Archivo diario: 24/12/2018

Leganés 1 – Sevilla FC 1. La falta de profesionalidad de Hernández Hernández y El Mudo Vázquez impiden la victoria en Butarque

El botín conseguido es menor, pues eran necesarios los tres puntos, pero muy meritorio, ya que el partido se puso realmente feo, cuando debería haberse puesto de cara si Hernández Hernández  y Vázquez hubieran hecho bien su trabajo.

El partido no pudo empezar peor. A los cuatro minutos, en el primer ataque del Leganés, Escudero deja centrar al área y a Vesga le da por cabecear, de manera impecable, ajustado al poste, de manear que Vaclík no pudo hacer nada por evitar el primer gol del partido.

Poco después el Leganés pudo hacer el segundo. Eran momentos donde el Sevilla no daba una a derechas, pero poco a poco, se fue recomponiendo y llegando al área local. Hasta que llegó la jugada que marcó el partido: Nyon, que ya tenía una tarjeta amarilla, agarra y derriba al Mudo Vázquez cuando éste se iba. El árbitro señala la falta, clarísima, pero decide pasarse el reglamento por donde le dio la gana, y no mostrarle la segunda amarilla. Es decir, que no lo expulsó porque ya tenía una tarjeta, y eso no es de buen profesional. Obviamente, Pellegrino agradeció el regalo y sustituyó a Nyon en la segunda mitad.

Y para empeorar las cosas, ahí estaba Franco Vázquez, que su supone que protestó y le dijo de todo al árbitro. Lo cual es absurdo, porque un árbitro, una vez que toma una decisión, es casi imposible que vuelva atrás. Evidentemente, Hernández Hernández expulsó a Vázquez, porque éste no tiene la patente de corso que tienen otros jugadores de la Liga, como Sergio Ramos o Messi. Sin ir más lejos, en el último partido de los culés, ante el Celta,  Messi no se cortó y abroncó al árbitro por no pitarle una ligera falta –no recuerdo quién era, pero da lo mismo, porque son todos igual de cobardes–. Le gritó, durante varios segundos, mirándole a la cara, desafiante, haciendo aspavientos, conocedor de que el trencilla no iba a tener arrestos para expulsarle. Y el árbitro, simplemente, se quedó impávido, con la mirada perdida, sin saber cómo reaccionar y dando la impresión de pensar: «tierra, trágame». Ni siquiera le mostró amarilla.

Todos sabemos que en La Liga hay equipos y jugadores que tienen un trato diferente. Por lo visto, Mudo Vázquez aún no lo sabe. Espero que el club le ponga una buena sanción, y si se repitiera algo parecido, que lo traspase.

El panorama era desalentador: perdiendo y en inferioridad, y con 45 minutos por delante. Afortunadamente, el Leganés cometió un error garrafal, tremendo, y es que no aprovechó la superioridad para ir a sentenciar el partido, sino que se dedicó a tontear, a mover el balón en horizontal y sin crear peligro. Al no cerrar el partido, cada minuto que pasaba nos daba vida, porque en una jugada aislada podríamos empatar. Amadou estuvo muy cerca, al rematar al poste, a diez minutos del final. Y poco después de que Vaclik evitara con la punta de los dedos, y con la inestimable colaboración del larguero, el 2-0, llegó la jugada que los sevillistas estábamos esperando pero que parecía que no iba a llegar nunca: un centro al área para que el más listo, el de siempre, Ben Yedder, cabeceara al fondo de la red.

Gol y punto que saben a gloria. Al Leganés le ocurrió lo mismo que al Sevilla en Mestalla: no sentenció, cuando lo tenía todo a favor, y lo pagó en el descuento.

No me gustó nada, de nuevo, el partido de André Silva. Estuvo deambulando, sin crear peligro, y fue sustituído.

Lo peor es que perdemos para el primer partido del año, ante el Atlético de Madrid, a Mercado, Mudo Vázquez y puede ser que a Jesús Navas, que tuvo que retirarse por una sobrecarga en el sóleo.