Bueno, pues se acabó lo que se daba. Esta temporada hemos llegado hasta Cuartos de Final solamente. Como era de esperar, no hemos podido eliminar al Barcelona, que aunque no nos guste, está a años luz del Sevilla, como se ha podido ver en el resultado.
Sin embargo, de haberse hecho las cosas medio bien, probablemente habríamos puesto en apuros al Barcelona. Para empezar, habríamos tenido más posibilidades de haber puesto sobre el tapete a nuestros mejores jugadores. Gran parte de la culpa de que estemos en puestos Champions la tiene Vaclík, que para mucho y bien, y Ben Yedder, que es nuestra principal baza ofensiva. Pues los dos en el banquillo. Y lo que es peor, con el electrónico mostrando un contundente 4-0, los cambios no llegaban. Parecía que el resultado nos servía para la clasificación. Pasaron, nada más y nada menos, 23 minutos hasta que Machín se dignó hacer un doble cambio, dando entrada a Vázquez y Ben Yedder. Yo es que no me lo explico. Que conste que creo que Machín es un buen entrenador y pienso que está haciendo una gran labor, pero hoy se ha equivocado gravísimamente, siendo él, a mi modo de ver, el principal responsable de la derrota y la eliminación.
Aparte de eso, también es verdad que no nos ha acompañado la suerte –vaya el postecito– ni el árbitro –ya esperado–, pues el 1-0, el que abría la lata y gol sicológico, llegó en un penalti inexistente.
Por supuesto, también es cierto que, en una eliminatoria ante un rival tan potente, tienes que tener una alta eficacia de cara a gol. Y tampoco fue así. Banega falló, de manera penosa, un penalti y, en el segundo tiempo, André Silva erró en un cabezazo a placer.
Lo único que me gustó del partido es que el Sevilla asustó a los culés durante el último cuarto de hora y lo intentó hasta el final, aunque ello conllevara que nos lleváramos un set. El Barcelona, con Messi y con espacios, simplemente, te machaca.
Ahora toca recuperarse y pensar, exclusivamente, en el Celta de Vigo. Porque los tres puntos son importantísimos. Y enfrente no tendremos un rival tan potente como este Barcelona de Messi, con lo que deberíamos traernos los puntos para Sevilla. Si hacemos las cosas medio bien y Machín no hace más tonterías, evidentemente.