Otro pinchazo en casa, ante un rival directo. Pero bien que podemos darnos con un canto en los dientes porque, a falta de un cuarto de hora para el final, perdíamos 0-2 y jugábamos con uno menos, gracias a la falta de profesionalidad de Ben Yedder.
No fue un buen partido del Sevilla, sobre todo en la primera parte, donde Asenjo fue otro espectador más. Sólo pudimos marcar en una ocasión de Sandro.
Decía Jupp Heynckes, entrenador del Bayern de Munich, en la previa del partido de Champions que Banega es el corazón del Sevilla. Pues bien, el corazón del Sevilla falló. Cuando el argentino está mal, el equipo se resiente mucho, y ayer los dos goles del Villarreal tuvieron su origen en pérdidas de balón de Banega. Para colmo, no pudo resarcirse de sus errores en el lanzamiento de penalti porque, para nuestra desgracia, Nolito ganó la disputa que tuvieron. No lo pudo tirar peor el sanluqueño.
En el primer gol del Villarreal, además de Banega, falló estrepitosamente David Soria, que prácticamente se tragó un balón que Raba no cabeceó con fuerza. Aunque también es verdad que minutos antes hizo una intervención de mérito, parece claro que tendremos que fichar un portero la próxima temporada. Hay que fichar un portero que dé seguridad atrás, y no como los que tenemos ahora, que raro es el partido que no cometen errores graves. También casi la lió en un mal despeje de puños, blandito y al centro, que, por fortuna, fue a parar a uno de los nuestros.
Montella arriesgó mucho jugando con la defensa muy adelantada ante un equipo como el Villarreal, con un centro del campo muy fuerte y con jugadores muy rápidos y que juegan de memoria, como Bacca o Castillejo. Sin embargo salió bien la jugada, hasta el segundo gol, donde ya jugábamos en inferioridad.
A partir de aquí, el partido pareció sentenciado, sobre todo cuando Nolito desperdició el penalti, que fue señalado a instancias del asistente, porque el árbitro, nefasto durante todo el partido, perjudicándonos gravemente en varias ocasiones, no estaba por la labor de señalarlo.
Pero poco después Nolito sí acertó con la portería, tras asistencia de Lenglet. Se cambió el guión del partido, porque el Villarreal empezó a dudar y porque el Sevilla fue de verdad a por el partido.
El gol, o más bien golazo, de Nzonzi hizo algo de justicia en el marcador. Sensacional su trallazo ajustado, desde fuera del área, ante el que no pudo hacer nada Asenjo.
Estoy seguro que, de no haber hecho Ben Yedder la tonteria que hizo, nos habríamos llevado los tres puntos. De igual manera que si hubiéramos tenido un árbitro medio decente.
Después de todo, la jornada no ha estado tan mal. Teniendo en cuenta que, por una cosa o por otra somos incapaces de ganar un partido, al menos no se nos escapa el Villarreal, le ganamos el goal average – – detalle éste muy importante– e incrementamos, aunque sea mínimamente, la distancia con Gerona y Celta.
Como dice Nzonzi, hay que seguir trabajando. Y mucho, porque sin ganar va a ser imposible clasificarse para Europa.