Buen partido del Sevilla, que salió muy mentalizado desde el minuto 1. Sin embargo, creo que faltó ambición para buscar con más ahínco un marcador más favorable.
La Lazio tenía bajas muy importantes y habría sido conveniente ampliar la ventaja para la vuelta, donde no estará Banega, por sanción.
El Sevilla dispuso de varias ocasiones para hacer el segundo gol, principalmente en varias contras facilitadas por los locales, aunque fueron todas desaprovechadas. Así fue como llegó el primer gol: al finalizar un contragolpe, con una excelente combinación entre Escudero, Sarabia y Ben Yedder.
Por su parte, la Lazio apenas inquietó. Si acaso, a balón parado.
Espero que no nos tengamos que acordar de las múltiples ocasiones erradas hoy, especialmente la que falló Vázquez en el minuto 89, completamente solo ante el portero, pero ni siquiera tiró. Amagó y esperó que el defensa, absurdamente, le marcara.
Sería una sorpresa que no nos clasificáramos, por la ventaja y porque el Ramón Sánchez Pizjuán debe decidir. Pero a nadie se le escapa que, a poco que hubiéramos estado acertados, este partido era para un 0-2, mínimo. El equipo parecía excesivamente preocupado por no encajar gol más que por incrementar la ventaja.
Villarreal, próxima parada.