaciones que transmitía el equipo no me gustaban nada, porque el Valladolid pasaba por nuestra línea del centro del campo con rapidez, sin apenas resistencia, e, incomprensiblemente, también tenían mucha facilidad para poner centros en el área. En uno de esos centros, pudo llegar el 1-0, en un remate casi en la línea de gol. Para colmo, el arbitraje de Sánchez Martínez estaba siendo desastroso, con criterio desigual a la hora de señalar faltas y mostrar tarjetas y anulando un gol a Ben Yedder. De nuevo, el VAR salió a relucir en contra de nuestros intereses. Fue una jugada polémica, porque el empujón de Mudo Vázquez se produjo sin el balón en juego, con lo que debió repetirse el córner o dar gol, pero nunca señalar falta. De todas formas, la acción de Vázquez fue una estupidez, porque con el VAR siempre se revisan los goles, y son ganas de dar facilidades al rival. De cualquier forma, nadie se imagina que a los equipos de siempre le anulen un gol por un empujón en el área, en un córner, donde siempre hay varios empujones y agarrones. Con lo que da la sensación de que el VAR se utiliza mal, y que es una herramienta más para favorecer a los dos o tres equipos más poderosos.
La segunda parte, por suerte, fue totalmente distinta. El Sevilla salió a por el partido con decisión, dominando por completo los últimos cuarenta y cinco minutos y el trencilla ya mostró más acierto e imparcialidad en sus decisiones.
Fue un partido con pocas ocasiones, y los goles llegaron tras los cambios que hizo Caparrós, a raíz de la entrada de Roque Mesa y Bryan Gil, es decir, en los últimos diez minutos de partido. Inauguró el marcador el canario, con un golazo desde fuera del área, y sentenció el partido Munir, aprovechando un pase de la muerte servido por Bryan, nuestro canterano que, de seguir así, si se muscula un poquito, y tiene suerte con las lesiones, está llamado a tener una larga y exitosa carrera futbolística.
Me parece importantisimo cómo Caparrós ha cambiado defensivamente al equipo. Ahora los rivales nos crean muy pocas ocasiones de gol. Soriano sólo tuvo que intervenir un par de veces, una de ellas bastante meritoria, pues el balón se colaba por la escuadra.
Los tres puntos tienen un gran valor, pues se aprovecha al máximo las derrotas de Valencia, Athletic Club y el empate en el descuento del Alavés. Lástima de la victoria del Getafe.
Sin embargo, la alegría por esta victoria no pudo ser completa, ya que Caparrós hizo pública la noticia de que padece leucemia crónica. Muchos ánimos, mister.