Como se preveía, el Ujpest no volvió a ser rival para el Sevilla, y es lógico, porque los húngaros sólo tienen dos jugadores que sobresalen y que, en mi opinión, podrían jugar en la Liga española: Zsótér y Obinna. El húngaro, de 22 años, internacional sub-21 con su país, es el manijero del equipo y se le ve bastante calidad. Participó en todas las ocasiones de gol de su equipo, con dos buenos pases y marcó un golazo de volea, ante el que no pudo hacer nada Sergio Rico, que se encontraba un poco adelantado. Eso sí, no se le puede pedir que se imponga en los saltos, porque sólo mide 1,67.
El nigeriano Obinna, también muy joven (21 años), internacional sub-20 con su país, es potente y veloz, con facilidad para el desborde, aunque se mostró muy inocente al no saber aprovechar el grave error que tuvo Carriço al intentar despejar un balón. Su disparo fue muy flojito. Fácil para Sergio Rico.
El partido fue más bien aburrido y con pocas ocasiones de gol. Me dio la impresión de que el Sevilla, ya que la eliminatoria estaba más que sentenciada y que la forma física aún está lejos de ser la deseable, no quería forzar mucho la máquina. Y el Ujpest no es que no quisiera, sencillamente es que no podía. Por tanto, en lugar de un partido de competición parecía más el típico de pretemporada, de los cuáles se pueden sacar pocas conclusiones. Estas pueden ser algunas:
1.- Sistema reconocible. El equipo y el entrenador tienen las ideas claras. Para Machín, los tres centrales son innegociables, y con ellos conseguirá alabanzas o críticas, éxitos o fracasos. Por tanto, bien haríamos en fichar a un central más, porque Nico Pareja volvió a lesionarse. Ha dado muchísimo al club, pero, lamentablemente, ya no puede estar al nivel que el Sevilla demanda.
2.- Sergio Rico debe ser traspasado o cedido, pero no debe continuar. Considero que no es bueno ni para el Sevilla ni para él. Ayer no transmitió seguridad. Es más, tuvo un error grave que bien podría haber acabado en gol. De seguir el canterano, no creo que se haga con una plaza de titular y seguirá depreciándose.
3.- Buen trabajo en ataque. El Sevilla se mostró efectivo de cara a gol, y esa cualidad, fundamental para tener éxito, hace mucho que se echaba de menos. Sarabia (2) y Muriel fueron los goleadores. El madrileño aprovechó un sensacional pase de Escudero en el primer gol, y una buena asistencia de Pejiño en el segundo. En este gol fue decisivo Ben Yedder, que con su desmarque se llevó a los dos defensas, dejando completamente solo a Sarabia ante el portero.
Muriel se fabricó dos ocasiones, fallando estrepitosamente una, tirando al muñeco, y marcando la otra, tirando también al muñeco, pero en esta ocasión acabó en el fondo de la red, tras tocar el portero. A ver si este gol sirve para que se le encuentre un comprador. De delantero ha demostrado que no sirve. Quizá en la banda, donde jugaba en la Sampdoria, pero ahí no se le ha podido ver. Por si acaso, al igual que con Sergio Rico, mejor que salga, antes de que se deprecie más.
4.- Debut de Sergi Gómez. No tuvo ningún error, ni pasó ningún apuro. Habrá que verlo ante rivales más potentes.
5.- Pejiño. Está muy verde aún, pero tiene detalles de calidad. Bien en el segundo gol. Se precipitó en un par de ocasiones.
De todas maneras, el equipo que vimos ayer tendrá poco que ver con el once tipo de la Liga 18/19, pues faltaban jugadores que se presumen titularísimos, como Gnagnon, Navas, Kjaer, Amadou, Roque Mesa y los fichajes que aún están por llegar, como el delantero centro, que se espera sea el fichaje más caro de nuestra historia.
El próximo rival, el Zalgiris, salvo mayúscula sorpresa, tampoco debe ser un obstáculo. Cuestión diferente podría ser el playoff, donde podríamos encontrarnos rivales veraderamente complicados, como el RB Leipzig, Istanbul Basaksehir o Burnley –uno de los dos–, Atalanta o Girondins de Burdeos. El lunes, día 6, conoceremos el último rival que nos separa de la fase de grupos